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Louisiana



Luisiana[4]​ (en inglés, Louisiana; en francés, Louisiane) es uno de los cincuenta estados que, junto con Washington D. C., forman los Estados Unidos de América. Su capital es Baton Rouge y su ciudad más poblada, Nueva Orleans. Está ubicado en la región Sur del país, división Centro Suroeste. Limita al norte con Arkansas, al este con los ríos Misisipi y Pearl, que lo separan de Misisipi, al sur con el golfo de México (océano Atlántico) y al oeste con Texas (la mayor parte de esta frontera la forma el río Sabine). Fue admitido en la Unión el 30 de abril de 1812, como el estado número 18.

Otras ciudades importantes son Lafayette y Shreveport. Luisiana es el único estado del país cuyas subdivisiones políticas se denominan parroquias, que son los gobiernos locales equivalentes a los condados de los demás estados. La parroquia más poblada es la parroquia de East Baton Rouge, y la más grande por área es la parroquia de Plaquemines.

Algunos entornos urbanos de Luisiana ostentan un patrimonio multicultural y multilingüe, mostrando una intensa mezcla de la cultura francesa (especialmente del s. XVIII), la española, la indoamericana (como la nación Caddo) y culturas africanas; todo este mosaico étnico está considerado como algo excepcional en los EE. UU.

El actual estado de Luisiana fue un territorio bajo dominio español (Luisiana española) y luego una colonia francesa (Luisiana francesa).

Su patrón de desarrollo incluyó la importación de numerosos esclavos africanos en el siglo XVII, muchos de ellos capturados y llevados a la Luisiana desde la misma región del África Occidental, concentrando así su cultura. Después de la Guerra de secesión, los angloamericanos aumentaron la presión para la anglificación, y en 1915 el idioma inglés se hizo el único idioma oficial del estado. Pese a todo, el estado de Luisiana tiene más tribus indoamericanas que cualquier otro estado del sur, entre ellas, cuatro que son reconocidas por el gobierno federal, diez reconocidas por el estado y cuatro que aún no han recibido reconocimiento.

Luisiana fue nombrada así en honor de Luis XIV, rey de Francia (1643-1715). Cuando René Robert Cavelier de La Salle reclamó este territorio regado por el río Misisipi para Francia, la llamó La Louisiane, que significa «La tierra de Luis». Luisiana también formó parte de la Luisiana Española la cual era una gran parte del Virreinato de Nueva España. Ya formando parte de los Estados Unidos, el territorio de Luisiana se extendía desde Nueva Orleans hasta la frontera actual con Canadá.

Luisiana estaba habitada por indoamericanos cuando los exploradores europeos llegaron en el siglo XVI. Muchos nombres de lugares en el estado son transliteraciones de aquellos usados en dialectos nativos. Las tribus que habitaban Luisiana incluían a los atakapa, los boocana, los opelousa, los acolapissa, los tangipahoa y los chitimacha en el sureste del estado; los washa, los chawasha, los yagenechito, los bayougoula y los houma (parte de la nación choctaw), los quinipissa, los okelousa, los avoyel, los taensa (parte de la nación natchez), los túnica y los koroa. El centro y noroeste de Luisiana era parte de la nación caddo y la federación de los natchitoches.

Los primeros exploradores europeos visitaron Luisiana en 1528, fueron españoles, entre los más renombrados están: Álvar Núñez Cabeza de Vaca y Hernando de Soto. Una expedición española, liderada por Pánfilo de Narváez, localizó las bocas del río Misisipi. En 1541, la expedición de Hernando de Soto cruzó la región. Después, el interés español en Luisiana decayó al no encontrarse grandes vetas de oro, plata u otros minerales preciosos.

