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Madagascar



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Madagascar (en malgache: Madagasikara; en francés: Madagascar) oficialmente República de Madagascar (en malgache: Repoblikan'i Madagasikara; en francés: République de Madagascar)[3] es un país insular situado en el océano Índico, frente a la costa sureste del continente africano, al este de Mozambique. La nación está comprendida por la isla de nombre Madagascar, la más grande de África y la cuarta más grande del mundo, y por pequeñas y numerosas islas periféricas. Está separada del continente por el canal de Mozambique. A pesar de su cercanía actual al continente africano, Madagascar formaba parte en su origen del subcontinente indio, del cual se separó hace unos 88 millones de años. Por ello su aislamiento ha favorecido la conservación en su territorio de multitud de especies únicas en el mundo, la mayoría de ellas endémicas de la isla.[4]​ Las más notables son los lémures (un infraorden de primates),[5]​ el fosa carnívoro, cinco[6]​ familias endémicas de aves y seis especies endémicas de baobabs.

El gentilicio de Madagascar es malgache y el idioma nacional es el malgache, su segundo idioma es el francés. La mayoría de sus habitantes tiene creencias tradicionales, son cristianos, o una amalgama de ambos. Madagascar pertenece al grupo de los países menos desarrollados, según las Naciones Unidas. El ecoturismo y la agricultura, junto con mayores inversiones en educación, salud y empresa privada, son elementos clave de la estrategia de desarrollo de Madagascar. Sin embargo, estos beneficios no se distribuyeron uniformemente en toda la población, produciendo tensiones sobre el creciente costo de vida y la disminución del nivel de vida entre los pobres y algunos segmentos de la clase media. En 2017, la crisis política y económica 2009-2013 ha debilitado la economía y la calidad de vida sigue siendo baja para la mayoría de la población. Madagascar era el nombre que los portugueses dieron a la isla en 1502 y deriva del latín medieval: era el nombre de una isla que se suponía en esa región y con la cual hacia el año 1500 se identificó el actual Madagascar. A su vez, dicho nombre latino derivaba de Madeigascar (también Madagosho, Madagascar), que era el nombre de una isla-reino africana mencionada por Marco Polo en su libro (fines del siglo XIII).[7]​ Algunas fuentes aseguran que este nombre surgiría de la confusión con Mogadiscio, capital de Somalia.[8]

En cuanto al nombre malgache, con el que se denomina a sus habitantes, el término proviene del francés, tomado de Malagasy, que era el nombre que se daban los habitantes originales de la isla.[7]

El primer asentamiento humano data probablemente del siglo IV o poco antes. En cualquier caso, no hay pruebas de presencia humana antes del año cero de nuestra era. Pese a que la distancia entre Madagascar y el punto más cercano de África es de 416 km (cerca de Lumbo, en Mozambique) y que la distancia al punto más cercano de Indonesia (en la isla de Siberut) es de más de 5500 km, Madagascar fue colonizado por los indonesios antes que por los africanos.[9]​ Por esto los lugareños conservan rasgos asiáticos, costumbres típicas del sureste de Asia y una lengua del tronco malayo-polinesio.[9]​ Con ellos también llegaron sus animales domésticos, entre los que destaca el cebú, y poco después de su llegada se extinguieron varios animales endémicos de la isla, como el lémur gigante, el ave elefante, el cerdo hormiguero de Madagascar o un hipopótamo pigmeo similar al que se encuentra actualmente en África occidental.

Posteriormente hubo migraciones bantúes desde el continente que se fundieron con la población local, sobre todo en la parte este de la isla. A comienzos de la Edad Media llegaron los primeros comerciantes persas y hacia el año 1000, los árabes. Como consecuencia, la religión mayoritaria en la zona norte de la isla es el islam.

El primer occidental en llegar a la isla fue el portugués Diogo Dias, en 1500.

Cuando el capitán del mar portugués Diogo Dias vio la isla, mientras participaba en la 2ª Armada de las Fuerzas Armadas de la India portuguesa. Brasil también fue encontrado por primera vez en el mismo viaje que la 2ª Armada, comandada por Pedro Álvares Cabral.

