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Amish



Los amish (pronunciación AFI: [ɑmɪʃ]) son un grupo etnorreligioso[1]protestante anabaptista, conocidos principalmente por su estilo de vida sencilla, vestimenta modesta y tradicional, su resistencia a adoptar comodidades y tecnologías modernas, como son las relacionadas con la electricidad.

Los amish son una comunidad cultural unida por religión, origen y tradiciones, organizados en más de cuarenta subgrupos, algunos de los cuales son bastante diferentes. Son descendientes de inmigrantes de lengua alemana de origen suizo y del sur de Alemania, que llegan al continente americano a fines del siglo XIX principios del siglo XX. Actualmente, las comunidades amish comprenden aproximadamente 700 asentamientos ubicados en Estados Unidos y Canadá.

Algunas de las características de los amish son la creencia en el Nuevo Testamento, la vida en asentamientos apartados de las metrópolis, el aislamiento del mundo exterior, la defensa de valores como el pacifismo, la humildad, la vida sencilla y el trabajo,[cita requerida] así como la vestimenta al estilo del siglo XVIII o XIX.

Cuando se habla de los amish hoy, casi siempre se refiere a los amish de la Antigua Orden (inglés: "Old Order Amish"). En la segunda mitad del siglo XIX, los amish se dividieron en varios subgrupos, de los cuales los amish de la Antigua Orden representan un tercio del total. La mayoría de los subgrupos de la Antigua Orden han perdido sus peculiaridades amish y se han asimilado a la sociedad norteamericana. Además de los amish de la Antigua Orden, los menonitas amish de Kauffman ("Kauffman Amish Mennonites"), los Beachy Amish y los amish de la Nueva Orden ("New Order Amish") han preservado partes de la antigua cultura amish.

Grupos en gran medida similares a los amish son los menonitas de la antigua orden y los hermanos de Schwarzenau tradicionales (por ejemplo los antiguos hermanos bautistas alemanes). Los menonitas alemanes de Rusia conservadores, que viven en su mayoría en Latinoamérica, y los huteritas que también se visten con el estilo del siglo XIX y hablan dialectos alemanes, emigraron de otras regiones europeas en diferentes épocas.

El movimiento anabautista, del cual los Amish surgen más tarde, comenzó en Suiza en 1525. En este año Conrad Grebel y George Blaurock practicaron el bautismo de adultos entre ellos y luego con otros. Este movimiento suizo, que parte de la Reforma Radical, más tarde se hizo conocido como Hermanos Suizos.[2]​ Los amish como un grupo separado surgieron en 1693 cuando Jakob Ammann, un líder de los Hermanos Suizos en Alsacia, exigió una disciplina más estricta en la iglesia, lo que llevó a una división. Los seguidores de Ammann más tarde se hicieron conocidos como los amish.[3]

La mayoría de las comunidades amish que se establecieron en América después de las olas de inmigración, no mantuvieron su identidad original; de hecho, la mayor parte de estas comunidades decidieron abandonar finalmente su identidad amish y adquirieron gradualmente una identidad menonita.[4]​ La división más importante, que resultaría en la pérdida de la identidad de la mayoría de los amish, ocurrió en la década de 1860. En los años 1862 a 1878, los amish tuvieron conferencias de sus líderes (en alemán: Dienerversammlungen) en diferentes lugares acerca de la manera en la que debían enfrentarse a las presiones de la sociedad moderna. En 1865, estas reuniones fracasaron en tanto que no se podía llegar a un compromiso con los tradicionalistas, por lo que los tradicionalistas se retiraron de las asambleas y se organizaron como los "amish de la antigua orden" en las siguientes décadas. Después los progresistas iniciaron un proceso de modernización que condujo a su unificación con los menonitas y luego, en la mayoría de los casos, a su asimilación en la sociedad. Solo alrededor de un tercio de los amish se convirtieron en amish de la antigua orden, los otros se convirtieron en menonitas o se asimilaron totalmente.[5]