A finales del siglo XVII, expediciones francesas procedentes del área canadiense y próximas al actual Canadá Occidental que entonces eran llamadas La Nueva Francia, con intereses de soberanía, comerciales y religiosos, establecieron fuertes de avanzada en el río Misisipi y en la costa del golfo de México. Con estos primeros asentamientos, Francia reclamó como propia esta región y estableció un imperio comercial desde el Canadá colonizado originalmente por Francia, a lo largo de toda la cuenca del Misisipi hasta su desembocadura en la costa norte del golfo de México.

En 1682 René Robert Cavelier de La Salle nombró la región «Luisiana» en honor del rey Luis XIV de Francia. El primer establecimiento permanente, Fort Maurepas (actual Ocean Springs, Misisipi, cerca de Biloxi) fue fundado por Pierre Le Moyne d'Iberville, un militar francés del Canadá, en 1699. Para este tiempo, los franceses ya habían construido un fuerte en la desembocadura del río Misisipi, que llamaron La Balise o La Balize, baliza en francés, ya que en el año 1721 construyeron un faro de madera en las costas del delta del Misisipi para guiar a los barcos en su travesía para acceder desde el golfo de México el cauce del río Misisipi.

Los franceses reclamaron originalmente las tierras situadas en ambos lados del río Misisipi, para unir Luisiana con el Canadá. Los siguientes estados fueron parte de Luisiana: Luisiana, Misisipi, Arkansas, Oklahoma, Misuri, Kansas, Nebraska, Iowa, Illinois, Indiana, Míchigan, Wisconsin, Minnesota, Dakota del Norte y Dakota del Sur.

El establecimiento de Natchitoches (a lo largo del río Rojo, en el actual noroeste de Luisiana) fue establecido en 1714 por Louis Juchereau de St. Denis, considerado como el más antiguo establecimiento europeo en Luisiana. Los establecimientos franceses tenían un propósito: detener el avance español desde Texas. También el final del Antiguo Camino de San Antonio (también llamado Camino Real) terminaba en Natchitoches. Pronto se convirtió en un puerto floreciente, con tierras algodoneras en las riberas del río. Con el tiempo, los hacendados desarrollaron inmensos latifundios y construyeron casas finas en pueblos pequeños, que empezaron a crecer. Esto se repitió en Nueva Orleans y otras ciudades.

Los establecimientos de Luisiana ayudaron a la posterior expansión y exploración del territorio, basándose especialmente en el río Misisipi y sus tributarios, desde Nueva Orleans hasta la región llamada Illinois, y en el actual San Luis (Misuri).

Inicialmente, Mobile (Alabama) y Biloxi (Misisipi) funcionaron como capitales de la colonia. Reconociendo la importancia del río Misisipi para operaciones comerciales y militares, Francia hizo de Nueva Orleáns el centro de poder civil y militar en 1722. Desde entonces hasta la adquisición de la región por Estados Unidos, el 20 de diciembre de 1803, Francia y España se turnaron en el control de la región. En la década de 1720, inmigrantes alemanes se establecieron alrededor del Misisipi, en la región conocida como la Costa Alemana (tras la anexión a EUA: German Coast).

Francia cedió al Reino Unido o Imperio británico todo territorio al este del Misisipi, tras la victoria inglesa en la guerra de los Siete Años. El resto de Luisiana pasó a manos españolas tras el tratado de París de 1763. Desde ese año y hasta inicios del siglo XIX el extensísimo territorio de aproximadamente 2 millones de kilómetros cuadrados al oeste de la vaguada del río Misisipi (es decir la mayor parte de la cuenca del Misisipi) pasó a ser —con el nombre de Luisiana española— parte del Imperio español.

En 1765, durante la dominación española, varios millares de francófonos de la región de Acadia (actuales Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo, en Canadá) se refugiaron en Luisiana, tras ser expulsados por los invasores ingleses de las costas orientales del territorio que hoy es Canadá, estableciéndose estos refugiados en la región suroeste de la Luisiana española llamada Acadiana. Los españoles, que deseaban más población católica, recibieron de buena gana a los refugiados. Los cajunes son sus descendientes actuales. Además, inmigrantes de las Islas Canarias llegaron entre 1778 y 1783; estos colonos españoles y sus descendientes son, por provenir de las islas Canarias, llamados isleños aunque habiten en tierra firme de América del Norte desde hace siglos.

