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Belice



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542 km[2]
• 266 km con GuatemalaFlag of Guatemala.svg Guatemala[2]

Belice[7]​ (en inglés, Belize) es un país soberano de América ubicado en el extremo noreste de Centroamérica. Es el único país de América Central cuya forma de gobierno está organizada en una monarquía constitucional parlamentaria, donde el rey Carlos III funge como jefe de Estado y es representado en el país por un gobernador general. La capital es la ciudad de Belmopán y la ciudad más poblada es la Ciudad de Belice, que sirvió como capital hasta el año 1970 cuando la destrucción causada por el huracán Hattie obligó al gobierno a transferir la capital a la entonces comunidad planeada de Belmopán, fundada en 1960.[8]

Limita al norte con México, al sur y oeste con Guatemala y el golfo de Honduras lo separa del país homónimo. La cultura maya se extendió al territorio de Belice entre 1500 a. C. y 300 d. C. y floreció hasta aproximadamente el siglo XIII.[9]​ El contacto europeo comenzó en 1492 cuando Cristóbal Colón navegó a lo largo del Golfo de Honduras.[10]​ La exploración europea fue iniciada por colonos ingleses en 1638. Este período también estuvo marcado por un conflicto entre España y Gran Bretaña por el territorio hasta que Gran Bretaña derrotó a los españoles en la Batalla de Cayo San Jorge en 1798.[11]​ Se convirtió en colonia británica en 1840, conocida como Honduras Británica. Obtuvo la independencia del Reino Unido el 21 de septiembre de 1981 y adquirió su actual nombre, por la ciudad de Belice, a su vez nombrada por el río Belice.

Belice tiene un área de 22 800 km² y una población de 387 879 habitantes (2017). Tiene la menor población y densidad de toda América Central.[12]​ El crecimiento poblacional anual era de 1.87 % en 2015, el segundo más alto de la región y de los más altos en todo el hemisferio oeste.[13]

Aunque los idiomas predominantes son el español y el criollo beliceño, Belice es el único país de América Central en donde el idioma oficial es el inglés, aunque solo el 62.9 % de la población lo habla como idioma secundario (3 % como lengua madre) comparado con el 56.6 % de la población que habla español, el 44.6 % que habla criollo beliceño y 10.5 % que habla maya.[14]​ Belice comparte un pasado común no solo con los países de América Central, sino también con el Caribe. Forma parte de la Mancomunidad de Naciones, del Caricom y del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

El origen del topónimo de Belice no está claro, pero parece ser maya. Su primer registro se encuentra en las crónicas del sacerdote dominico fray José Delgado, que data de 1677.[15]​ Delgado anotó los nombres de los tres principales ríos que cruzó durante el viaje hacia el norte a lo largo de la costa del Caribe: río Soyte, río Xibum, y río Balis. Estos nombres, que corresponden a los ríos Sittee, Sibún y Belice, fueron proporcionados a Delgado por su traductor.[15]​ Se han propuesto varias etimologías mayas para Valis: belix (o beliz), cuyo significado sería ‘fangoso, regado’;[15]​ o, más recientemente, bel Itza, que significa "el camino a Itzá".[16]

En los años 1820 los colonos británicos se inventaron la leyenda de que el topónimo Balis provendría de la pronunciación en español del nombre de un bucanero escocés, Peter Wallace, que se habría asentado en la desembocadura del río Belice en el siglo XVII,[17]​ aunque no hay ninguna prueba de asentamientos británicos en esa época ni de la existencia del propio Wallace.[15][16]​ Otras posibles etimologías han sido sugeridas por escritores e historiadores, incluyendo orígenes franceses y africanos.[15]

Belice fue parte del área cultural maya, que se extendía desde el sur de México hasta Guatemala y Honduras. La ocupación más temprana del territorio corresponde a la mitad del segundo milenio a. C., la cual tuvo cierto desarrollo en torno al siglo IX de nuestra era. El centro político y cultural más importante de la región era el sitio conocido en la actualidad como El Caracol, cuyas inscripciones se encuentran en aristocrática variante del maya, llamado Ch’olti’an Clásico por los epigrafistas.[18]​ Al norte de las Montes Maya las inscripciones de Lamanai se encuentran en yucateco desde el siglo VII.[19]

En el periodo Clásico, antes del siglo X, vivieron en el actual territorio beliceño cerca de 400 000 personas y si bien hubo un descenso de la población durante el Posclásico, las tierras bajas mayas seguían ocupadas cuando arribaron los europeos en el XVI; para entonces los principales habitantes eran los mopanes, una rama de los yucatecos.