Actualmente los amish residen en unas 500 comunidades en Estados Unidos, así como en Ontario. Sus comunidades están divididas en «distritos de iglesias». Las mayores concentraciones se encuentran en Estados Unidos, en el condado de Lancaster (Pensilvania), el condado de Holmes (Ohio), y el condado de LaGrange (Indiana). Por cantidad en cada estado, la población amish más grande está en Pensilvania, y la segunda más grande en Ohio.[6]​ En 2017 había unos 313 000 amish de la antigua y nueva orden en EE. UU. y unos 5 000 en Canadá.[7]

El primer intento por parte de los amish de la antigua orden para establecerse en América Latina fue en Paradise Valley, cerca de Galeana, Nuevo León, México, pero el asentamiento solo duró desde 1923 a 1929.

Hubo un asentamiento amish en Honduras desde 1968 a 1978, pero fracasó también. En 2015, se fundó un nuevo asentamiento de los amish de la nueva orden al este de Catamarca, Argentina, y otro en Colonia Naranjita, Bolivia, a unos 120 km al suroeste de Santa Cruz. La mayoría de los miembros de estas nuevas comunidades provienen de las comunidades de menonitas de la vieja colonia (Inglés: Old Colony Mennonites), hablan Plautdietsch y han vivido en el área durante varias décadas.

En Belice hay unas comunidades de menonitas de la antigua orden que son en la mayoría de los aspectos muy similares a los Amish de la antigua orden. Los menonitas de Noah Hoover son muy restrictivos en cuanto a tecnología y se visten de una manera anabautista muy tradicional. Sus principales asentamientos son Upper Barton Creek y Springfield.[8]

Algunos amish del grupo Beachy Amish han emigrado a América Central en un intento de huir de las influencias de la sociedad moderna, fundando un establecimiento importante cerca de San Ignacio, en Belice.

Los amish no son un grupo unificado, se dividen en muchos subgrupos. En 2013 había 42 subgrupos amish de la antigua y nueva orden. Todos los subgrupos amish se visten en una forma modesta y tradicional, usan carruajes y carretas tirados por caballos, evitan usar diversos elementos de tecnología moderna y hablan una variante del idioma alemán. Con respecto al uso de la tecnología, los subgrupos amish difieren ampliamente. Mientras que los grupos más modernos usan cortacéspedes motorizados, gas propano, ordeñadoras mecánicas, refrigeradores mecánicos, inodoro con descarga en la casa, bañera de agua corriente, tractores, herramientas neumáticas, sierras mecánicas, lámparas presurizadas y lavadoras eléctricas, los grupos más tradicionales no los usan.[9]

Los grupos amish más estrictos son los denominados Nebraska Amish, Troyer Amish y los Swartzendruber Amish, los más modernos que usan las últimas tecnologías son los amish de la nueva orden.

Los ascendientes suizos y alemanes de los amish buscaban diversas reformas dentro del cristianismo protestante, las cuales incluían la insistencia en la separación de la Iglesia y el Estado, el apoyo a un estilo de vida no resistente o de no violencia y abogaban por el bautismo de adultos.[10]​ Por ello, los amish practican una doctrina tipo anabaptista (no creen que un niño deba ser bautizado, puesto que bautizarse debe ser una decisión personal).

Dos conceptos clave que practican los amish son el rechazo al Hochmut («orgullo, arrogancia, altivez») y la elevada consideración que tienen del Demut («humildad») y Gelassenheit («calma, compostura, placidez»), a menudo traducido como «sumisión» o «dejar estar». Gelassenheit como una renuencia a destacarse, autopromocionarse, o auto reivindicarse. La disposición amish de someterse a la «voluntad de Jesús», expresada mediante las normas del grupo, se contrapone con el individualismo.[11]​ El anti-individualismo amish es el motivo por el cual rechazan tecnologías que facilitarían el trabajo individual, lo cual disminuiría la dependencia que cada persona tiene de la comunidad. Innovaciones modernas tales como la electricidad promueven la competencia por bienes que definen un estatus,[12]​ y las fotografías podrían fomentar la vanidad personal.

