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Batalla de Tumusla



El combate o batalla del Tumusla fue el último enfrentamiento con fuerzas regulares durante la independencia de Bolivia y uno de los últimos encuentros de las Guerras de Independencia Hispanoamericana. Se libró el 1 de abril de 1825, cerca del pueblo de Tumusla (Potosí), en territorio del actual Estado Plurinacional de Bolivia. Existen controversias sobre el desarrollo de este suceso, sin embargo el consenso es que se enfrentaron el jefe realista Pedro Antonio Olañeta frente a su antiguo subordinado Carlos Medinaceli, ahora pasado al bando independentista, bajo el mando del mariscal Antonio José de Sucre.[8]​ El resultado fue una victoria decisiva de los independentistas y la capitulación de Olañeta, que, herido mortalmente, falleció al día siguiente. Como consecuencia de las acciones de Tumusla, el territorio de la Real Audiencia de Charcas quedó definitivamente liberado del dominio español.


El jefe realista del Charcas, el español brigadier general Pedro Antonio Olañeta, por ser adherente al absolutismo se había negado a reconocer el mando del virrey del Perú José de la Serna por considerarlo liberal y sostuvo contra el general constitucionalista Jerónimo Valdés un enfrentamiento que menguó sus tropas (Rebelión de Olañeta). Las diezmadas tropas realistas fueron derrotados en las batallas de Junín (6 de agosto de 1824) y Ayacucho (9 de diciembre de 1824) capitulando ante el Ejército Libertador.

Olañeta, en una actitud ambivalente, no se unió al ejército patriota como le había pedido Bolívar, y no reconocía la capitulación hecha por el virrey La Serna, y había reagrupado fuerzas realistas en la ciudad de Potosí, principalmente en el cruce del antiguo Camino Real a orillas del río Tumusla, después de que el 29 de enero de 1825, el general José Miguel Lanza con tropas de la Republiqueta de Ayopaya tomó la ciudad de La Paz.

Perseguido desde el norte por las tropas al mando de mariscal Antonio José de Sucre, quien el 6 de febrero cruzó el río Desaguadero (límite con el Perú) después de la victoria obtenida en Ayacucho.[9]​ Y cercado desde el sur por las fuerzas argentinas de Juan Antonio Álvarez de Arenales, Olañeta recibió en Potosí al batallón "Unión", procedente de Puno, al mando del coronel José María Valdez. Convocó a un Consejo de Guerra que acordó continuar la lucha y distribuyó sus fuerzas entre la fortaleza de Cotagaita (que quedó al mando de Medinacelli con el batallón "Chichas") y Chuquisaca(al mando de Valdez con el batallón "Unión") y partió con el resto de sus tropas hacia Vitichi en Chichas con 60.000 pesos de oro de la Casa de la Moneda de Potosí poco antes de que Sucre ingresara en la ciudad el 29 de marzo de 1825.[10]

Mientras, el sobrino de Pedro Olañeta, Casimiro Olañeta, patriota encubierto, cambió de bando cuando se dirigía a Iquique con 18.000 pesos para comprar armas, poniendo a Sucre en conocimiento de los planes de su tío.[11]​ Las tropas al mando del coronel Carlos Medinaceli hasta entonces realistas se amotinaron y pasaron al bando independentista. El coronel Medinaceli en nota fechada en 29 de marzo de 1825, hizo saber al general Olañeta su resolución de acogerse a la capitulación de Ayacucho y pasarse a los patriotas, e inmediatamente reforzó el batallón Chichas que mandaba, con elementos que le proporcionaron los patriotas de Cotagaita (Intendencia de Potosí), donde se efectuó la defección.[12]

El general Olañeta, al saber de la defección de Medinaceli, se puso en movimiento para ir a sofocarla en su cuna. Retrocedió del punto donde estaba y se dirigió a Cotagaita con 700 hombres. Mientras tanto Medinaceli había tomado posiciones en el río Tumusla, donde Olañeta lo atacó el 1 de abril de 1825. El combate concluyó a las siete de la tarde. Herido por tiros de fusil el día 1 de abril, Olañeta cayó en tierra, a cuya vista sus soldados se dispersaron, entregándose algunos al jefe vencedor. Olañeta fallece al día siguiente, el 2 de abril. Ese mismo día Medinaceli remite el parte de la batalla al mariscal Sucre.

Según Stevenson, citado por Camba, dice que Medinaceli tomó 200 prisioneros de tropa y más de 20 oficiales, bagajes, municiones, etc. Fue este el último combate de tropas regulares por la independencia de Bolivia.[13][12]​ Días después, el 7 de abril, perseguido por Medinaceli y Burdett O'Connor, José María Valdez al frente de 200 supervivientes se rindió en Chequelte, ante el general Urdininea, poniendo fin al dominio español en el Alto Perú. Tres meses más tarde, Fernando VII concedió al fallecido Olañeta el nombramiento de virrey del Río de la Plata.

Años más tarde, en 1828, el último foco de resistencia español en la República de Bolívar fue dirigido por el general realista Francisco Javier Aguilera, famoso por dar muerte a los patriotas Manuel Asencio Padilla e Ignacio Warnes, finalmente fue derrotado y fusilado en Vallegrande (Santa Cruz, Bolivia) por una división dirigida por el coronel Anselmo Rojas y todos sus líderes fueron decapitados. Sus cabezas fueron expuestas en la plaza.[14]

Lo ocurrido en el enfrentamiento de Tumusla tiende a tener diferentes versiones que aumentan o empequeñecen su importancia en la independencia de Bolivia, en parte debido al protagonismo que se dio a los hechos de Bolívar y Sucre que dejaron este suceso casi al olvido.

Un artículo periodístico dice que el historiador Teodosio Imaña afirma que en Tumusla sólo hubo un aislado intercambio de balas, donde muere Olañeta, y por lo tanto consideran que una batalla propiamente dicha no existió.[15]

En otra versión se afirma que el combate comenzó sobre las 3 de la tarde con un intercambio de artillería, fue reñido y de una duración de cuatro horas. Los patriotas bajo fuertes vivas y hondazos avanzaron hacia el río hacía la lucha cuerpo a cuerpo con cuchillos, sables y piedras. La tropa era regular pero junto a ellos combatían indígenas originarios. Al general Olañeta, que iba a la cabeza de los realistas, se le vio caer del caballo herido de muerte, por lo que fue tomado prisionero. Sus soldados viendo caído a su jefe suspendieron el enfrentamiento para desertar o entregarse, solicitando al Coronel Medinaceli clemencia y perdón.[16]​ Los documentos presentados en simples fotocopias de esta versión son cuestionados como falsificados en una reciente investigación del historiador paceño Jaime De La Fuente Patiño.[17]

Según el libro titulado “La Familia Canterac en América” el combate de Tumusla es denominado también como la “última batalla de Potosí” por José de Canterac:

La ley Nº 606[19]​ del 24 de noviembre de 2014 declara patrimonio cultural e histórico del estado plurinacional de Bolivia la “Batalla de Tumusla”, considerándose el último combate que selló la independencia de Charcas, ocurrida el 1 de abril de 1825 en la localidad de Tumusla en el departamento de Potosí.[20]



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