Matatana fue el primer asentamiento portugués en la costa sur, a 10 km al oeste de Fort Dauphin, aquí en 1508 los colonos construyeron una torre, un pequeño pueblo y una columna de piedra (Padrão). Este asentamiento fue diseñado en 1613 a instancias del Vice -Rey de la India D. Jeronimo de Azevedo.

Matatana, representada en una imagen de 1613, de un asentamiento de principios del siglo XVI, en el Libro de Humberto Leitão [10]

En 1543, el gobernador de la India portuguesa, Martim Afonso de Sousa, envió una armada a Madagascar, comandada por Diogo Soares, para encontrar los botes perdidos del hermano del gobernador, quien luego regresó a Goa, pero no se encontraron botes.[11]​ Algunos de los puntos que tenía la armada para regar los barcos, fueron nombrados en honor al Capitán Diogo Soares.

Primera colonia de 1508 en la costa sur de Madagascar. Dibujo de Matatana de 1613 [12]

Los contactos continuaron siendo que, desde los años 50 del siglo XVI, varias misiones de colonización fueron enviadas para su reconocimiento y conversión por el Rey D. João III de Portugal, o por orden del Virrey de la India como en 1553 por Baltazar Lobo[13]​. de Sousa. En esta misión, volvieron a navegar por la costa, ingresando al interior en algunos ríos y bahías, intercambiando mercancías e incluso convirtiendo a uno de los Reyes locales, según una detallada descripción de los cronistas Diogo do Couto y João de Barros.

Antes de la llegada de los europeos, algunas tribus malgaches ocasionalmente libraban guerras para capturar y esclavizar prisioneros. Vendieron los esclavos a los comerciantes árabes o los mantuvieron a mano como trabajadores. Tras la llegada de los esclavistas europeos, los esclavos humanos se volvieron más valiosos y las tribus costeras de Madagascar empezaron a luchar entre sí para obtener prisioneros para el lucrativo comercio de esclavos.[14]

Sin embargo, la población local también sufrió, como muchos pueblos africanos, el comercio de esclavos. A modo de ejemplo, los europeos llevaron esclavos malgaches al Virreinato del Perú, asentándolos principalmente en la costa norte de dicho país, en una zona conocida como Piura.

Actualmente en Perú, descendientes de aquellos esclavos se conocen como "mangaches", por una corrupción del idioma en el tiempo. Incluso existe en Perú un lugar bautizado como "Hacienda Malakasy", que data de la época en que los malgaches fueron explotados en el cultivo del campo y que evoca el nombre de su país de origen pero pronunciado en su propio idioma. Estos descendientes de malgaches conservan aún en muchos casos los rasgos afro-indonesios originarios. Su imbricación con el Perú fue tan fuerte que contribuyeron a la cultura de este país, creando formas musicales como el tondero e incluso tuvieron influencia política: el expresidente peruano Luis Miguel Sánchez Cerro, que gobernó aquel país en el tercer decenio del siglo XX, fue un "mangache".

Hubo una época en la que forajidos y bucaneros recorrieron sus costas. El capitán neerlandés Van Tyle navegó en consorcio con el capitán James e hizo varias presas en el océano Índico. Van Tyle poseía una plantación en Madagascar, en donde trabajaban sus prisioneros y esclavos. Este pirata fue asesinado por un esclavo. El pirata Thomas Tew también tenía su cuartel en Madagascar. Su lugar de operaciones fueron las aguas del mar Rojo y el océano Índico. Tew murió al estallar su barco durante un combate en alta mar. El más célebre pirata de esta región fue Thomas Collins, designado gobernador de la colonia pirata y que construyó un fortín para su defensa. Pero cuando fuerzas francesas atacaron la isla, Collins fue ajusticiado en la horca.[15]

Entre 1642 y 1674, los franceses quisieron ocupar las costas de Madagascar desde Fort Dauphin, sin conseguirlo. Finalmente, a finales del siglo XVIII consiguieron construir diferentes bases comerciales en las costas malgaches, unas veces por la fuerza y otras diplomáticamente. Durante las guerras napoleónicas, el rey Radama I de Imerina se puso del lado de los británicos, que aumentaron su influencia en la isla a costa de los franceses y entrenaron a los nativos en el uso de armas modernas. No obstante, a la muerte de Radama I en 1828 se persiguió a los británicos, incluidos los misioneros. Durante el reinado de Radama II (1861-1863) se introdujeron una serie de reformas modernistas y Madagascar se abrió al contacto con franceses y británicos, lo que causó que los sectores más tradicionalistas mataran al rey y revocaran los cambios.