Para ellos las reuniones religiosas tienen una relevancia especial.[11]​ Estas se realizan cada dos semanas el domingo en casas particulares o graneros. El lugar donde se llevan a cabo los servicios religiosos rota entre las familias miembros de la congregación. Los bancos para este servicio se transportan a cada uno de esos lugares en un carro especial. La interpretación bíblica suele estar a cargo de obispos o ancianos de la congregación.[11]

En las congregaciones amish, se usan versiones de la Biblia traducidas en un lenguaje alemán moderno temprano, que es bastante diferente del dialecto alemán de Pensilvania, lo que dificulta la lectura del libro por parte de aquellos que no son muy expertos en el idioma alemán estándar, especialmente niños y jóvenes. En los comunidades más conservadoras no se recomienda leer versiones de la Biblia en idioma inglés o alemán de Pensilvania.

La interpretación amish del cristianismo hace un especial énfasis en la importancia y la necesidad de la humildad y el trabajo,[11]​ y el rechazo de muchos lujos modernos y entretenimientos, que son considerados innecesarios. Es por eso que también se abstienen de usar tecnología, manejar máquinas electrónicas, ver televisión, o escuchar múltiples clases de música, ya que consideran al entretenimiento una táctica que puede ser usada por el diablo para crear maldad, distracción y orgullo.[12]​ Asimismo tienen prohibido ser grabados con cámaras de vídeo.

Resalta el valor que tiene para ellos la ayuda mutua y comunitaria, lo que los caracteriza como una comunidad que es muy colaborativa y caritativa los unos con los otros.

De igual forma, es muy importante para ellos el dar gracias a Dios antes de cada comida,[13]​ lo que hacen con una oración en nombre de Jesús. La oración, pues, es de especial importancia en la privacidad del hogar. Es común que de manera ocasional se canten viejos himnos cristianos en los que participa toda la familia.[13]

Aunque muchas de las creencias amish tienen fundamentos bíblicos y en las enseñanzas de Cristo, hay algunas creencias y prácticas que han sido impuestas por tradiciones pasadas y transmitidas de generación en generación.[13]​ Algunos amish piensan que las personas que no son amish, no tienen mucha esperanza de salvación y están de camino al infierno.[cita requerida] De aquí deriva un aspecto característico de la religiosidad amish, el cual consiste en la posible expulsión o excomunión de los miembros que infringen normas consideradas importantes.[cita requerida]

Como es de esperar, durante la historia amish no todos los miembros de estas comunidades han estado de acuerdo con las tradiciones socialmente impuestas por la comunidad. Esto ha causado que algunos miembros entre cada generación hayan abandonado las tradiciones amish y/o se hayan convertido a otras vertientes del cristianismo. Actualmente, se ha estimado que un 10-15 % del amish «Orden Antiguo» abandonan la comunidad,[cita requerida] lo que deriva en que sean excomulgados de la comunidad amish por sus autoridades religiosas. Algunos casos documentados incluyen el de Ezra y Barbara Yoder, una pareja ex-Amish que escribió un libro sobre su conversión,[14]​ el pastor Gerry Stoltzfoos, quien creció amish,[15]​ y el matrimonio de Ephraim y Amanda Stoltzfus.[16]

Todos los amish de la antigua orden hablan un dialecto del alto alemán, conocido como Deitsch (o alemán de Pensilvania), usado particularmente en el hogar; sin embargo, los autodenominados «amish suizos» hablan dos dialectos alemanes diferentes, que ellos llaman «suizo» (inglés: "Swiss", alemán de Pensilvania: "Shvitzer"). Estos dos son dialectos alemánicos, uno es una forma de alemán de Berna (alemán: "Berndeutsch") y el otro una forma de Alsaciano (alemán: "Elsässisch").[17][18]

El término común «holandés de Pensilvania» (Pennsylvania Dutch) viene del uso original de la palabra «Dutch» (es una forma arcaica de Deutsch, «alemán»), que se refería a todos aquellos que hablaban dialectos germano-holandeses y no solo a los originarios de Holanda.

