La cuarentena, restricción a la movilidad nocturna y aislamiento por la Pandemia de COVID-19 son las acciones generadas por los recortes de libertades decretados en varias partes del mundo, con el fin de controlar la expansión de la enfermedad del COVID-19.
Los gobiernos nacionales o regionales ordenaron el cierre de establecimientos no esenciales, y que los ciudadanos permanezcan en sus hogares, saliendo únicamente para trabajar —si estuviese exceptuado— o para adquirir necesidades básicas (alimentos, medicinas, etc.), afectando en parte la salud mental e inclusive física, debido al cierre de gimnasios y la restricción de realizar actividades deportivas.
Ha afectado a más de la mitad de la población mundial, y ha provocado que muchas industrias, fábricas y empresas de todo tipo reduzcan su actividad habitual, trabajen en condiciones restringidas; e incluso cesen temporal o definitivamente sus actividades, especialmente en establecimientos no esenciales como ser: restaurantes, bares, centros educativos, centros comerciales, cines, negocios minoristas y toda actividad o evento que implique aglomeraciones; causando por ende un gran impacto socioeconómico en gran parte del mundo. De esta forma, la COVID-19 ha generado un descenso muy brusco del número de ocupados durante el primer semestre de 2020, más fuerte en las mujeres que en los hombres. Aunque hasta ahora se mantiene la representatividad de hombres y mujeres en los sectores en su conjunto, sí se observa un efecto composición en las mujeres ocupadas, que reducen su peso en la hostelería frente a una subida en las actividades sanitarias y de servicios sociales. Son precisamente los sectores con peor comportamiento en términos de empleo los que han aumentado en mayor medida la representatividad de las mujeres .
En cuanto a consecuencias de la cuarentena para las mujeres, por desgracia, las situaciones de emergencia, las catástrofes de origen natural o no, tienen como resultado el aumento de la violencia hacia las mujeres. El confinamiento dentro de los hogares por varios días, la frustración y el estrés por razones económicas, el aumento de la ansiedad por la sobreexposición de información en medios de comunicación y redes son factores que pueden aumentar las situaciones de violencia. Las políticas públicas de violencia basada en género deberían ya promover protocolos de actuación para esta emergencia.
Si bien hay varios tipos de cuarentena en diferentes países del mundo (como la nacional, o la parcial: que va por ciudades y/o regiones); estas cuarentenas por lo general en principio implican un aislamiento estricto y suspensión de la mayoría de las actividades no esenciales, para luego ir desescalando o flexibilizando las medidas y retornar paulatinamente a la normalidad con las medidas de prevención, como son el distanciamiento físico, evitar aglomeraciones, la higienización de las manos, el uso de la mascarilla, entre otros.
La primera cuarentena directa por la pandemia de COVID-19 tuvo lugar en la República Popular China, cuando el gobierno ordenó el encierro de la provincia de Hubei el 23 de enero de 2020 que incluía a Wuhan, ciudad en donde apareció el SARS-CoV-2 que origina la enfermedad.
En lo que respecta al rumbo ambiental, las emisiones de gases de dióxido de nitrógeno cayeron a niveles mínimos históricos a 6 % a nivel mundial repartido entre las producciones cesadas en China y la Unión Europea. Provocó la caída del precio del petróleo a 1,8 millones en barriles de crudo, según Rystad Energy. En varios países se abrieron museos virtuales a causa del confinamiento, para distraer a la población. Discord registró una caída el 16 de marzo por su excesivo uso durante la pandemia.
Algunos países de Europa están viviendo la segunda oleada de casos por coronavirus en aumento desde mediados de octubre de 2020 como el caso de Francia, Países Bajos, Reino Unido, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Malta, Rumanía, Eslovenia, Irlanda, Grecia, Italia, Austria entre otros que están tomando medidas como la restricción a la movilidad nocturna, cierre de bares, restaurantes, cines y actividades comerciales no esenciales, uso obligatorio de mascarillas, prohibición de reuniones sociales. Otros países como España están viviendo su tercera oleada.
Los países que declararon cuarentena nacional o parcial (por regiones) de 14 a más días son los siguientes. Así mismo, otros Estados y regiones pusieron restricciones al ingreso de extranjeros.
|thumb|Situación de Wuhan durante la pandemia (2020)]] El cierre de Hubei y el confinamiento de su población fue una acción ordenada por el Gobierno de la República Popular China en un esfuerzo por contener la expansión de la pandemia de COVID-19 (una epidemia entonces, con Wuhan como principal foco). Comenzó el 23 de enero de 2020 y terminó el 8 de abril, cuando durante varios días seguidos apenas se detectaron casos de contagio local ni muertes. Durante ese tiempo se puso en cuarentena a la población de Hubei, una de las veintidós provincias de China, mediante la implantación de importantes restricciones en el movimiento de personas y el cese de actividades no esenciales.
Las políticas de confinamiento en India por la pandemia de COVID-19 fue declarada por el primer ministro Narendra Modi el 24 de marzo de 2020, por 21 días, limitando el movimiento de las 1.300 millones de personas de la India como medida preventiva contra la Pandemia de COVID-19 en India. Esto fue ordenado después de que voluntarios públicos quedaran 14 horas en un toque de queda público el 22 de marzo, seguido por la ejecución de una serie de reglas en las partes del país afectadas por el COVID-19.
