Templo candomblé en Salvador de Bahía
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Ketu | Olorun | Orixás
Jeje | Mawu | Vodun
Bantu | Nzambi | Nkisi
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Templos afrobrasileños
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El candomblé, culto de los orishas, de origen totémico y familiar, es una de las religiones afrobrasileñas practicadas principalmente en Brasil y Colombia aunque ha llegado a los países vecinos como: Argentina, Paraguay, Uruguay, Venezuela y hasta México.
La religión tiene por base al ánima (alma) o espíritu de la naturaleza y por tanto es clasificada como animista. Se presume que sacerdotes animistas que fueron esclavizados y transportados al Brasil y a colonias españolas trasmitieron sus creencias y cultura a otros esclavos, los que eventualmente escaparon y formaron asentamientos de cimarrones, llamados también quilombos junto a sus orixás/nkisis/voduns, su cultura y sus dialectos entre 1549 y 1888.
Pese a estar confinado originalmente a reductos y asentamientos de cimarrones, prohibido por la Iglesia católica y hasta criminalizado por algunos gobiernos, el candomblé prosperó durante cuatro siglos y se expandió notablemente después de la Ley Áurea en territorios del Imperio de Brasil. Hoy es una de las principales religiones establecidas, con seguidores de todas las clases sociales y decenas de miles de templos. En censos recientes aproximadamente 3 millones de brasileños (1,5% de las población total) declararon al candomblé como su religión. En Salvador de Bahía existen 2230 terreiros registrados en la Federación Baiana de Cultos Afrobrasileños. Además, en la cultura brasileña las religiones no se ven como exclusivas y según algunas organizaciones culturales afrobrasileñas hasta 70 millones de personas participan en rituales del candomblé, regular u ocasionalmente. Los Orixás del candomblé, los rituales y las fiestas son hoy parte de la cultura y el folclore brasileños.
El candomblé no debe ser confundido con Umbanda o Batuque, otras dos religiones afrobrasileñas de similar origen, ni con otras religiones afroderivadas como el vudú haitiano, la santería cubana o el Palo Mayombe, las cuales surgieron independientemente del candomblé y son virtualmente desconocidas en Brasil.
Los esclavos afrobrasileños pertenecían a diversos grupos étnicos como los yoruba, los ewe, los fon y los bantú. Como la religión se volvió semi-independiente en regiones diferentes del país y entre grupos étnicos diferentes, “divisiones” o naciones surgieron distinguidas entre sí principalmente por el conjunto de divinidades veneradas, el atabaque (música) y la lengua sagrada, usada en los rituales.
La siguiente es una clasificación poco rigurosa de las principales naciones y subnaciones, de sus religiones de origen, y de sus lenguas sagradas:
Todas estas tribus eran pueblos jeje y tenían por lengua sagrada la lengua ewe y la lengua fon. Otros grupos jeje son jeje mina, el Tambor de Mina (en San Luis del Maranhão) y babacué (en Pará).
El candomblé es una religión henoteísta, el dios principal para la nación ketú es Olorum, para la nación bantú es Zambi y para la nación jeje es Mawu. Son naciones independientes en la práctica diaria y en virtud del sincretismo existente en Brasil la mayoría de los participantes consideran al dios principal de su panteón como equivalente al Dios de la Iglesia católica.
Los Orixás/Inquices/Voduns reciben homenajes regulares con ofrendas, cánticos, danzas y vestimenta especial. Así, cuando hay referencia mitológica a una divinidad creadora, esa divinidad tiene tanta importancia en el día a día de los miembros del terreiro, como es el caso del Dios Cristiano, que en la mayoría de las veces son confundidos con dioses.
El candomblé rinde culto, entre todas las naciones, a cincuenta de las centenas de deidades antes adoradas en África. Sin embargo, en la mayoría de los terreiros de las grandes ciudades, son dieciséis las más adoradas. Lo que sucede es que algunas divindades tienen "cualidades", que pueden ser adoradas como un diferente Orixá/Inquice/Vodun en uno u otro terreiro.
Entonces, la lista de divinidades de las diferentes naciones es grande, y muchos Orixás de ketu pueden ser "identificados" como los Voduns de los jejé o Inquices de los bantú en sus características, pero en la realidad no son los mismos: sus cultos, rituales y toques son totalmente diferentes. Los Orixás tienen personalidades, habilidades, preferencias y rituales individuales, y están ligados a un fenómeno natural específico (un concepto no muy diferente al Kami del sintoísmo). Toda persona es escogida al nacer por uno o varios "patronos" Orixá, que un babalorixá identificará. Algunos Orixás son "incorporados" por personas iniciadas durante rituales del candomblé; otros —como los llamados Funfun (blancos), que tomaron parte en la creación del mundo— no.