Los amish hablan el inglés también, pero este último se reserva para comunicarse con el mundo de fuera de la comunidad. Para el sermón y las canciones en el servicio y para leer la Biblia usan una forma antigua de alemán estándar, también llamado Hochdeutsch.[19]

El estilo de vida amish es dictado por un conjunto estricto de reglas y tradiciones conocido como el Ordnung (en español «la Ordenanza o el reglamento») de la comunidad. Los Ordnung difieren entre las distintas comunidades y dentro de una misma comunidad de distrito a distrito, de modo que lo que está dictado como norma en una comunidad, puede no estarlo en otra. Ningún resumen del «estilo de vida» amish puede ser totalmente certero, puesto que hay pocas reglas aplicables a todos los amish.

Cada distrito amish puede cambiar las reglas de su Ordnung, si la mayoría lo quiere y la minoría lo acepta. Si no es posible ponerse de acuerdo sobre un cambio, podría haber una división, pero en la mayoría de los casos hay un proceso de seleccionar dónde las familias que no están de acuerdo se trasladan y se unen a los distritos donde están de acuerdo con el Ordnung. Dos veces al año hay una reunión, que se llama Ordnungsgemeine (reunión de reglamento), donde los miembros de la iglesia discuten sobre el Ordnung. Solo si se llega a un acuerdo sobre el Ordnung habrá eucaristía en el distrito.

Las reglas de Ordnung deben ser observadas por todos los miembros. Dichas reglas cubren la mayoría de los aspectos de la vida diaria, incluyendo prohibiciones o limitaciones sobre el uso de electricidad externa, teléfonos y automóviles, así como regulaciones en el modo de vestir.

Muchos miembros de la iglesia amish no tienen seguros ni aceptan asistencia gubernamental, tales como la de la Seguridad Social de EE. UU.. Como anabaptistas, los amish practican la no resistencia (es decir, una forma de no violencia a ultranza) y tampoco realizan ningún tipo de servicio militar. Aquellos miembros que no aceptan estos principios y no pueden ser convencidos de arrepentirse, son excomulgados. Además estos miembros son «rechazados» especialmente por las autoridades religiosas y en general, lo que limita sus contactos sociales para avergonzar al miembro presionando a que regrese a la iglesia amish.

Las diferencias entre comunidades son observables en detalles del código de vestimenta y el uso de tecnologías. Incluso trivialidades sobre la ropa, como los tirantes o cuántos pliegues debe tener un gorro, pueden causar desacuerdo entre las autoridades religiosas que dictan los Ordnung.

Los grupos con normas similares se consideran «en comunión» entre sí, unos a otros como miembros de la misma iglesia cristiana. Cuando es así, se permite que los miembros de estos grupos puedan visitarse y casarse entre sí, siendo esta una forma de evitar problemas relacionados con la endogamia.

Muchos amish evitan usar diversos elementos de tecnología moderna. Objetos tales como automóviles, televisores, teléfono y electricidad son excluidos del estilo de vida permitido por la comunidad debido a que son considerados elementos distrayentes en la vida. Por ejemplo, para transporte usan carruajes tirados por caballos.

Sin embargo, esta modalidad no es uniforme y algunos amish pueden aceptar el uso de ciertas tecnologías dentro de su estilo de vida. En algunas comunidades, los líderes eclesiásticos se reúnen para analizar la admisión de ciertos elementos; en otras, esto se hace cada vez que es necesario. Debido a que los amish, al igual que otros menonitas, no tienen una estructura de gobierno centralizada y jerárquica (a diferencia de lo que sucede en el catolicismo o anglicanismo), a menudo las comunidades tienen ideas diferentes entre sí en cuanto a qué elementos tecnológicos son aceptables y cuáles no. Algunos, por ejemplo, consideran que está prohibido conducir un automóvil, pero aceptan la posibilidad de viajar en él cuando sea necesario, como en casos donde se requiera atención médica. Por otra parte, los «amish del parachoques negro» (Beachy Amish) aceptan los automóviles sin cromar, lo cual es ampliamente considerado como algo no-amish por otros grupos.

