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Cierva C.30



El Cierva C.30A fue un modelo de autogiro diseñado por el ingeniero e inventor español Juan de la Cierva construido bajo licencia de la compañía Cierva Autogiro Company por las firmas A V Roe & Co Ltd, Lioré-et-Olivier y Focke-Wulf.

El C.30 es el modelo más conocido de los autogiros de la Cierva, por haber sido fabricado en varios países. A partir de las pruebas realizadas con un C.19 Mk V modificado, propulsado por un motor Armstrong Siddeley Genet Major I de 105 hp (78kW). Uno de los refinamientos importantes del C.19, en lo que a la ingeniería se refiere, era la capacidad de girar mecánicamente el eje del rotor (el cual, al ser un autogiro, no estaba motorizado), conectándolo al motor mediante un embrague, a la vez que reflejaba el aire procedente de la hélice tractora hacia el rotor por medio de la “cola de escorpión”; en los diseños anteriores de Juan de la Cierva, el giro se iniciaba a mano o tirando de un cable.

Avro comisionó a National Flying Services para construir una versión biplaza, que voló por primera vez en abril de 1933 y obtuvo la licencia de fabricación, asignando al proyecto su propia denominación Type 671. El prototipo de un modelo mejorado, el C.30P, con un Genet Major de 140 hp, fue construido en Heston por la compañía Airwork en 1933; este modelo se caracterizaba por sus palas plegables. Avro construyó tres C.30P de preproducción en Mánchester (la factoría de Hamble había cerrado sus puertas en 1932) y obtuvo una licencia para construir ejemplares de serie del modelo C.30A.

Entre los meses de agosto de 1934 y mayo de 1935 se entregó a la RAF un lote de 12 ejemplares, diez de los cuales sirvieron inicialmente con la Escuela de Cooperación con el Ejército de Old Sarum, bajo la denominación de servicio Rota Mk I. Uno de los ejemplares restantes realizó pruebas con flotadores, y el otro fue equipado experimentalmente en el RAE (Royal Aircraf Establisment) de Farnborough con un motor Genet Mayor.

Avro obtuvo la licencia en 1934 y construyó, como se indica más arriba, 12 unidades para la RAF y 66 ejemplares civiles o para exportación; España adquirió dos de estos aviones para la Aviación Militar y dos para la Armada. Fueron utilizados para la observación durante los sucesos de la Revolución de Asturias de 1934, en lo que fue la primera actuación de una aeronave de ala giratoria en operaciones militares. El primer ejemplar del C.30A fue entregado en julio de 1934. El C.30A estaba propulsado por un motor Armstrong Siddeley Genet Major de 140 hp, su peso era de 861 kg, alcanzaba una velocidad máxima de 161 km/h, una autonomía de 402 km (250 millas) y un techo de 2.440 m (8000 pies). Actualmente se conservan unos seis ejemplares.

68 ejemplares fueron construidos en Francia por Lioré-et-Olivier como LeO C.30 (1), LeO C.30S (59), LeO C.301 (1) y LeO C.302 (7) con motores Salmson 9Ne de 175 hp; uno de estos aparatos se conserva en el Musée de l´Air del aeropuerto de Le Bourget, en París.

En 1932 se fundó la empresa Cierva Autogiro GmbH en Berlín y hasta 1938, la compañía Focke-Wulf construyó bajo licencia, con la nomenclatura C 30 Heuschrecke (Saltamontes), un cierto número de unidades; el Ministerio del Aire del Reich (RLM) puso grandes esperanzas en el helicóptero como aparato de enlace, y cursó una orden en diciembre de 1935 para 36 autogiros, que aumentó a 40 unos meses más tarde. El C 30 estaba propulsado con un motor radial Siemens Sh.14B de 150 hp.[1][2]

El propio de la Cierva efectuó el 7 de marzo de 1934 un perfecto y preciso aterrizaje con un modelo C.30 matriculado G-ACIO en el portaeronaves Dédalo, fondeado cerca del puerto de Valencia, sobre una zona marcada de la cubierta. Media hora después despegó tras una corta carrera de 24 m. Era la primera vez que una nave de aspas y rotor se posaba y despegaba desde un buque.[3]

Doce C.30A construidos por Avro para la Real Fuerza Aérea británica (RAF) entraron en servicio como Avro 671 Rota Mk I con (numerales K4230 al K4239, K4296 y K4775). Los doce fueron entregados entre 1934 y 1935. Con ellos se equipó la Army School of Co-operation en Old Sarum, cerca de Salisbury. Muchas de las aeronaves civiles de este modelo fueron incautadas para el servicio en la RAF entre 1939 y 1940.

En 1940 se equipó con este modelo el Squadron 1448 de Duxford. Posteriormente, se equipó con ellos el 529 de Halton para trabajos de calibración de radares. Fueron desmovilizados en octubre de 1945, y al final de la guerra, los doce supervivientes fueron vendidos.

En junio de 1936, Juan de la Cierva se encontró en Gran Bretaña con el rey Alfonso XIII, que varias veces le había mostrado su interés en volar en el autogiro, y que por motivos de seguridad, no se había podido realizar hasta entonces, y tuvo por fin la oportunidad de volar en un C.30 pilotado por el propio inventor el día 24 de dicho mes.[4]

Un aeronave similar, aparecía en la película Los 39 escalones de Alfred Hitchcock, la primera aparición de un autogiro en una película.




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