Los conquistadores españoles exploraron la región a partir de 1519, la incorporaron a la Corona de Castilla y el territorio pasó a ser parte de la capitanía General de Guatemala, si bien optaron por no colonizarla debido a la falta de recursos como el oro y la fuerte defensa de la península de Yucatán por los mayas. En el siglo XVII, marinos ingleses navegaron por la zona dedicándose a la piratería y a la tala del palo de Campeche para la producción de tinte.[20]

El tratado de Madrid de 1670 puso fin a los ataques piratas, con lo que los ingleses se concentraron en cortar palo de Campeche. Con la madera se producía un agente de fijación para los tintes de ropa que era vital para la industria lanar europea. España otorgó licencia de ocupar el área a los colonos británicos a condición de que cesaran los actos de piratería.[21]

En 1716 unos taladores británicos expulsados por los españoles de la bahía de Campeche se instalaron en la región del río Belice.[16]​ A lo largo del siglo XVIII españoles y británicos intercambiaron ataques cada vez que se declaraba la guerra entre las dos potencias. Un ejemplo es la batalla del Cayo San Jorge, del 10 de septiembre de 1798. El aniversario de esta batalla ha sido declarado fiesta nacional de Belice.

Los británicos esperaron hasta el año 1789 para nombrar el primer superintendente del territorio de Belice. Anteriormente, el gobierno británico no reconoció el asentamiento de Belice como una colonia, por temor a provocar un ataque español ya que el territorio pertenecía formalmente a España. La falta de implicación del gobierno británico permitió a los colonos el establecimiento de sus propias leyes y formas de gobierno. Durante este tiempo unos pocos colonos ricos ganaron el control de la legislatura local, conocida como Public Meeting («Reunión Pública»), así como de la mayor parte de las tierras y madera.

El dominio nominal de España sobre Belice terminó con las guerras de independencia hispanoamericanas, a principios del siglo XIX. En 1825, el nuevo estado de México fue reconocido oficialmente por los británicos y el año siguiente renunció a toda pretensión sobre Belice mientras la República Federal de Centro América negociaba términos similares.[16]

En el siglo XIX, los británicos ejercieron un mayor control sobre los colonos, amenazando con la suspensión del Public Meeting a menos que se observaran las instrucciones del gobierno con respecto a la abolición de la esclavitud. Aunque la esclavitud fue abolida en 1838 en el Imperio británico, las condiciones de trabajo de los trabajadores en la colonia de Belice eran denigrantes. Los esclavos de la colonia eran valorados por sus habilidades en la extracción de caoba. Como resultado, los antiguos dueños de esclavos en la Honduras británica ganaban 53,69 £ de promedio por esclavo, el monto más alto pagado en cualquier parte del Imperio británico.[20]

Poco después, se pusieron en marcha una serie de instituciones para garantizar la presencia continua de una fuerza de trabajo viable. Algunas de ellas limitaron la capacidad de las personas para obtener tierra, mediante un sistema de peonaje por deudas que permitió mantener a los antiguos esclavos «liberados» como fuerza de trabajo. Debido a que una pequeña élite controlaba la tierra y el comercio de la colonia, los antiguos esclavos no tenían otro remedio que seguir trabajando como leñadores.[20]

En 1836 los británicos reclamaron el derecho de administrar el territorio de Belice, pero las Provincias Unidas de América Central se negaron. Como consecuencia, los británicos pactaron con México la explotación de madera y tintes. Los británicos, por consiguiente, comenzaron a invadir el territorio de Guatemala, con la excusa de que tenían derechos sobre este. Sin embargo, los británicos habían acordado con los españoles explotar recursos hasta el río Sibum, pero con el paso del tiempo, fueron tomando más territorio hasta llegar cerca de Izabal (departamento de Guatemala) y en 1862, el Reino Unido lo declaró formalmente como una colonia de la Corona británica, subordinada a Jamaica, bautizada con el nombre de Honduras Británica (en inglés: British Honduras).[22]​ Como colonia, Belice comenzó a atraer a inversores británicos. Entre las empresas británicas que dominaron la colonia en el siglo XIX se encuentra la Belize Estate and Produce Company, que logró adquirir la mitad de todas las tierras de propiedad privada del territorio. La gran influencia de esta compañía privada se explica en parte por la dependencia de la colonia del comercio de caoba durante el resto del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

La Gran Depresión de 1930 provocó un colapso casi total de la economía colonial, ya que la demanda británica de madera se desplomó. Los efectos del desempleo generalizado se agravaron por un huracán devastador que afectó a la colonia en 1931. Los esfuerzos de rescate y reconstrucción del gobierno fueron percibidos como inadecuados, una situación que agravó tras su negativa ante las llamadas populares de legalizar los sindicatos e introducir un salario mínimo. Las manifestaciones y los disturbios de 1934 marcaron el comienzo de un movimiento nacionalista a favor de la independencia. En respuesta, el gobierno revocó las sanciones penales contra los trabajadores que violaron los términos de sus contratos de trabajo por haberse afiliado a sindicatos, y concedió a estos el derecho de afiliación a los mismos.