La última soberana de Madagascar fue la reina Ranavalona III (1883-1917). Durante su reinado, los franceses reclamaron parte de la costa noroeste que les habían cedido los jefes locales, pero los de la tribu de Imerina se negaron. Dicha negativa provocó la guerra (1882–85). A pesar del continuo apoyo de los ingleses, deseosos de establecer al menos su influencia sobre el territorio, los rebeldes tuvieron que firmar un tratado por el cual la ciudad de Diego Suárez fue entregada a Francia y toda la isla pasó a formar parte de su protectorado. Durante la revuelta, la frágil economía de la isla y la falta de monedas, obligaron a la reina Ranavalona a permitir la circulación legal de diferentes piezas extranjeras en todo el territorio. Para ello se estampó una marca circular con la letra “R”, leyenda “ROYAUME DE MADAGASCAR” y fecha. Se conocen piezas de 8 reales españoles, 5 francos franceses y talers de la reina María Teresa I de Austria con esta curiosa contramarca.[16]​ En 1895, Francia se anexionó la isla por completo, tras derrotar a la reina Ranavalona III. Esta se exilió un año después, al tiempo que se instituía un mandato militar francés y Madagascar era proclamada colonia francesa.

La "pacificación" dirigida por la administración francesa duró más de quince años, en respuesta a las guerrillas rurales dispersas por todo el país. En total, la represión de esta resistencia a la conquista colonial se cobró entre 100.000 y 700.000 víctimas malgaches, según las fuentes[17]

Se otorgan enormes concesiones mineras y madereras a grandes empresas francesas. Los líderes indígenas leales a la administración francesa también reciben parte de las tierras. Se introduce el trabajo forzado a favor de las empresas francesas. La colonización también fue acompañada por la construcción de carreteras y escuelas.[17]

Durante la Primera Guerra Mundial, cerca de 50.000 malgaches lucharon en el ejército francés.

Sin embargo, el período colonial fue acompañado por movimientos que luchaban por la independencia: los Menalamba, los Vy Vato Sakelika, el MDRM. En 1927, se organizaron grandes manifestaciones en Antananarivo, en particular por iniciativa del militante comunista François Vittori, que fue encarcelado a raíz de esta acción. En los años 30, el movimiento anticolonial malgache cobró un nuevo impulso. El sindicalismo malgache comienza a aparecer en la clandestinidad y se forma el Partido Comunista de la Región de Madagascar. Sin embargo, ya en 1939, todas las organizaciones son disueltas por la administración de la colonia, que opta por el régimen de Vichy.[17]

El regreso de los combatientes malgaches alistados durante la Segunda Guerra Mundial, las condiciones de vida miserables de las poblaciones indígenas y la militancia de los movimientos anticolonialistas fomentaron la aspiración a la independencia y precipitaron el estallido de la insurrección. En marzo de 1947 estalló la rebelión malgache, que dio lugar a una sangrienta represión por parte del ejército francés, que provocó varias decenas de miles de muertos (entre 40.000 y 80.000). La represión estuvo acompañada de ejecuciones sumarias, torturas, reagrupamientos forzados y la quema de pueblos. El ejército francés experimentó con la "guerra psicológica": los sospechosos fueron lanzados vivos desde aviones para aterrorizar a los habitantes de las zonas de operación.[17]

En 1960 Madagascar se independizó totalmente de Francia y se instituyó una república bajo el gobierno de Philibert Tsiranana, líder del Partido Socialdemócrata. En 1975, un golpe de estado militar puso el gobierno en manos del capitán de fragata Didier Ratsiraka, que gobernó con puño de hierro hasta que en 1992 las presiones populares le obligaron a designar un gobierno de transición a la democracia. Ratsiraka fue derrotado en las elecciones presidenciales de 1993 por Albert Zafy, pero ganó las legislativas que se celebraron simultáneamente. La tensión entre los partidarios de Ratsiraka y el gobierno de Zafy llevó a la destitución de este último por el parlamento en 1996, que fue sustituido por Norbert Ratsirahonana. Este era un colaborador cercano a Zafy, que gobernó a su sombra hasta las elecciones de 1997, en las que Ratsiraka se hizo nuevamente con el poder. En estas elecciones, Gisèle Rabesahala se convirtió en la primera mujer malgache en ser nombrada ministra.