En el tiempo de las senzalas, los negros para poder rendir culto a sus Orixás, Inquices y Voduns usaban como camuflaje altares con imágenes de santos católicos, aunque según algunos investigadores este sincretismo ya había comenzado en África, inducido por los propios misioneros para facilitar la conversión. Después de la liberación de los esclavos comenzaron a surgir las primeras casas de candomblé y para entonces la religión había incorporados muchos elementos del Cristianismo, crucifijos e imágenes eran exhibidos en los templos y Orixás eran frecuentemente identificados con santos católicos. Algunas casas de candomblé también incorporaron entidades caboclos que eran consideradas paganas, como los Orixás. Pero al usar imágenes y crucifijos, surgieron persecuciones por parte de las autoridades y por la Iglesia, que veían al candomblé como paganismo y brujería. En los últimos años, ha crecido un movimiento "fundamentalista" en algunas casas de candomblé que rechazan el sincretismo con elementos cristianos y procuran recrear un candomblé "más puro" basado exclusivamente en elementos africanos.
Los templos de candomblé son llamados casas, roças o terreiros. Las casas pueden ser de linaje matriarcal, patriarcal o mixto:
La progresión en la jerarquía depende del aprendiz y su desempeño en los largos rituales de la iniciación. En caso de muerte de una iyalorixá, la sucesora es escogida, generalmente entre sus hijas, por medio del juego de adivinación Opele-Ifa o juego de búzios. Si la sucesión es muy disputada o no se encuentra un sucesor, esto conduce frecuentemente al cierre de la casa. Es por esto que en Brasil hay solo 3 o 4 casas que rondan los 100 años.
En las religiones afrobrasileñas el sacerdocio se divide en:
Manuel Raimundo Querino fue un abolicionista persistente, luchó contra las persecuciones de los practicantes de religiones afrobrasileñas, las cuales fueron rotuladas como religiones bárbaras y paganas.
Procópio Xavier de Sousa también conocido como Procópio de Ogum obtuvo su reconocimiento a través de la participación en la legitimidad de la religión de candomblé, durante las persecuciones a las Religiones Afrobrasileñas promovidas por las autoridades del Estado Novo. En ese período el "Ilê Ogunjá" fue invadido por la policía de Bahía, con la supervisión del famoso delegado "Pedrito Gordo". Procópio fue detenido y golpeado. El periodista "Antônio Monteiro" fue una de las personas que ayudaron en la liberación de Procópio. Con este evento, "caso Pedrito", fue registrado el nombre de Procópio en la historia popular de la Bahía incluso como parte de una letra musical de Samba de Roda:
"Procópio tava na sala, esperando santo chegá, quando chegou seu Pedrito, Procópio passa pra cá. Galinha tem força n'asa, o galo no esporão, Procópio no candomblé Pedrito no facão" (samba de roda, autor desconocido)
La intolerancia y la persecución a las religiones afrobrasileñas continúa hasta el día de hoy. La libertad religiosa en la Constitución Brasileña no siempre se respeta.
Abdias do Nascimento hablando en una entrevista concedida al Portal Afro: "Los cultos Afrobrasileños son un asunto para la policía. Hasta el momento, en los museos de la policía de Río de Janeiro y de Bahia, pueden encontrarse artefactos culturales secuestrados. Son piezas que demuestran la supuesta delincuencia o anormalidad mental de la comunidad negra. En Bahia, el Instituto Médico Legal Nina Rodrigues, el Instituto Nina Rodrigues muestra exactamente esto: que el negro era un camarada con un desequilibrio en la cabeza a tener sus propias creencias, sus valores, su liturgia y su culto. No podían aceptar esto."
La homosexualidad está presente en la mayoría de las religiones, pero oculta, y sin duda encubierta y a menudo negada por los propios homosexuales.
En el candomblé la homosexualidad es discutida ampliamente y aceptada hoy en día, pero hubo un periodo en que los varones homosexuales no podían ser iniciados como rodantes (término utilizado para las personas que entran en trance), no se permitía que un hombre danzase la rueda de candomblé, incluso aunque estuviese en trance.
El más famoso y revolucionario gay del candomblé fue, sin duda, Joãozinho de Goméia, que afrontó la oposición de las matriarcas y ocupó su espacio por el cual se le conoce internacionalmente. Había muchos otros, pero ninguno logró igualarlo en audacia y popularidad.
En las religiones afrobrasileñas que en la mayoría de las religiones se derivan de las religiones tribales de África, están contra el aborto y una de las razones es la religiosa. Los africanos ven a su hijo como la continuación de su vida, el hijo es la cosa más preciosa que el hombre africano puede tener. Como resultado, fueron traídos a Brasil algunos conceptos.
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