Las condiciones económicas mejoraron durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando muchos hombres de Belice ingresaron en las fuerzas armadas o contribuyeron como fuerza laboral al esfuerzo bélico. Después de la guerra, la economía de la colonia se estancó nuevamente debido a las presiones causadas por los efectos perjudiciales de la guerra. La decisión británica de devaluar el dólar de la Honduras británica en 1949 empeoró las condiciones económicas y condujo a la creación del Comité del Pueblo, que exigía la independencia. El sucesor del Comité del Pueblo, el Partido Unido del Pueblo (PUP), solicitó reformas constitucionales y la ampliación de los derechos de voto a todos los adultos.

Las reformas constitucionales se iniciaron en 1954 y dieron lugar a una nueva Constitución diez años más tarde. Gran Bretaña concedió a la Honduras Británica el autogobierno en 1964, y el líder del PUP, George Price, se convirtió en primer ministro de la colonia. La Honduras Británica fue rebautizada oficialmente como «Belize» en 1973. El progreso hacia la independencia, sin embargo, se vio obstaculizado por una reclamación guatemalteca de soberanía del territorio. Belice, finalmente, alcanzó la plena independencia el 21 de septiembre de 1981, aunque Guatemala se negó a reconocer a la nueva nación. Unos 1500 soldados británicos se quedaron para proteger Belice de la amenaza guatemalteca.

Con Price a la cabeza, el PUP ganó todas las elecciones hasta 1984. Ese año el PUP fue derrotado por el Partido Democrático Unido (UDP) (United Democratic Party), y el líder del UDP, Manuel Esquivel, reemplazó a Price como primer ministro beliceño. Price regresó al poder tras las elecciones de 1989. El presidente de Guatemala reconoció formalmente la independencia de Belice en 1992. Al año siguiente, el Reino Unido anunció que pondría fin a su participación militar en Belice. Los soldados británicos se retiraron en 1994, pero el Reino Unido dejó una unidad de entrenamiento militar para ayudar a la recién creada Fuerza de Defensa de Belice.

El UDP recuperó el poder en las elecciones de 1993 nacional, y Esquivel se convirtió en primer ministro por segunda vez. Poco después, Esquivel anunció la suspensión de un pacto alcanzado con Guatemala durante el mandato de Price. El pacto redujo la disputa fronteriza de 130 años de edad entre los dos países. Las tensiones fronterizas continuaron en la década del 2000, aunque los dos países cooperaron en otras áreas.

El PUP obtuvo una victoria aplastante en las elecciones nacionales de 1998, y líder del PUP, Said Musa, prestó juramento como primer ministro. En las elecciones de 2003 el PUP (People’s United Party) mantuvo su mayoría, y Musa continuó como primer ministro. Se comprometió a mejorar las condiciones en el sur subdesarrollado y en gran parte inaccesible de Belice.

En 2005, Belice fue escenario de disturbios causados por el descontento con el gobierno del People’s United Party (PUP), que aumentó los impuestos. El 8 de febrero de 2008, Dean Barrow prestó juramento como primer ministro después de que el UDP obtuviera una aplastante victoria en las elecciones generales. Tras 12 años de gobierno de Barrow, en 2020 el PUP regresó al poder bajo el liderazgo de Johnny Briceño.

A lo largo de la historia de Belice, Guatemala ha reclamado la soberanía sobre la totalidad o parte del territorio. Esta afirmación se refleja en ocasiones en mapas que muestran a Belice como parte de Guatemala.[23][24]​ Aproximadamente un 53,45 % del territorio beliceño es reclamado por Guatemala. La disputa se inició en 1859, a partir de la firma del Acuerdo anglo-guatemalteco de 1859.[25]​ El territorio reclamado por Guatemala comprende desde el río Sarstún, en el sur, hasta el río Sibún, al norte; el cual comprende[26]​ aproximadamente 12 272 km². Las proporciones del reclamo se basan en que el territorio de Belice debería comprender los territorios cedidos por España a Gran Bretaña en el Tratado de París de 1783 de 1482 km² y en la segunda concesión en 1786 de 1883 km²; además del territorio propio de Belice de 4323,964 km², por lo que Guatemala considera que el restante territorio no reconocido sería parte suya y, por lo tanto, estaría siendo ocupado ilegalmente por Gran Bretaña.[25]

Guatemala y Belice se proponían celebrar una consulta popular simultánea el 6 de octubre de 2013 para que sus poblaciones decidan si se lleva el litigio territorial hasta la Corte Internacional de Justicia.[27]​ Sin embargo, en abril de 2013 se suspendió la consulta popular, debido a que Belice cambió una reforma constitucional que pide un 60 % de la participación ciudadana.