En 1800, la Francia napoleónica adquirió Luisiana a España mediante el Tratado de San Ildefonso, mantenido en secreto dos años.

En 1709, el financiero francés Antoine Crozat obtuvo el monopolio del comercio en Luisiana, que se extendía desde el golfo de México hasta el actual Illinois. «Esta concesión le permitió traer negros desde el África todos los años», dice el historiador británico Hugh Thomas.

Cuando Francia vendió Luisiana a los Estados Unidos, en 1803, se aceptó que los esclavos africanos podrían traer problemas como los que producían en el vecino Misisipi, que incumplía la ley norteamericana. A pesar de que Luisiana era, en el inicio del siglo XIX, un pequeño productor de azúcar con pocos esclavos, rápidamente aumentó su producción después de que los grandes hacendados empezaran a comprar esclavos del África y vendidos en Carolina del Sur, antes que en Luisiana, donde los latifundistas obligaban a los cautivos a trabajar sin ninguna paga en sus plantaciones. A pesar de los esfuerzos de miembros del gobierno de reforzar las leyes antiesclavistas en los nuevos territorios, la esclavitud permaneció porque era una buena fuente de mano de obra, numerosa y barata. El último gobernador español de Luisiana escribió: «Ciertamente, es imposible para la Baja Luisiana existir sin esclavos. Y con la esclavitud, la colonia ha alcanzado prosperidad y bienestar».

La esclavitud estaba legalizada porque según William Claiborne, el primer gobernador norteamericano de Luisiana, los trabajadores blancos libres «no podían trabajar en este clima, que es malo para la salud». Hugh Thomas escribió que Claiborne era incapaz de abolir la esclavitud y el tráfico de esclavos, pues era presionado por toda la élite terrateniente (“blanca” o considerada “blanca”) en Luisiana.

Como resultado de sus fracasos en Haití, Napoleón I renunció a sus sueños de su «imperio americano» y vendió Luisiana a los Estados Unidos por 15 millones de dólares, quienes consecuentemente la dividieron en dos territorios: El enorme distrito de Luisiana de unos millones de kilómetros cuadrados pasó a ser prácticamente una continuación de la antigua Indiana para ser repartido paulatinamente en nuevos territorios estadounidenses que devendrían en states (estados federados) como Arkansas, Misuri, Kansas, Iowa, Nebraska, Dakota del Sur, la mayor parte del Wyoming, Dakota del Norte, Territorio Indio (luego transformado en Oklahoma) y otras extensas regiones de los EUA por una parte; solo el relativamente muy pequeño aunque estratégico Territorio de Orleans terminaría siendo convertido en el estado de Luisiana en 1812, y el distrito de Luisiana, que eran las tierras que no pertenecían al Territorio de Orleans. Una pequeña parte de Florida, las parishes (parroquias) de Florida, fueron anexionados de la estratégica e importante República de Florida Occidental, proclamada independiente por James Madison en 1810. Esto es: el actual state o estado federal de Luisiana es el nombre dado a un territorio que corresponde solo a un 10 % (aproximadamente solo la décima parte) del original territorio de la Luisiana.

Otra consecuencia de la revolución en Haití fue una mayor emigración de refugiados a Luisiana, especialmente Nueva Orleans, e incluían a blancos y negros libres al igual que esclavos. Estos ayudaron a aumentar el número de francófonos en la región. Otros inmigrantes fueron los cubanos, en 1809. En 1811, la mayor revuelta de esclavos en Estados Unidos, la Revolución de la Costa Alemana, tuvo lugar en las afueras de Nueva Orleans. Alrededor de 500 esclavos se alzaron en la Costa Alemana y marcharon contra la puertas de la ciudad. La revolución tomó por sorpresa a las fuerzas militares del Territorio de Orleans y fue una gran amenaza a la soberanía norteamericana en Nueva Orleans.

