Carlos Manuel IV (Turín, 24 de mayo de 1751 - Roma, 6 de octubre de 1819) fue rey de Cerdeña desde 1796 hasta 1802. Perteneciente a la Casa de Saboya.
Carlos Manuel era el hijo primogénito de Víctor Amadeo III de Cerdeña (llamado en su época «duque de Saboya») y de su esposa la Infanta Antonia de España. Desde su nacimiento hasta su ascensión al trono de Cerdeña en 1796 Carlos Manuel fue llamado «príncipe de Piamonte».
En 1775 Carlos Manuel contrajo matrimonio con María Clotilde de Francia (1759-1802), hija de Luis, delfín de Francia y de María Josefina, y hermana del rey Luis XVI de Francia. A pesar de que su matrimonio fue el resultado de un arreglo político, Carlos Manuel y su esposa fueron muy devotos el uno del otro. Sus deseos de tener hijos, sin embargo, fracasaron varias veces.
Enfermo, epiléptico, psicológicamente frágil, Carlos Manuel fue profundamente afectado por los efectos de la Revolución Francesa: en 1793 su cuñado Luis XVI fue condenado a muerte , en 1793 su cuñada María Antonieta sufrió la misma suerte y las tropas de la república francesa irrumpieron en los dominios del padre.
Devoto, como Amadeo IX, Carlos Manuel encontró alivio en su fe: en 1794 se convirtió en miembro de la tercera orden de Santo Domingo, tomando el nombre de Carlos Manuel de San Jacinto.
A la muerte de su padre, el 14 de octubre de 1796, Carlos Manuel se convirtió en rey de Cerdeña. El reino incluía no sólo la isla de Cerdeña, sino también importantes territorios del noroeste de Italia, como la totalidad del Piamonte.
Los títulos que Carlos Manuel usaba en los documentos oficiales durante su reinado fueron: «Carlos Manuel, por la gracia de Dios, rey de Cerdeña, Chipre y Jerusalén; Duque de Saboya, Monferrato, Chablais, Aosta, y Genevese; príncipe de Piamonte y Oneglia; marqués de Italia, Saluzzo, Susa, Ivrea, Ceva, Maro, Oristán y Sezana; conde de Moriana, Génova, Niza, Tenda, Asti, Alessandria y Goceano; barón de Vaud y de Faucigny; Señor de Vercelli, Pinerolo, Tarantasia, Lumellino y Val di Sesia; príncipe y vicario perpetuo del Sacro Imperio Romano Germánico en Italia».
Al ascender al trono sardo en 1796, Cerdeña estaba en guerra con la República Francesa. Fue un momento extremadamente difícil: Carlos Manuel se refirió a su trono como una "corona de espinas", tanto que firmó un acuerdo con Francia con el que estaba dispuesto a renunciar a Cerdeña para obtener una remuneración equivalente en Italia. Su padre había tenido que rendirse a la república francesa, con el armisticio de Cherasco, parte del sur de Piamonte. Las arcas del Estado estaban vacías, el ejército estaba debilitado y desorganizado y entre el pueblo llano se gestaba la revolución: entre 1796 y 1798 se frustraron dos conspiraciones contra él y los responsables fueron condenados a muerte. Carlos Manuel sufrió una serie de humillaciones por parte de la Francia napoleónica, hasta que el 6 de diciembre de 1798 se vio obligado a ceder los territorios restantes de la península italiana y mantuvo la soberanía,siendo arrojado a Cerdeña. Al año siguiente después de intentar sin éxito recuperar sin éxito el Piamonte, Carlos Manuel y su esposa dejaron Turín para Parma y más tarde Florencia. En febrero de 1799, motivos de seguridad obligaron a Carlos Manuel a retirarse a Cerdeña.
En Cerdeña, Carlos Manuel hizo una protesta formal contra la privación de sus estados continentales, anunció numerosas reformas para la isla y abrió sus puertos a la flota inglesa. Mientras tanto, el ejército ruso liberó Turín de los franceses. Por invitación del zar Pablo I, que a través del general Aleksandr Vasilievich Suvorov había enviado al conde Alessandro de Rege di Gifflenga a Cerdeña para devolver la corona al rey exiliado, Carlos Manuel decidió abandonar la isla, tras una estancia de seis meses para volver a casa. Cuando aterrizó en Livorno con su esposa el 22 de septiembre de 1799 descubrió, sin embargo, que los rusos habían dejado Piamonte en manos de los austriacos, que no estaban dispuestos a apoyar su regreso. Entonces decidió instalarse en la Villa de Poggio Imperiale, cerca de Florencia, donde conoció a uno de sus súbditos piamonteses, Vittorio Alfieri.
Las perspectivas de Carlo Emanuele empeoraron aún más con la elevación de Napoleón al puesto de primer cónsul de la república francesa.
Al mes siguiente, los franceses ocuparon Florencia y expulsaron al Gran Duque de Toscana de sus dominios, después entre 1800 y 1802 Carlos Manuel y su esposa vivieron entre Frascati, Nápoles y Caserta y Roma donde fueron huéspedes de la familia noble romana de los Colonna.
A fines de febrero de 1802 María Clotilde enfermó de fiebre tifoidea y murió en olor de santidad el 7 de marzo, Carlos Manuel fue destruida por el dolor. Este hecho decidió al rey viudo a abdicar (4 de junio de 1802) en favor de su hermano Víctor Manuel, en el Palacio Colonna. Carlos Manuel retuvo de todos modos el título de rey. Continuó viviendo cerca de Roma, en Frascati. Ahí fue huésped habitual de su primo segundo Enrique Benedicto Estuardo, cardenal duque de York, último miembro de la Casa de Estuardo.
A lo largo de su vida, Carlos Manuel estuvo muy interesado en la restauración de la Compañía de Jesús, que había sido suprimida en 1773. Tenía gran atención y relación con los jesuitas de Sassari, especialmente con los que dirigían el internado Canopoleno. En 1814 se restableció la orden y seis meses después, el 11 de febrero de 1815, a la edad de sesenta y cuatro años, Carlos Manuel inició su noviciado.
Nunca fue ordenado como sacerdote, pero vivió el resto de sus días en el noviciado jesuita de Roma. Carlos Manuel falleció ahí el 6 de octubre de 1819, pocos meses después de la visita de su sobrino Carlos Alberto de Saboya. Está sepultado cerca del altar mayor en la iglesia de Sant'Andrea al Quirinale.
Carlos Manuel no tuvo hijos con su esposa María Clotilde de Francia, por lo que el trono pasó a su hermano Víctor Manuel I (1759-1824).
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