La electricidad, por ejemplo, es vista como una conexión con el «mundo exterior».[20][21]​ La utilización de la electricidad podría también llevar al uso de electrodomésticos que complicarían la tradición amish de vida sencilla; en ciertos grupos amish puede usarse la electricidad en situaciones muy específicas. En algunos grupos, por ejemplo, esta tiene que ser producida sin acceder a las líneas eléctricas exteriores. Las baterías de 12V son aceptables para estos grupos.[20]​ Los generadores eléctricos solo pueden emplearse para soldar, recargar baterías y alimentar ordeñadoras.[20]​ El razonamiento tras el sistema de 12V es que este limita lo que el individuo puede hacer con la electricidad y sirve como medida preventiva contra abusos potenciales y distractores. La mayoría de las fuentes de potencia de 12V no generan suficiente corriente como para alimentar dispositivos considerados mundanos tales como televisores, bombillas y secadores de pelo.

El código de vestimenta de algunos grupos incluye la prohibición de usar botones, solo permitiendo el uso de ganchos y ojales para mantener cerrada la ropa. Otros grupos permiten que sus miembros cosan botones en sus vestiduras. En algunas comunidades, algunos artículos pueden tener botones y otros no (la razón para la restricción en el uso de botones es su original asociación con las fuerzas armadas). Los amish se destacan por confeccionar aún sus prendas a mano, y la calidad con la que elaboran sus edredones.

Por lo general, un varón amish estará siempre bien afeitado durante su soltería, y una vez que contrae matrimonio se deja crecer la barba. En algunas comunidades, sin embargo, un hombre deja crecer su barba después de ser bautizado. Además, el corte de la barba no debe ser muy corto. Los hombres generalmente usan sombrero.

Los bigotes generalmente están prohibidos por ser vistos como símbolos de militarismo. Esto se debe muy probablemente a la persecución política y religiosa que sufrieron en Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII, época en la que la nobleza y los miembros de la clase alta alemana que servían como oficiales militares, generalmente se dejaban bigotes pero no barbas.

Los hombres generalmente se dedican a las labores del campo, a la producción de muebles o la construcción. Se destacan por su eficiente trabajo en la agricultura. Procuran producir sus propios alimentos en la medida de lo posible, aunque esto no significa que no lleguen a comprar productos de fuera, incluso de pequeños almacenes.

La mayoría de las granjas Amish no son ecológicas, lo que significa que la mayoría de los agricultores Amish usan una variedad de plaguicidas y fertilizantes, pero una minoría creciente es ecológica, especialmente productores que cultivan hortalizas ecológicas.[22][23]​ A menudo hay granjas amish para elaborar sus propios productos lácteos, tales como leche, queso, helado, etc.

Las mujeres, por su parte, se dedican al hogar y a la crianza de los hijos, aunque los padres también participan en esta. Los artículos decorativos usualmente no tienen relevancia en la vida de los amish,[cita requerida] por lo cual no se destaca la artesanía más que en los alrededores externos de sus comunidades, donde también suele haber actividades turísticas de la gente que va a conocer sobre su estilo de vida.

Se espera que los niños amish sean obedientes a sus padres en todos los aspectos, pero cuando son mayores, durante la adolescencia (alrededor de los dieciséis años), algunos padres permiten a los jóvenes pasar por un periodo conocido como rumspringa. Otros padres no permiten que sus hijos participen en el rumspringa; esto varía entre comunidades. En esta etapa, se les permite experimentar más ampliamente con el «mundo» durante un tiempo. Posteriormente tendrán que elegir entre bautizarse dentro de la iglesia amish o abandonar la comunidad. De esta forma, ellos eligen cuál es el modo de vida que quieren.

