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Alta suciedad



Octubre de 1996 - Junio de 1997

Alta suciedad es el nombre del quinto álbum de estudio grabado por el músico argentino Andrés Calamaro. Fue lanzado al mercado por el sello discográfico WEA International el 9 de septiembre de 1997,[1]​ fue su primer disco de canciones nuevas, compuestas por el cantautor en su totalidad, tras su separación de la banda Los Rodríguez. El álbum logró vender más de 700 mil copias.

Fue producido por Joe Blaney y grabado con músicos anglosajones en los Estados Unidos. Es el segundo disco más vendido del rock argentino y la revista Rolling Stone lo ubicó en el décimo puesto de su lista de los 100 mejores álbumes del rock argentino.[2]

Ha sido posicionado en el puesto 20 en la lista Los 250 álbumes esenciales del rock iberoamericano de la revista norteamericana Al borde.

La canción "Loco" fue censurada en múltiples ocasiones y ocasionó inconvenientes legales al cantautor, puesto que el primer verso dice "Voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque a fumar un porrito."

Tras la disolución de Los Rodríguez, Calamaro se queda con un contrato como solista y varias opciones, la primera, trabajar solo en su estudio madrileño, la segunda, convocar a sus muchos amigos, tanto de la Argentina como de España.

Finalmente, decide apostar por una tercera alternativa: viajar a los Estados Unidos y grabar con aquellos músicos de sesión que lo habían fascinado en discos de John Lennon, Aretha Franklin, Steely Dan, Tom Waits, Elvis Costello y Keith Richards, entre otros.

Fue una apuesta arriesgada, ya que Andrés no maneja con fluidez el inglés, y solo contaba con la complicidad del productor Joe Blaney.[3]

La idea era encontrar un sonido más propio, volver a sus raíces, alejándose del rock rumbero que había experimentado con Los Rodríguez. Y también de la armonía simple que marcó “Nadie sale vivo de aquí” (1989), el último trabajo que había grabado en la Argentina.

En unas intensas semanas entre un estudio de Nueva Jersey y otro de Manhattan. Calamaro descubre el placer de la autoexigencia. Y la compañía de los mejores músicos del mundo. Las guitarras del disco estuvieron a cargo de Hugh McCracken, que ha tocado con Steely Dan y en el álbum “Double Fantasy” de Lennon. Los solos corresponden a otro excelente guitarrista, Marc Ribot, que grabó en “Rain Dogs” de Tom Waits y en “Spike”, de Elvis Costello, además de realizar zapadas neoyorquinas con John Zorn. El tercero es Eddie Martínez.[4]

La batería estuvo a cargo de Steve Jordan, de los X-Pensive Winos, la banda de Keith Richards, y de John Mayer Trío. Dos bajos se repartieron el trabajo: Charly Dryton (también de los Winos) y Chuck Rainey, que ha tocado con Aretha Franklin.

A continuación, se completaron los últimos detalles en Miami, sumando la participación vocal de Celeste Carballo, Palito Ortega y Antonio Escohotado, cuya voz aparece “enlatada” desde Madrid en un largo texto en medio del reggae “Nunca es igual”.

Originalmente, el disco iba a llamarse “El otro lado del novio del olvido”. Luego, ya grabado, se jugueteó con “Decidí contarlo”. Y “Alta suciedad” se volvió al título más directo.[3]

El álbum generó clásicos instantáneos como “Flaca”, “Loco” y “Crímenes perfectos”, además de exhibir rebeldía en “¿Quién asó la manteca?” y “Media Verónica” y en un himno de la insatisfacción como “Donde manda marinero”. Estas canciones daban cuenta de un solista más adulto, un Calamaro capaz de componer canciones con mucha llegada sin perder su esencia.

El éxito también se reflejó en los números: “Alta suciedad” se convirtió en el segundo disco más vendido en la historia discográfica argentina, detrás de “El amor después del amor” de Fito Páez. También se lo ubicó como el décimo mejor álbum en la historia del rock argentino, según una la lista que realizó la revista Rolling Stone.[2]

Todas las canciones escritas y compuestas por Andrés Calamaro, excepto donde se indica.



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