Belice es una monarquía constitucional con un sistema parlamentario de gobierno regulada fundamentalmente por la Constitución de 1981. El jefe de Estado de iure es el rey Carlos III, monarca del Reino Unido pero que para estos efectos es «rey de Belice», que está representado en el país por el gobernador general. Desde poco antes de la independencia, Belice tiene una tradición política profundamente bipartidista, con una alternancia sostenida entre el Partido Popular Unido (UPP) y el Partido Democrático Unido (UDP)

El poder ejecutivo está a cargo de un primer ministro, quien dirige el Gabinete de 13 ministros, más 5 ministros adjuntos, que representan a la fuerza política mayoritaria del Parlamento beliceño.

El poder legislativo es bicameral, compuesto de una Cámara de Representantes de 31 miembros elegidos democráticamente por un período de cinco años y de un Senado de 12 miembros designados por el gobernador general a partir de propuestas del primer ministro, del líder de la oposición y de varias instituciones religiosas, económicas y sociales.

El poder judicial está encabezado por la Corte Suprema, cuyos miembros y presidente son nombrados por el gobernador general a propuesta del primer ministro. Existen tribunales locales y cortes de apelación, algunas de éstas especializadas en algunos asuntos.

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Belice ha firmado o ratificado:

Belice está dividido en seis distritos:

Los distritos están divididos en 31 circunscripciones electorales. El gobierno local en Belice consta de cuatro tipos de autoridades: consejos urbanos, consejos rurales, consejos de aldeas y consejos comunitarios. Los dos consejos urbanos (Ciudad de Belice y Belmopán) y los siete consejos rurales cubren la población urbana del país, mientras que las aldeas y los consejos comunitarios cubren la población rural.[38]

Belice está situada en la costa caribeña del norte de Centroamérica. Comparte frontera al norte con el estado mexicano de Quintana Roo, al oeste con el departamento guatemalteco de Petén, y al sur con el río Sibún. Al este del mar Caribe se encuentra la segunda barrera de arrecifes más larga del mundo. El área total del país es 22 966 km²,[2]​ sin embargo el territorio real de Belice es de apenas 4323.964 km², siendo el resto unos 12 272 km² en litigio con Guatemala, hasta que dicho litigio sea llevado a la Corte Internacional de Justicia.

Belice tiene forma de un rectángulo que se extiende alrededor de 100 km norte-sur y sobre 95 km de este a oeste. Su longitud total de frontera terrestre de 542 km.[2]​ Los cursos ondulantes de dos ríos, el Hondo y el Sibún, definen gran parte del curso de las fronteras norte y sur del país. La frontera occidental sigue sin características naturales y corre de norte a sur a través de bosques de tierras bajas y tierras altas de meseta. El norte de Belice consiste principalmente de llanuras costeras planas y pantanosas, densamente forestadas. La flora es muy diversa teniendo en cuenta el espacio tan reducido. En el sur, se encuentra la baja sierra de las Montañas Maya. El punto más alto de Belice es Doyle Delight con 1124 metros (3688 pies).[39]

La costa caribeña está bordeada de arrecifes de coral y unos 450 islotes e islas conocidas localmente como «cayes». Tres de los cuatro arrecifes de coral del Hemisferio Occidental se encuentran frente a las costas de Belice.

La accidentada geografía de Belice también ha hecho que la costa y la selva sean atractivas para los narcotraficantes, que utilizan el país como puerta de entrada de estupefacientes a México.[40]​ En el 2011, los Estados Unidos agregaron a Belice a la lista de naciones consideradas como los mayores productores de droga o países de tránsito para narcóticos.[41]

Más del 60 % de la superficie terrestre de Belice está cubierta por bosques.[42]​ Estudios recientes muestran que el 20 % del país está cubierto por cultivos y asentamientos humanos. Sabanas, matorrales, y tierras húmedas constituyen el resto de la superficie del país. Belice es parte del importante corredor biológico mesoamericano, con gran diversidad biológica, tanto marina como terrestre. El país cuenta con una flora y fauna abundante. La ciudadanía protege la gran biodiversidad y los recursos naturales. Un informe de 2010[43]​ de la Association of Protected Area Management Organizations of Belice (APAMO) indica que el 36 % del territorio está bajo algún tipo de protección, dándole a Belice uno de los más extensos sistemas de protección ecológica de América. Estos datos han sido verificados por la Organización de Manejo de Áreas Protegidas de Belice (APAMO).