Didier Ratsiraka conservaría el poder hasta las elecciones presidenciales de diciembre de 2001, cuando tras unos resultados controvertidos, su rival, el hasta entonces alcalde de Antananarivo Marc Ravalomanana, se proclamó ganador por mayoría absoluta en la primera vuelta de las elecciones, acusando de fraude al gobierno, que había publicado unos resultados que hacían necesaria una segunda vuelta.

La tensión de la primera mitad del año 2002 llegó a amenazar con la posibilidad de una guerra civil. La sociedad y el propio ejército malgaches se dividieron en dos: la capital Antananarivo convertida en bastión de Ravalomanana, mientras Ratsiraka dirigía un gobierno en la ciudad costera de Toamasina. La comunidad internacional hizo diversos llamamientos al diálogo y a la calma. Ravalomanana consiguió consolidar su poder, mientras Ratsiraka iba perdiendo apoyos. En junio de 2002, algunos países como Estados Unidos, Suiza y Noruega reconocían ya al gobierno de Ravalomanana. Otros países europeos esperaron la decisión final de Francia que, a principios de julio, ya se dirigía públicamente a Ravalomanana como «presidente de Madagascar». El reconocimiento internacional confirmó el poder de Ravalomanana, y Ratsiraka huyó finalmente del país, y se refugió en Francia.

Desde la consolidación del poder por parte de Marc Ravalomanana, el país ha conseguido alcanzar unas cotas muy altas de crecimiento económico, apoyado por ayudas muy cuantiosas de instituciones internacionales como el Banco Mundial.

En enero de 2009 comenzaron unas protestas masivas contra el gobierno.[18]​ La violencia enfrentó al entonces presidente Marc Ravalomanana con Andry Rajoelina, alcalde de la capital, Antananarivo. Más de 170 personas perdieron la vida.[19]​ Rajoelina movilizó a sus partidarios para que salieran a las calles de Antananarivo a exigir la destitución de Ravalomanana, a causa de su supuesto estilo de gobierno "autocrático" y en contra de su política económica y de concesión de tierras agrícolas a consorcios extranjeros.[20]

El 16 de marzo de 2009, militares opositores al gobierno de Marc Ravalomanana tomaron distintos edificios estatales, como el Banco Central. Al día siguiente, Ravalomanana dimitió y cedió sus poderes a un consejo militar, fiel a sí mismo, encabezado por el vicealmirante Hyppolite Ramaroson.[21]​ Los militares afirmaron entonces que la acción de Ravalomanana era una "maniobra"[21]​ y la mayor parte de la cúpula militar apoyó a Andry Rajoelina como líder de un "gobierno de transición".[22]​ Desde un mes antes, Rajoelina ya se había autoproclamado como el nuevo líder y había asumido el papel de presidente de la "Alta Autoridad de la Transición". Designó a Monja Roindefo como Primer Ministro.[23]​ El nuevo presidente anunció que las elecciones se celebrarían dentro de dos años y que la Constitución sería modificada.[22]

La Unión Europea, entre otras entidades internacionales, se ha negado a reconocer al nuevo gobierno, debido a que fue instalado por la fuerza.[24]​ La Unión Africana, suspendió la membresía de Madagascar el 20 de marzo de 2010.[25]​ Un portavoz de Ban Ki-moon, Secretario general de las Naciones Unidas, anunció que está "gravemente preocupado por la evolución de los acontecimientos en Madagascar".[26]​ Pese a que los gobiernos extranjeros evitaron legitimar este cambio de poder, la Corte Constitucional reconoció la orden de traspaso de poderes del directorio militar, según un documento obtenido por agencias de noticias internacionales.

