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Casa Vicens



La Casa Vicens es un edificio modernista situado en Barcelona, en la calle de las Carolinas 18-24 (distrito de Gracia). Obra de Antoni Gaudí, fue el primer proyecto de importancia del arquitecto tras su licenciatura como arquitecto en 1878. Se construyó entre 1883 y 1888.[1]​ En la fecha en la que se construyó el edificio, Gracia era todavía un núcleo urbano independiente de Barcelona y poseedor de Ayuntamiento propio, con la categoría de villa, aunque actualmente es un distrito de la ciudad.[2]

Esta obra pertenece a la etapa orientalista de Gaudí (1883-1888), periodo en que el arquitecto realiza una serie de obras de marcado gusto oriental, inspiradas en el arte del Próximo y Lejano Oriente (India, Persia, Japón), así como en el arte islámico hispánico, principalmente el mudéjar y nazarí. Gaudí emplea con gran profusión la decoración en azulejo cerámico, así como los arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de templete o cúpula.[3]

El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural el 24 de julio de 1969 con la referencia RI-51-0003823, y Patrimonio de la Humanidad en 2005 con la referencia 320bis.

Gaudí recibió en 1880 el encargo de Manuel Vicens i Montaner para una segunda residencia veraniega de la familia, propietaria de una fábrica de cerámica. Ello queda de manifiesto en la fachada del inmueble, cuya decoración está basada precisamente en azulejos. Sin embargo, algunos autores indican que Manuel Vicens no era propietario de una fábrica de cerámica, sino corredor de Comercio.[1]

Gaudí se encontraba en ese momento en el primer período de su carrera, que se caracteriza por la utilización de un lenguaje arquitectónico de gran simplicidad constructiva, en el que prima la línea recta sobre la línea curva. Estilísticamente corresponde con una etapa de influencia orientalista, donde las formas estructurales y ornamentales corresponden al gusto por el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino, como se aprecia en otras obras suyas como los Pabellones Güell, las Bodegas Güell o El Capricho de Comillas.[4]

En su realización, Gaudí contó con la ayuda de varios artesanos que serían habituales en sus obras, como el escultor Llorenç Matamala, el ebanista Eudald Puntí o el herrero Joan Oñós, así como el contratista Claudi Alsina.[5]

En 1899 la viuda de Manuel Vicens, Dolors Giralt, vendió la casa a Antoni Jover i Puig. En 1925 se realizó una reforma de la casa, a cargo de Joan Baptista Serra Martínez, quien diseñó la mitad derecha de la fachada siguiendo el estilo de Gaudí;[6]​ Construyó también un templete en el jardín, con una fuente llamada de Santa Rita, en la esquina con la avenida de la Riera de Cassoles; derribado en 1962, en la actualidad los antiguos jardines están ocupados por edificios de viviendas. Varias secciones de la reja de palmito se encuentran en la puerta de acceso al parque Güell, así como en la Casa-Museo Gaudí.[7]

En 2014 la familia Herrero Jover vendió la Casa Vicens al banco andorrano MoraBanc, que convirtió el inmueble en una casa-museo tras una remodelación.[8]​ Abrió sus puertas al público el 16 de noviembre de 2017.[9]

Tras el hallazgo de unos planos originales elaborados por Gaudí, en 2019 se hizo una reconstrucción de la cascada diseñada por el arquitecto para el jardín, que fue colocada en el Museo Agbar de las Aguas en Cornellá de Llobregat.[10]

La casa Vicens tiene un diámetro de 30 x 34,5 m, y estaba emplazada en un solar de 1035 m², hoy día prácticamente reducido al volumen de la casa.[11]​ Está estructurada en cuatro niveles o plantas, correspondientes a un subterráneo para ser utilizado como bodega, dos plantas con destino a vivienda (la primera con cocina, comedor y diversas salas, y la segunda para los dormitorios) y unas buhardillas para uso del servicio. En total, el edificio tiene una superficie de 698 m².[12]​ El abundante uso de cerámica en la fachada dota a la edificación de un fuerte colorido, siendo una de las características esenciales de la construcción. Ello le otorga un aire peculiar, que recuerda, a decir de algunos, las construcciones árabes.

Gaudí proyectó el inmueble adosado a la pared medianera de un convento vecino (Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl), logrando de este modo obtener un jardín amplio y espacioso, otorgando tres fachadas a la casa. Al otro lado del jardín diseñó una fuente monumental de ladrillo de obra vista, formada por un arco parabólico encima del cual había un paso entre columnas. El agua se almacenaba en dos depósitos emplazados en cada uno de los pilares extremos de la fuente. Esta fuente fue demolida en 1946 con motivo de la venta de esta parte del terreno. La casa se cerraba con un muro de cerca con una reja de hierro colado, decorada con hojas de palmito, diseñada por Llorenç Matamala y ejecutada por Joan Oñós.[13]

Los muros de la casa son de mampostería alternada con filas de azulejo, que reproduce unas flores amarillas propias de la zona (clavelones de la India o tagetes erecta);[14]​ la casa se remata con chimeneas y unas torres en forma de templetes. En la fachada principal había una tribuna —más tarde remodelada— que se cerraba con unos paneles de celosía de madera; en el centro se encontraba una antigua pila renacentista con una reja metálica en forma de tela de araña, sobre la que saltaba el agua, que, con el sol, formaba los colores del arco iris.[15]

En el interior destacan los techos de vigas de madera policromada, adornados con temas florales de papier mâché; los muros tienen esgrafiados de motivos vegetales, así como pinturas obra de Josep Torrescassana; por último, el suelo es de mosaico romano de opus tessellatum. Gaudí diseñó igualmente el mobiliario de la casa. Una de las estancias más originales es el fumador, donde destaca el techo en forma de cielo raso decorado con mucarnas árabes, que recuerdan el Generalife de la Alhambra de Granada.[15]

En el friso de la tribuna figuraban diversas frases de cuentos populares catalanes: sol, solet, vine'm a veure que tinc fred («sol, solecito, ven a verme que tengo frío»); oh, l'ombra de l'estiu («oh, sombra de verano»); de la llar lo foc, visca lo foc de l'amor («del hogar el fuego, viva el fuego del amor»).[16]

En 1927 el Ayuntamiento de Barcelona le concedió el Premio al Mejor Edificio, en virtud de la reforma y ampliación efectuada por Joan Baptista Serra.

La Casa Vicens está declarada monumento histórico-artístico en virtud del Decreto de 24 de julio de 1969 (Boletín Oficial del Estado de 20 de agosto de 1969).

En julio del año 2005 la Casa Vicens fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



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