Cerca de Costa Rica que, en cambio, sólo tiene el 25,8 % de su territorio protegido.[44]​ El 13 % de las aguas territoriales de Belice —hogar del Sistema Arrecifal de barrera de Belice— también están protegidos. El Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Un estudio publicado en agosto de 2010 reveló que el área total de los bosques de Belice a principios de 2010 constituía aproximadamente el 62,7 % de su superficie, por debajo del 75,9 % de finales de 1980[42]​ Un estudio conducido por Estudios Forestales Tropicales de Belice y Conservation International reveló tendencias similares en términos de la cobertura forestal de Belice.[45]​ Ambos estudios indican que, cada año, el 0,6 % de la cubierta forestal de Belice se pierde, lo que se traduce en un promedio de 24 835 acres (10 050 ha) cada año. El USAID apoyado por SERVIR también mostró que las áreas protegidas de Belice han sido muy eficaces en la protección de los bosques beliceños. Solo el 6,4 % de los bosques dentro de áreas protegidas legalmente fueron talados entre 1980 y 2010 y más de una cuarta parte de los bosques que se encuentran fuera de las áreas protegidas se habían perdido entre 1980 y 2010. Al ser un país con una cubierta forestal relativamente alta y una baja tasa de deforestación, Belice tiene un potencial significativo para la participación en iniciativas tales como REDD. Cabe destacar que el estudio de SERVIR sobre la deforestación de Belice[42]​ también fue reconocido por el Grupo de Observaciones de la Tierra (GEO), del que Belice es una nación miembro.

El clima local es tropical y normalmente muy cálido y húmedo, aunque hay variaciones significativas en los patrones del clima por región. Las temperaturas varían según la elevación, proximidad a la costa, y los efectos moderadores de los vientos alisios del noreste fuera del Caribe. Las temperaturas medias en las regiones costeras oscilan desde los 24 °C en enero a los 27 °C en julio. Las temperaturas son ligeramente más altas hacia el interior, excepto en las mesetas altas del sur, tales como el Mountain Pine Ridge, donde el clima es notablemente más frío. En general, las estaciones están marcadas más por las diferencias de humedad y precipitación que por las de temperatura.

La precipitación media varía considerablemente, desde 1350 mm en el norte y oeste a más de 4500 mm en el extremo sur. Las diferencias estacionales en las precipitaciones son mayores en las regiones del norte y el centro del país en las que, entre enero y abril o mayo, hay menos de 100 mm de precipitación por mes. La estación seca es más corta en el sur que por lo general solo dura desde febrero hasta abril. Hay un período corto menos lluvioso conocido localmente como el «poco seco», que por lo general se produce a finales de julio o agosto, después de la aparición inicial de la temporada de lluvias.

Los huracanes han sido devastadores en la historia de Belice. En 1931, un huracán sin nombre destruyó más de las dos terceras partes de los edificios de Ciudad de Belice y mató a más de 1000 personas. En 1955, el huracán Janet devastó la norteña ciudad de Corozal. Solo seis años más tarde, el huracán Hattie azotó la zona costera central del país, con vientos de más de 300 km/h y 4 m de marea. La devastación de Ciudad de Belice, por segunda vez en treinta años llevó a la reubicación de la capital a 80 km, hacia el interior. La ciudad planificada de Belmopán se convirtió en la nueva capital. El huracán Greta causó más de 25 millones de dólares en daños a lo largo de la costa sur en 1978. El 9 de octubre de 2001, el huracán Iris tocó tierra en Monkey River Town con vientos de 145 km/h y tormentas de categoría cuatro. La tormenta demolió la mayor parte de las casas del pueblo, y destruyó la cosecha de plátano. En 2007 el huracán Dean tocó tierra como tormenta de categoría cinco solo a 25 kilómetros al norte de la frontera con México. Dean causó grandes daños en el norte de Belice.

Vista panorámica de la reserva forestal Mountain Pine Ridge.

