La rebelión estalló después de la convocatoria de las Cortes el 20 de junio de 1833 cuando el pretendiente don Carlos, refugiado en Portugal se negó a jurar lealtad a Maria Cristina de Borbón-Dos Sicílias y el 1 de octubre, con el apoyo de Miguel I de Portugal reclama su derecho al trono. En Morella Rafael Ram de Viu proclamó rey a Carlos V el 13 de noviembre, a pesar de que fue ocupada por fuerzas liberales el 10 de diciembre, y a la muerte de Ramo de Viu Manuel Carnicer asumió la jefatura militar del ejército carlista en el Bajo Aragón y el Maestrazgo. La ejecución de Carnicer ocasionó la asunción del mando del frente por Ramón Cabrera. A la primavera de 1836, este ya comandaba 6.000 hombres y 250 caballos que operaban en el entorno de Cantavieja, que fortificó y se convirtió en el centro de operaciones, con una prisión, fábrica de artillería y dos hospitales.
Cabrera se unió a la Expedición Gómez para intentar tomar Madrid, dejando debilitado el Maestrazgo, y tras un golpe superado el periodo de paralización del ejército causado por el Motín de la Granja de San Ildefonso, se nombró a Evaristo San Miguel como comandante del ejército del Centro, que capturó Cantavella, recuperada en 24 de abril de 1837, cuando su guarnición se rindió en un ataque simultáneo de los carlistas en Cantavella, Sant Mateu y Benicarló.[9] El 31 de enero de 1838, procedente de Benicarló, entraba Ramon Cabrera en Morella.
El 9 de febrero Cabrera asedió Gandesa pero el 24 de febrero ordenó al coronel Juan Cabañero abandonar el asedio y sorprender Zaragoza, que supondría la rápida toma de todo el Aragón, la conexión de los frentes catalán y navarro, y la de todo España al norte de Madrid. El 5 de marzo el brigadier Cabañero asaltó Zaragoza pero los zaragozanos lucharon contra los invasores, que huyeron. A continuación caían Calanda, Alcorisa y Samper,[12] y después del fallido asalto en Alcañiz, la villa quedó bloqueada y aislada hasta el final de la guerra, y Cabrera siguió expandiendo su territorio. Con la derrota liberal en la Acción de Maella, los ánimos liberales cayeron y los liberales temieron una invasión carlina en el interior, y Van Halen incrementó la defensa en Teruel, Zaragoza y Valencia.
Llangostera recibió órdenes de atacar Caspe y Forcadell en Jérica, donde fue derrotado, entrando a Calatayud en 16 de noviembre, y a continuación Forcadell y Llangostera atacaron las riberas del Júcar y el Guadalaviar en busca de provisiones, provocando que Emilio Borso di Carminati enviara a su encuentro a Juan de la Pezuela y Narciso Lopez respectivamente.
El 6 de diciembre Narciso Lopez dispersaba Llangostera en Iniesta y a principios de 1839 un cargamento inglés de 8.000 fusiles destinado al Maestrazgo fue interceptado por los isabelinos y otro se incendió.[16]
El 21 de febrero de 1839, el moderado Maroto fue destituido por el pretendiente Carlos, cosa que aceleró las gestiones del antiguo cabo del Estado Mayor para encontrar una solución en el conflicto con el general liberal Espartero,
Antonio van Halen y Sarti se decidió a recuperar el fuerte de Segura de los Baños y Ramon Cabrera la fortificó y lo esperó a las alturas en el camino entre Cortes de Aragón y Segura. Los liberales salieron de Cortes el 23 de marzo a las once de la mañana, preparando un hospital en la villa, y dejando el equipaje con un destacamento defensivo.
Los liberales formaron en dos columnas, intentando flanquear a los carlistas en ambos lados, por la derecha la Brigada de Francisco Velarde, el batallón de los infantes, 2 regimientos de caballería y artillería de montaña, y por la izquierda la Brigada Samaniego, 12 compañías de infantería, un regimientos de caballería y una batería de artillería, y uno a uno cayeron todos los reductos y finalmente los carlistas se retiraron, pero mantuvieron la fortificación de Segura.
El 15 de abril Cabrera estableció el asedio de Vilafamés. Antonio van Halen y Sarti, que firmó el Convenio de Segura fue relevado al mando del ejército del Centro por Agustín Nogueras Pitarque, con órdenes de conservar el territorio e impedir la unión de Cabrera con el frente catalán, pero dimitió y fue sustituido por Leopoldo O'Donnell.
Con la firma del Convenio de Bergara el agosto de 1839 Ramon Cabrera se vio aislado y rodeado por las fuerzas liberales, que a finales de 1839 habían montado una línea de fortificaciones desde Alcañiz a Castel de Cabra, para incomunicar y asediar una a una las posiciones carlines: Espartero toma Segura el 27 de febrero y poco después Castellote mientras desde el sur O'Donnell ocupó Aliaga, Alcalá de la Selva, y finalmente Cantavella el 11 de mayo. Perdida Morella, Cabrera cruzó el Ebro llegando a Berga, teniendo que huir en Francia el mes de julio.
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