Generalmente, muchos jóvenes deciden regresar a la comunidad amish para ser bautizados y vivir cerca de su familia, siendo una minoría la cantidad de jóvenes que deciden dejar la comunidad y vivir el resto de su vida en la sociedad externa. Esto último conlleva en algunas comunidades un rechazo de la iglesia amish y a veces la pérdida de contacto con sus familiares, aunque esto no siempre pasa, pues hay quienes sí mantienen una relación familiar o social con aquellos que han dejado la fraternidad.

Algunos estudiosos[¿quién?] consideran que la cultura amish se ve presionada por el mundo moderno desde el siglo XX. Las leyes sobre el trabajo de menores, por ejemplo, amenazan su modo de vida.[cita requerida] Los niños comienzan a trabajar desde una edad temprana, lo que entra en conflicto con las leyes modernas sobre el trabajo de menores.

Al igual que muchos menonitas, los amish rechazan los seguros de vida y seguros médicos, limitándose únicamente al apoyo económico que les puede brindar su iglesia y su comunidad. Por ejemplo, si un granero es dañado por el fuego o algún desastre natural, se planea la reparación con la comunidad, que tratará de reconstruirlo en un solo día.[cita requerida]

Casi todos los amish que existen en la actualidad descienden de unos pocos cientos de fundadores que vivieron en el siglo XVIII, por lo que esta endogamia origina casos de enfermedades hereditarias,[24]​ algunas de las cuales son bastante raras, otras prácticamente únicas[cita requerida] y unas pocas llegan a ser muy graves. Dichos trastornos han causado un aumento en la mortalidad infantil en estas comunidades. La mayoría de los amish aceptan esto como Gottes Wille («voluntad de Dios»), rechazando cualquier tipo de exámenes genéticos a los adultos previos al matrimonio para prevenir estas enfermedades, y negándose a que se practiquen exámenes genéticos en el feto.[cita requerida] No obstante, ha habido casos en los que los padres de niños afectados han cedido a las investigaciones. De todos modos, los niños que llegan a presentar alguna discapacidad física o mental son amados, cuidados y atendidos al igual que los niños sanos.[24]​ Algunas veces sí se da la diversidad genética entre las comunidades, dado que la relación entre ellas es lo suficientemente distante. Así, trastornos genéticos presentes en una comunidad pueden estar ausentes en otra. Por ejemplo, aunque dentro de los amish del condado de Lancaster hay solo unas pocas familias fundadoras, estas son bien distantes de las familias fundadoras de la comunidad amish del condado de Perth, en Canadá.

Según un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad del Noroeste en los Estados Unidos, una mutación particular identificada entre los amish de la Antigua Orden en Indiana hace que los portadores de esta mutación vivan alrededor de diez años más que otros individuos en esta comunidad.[25]​ Muchos padres de niños discapacitados están haciendo uso de la tecnología moderna para cuidar de sus hijos.[cita requerida] La amplia mayoría ha recibido permisos especiales de sus líderes religiosos para utilizar ciertos aparatos eléctricos, pero en algunos casos fue imposible obtener dicha autorización, lo que ha llevado a algunos padres a abandonar el estilo de vida amish, siendo por ello «expulsados» por su comunidad.[24]

Aunque los amish están exentos de la Seguridad Social de los Estados Unidos (según el proyecto de ley relativo a Medicare promulgado en 1965), es de notar que pagan impuestos, pero como parte de su rechazo a los seguros, no aceptan ayuda del gobierno ni en salud ni en alimentación.

Ocasionalmente, en películas, música, programas o series de televisión se presentan historias en los que ciertos personajes aparecen en comunidades de amish o se encuentran con personas de estas comunidades.

En ocasiones los amish son estereotipados socialmente, debido a su estilo de vida tan diferente al de las poblaciones modernas.

Otras obras se han interesado en resaltar los valores y las cualidades de la comunidad Amish, en vez de criticarlos:

Desafortunadamente, casi no hay trabajos científicos generales sobre los amish en español. Los trabajos enumerados a continuación son los trabajos científicos más importantes sobre los amish en inglés:



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