Belice es la economía número 170 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2016 era de 1578 millones de euros, con una deuda del 99,23 % del PIB. Su deuda per cápita es de 4300 euros (€) por habitante.[47]​ Belice tiene una economía empresarial pequeña, en su mayoría privada, que se basa principalmente en la agricultura, la industria agroalimentaria y la comercialización, y el turismo, mientras que el sector construcción recientemente han cobrado mayor importancia. El país también es productor de minerales industriales y petróleo. Desde 2017, la producción de petróleo fue de 2000 barriles/día (320 m³/d). En la agricultura, el azúcar, como en la época colonial, sigue siendo la cosecha principal, ya que representa casi la mitad de las exportaciones, mientras que la industria bananera es el principal empleador.

Exportaciones: azúcar, productos de jardinería, jugos concentrados de naranja y toronja, productos del mar, plátanos y reexportaciones.

Importaciones: a principios de la década de los ochenta, las exportaciones anuales ascendían a 28,6 millones de dólares y el costo de las importaciones a 545,3 millones.

Belice se encuentra en la costa de América Central. Basado en su ubicación, es visto como un hermoso destino para vacacionar. Sin embargo, también debido a su ubicación, actualmente se está conociendo en el ámbito mundial por atraer a muchas entidades de tráfico de drogas en América del Norte. La moneda de Belice está vinculada al dólar estadounidense. Esto atrae a los narcotraficantes y blanqueadores de capitales que desean utilizar su sistema económico actual. Además, Belice también ofrece a los no residentes la posibilidad de establecer cuentas en el extranjero. Debido a esto, es deseable que muchos narcotraficantes y lavadores de dinero utilicen a Belice como una entidad bancaria de blanqueo de capitales. Como resultado, el Departamento de Estado de los Estados Unidos nombró a Belice como uno de los "principales países de blanqueo de capitales" del mundo en 2016. Debido a eso, se ha registrado en Belice la operación de bandas internacionales, tales como Mara 13 o Mara Salvatrucha, y Mara 18, vinculadas al tráfico de drogas.[48][49]

La colonización, la esclavitud y la inmigración han jugado un papel importante en la modificación étnica de la población y, en consecuencia, Belice es un país con numerosas culturas, idiomas y grupos étnicos.[50][51]

En septiembre de 2016, Belice tenía una población total estimada de 380 010 habitantes.[4]

En el censo de 2010, Belice tenía una población de 322 453 habitantes. El total de la población en las zonas urbanas era de 145 832 habitantes, 71 087 hombres y 74 745 mujeres. El total de la población rural en Belice era de 176 621 habitantes, 90 140 hombres y 86 481 mujeres.[52]​ El número total de hogares en Belice era de 79 492, de los cuales 39 162 pertenecían al área urbana y 40 330 al área rural.[53]

Se cree que los mayas han estado presentes en Belice y la península de Yucatán desde el segundo milenio antes de Cristo. Sin embargo, gran parte de la población maya de Belice fue arrasada por las enfermedades que trajeron los europeos, así como los conflictos entre las tribus y los europeos. Tres grupos mayas habitan el país en la actualidad: Los yucatecos (que vinieron del Yucatán (México) para escapar de la Guerra de Castas de la década de 1840), los mopanes (indígenas de Belice, expulsados por los británicos, que regresaron de Guatemala para evadir la esclavitud en el siglo XIX), y los kekchis (que también huyeron de la esclavitud a Guatemala y volvieron en el siglo XIX).[54]​ Los grupos posteriores se encuentran principalmente en el distrito de Toledo.

Los criollos constituyen aproximadamente el 21 % de la población de Belice y aproximadamente el 75 % de la diáspora. Son descendientes de los esclavos Baymen, y estos llegaron a Belice en el fin de la industria maderera.[55]​ Estos esclavos eran en su mayoría negros (muchos de ellos de ascendencia miskito) de Nicaragua y africanos nacidos que habían pasado períodos muy breves en Jamaica.[56]​ Algunos jamaiquinos más llegaron en el siglo XIX.

El criollo es un lenguaje que se desarrolló durante la esclavitud, y que históricamente solo fue hablado por los mismos esclavos. Sin embargo, los criollos se convirtieron en sinónimo de identidad nacional, y como resultado ahora es hablado por el 75 % de los beliceños.[56]

El criollo (Kriol, en criollo beliceño) es una denominación étnica y lingüística. La designación es más cultural que racial, y no se limita a un cierto aspecto físico determinado.[56]​ Los criollos se encuentran en todo Belice, pero principalmente en las zonas urbanas como la Ciudad de Belice, las ciudades y pueblos costeros, y en el valle del río Belice.