Luisiana se convirtió en estado el 30 de abril de 1812. El límite occidental de Luisiana con la Texas española se mantuvo en disputa hasta el Tratado de Adams-Onís de 1819,[5]​ con el Estado Libre del Sabina, también llamada «Tierra de Nadie», sirviendo como una zona tampón neutral, así como un paraíso para los criminales.

Con el crecimiento de la población en el noroeste y extremo sur de Estados Unidos, durante las primeras décadas del siglo XIX, el comercio creció en Nueva Orleans. Productos de los nuevos territorios eran transportados por el río Misisipi y embarcados en Nueva Orleans hacia el exterior. Para 1840 la ciudad se había convertido en el mayor mercado de esclavos en Estados Unidos, así como unas de las ciudades más saludables y la tercera en población en el país. Durante estas décadas, más de un millón de esclavos fueron vendidos hacia los nuevos territorios.[cita requerida]

La agricultura en el país, que era fundamentalmente de tabaco y azúcar, se fue diversificando, por lo que muchos hacendados se quedaron con esclavos de sobra, que fueron enviados a los nuevos territorios. Con la adhesión en 1861 del estado de Luisiana a los Estados Confederados de América, Nueva Orleans se convirtió en la ciudad más poblada de la Confederación.

El 29 de agosto de 2005, el huracán Katrina azotó el estado de Luisiana. Fue un gran huracán que alcanzó la categoría 5 de la escala de huracanes de Saffir-Simpson. Los vientos alcanzaron más de 280 kilómetros por hora y causaron grandes estragos en la parte litoral del sur de los Estados Unidos, especialmente en los alrededores de la zona metropolitana de Nueva Orleans y en la parroquia de Plaquemines. Unos días después del desastre, la noche del 31 de agosto, el alcalde Ray Nagin declaró el estado de emergencia; posteriormente el área federal del desastre quedó bajo el control de la FEMA y la Guardia Nacional.

En Nueva Orleans, como consecuencia de las lluvias, el lago Pontchartrain se desbordó dejando más del 80 % de la ciudad inundada y alrededor de 200 000 casas bajo el agua. Más de un millón de personas tuvieron que ser evacuadas hacia otros estados del país, principalmente Florida, Misuri y Texas, mientras que otros fueron transportados a estados más distantes, tales como Washington, Ontario e Illinois.

La ciudad necesitó más de tres meses para bombear completamente el agua acumulada hacia al mar, para encontrar los cadáveres de los desaparecidos y para empezar a habitar nuevamente las viviendas, aunque las previsiones fueron que las viviendas se podrían volver a ocupar para el verano de 2006. Las interrupciones de las importaciones y exportaciones, así como de las actividades en esta zona de la industria del petróleo, no solo afectaron la economía local, además repercutieron en la economía de todo el país.

Gran parte de las tierras del Estado se formaron a partir de sedimentos depositados por el río Misisipi, en su enorme delta y las amplias marismas y pantanos de las zonas costeras.[6]​ Estos contienen una rica biota; ejemplos típicos incluyen aves como ibis y garzas. También hay muchas especies de ranas y peces como el esturión y peces espátula. En las zonas más elevadas, el fuego es un proceso natural en el paisaje, y ha producido grandes extensiones de bosques de pinos de hoja larga y sabanas húmedas. Estos soportan un número excepcionalmente elevado de especies de plantas, incluyendo muchas especies de orquídeas y plantas carnívoras.[6]​ tiene un clima templado que está marcado por huracanes en las regiones a lo largo de la costa del golfo de México que generalmente ocurren entre finales de verano y principios de otoño. Las heladas de invierno son escasas en esta región, permitiendo el cultivo de arroz, tabaco, y añil. El paisaje de esta área está caracterizado por sus muchos pantanos, con pantanos grandes en el delta del Misisipi y pantanos de acompañamiento, que comenzaron cuando los riachuelos y las corrientes se separaron del Misisipi para formar canales (bayous) largos, lentos por lo pantanosos y la presencia de bosques inundados, formando una red navegable de miles de kilómetros de agua.