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), ha firmado o ratificado:

Desde 1946, Madagascar estaba dividido en seis provincias. En 2004 se aprobó una nueva división de la isla en 22 regiones (faritra). Estas regiones se convirtieron en el más alto nivel administrativo con la disolución de las provincias anteriores tras un referéndum celebrado en 2007. Las nuevas regiones se subdividen en 119 distritos, 1.579 comunas y 17.485 fokontany.[37]

Madagascar es la isla más grande de África y la cuarta más grande del mundo, y se encuentra rodeada íntegramente por el océano Índico. Está separada del resto del continente africano por el canal de Mozambique.

Madagascar se originó a partir del supercontinente Gondwana. Su costa oriental se formó cuando África se separó de Gondwana hace alrededor de 165 millones de años. Más tarde, Madagascar se separó del subcontinente indio hace 65 millones de años. Este largo aislamiento es la causa de la existencia en esta isla de multitud de especies únicas en el mundo, lo que se ha llamado a veces un mundo aparte.

Uno de los principales problemas ambientales de la isla hoy en día es la deforestación.[39]

WWF divide la isla de Madagascar en siete ecorregiones:

Todas ellas están incluidas en la lista Global 200, agrupadas en

Parque nacional Tsingy de Bemaraha.

Playa de la costa oriental.

Parque nacional Isalo.

Avenida de los baobabs.

La palma del viajero es un icono del país.

Madagascar tiene una de las faunas más variadas y especiales del mundo con mayoría de animales endémicos como los lémures, el geco diurno de Madagascar, la boa de Madagascar, la tortuga radiada, la tortuga angonoka, la tortuga colaplana y la tortuga araña, dos géneros de iguánidos de la familia Opluridae (de las pocas iguanas que se encuentran fuera del Nuevo Mundo), así como aproximadamente la mitad de todas las especies de camaleones conocidas. Entre los predadores se encuentran la fosa, y el cocodrilo del Nilo. La razón del porqué tiene tantos animales endémicos tiene que ver conque, a pesar de su cercanía actual al continente africano, Madagascar formaba parte en su origen del subcontinente indio del cual se separó hace unos 88 millones de años y así su aislamiento ha favorecido la conservación de especies únicas en el mundo.[4]

Respecto a las aves, Madagascar alberga, según el I.O.C.,[40]​ cinco familias de aves endémicas : berniéridos (Bernieridae), braquipterácidos (Brachypteraciidae), Leptosomídidos (Leptosomidae), mesitornítidos (Mesitornithidae) y las vángidos (Vangidae).

Adicionalmente, los Leptosomídidos (Leptosomidae) son la única familia perteneciente al orden Leptosomiformes que, como consecuencia, sería también un orden endémico de Madagascar.

Hasta su extinción en el S. XVII, en la isla vivió el pájaro elefante, que con más de media tonelada de peso, ha sido el ave más pesada de la Tierra.

Debido a su aislamiento, las especies han evolucionado de manera independiente a sus ancestros. Por ejemplo, en la isla hay una clase de orquídea como en otros lugares del mundo, pero con una diferencia: la especie de mariposa encargada de comerse el néctar y asegurar así la reproducción de esa planta no está presente en Madagascar. ¿Cómo hizo la orquídea para sobrevivir? Unos científicos se formularon esa pregunta y se pusieron a investigar. Su conclusión fue que la orquídea había adaptado su estructura exterior a un pájaro muy común en la isla, acortando el conducto porque el pico del pájaro también era más corto que la trompa de una mariposa. De esa forma, esta orquídea evolucionó a una nueva rama de orquídeas dentro de la familia a la cual pertenecía.[41]​ En cuestión de anfibios, su población está constituida casi únicamente por ranas; el 99% de las 373 especies son endémicas, incluyendo la rana Mantella cowanii, especie en peligro crítico que sólo se encuentra en el altiplano central.[42]

La agricultura, incluida la pesca y la silvicultura, son el pilar de la economía. Supone el 34 % del PIB y contribuye más del 70 % a los ingresos por exportación. La industria presenta la fabricación de tejido y el procesamiento de productos agrícolas. Entre 1992 y 1997, la emigración aumentó menos que la tasa de crecimiento de la población. El crecimiento económico se ha contenido por huelgas antigubernamentales y manifestaciones, la disminución de la demanda mundial de café y el compromiso errático del gobierno respecto a la reforma económica. Hay obstáculos importantes en el camino de la realización en Madagascar de su considerable potencial de crecimiento: el avance de las reformas del gobierno, además de la ayuda financiera e inversión extranjera que serán claves determinantes para su desarrollo. En el período 2015-18, el crecimiento debería estar en el rango del 62 %.