Los garífunas son una mezcla de africanos y nativos caribeños. Aunque eran cautivos expulsados de sus patrias, nunca se documentó a esta gente como esclavos. Las dos teorías que prevalecen son que eran los supervivientes de dos naufragios, o que asumieron el control de la nave.[57]

A lo largo de la historia han sido incorrectamente etiquetados como «negros caribeños». Cuando los británicos se hicieron cargo de San Vicente y las Granadinas después del Tratado de París en 1763, se opusieron a los colonos franceses y sus aliados garífunas. Los garífunas finalmente se rindieron a los británicos en 1796. 5000 garífunas fueron desterrados de la isla granadina de Baliceaux. Sin embargo, sólo unos 2500 de ellos sobrevivieron en el viaje a Roatán, una isla frente a la costa de Honduras. El idioma garífuna pertenece a la familia lingüística arawak. Este tiene un gran número de préstamos de las lenguas caribeñas y del inglés.

Debido a que Roatán era demasiado pequeña e infértil para apoyar a su población, Los garífunas pidieron a las autoridades españolas de Honduras que se les permitiera asentarse en la costa continental. Los españoles los emplearon como soldados, y se extendieron a lo largo de la costa caribeña de América Central. Los garífunas se asentaron en Seine Bight, Punta Gorda y Punta Negra en 1802. Sin embargo, en Belice, el 19 de noviembre de 1832 es la fecha oficialmente reconocida como el «día de asentamiento garífuna».

De acuerdo con un estudio genético, el promedio de su ascendencia es del 76 % subsahariana, el 20 % caribeña y el 4 % europea.[57]

La cultura mestiza se originó a partir de la mezcla entre los españoles y los maya. Los mestizos representan el 50 %[58]​ de la población de Belice. Sus ciudades siguen el estilo español, con las casas alrededor de la plaza principal, y la vida social se centra en la Iglesia católica construida al lado de la misma. La mayoría de los mestizos y españoles hablan español, pero también dominan el inglés y el criollo.[59]

Alrededor de la década de 1840, los mestizos, españoles, y yucatecos colonos de México comenzaron a establecerse en el norte debido a la Guerra de Castas del Yucatán.[59][60]​ Predominan en el Corozal, Orange Walk, y en gran parte del distrito de Cayo, así como la ciudad de San Pedro (Belice) en Cayo Ambergris.

El restante 9 % (aproximadamente) de la población son agricultores menonitas, indios, chinos, blancos de Estados Unidos y Canadá, y otros grupos de extranjeros que se asentaron para ayudar al desarrollo del país. Durante la década de 1860, una gran afluencia de indios orientales que pasaron períodos breves en Jamaica y veteranos de la Guerra Civil de Luisiana y otros estados del sur establecieron asentamientos confederados en la Honduras Británica (Belice) y se introdujo caña de azúcar para la producción comercial de la colonia. El siglo XX vio la llegada de más asiáticos de la China continental, Corea del Sur, India, Siria y Líbano. Los inmigrantes y expatriados americanos y africanos también comenzaron a establecerse en el país.

Los criollos y otros grupos étnicos emigraron principalmente a los Estados Unidos, aunque también con destino hacia el Reino Unido, Canadá y otros países desarrollados en busca de mejores oportunidades. Basado en el último censo estadounidense, el número de beliceños en los Estados Unidos es de aproximadamente 160 000 (incluyendo 70 000 residentes legales y ciudadanos naturalizados), que son principalmente criollos y garífunas.[61]

Del total de la población de Belice en 2010, el 14,2 % nació en el extranjero, residiendo principalmente en los distritos de Cayo y Belice. En cuanto al país de origen, el 41,3 % es proveniente de Guatemala, el 15,5 % de El Salvador, el 15,3 % de Honduras, el 6,2 % de Estados Unidos y el 4,9 % de México.[62]​ Debido a los conflictos en los países vecinos, mestizos refugiados de El Salvador, Guatemala y Honduras huyeron a Belice en números significativos durante la década de 1980.

Estos dos acontecimientos han ido cambiando la demografía de la nación durante los últimos 30 años.[63]

De acuerdo con estimaciones de la CIA, en 2009, la tasa de fecundidad es de aproximadamente 3,6 hijos por mujer. La tasa de natalidad es 27,33 nacimientos/1000, y el índice de mortalidad es de 5,8 muertes/1000.

El inglés es el idioma oficial de Belice, al ser una ex colonia británica, siendo el único caso en un país centroamericano. Asimismo, es el idioma principal de la educación pública. Debido a los importantes flujos migratorios del resto del área, el español es hablado como lengua materna por más de un 50 % de la población y se enseña en los centros educativos. La mayoría de los beliceños hablan español, y casi todos hablan criollo beliceño e inglés. El bilingüismo es muy común y alentado.[65][66]

Hispanohablantes en Belice[67][68]

Belice también tiene otras lenguas minoritarias como la lengua garífuna y el plautdietsch y lenguas indígenas y en peligro de extinción, como las distintas lenguas mayas y el arawak.

