En Los Ángeles 1984 debutaron varias pruebas en el programa olímpico femenino. La más importante por su significado fue el maratón, y también se celebraron por primera vez los 3.000 m, los 400 m vallas y el heptatlón.
En términos globales los Estados Unidos dominaron en el atletismo, obteniendo 16 medallas de oro (9 en hombres y 7 en mujeres). Alemania Occidental obtuvo cuatro triunfos, y con tres se situaron Gran Bretaña, Rumania e Italia. Dos triunfos consiguieron México, Marruecos y Finlandia.
La gran estrella de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles fue el velocista y saltador estadounidense Carl Lewis, que cumplió su objetivo de ganar cuatro medallas de oro e igualar la hazaña del mítico Jesse Owens en los Juegos de Berlín 1936. Lewis venció en 100 y 200 m, salto de longitud y relevos 4×100 m.
El brasileño Joaquim Cruz dio la sorpresa en los 800 m y consiguió derrotar al británico Sebastian Coe, con una marca que fue un nuevo récord olímpico con 1:43,00.
En los 1.500 m los británicos hicieron un doblete con Sebastian Coe (oro) y Steve Cram (plata). El español José Manuel Abascal consiguió en esta prueba la medalla de bronce, la primera de un atleta español en una prueba de pista.
Edwin Moses ganó su segunda medalla de oro en los 400 m vallas después de su triunfo ocho años antes en Montreal 1976, y de no poder asistir a los Juegos de 1980 por culpa del boicot.
El marroquí Saïd Aouita obtenbo la medalla de oro en 5.000 m, consiguiendo la que sería la única medalla de oro olímpica de su carrera. En los años siguientes fue el gran dominador mundial de las pruebas de mediofondo.
El atletismo mexicano se apuntó un éxito histórico al conseguir la victoria en las dos pruebas de marcha, gracias a Ernesto Canto (oro en 20 km) y a Raúl González (oro en 50 km) y plata en 20 km.
Los atletas italianos tuvieron una actuación realmente brillante, con siete medallas en total, y las victorias de Alberto Cova en 10.000 m., Alessandro Andrei en lanzamiento de peso y la mediofondista Gabriella Dorio en los 1.500 m femeninos.
En sus terceros Juegos Olímpicos, el británico Daley Thompson se enfrentó a Jürgen Hingsen de Alemania Occidental en decatlón. Fue una competición igualada durante los primeros siete eventos, pero Thompson toma una ventaja decisiva en el salto con pértiga y la jabalina, ganando su segunda medalla de oro consecutiva.
La velocista estadounidense Evelyn Ashford ganó el oro de los 100 m lisos. Aunque no estuvo presente por el boicot su gran rival alemana Marlies Göhr, poco después de los Juegos ambas se vieron las caras en Zúrich, Suiza, y Ashford volvió a imponerse, demostrando ser la más rápida del momento.
Por su parte la estadounidense Valerie Brisco-Hooks ganó tres medallas de oro en 200, 400 y relevos 4×400 metros, siendo la primera persona (hombre o mujer) que ganaba los 200 y los 400 metros en unos mismos Juegos.
En atletismo femenino también destacó Rumania, especialmente en mediofondo gracias a Doina Melinte (oro en 800 m y plata en 1.500 m) y Maricica Puica (oro en 3.000 m y bronce en 1.500 m.), además del doblete de oro y plata en salto de longitud.
En los 400 m vallas femeninos se produjo la gran sorpresa de la victoria de Nawal El Moutawakel, de Marruecos, convirtiéndose en la primera mujer de un país islámico en ganar una medalla olímpica y la primera mujer africana en ganar un oro.
La fondista estadounidense Joan Benoit se convierte en la primera campeona olímpica de maratón, liderando la prueba en solitario desde el principio, y venciendo a la gran favorita noruega Grete Waitz.
El maratón femenino también dejó la terrible imagen de la corredora suiza Gabriella Andersen, que entró completamente exhausta en el Estadio y apenas podía tenerse en pie, tardando cinco agónicos minutos en hacer la última vuelta ante la preocupación de los médicos que sin embargo la dejaron acabar la prueba.
Respecto al maratón masculino se produjo la victoria del veterano corredor portugués Carlos Lopes, con un nuevo récord olímpico de 2h 09:21.
El éxito de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles estimuló la creación del Maratón de Los Ángeles, cual se celebró por primera vez 2 años después y se há celebrado por 21 años.
Las pruebas que más se resintieron a causa del boicot de los países del Este fueron los lanzamientos, ya que la mayoría de los mejores especialistas del mundo no estuvieron presentes, lo que permitió lucirse a países poco habituales en estas pruebas.
La alemana Ulrike Meyfarth hizo historia al ganar el oro en salto de altura doce años después de haberlo hecho en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.
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