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Caballada de Atienza



¿Dónde nació Caballada de Atienza?

Caballada de Atienza nació en Guadalajara.


La Caballada de Atienza es una fiesta declarada de interés turístico nacional[1]​ que se celebra cada domingo de Pentecostés en la localidad española de Atienza (Guadalajara). Es una de las celebraciones más antiguas de España. Los protagonistas de dicha celebración son los miembros de la Cofradía de la Santísima Trinidad, una de las agrupaciones castellanas más antigua documentada.

En 1157 fallece Alfonso VII, dejando el Reino de León a su hijo Fernando y el Reino de Castilla a su hijo Sancho. Un año después, en 1158, muere Sancho III y su hijo Alfonso hereda el Reino de Castilla, siendo un niño de casi tres años de edad.

Las familias de los Castro y de los Lara pugnan por la tutoría del monarca. En el testamento de Sancho III se les daba a los Castros la tutoría del monarca. Sin embargo, los Lara se apoderaron por la fuerza del joven rey. Ante esto los Castro piden ayuda al tío del rey, Fernando II de León. Este último, posiblemente viendo la oportunidad de gobernar en ambos reinos, entró en Castilla al frente de un ejército para apoderarse del pequeño Alfonso. Ante estos acontecimientos Manrique Pérez de Lara pacta la entrega del pequeño en Soria. Finalmente el pequeño rey es sacado de Soria y llevado por Pedro Núñez de Fuentearmegil primero a San Esteban de Gormaz y luego a Atienza, una de las villas mejor fortificadas del reino, que no tardará en sufrir el cerco al que le someterán las tropas del rey de León.

En la primavera de 1163 los arrieros de Atienza, con el rey niño disfrazado de arriero entre ellos, abandonan la villa por la puerta de la Salida. Van a la ermita de la Virgen de la Estrella, donde simulan una romería. La vigilancia de los sitiadores se relaja y así consiguen llevar al rey niño primero a Segovia y luego a Ávila. Duró la huida siete jornadas.

Desde entonces los miembros de la Cofradía de la Santísima Trinidad, heredera de la antigua cofradía de arrieros y popularmente conocida como “de la Caballada”, recuerdan el hecho a lomos de sus caballerías ataviados a la antigua usanza y al son de la dulzaina y el tamboril. Todos los domingos de Pentecostés desde la mañana temprano, cuando la comitiva atraviesa el pueblo camino de la ermita de la Estrella, hasta el atardecer, en que tendrán lugar las carreras entre ellos, los cofrades irán cumpliendo con la tradición escrupulosamente. Los hermanos siguen al pie de la letra unas ordenanzas que cuentan con siglos de antigüedad. Las multas impuestas a los cofrades se hacen en forma de libras de cera, la subasta de las andas de la vígen en celemines de trigo, y la subasta para portar la bandera en cuartillos de vino.

El día anterior se celebra el "sábado de las siete tortillas", y en la ermita de la Estrella los hermanos cofrades se reúnen alrededor de la mesa para degustar las siete tortillas, que según dice la tradición son las jornadas que duró el viaje hasta poner a salvo al Rey. El número siete es un número por otra parte muy simbólico y está presente en multitud de hechos y construcciones de la Edad Media.

En el Museo de la Santísima Trinidad de Atienza hay una sección dedicada a la Caballada de Atienza. Se pueden contemplar antiguos diplomas con privilegios reales a la Cofradía de la Santísima Trinidad, antiguos pendones y capas que se usan en la fiesta.




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