La libertad religiosa está garantizada en Belice. De acuerdo con el censo de 2010, el 40,5 % de los beliceños son católicos, el 31,5 % son protestantes (pentecostales: 8,4 %; adventistas: 5,4 %; anglicanos: 4,7 %; menonitas: 3,7 %; bautistas: 3,6 %, metodistas: 2,9 % y nazarenos: 2,8 %), el 1,7 % son testigos de Jehová, el 0,4 % son mormones, el 0,3 % son budistas, el 0,2 % hindúes, el 0,2 % musulmanes, el 0,2 % rastafaris, el 9,2 % se adhieren a otras religiones (bahaísmo, Ejército de Salvación, entre otras) y el 15,5 % no tiene religión.[62][66]

El país es mayoritariamente católico (eran un 49,6 % en 2000 y 57,7 % en 1991), pero la tradición católica ha sido erosionada progresivamente en las últimas décadas por el crecimiento de las iglesias evangélicas, otras religiones y el ateísmo. El hinduismo es seguido por la mayoría de los inmigrantes indios, y el islam es común entre los inmigrantes de Oriente Medio y otros muchos seguidores, entre algunos criollos.

La educación se estructura en:

Estos centros proporcionan una educación de calidad para los estudiantes que en su mayoría son financiados por el gobierno. Belice posee unas 5 instituciones de nivel terciario que ofrecen licenciaturas y grados universitarios. La universidad más grande es la Universidad de Belice.

La gastronomía de Belice se inspira en la comida mexicana y caribeña, y algo menos en la anglosajona. Sus ingredientes básicos son el arroz y las alubias, consumidos a menudo con carne de pollo en barbacoa, cerdo, ternera, pescado o verdura, otros alimentos beliceños son los tamales, el pozol y los panuchos. La leche de coco y el plátano frito añade a los platos un sabor genuinamente tropical. Las recetas exóticas tradicionales incluyen la carne de armadillo, venado y paca, este último un tipo de rata parduzca similar a un conejillo de indias llamado gibnut en criollo; es el tepezcuintle de México. En otros países hispano-hablantes se le llama también chigüire o majaz.[69]

Otro plato tradicional es la sopa de caracol marino (en inglés: conch soup), la cual tiene un sabor muy peculiar y consistencia algo espesa al añadírsele okra, patata, camote, yuca, harina tostada y un toque de chile habanero.[70]

La migración garífuna ha traído consigo también platos a base de pescado y plátano macho. Conocidos son algunos pescados como el sere o el bundiga. Estos son acompañados siempre con arroz blanco en leche de coco.[71]

Los principales deportes en Belice son el fútbol, el baloncesto, el voleibol y el ciclismo, seguido por otros menos practicados como el béisbol y el críquet. En las tres participaciones de Belice en los Juegos Olímpicos el país no ha logrado medallas.

La selección de fútbol de Belice es controlada por la Federación de Fútbol de Belice, perteneciente a la FIFA, la UNCAF y la Concacaf. Hasta la fecha, ha participado en sólo una edición de la Copa Oro de la Concacaf: En 2013, eliminada en primera fase. A nivel local, existe la Liga Premier de Belice, fue fundada oficialmente en 2011 y el equipo más laureado es el Belmopan Bandits con 9 títulos, seguido del Verdes con 4, y el Police United con tan sólo 2.

Los mayas construyeron impresionantes templos siguiendo el movimiento de los cuerpos celestes, y también desarrollaron sofisticados sistemas matemáticos y astronómicos además de calendarios para medir el tiempo. Los españoles edificaron sobrias iglesias de piedra, pero la arquitectura moderna se basa en el estilo británico caribeño.

En su folclore, encontramos las leyendas de la Llorona, el Cadejo, la Sucia, el Tata Duende y la Xtabay.

A diferencia de la gran mayoría de los países miembros de la Commonwealth, donde conducen por la izquierda, Belice es uno de los pocos miembros de dicha organización en donde se conduce por el lado derecho de la carretera. El cambio se produjo con el fin de estar en línea con sus países vecinos y el resto del continente americano en general, donde la inmensa mayoría de los países conducen por la derecha. El tráfico pasó a circular por el lado derecho de la carretera el 1 de octubre de 1961.[80]

El aeropuerto principal del país es el Aeropuerto Internacional Philip S. W. Goldson.



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