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Antílope



Los antílopes son mamíferos ungulados de la familia de los bóvidos (en la que se incluyen también ovejas o toros), generalmente de gran tamaño. Una característica de esta familia es que los machos poseen cuernos, aunque en algunas especies también las hembras tienen cuernos. Su alimentación es exclusivamente herbívora, y a diferencia de los ciervos cuyas astas (cornamentas) son macizas, los antílopes poseen cuernos huecos. Se clasifican en diferentes subfamilias (ver recuadro adjunto).

El término antílope es muy impreciso; en sentido estricto se refiere a las especies de la subfamilia Antilopinae, pero con frecuencia se refiere a otros géneros no incluidos en esa subfamilia como Oryx o Hippotragus.

Existen diferentes especies de antílopes, que difieren en tamaño y comportamiento, variando desde los 30 cm de altura de los dic-dics hasta 180 cm del eland, aunque la mayoría ronda 1 m de altura.

La palabra "antílope" proviene del francés antilope, este del inglés antelope, este del latín vulgar antilops o antilopis, y este del griego ἀνθάλωψ, ἀνθάλοπος.[1]​ Originalmente fue utilizado por Eustacio de Antioquía para designar un animal salvaje fabuloso, común en la ribera del Éufrates, y que poseía cuernos en forma de sierra con los que podía cortar árboles.[2]

Las aproximadamente 91 especies de antílopes, las cuales la mayoría son nativas de África, se clasifican en unos 30 géneros. La clasificación de las tribus o subfamilias dentro de los bóvidos es todavía un tema de debate, con varios sistemas alternativos propuestos.

Los antílopes no son un clado o grupo taxonómicamente definido. El término se utiliza para describir a todos los miembros de la familia de los bóvidos que no entran en la categoría de ovejas, vacas o cabras. Por lo general, todas las especies de alcelafinos, antilopinos, hipotraguinos, reduncinos y cefalofinos, entre otros, son llamados antílopes. Asimismo, los rebecos también se consideran antílopes.[3][4]

Además, también son denominados como antílopes el berrendo o antílope americano (Antilocapra americana), de la familia de los antilocápridos y el antílope almizclero enano de agua (Hyemoschus aquaticus), de la familia de los tragúlidos, aunque no son considerados como verdaderos antílopes.[5]

Las especies de antílopes son nativas de África, más que cualquier otro continente, pero algunos se encuentran en Asia. En Norteamérica, habitó el saiga durante el Pleistoceno medio, pero se extinguió a principios del Holoceno.[6]​ El órix de Arabia y la gacela común son propios de la península arábiga. En India se encuentran el nilgó, la gacela de la india (chinkara), el antílope negro, el antílope tibetano, y el antílope de cuatro cuernos, mientras que en Rusia y Asia Central se encuentra el antílope tibetano y el saiga.

Muchas especies de antílopes se han introducido en otras partes del mundo, especialmente Estados Unidos, para la caza exótica. Texas, en particular, dispone de numerosos cotos de caza, además del hábitat y del clima adecuados para distintas especies de antílope de las llanuras de África y Asia. En consecuencia, pueden encontrarse en dicho estado poblaciones silvestres de antílope negro, de órice del cabo y de nilgó.[7]

Los antílopes viven en una gran variedad de hábitats. Numéricamente, la mayoría viven en las sabanas africanas. Sin embargo, también hay especies como el saiga, adaptado al frío y a ambientes áridos, el órix de Arabia adaptado al desierto, el saltarrocas a ambientes rocosos, y el sitatunga, de hábitos semiacuáticos.[8]

Las especies que viven en los bosques o arbustos tienden a ser sedentarios, pero muchas de las especies de llanuras emprenden migraciones largas. Esto permite a las especies que pastan, seguir las lluvias y asimismo sus suministros de alimento. Los ñus y las gacelas de África Oriental realizan algunas de las más impresionantes migraciones en masa de todos los mamíferos.[9]

Todos los bóvidos artiodáctilos tienen pezuñas, pupilas horizontales, y (al menos en los machos) cuernos óseos. Estas características básicas, sin embargo, ocultan enormes diferencias de aspecto entre vacas, cabras y ovejas, y entre los propios antílopes.[10]​ Por ejemplo, un antílope eland común macho puede medir 180 cm de alzada a la cruz y pesar casi 950 kg, mientras que un antílope enano adulto puede medir tan solo 24 cm de altura en la cruz y pesar tan solo 1,5 kg.

No son sorprendentes los animales con largas y esbeltas piernas potentes, pues muchos antílopes tienen grandes zancadas y pueden correr rápido. Algunos también están adaptados para habitar rocas y peñascos. Tanto el dibatag, como el gerenuc se caracterizan por sus patas y cuellos muy finos, relacionados con sus costumbres ramoneadoras.[5]​ Diferentes antílopes tienen diferentes tipos de cuerpo, lo que puede afectar al movimiento. Los duikers son pequeños antílopes, que viven en la vegetación densa. Las gacelas son conocidas por su velocidad y habilidades saltando. Antílopes de mayor tamaño como el nilgó, y las del género Taurotragus son capaces de saltar 2,4 m o más, aunque su velocidad está limitado por su mayor peso.

Las siguientes subfamilias de bóvidos contienen especies que pueden considerarse antílopes:

Geográficamente se encuentran en África, Oriente Medio, Asia central y China, ocupando una gran diversidad de hábitats, tales como la sabana, estepa, bosque, selva tropical y desierto. Entre las especies de antílopes podemos mencionar los que siguen a continuación, de acuerdo con su continente de origen:

Subfamilia Hippotraginae

Subfamilia Peleinae

Subfamilia Reduncinae

Subfamilia Alcelaphinae

Subfamilia Aepycerotinae

Subfamilia Bovinae

Otros



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