La Oficina del Censo de los Estados Unidos estima que la población de Luisiana para el 1 de julio de 2013 era de 4 625 470 habitantes, un aumento del 2,0 % desde el Censo de 2010.[8]​ La densidad de población del estado es de 40,5 habitantes por kilómetro cuadrado.[9]

En julio de 2005 la población estimada en Luisiana era de 4 523 628 habitantes, lo que supone un incremento del 0,4 % con respecto al año anterior y un aumento del 1,2 % respecto al año 2000. Esto incluye un aumento natural desde el último censo de 129 889 personas (es decir 350 818 nacimientos menos 220 929 muertes) y una disminución debido a la migración neta de 69 373 personas. La inmigración procedente de fuera de los Estados Unidos dio lugar a un aumento neto de 20 174 personas, y la migración dentro del país produjo una pérdida neta de 89 547 personas.[9]​ El centro de la población (punto geográfico más cercano a todos los habitantes, por término medio) de Luisiana está localizado en la parroquia de Pointe Coupee en la ciudad de New Roads.[10]

Según el censo de 2010 la población de Luisiana se compone de:[11]

Los mayores grupos de ascendencia del estado son:[12]

Población > 10 000
(área urbanizada)

Población > 1 millón (área urbanizada)

Luisiana tiene una cultura particular debida a la colonización francesa y, en menor medida, a la española. Las lenguas más habladas son hoy día el inglés y el español. En cuanto al dialecto del francés conocido como cajún (del término francés acadien, que designaba a los pobladores procedentes de la colonia francocanadiense de Acadia) se ha reducido hoy al 7 % de hablantes, aunque existen iniciativas del gobierno estatal para potenciar su uso al considerarlo como una seña de identidad del estado.

Peor suerte le ha tocado al español vestigial, traído en el siglo XVIII por emigrantes canarios y andaluces, el cual está hoy prácticamente desaparecido. El español, no obstante, crece sin cesar en número de hablantes, debido a la inmigración latinoamericana, sobre todo mexicana y centroamericana, en particular hacia la ciudad de Nueva Orleans. Aun así, el francés sigue siendo el idioma extranjero más estudiado en las escuelas del estado.

La gran mayoría de la población es de religión cristiana, de la que el 58% es protestante y 26% es católica, los de otras religiones el 2% y los no religiosos son el 14% de la población.

Luisiana es conocida por su música, en particular el jazz, blues y la música cajún. Asimismo, el himno gospel When the Saints Go Marching In se suele asociar con Nueva Orleans, aunque no es originaria de la ciudad.

Entre las universidades del estado se encuentran la Universidad Estatal de Luisiana, la Universidad del Sudeste de Luisiana y la Universidad Tulane.

Luisiana cuenta actualmente con dos equipos deportivos de grandes ligas: los New Orleans Saints de la National Football League desde 1967 y los New Orleans Pelicans de la National Basketball Association desde 2002. Anteriormente, los New Orleans Buccaneers jugaron en la ABA en la década de 1960, y el New Orleans Jazz la NBA en la década de 1970.

En cuanto a deporte universitario, los LSU Tigers de fútbol americano universitario han ganado 11 campeonatos de la Southeastern Conference, seis Sugar Bowl y tres campeonatos nacionales. En tanto, el Sugar Bowl es un partido de postemporada disputado en Nueva Orleans, que tiene como anfitrión al campeón de la Southeastern Conference.

Nueva Orleans ha sido sede de siete ediciones del Super Bowl, así como el BCS National Championship Game, el NBA All-Star Game y el Campeonato de la División I de Baloncesto Masculino de la NCAA.

Desde 1938 se juega el New Orleans Classic, un torneo de golf del PGA Tour. El NOLA Motorsports Park es un autódromo que recibirá a la IndyCar Series en 2014.



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