Madagascar es el mayor mercado de canela de África. La emisión de sellos postales, principalmente destinados al coleccionismo filatélico, es también una importante fuente de ingresos para su economía.

En 2000, Madagascar emprendió la preparación de los Documentos de Estrategia para la Reducción de Pobreza (PRSP) bajo la iniciativa de los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC). El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial concluyeron en diciembre de 2000 que el país era elegible para la Iniciativa HIPC, y Madagascar ha alcanzado el punto de decisión para el alivio de deudas. El 1 de marzo de 2001, el Fondo Monetario Internacional concedió al país 103 millones de dólares para el período 2001-03, bajo la Instalación de Crecimiento y Reducción de Pobreza (PRGR). Los recursos liberados de HIPC se dirigirán a mejorar el acceso a la salud, educación, caminos rurales, agua y apoyo directo a comunidades. Además, el 7 de marzo de 2001, el Club de París aprobó una cancelación de deuda de 161 millones de dólares. El 28 de febrero de 2001, el Banco Africano de Desarrollo (BAFD) aprobó bajo el HIPC una cancelación de deuda de 71,46 millones de dólares y en junio de 2001 concedió un crédito adicional de 20 millones de dólares para luchar contra el SIDA y la pobreza.

En 2007, Madagascar tiene una población de 19 448 000 habitantes. Su esperanza de vida es de 62 años. El promedio de hijos por mujer es de 5,24. El 68,9 % de la población está alfabetizada.

La población malgache es predominantemente una mezcla de origen malayo y africano. Investigaciones recientes sugieren que la isla estuvo deshabitada hasta la llegada de navegantes malayos, aproximadamente en el siglo I de nuestra era, a través del sur de la India y del este de África, de donde adquirían esposas y esclavos africanos. Migraciones posteriores, tanto de Asia como de África, consolidaron esta original mezcla, y surgieron 18 grupos tribales diferentes. Los rasgos malayos son más predominantes en las personas que habitan en la parte central de la isla, los Merina (3 millones de personas) y los Betsileo (2 millones). Los habitantes de las costas son de origen africano.

Los grupos costeros más grandes son los Betsimisaraka (1,5 millones) y los Tsimihety y Sakalava (700.000 personas cada uno).

El idioma es el malgache, de origen malayo-polinesio, cercanamente emparentado con las lenguas borneanas y que se habla en toda la isla. El francés, antiguo idioma colonial, está muy poco extendido fuera del ámbito urbano.

La mayor parte de la población sigue prácticas religiosas tradicionales, que enfatizan los vínculos entre la vida y la muerte, en la creencia de que la muerte los une a sus ancestros en el rango de divinidad y que estos están muy interesados en el destino de sus descendientes vivos. Esta comunión espiritual es celebrada por los Merina y los Betsileo mediante la práctica del Famadihana o «regreso de la muerte». En este ritual, los restos de los parientes se extraen de la tumba familiar, envueltos en nuevos sudarios de seda y se retornan nuevamente a la tumba siguiendo unas ceremonias festivas en su honor.

Cerca del 45 % de la población es cristiana, dividida por igual entre católicos y protestantes. También se da el sincretismo entre los diferentes cultos, por lo cual los pastores asisten a ritos de famadihana y los creyentes bendicen a sus muertos antes de comenzar con los rituales de entierro tradicionales.

La fiesta más importante en todo el territorio malgache es el 26 de junio, cuando se celebra la independencia de Madagascar. Las costumbres de los malgaches, en especial los del centro de la isla, tienen rasgos comunes con las del sur asiático.



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