Observadores declararon que el confinamiento había retrasado el índice de crecimiento de la pandemia para el 6 de abril a un índice de duplicarse cada seis días, y del 18 abril, a un índice de duplicarse cada ocho días.
Cuando terminó el primer confinamiento, gobiernos estatales y comités locales recomendaron extenderlo.Odisha y de Punyab se adelantaron al extender el confinamiento hasta el 1 de mayo. Maharashtra, Karnataka, Bengala Occidental y Telangana hicieron lo mismo tiempo después. Para el 14 de abril, Narendra Modi extendió el confinamiento nacional hasta el 3 de mayo, con una relajación condicional después del 20 de abril para las regiones donde la propagación había sido contenida.
Los gobiernos estatales de|thumb|]]
Las políticas de confinamiento en España por la pandemia de COVID-19 son acciones tomadas por el gobierno español para limitar los contagios, principalmente, la aplicación en tres ocasiones del estado de alarma. La primera vez se declaró para establecer una cuarentena nacional, la segunda vez para aplicar restricciones en la Comunidad de Madrid, y la última vez para imponer un toque de queda.
El primero de estos estados de alarma, que trajo consigo el confinamiento de toda la población, entró en vigor el sábado 14 de marzo a las 00:00 horas.pymes españolas tuvieron que recurrir a ERTE para suspender temporalmente el empleo de sus trabajadores.
El confinamiento, sin embargo, observaba diversas excepciones, como adquirir alimentos o medicinas, acudir al puesto de trabajo o atender emergencias. Las restricciones también incluyeron la clausura de establecimientos no esenciales, como bares, restaurantes, discotecas, cafeterías, cines, negocios comerciales y minoristas. A causa de esto muchas empresas yEl anuncio vino seguido de un aumento significativo en la cantidad de casos pasando el 14 de marzo de 3146 a 5232, aumentando en un 66 %.presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, esta «decisión extraordinaria» fue necesaria al tratarse de un tema de salud y de una crisis social y económica.
Según elParte de la población española tuvo dificultad para acatar las medidas de dicha cuarentena, habiéndose levantado a 2 de mayo cerca de 800 000 denuncias por saltarse las medidas de confinamiento. Entre ese día y el 7 de junio se han propuesto otras 600 000 sanciones y han sido detenidas unas 5000 personas por desobediencia grave a los agentes de la autoridad.
La cuarentena nacional provocó ciertas situaciones sociales y psicológicas para la población española que merecen ser mencionadas. Los padres tuvieron que quedarse en casa y cuidar no solo del hogar, sino también de sus hijos y respectivos trabajos
. Aunque teóricamente el trabajo doméstico se puede dividir por igual, un análisis reciente en el Reino Unido ha demostrado que las mujeres todavía tienden a dedicar más del doble de tiempo que los hombres en el cuidado del hogar. Esto ha provocado una sobrecarga de trabajo en la vida de las mujeres, así como la angustia emocional que conlleva la preocupación por la familia . Los roles de género juegan un papel importante en el agravio de esta situación ya que las mujeres se encargan de la mayor parte del trabajo en lo que a la sanidad (enfermería) y la limpieza se refiere, teniendo un mayor riesgo de contagio, lo que conduce a un mayor nivel de estrés. De hecho, los resultados de un estudio reciente en España muestran que casi el doble de mujeres que de hombres han sufrido de ansiedad y depresión durante la cuarentena. Además, los adultos que conviven con jóvenes tienen mayores posibilidades de desarrollar este tipo de problemas de salud mental. Las mujeres que tuvieron que trabajar fuera de casa por realizar actividades esenciales mostraron niveles más altos de ansiedad, mientras que, en el caso de los hombres, trabajar fuera los protegía de caer en depresión.Asimismo, muchas organizaciones feministas han alertado sobre el crecimiento de violencia de género durante el confinamiento, cuando las víctimas de violencia doméstica tenían que convivir con su agresor. De hecho, de acuerdo con la información disponible, del 14 al 19 de marzo, hubo un incremento de llamadas al 016 de hasta el 12,43 % y las consultas online crecieron en más de un 269,5%, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta situación también ha tenido impacto en el maltrato infantil. La semana del 23 al 30 de marzo, el chat anónimo y confidencial de la Fundación ANAR recibió 270 peticiones de ayuda, 173 de ellas correspondían a casos de abuso; lo que significa que hay 24 casos por día en España.
El 28 de abril se anunció el Plan de desconfinamiento de España, consistente en cuatro fases en las que se reducen de manera gradual las limitaciones del confinamiento.
Durante la desescalada sectores de la población empezaron a organizar protestas contra la gestión del Gobierno, del cual pidieron su dimisión.El 21 de junio, con el final de la última prórroga del estado de alarma, el país pasó a lo que se ha denominado como «nueva normalidad». Fue entonces cuando los gobiernos central y autonómicos retomaron sus competencias habituales.
Las medidas sanitarias en Argentina para combatir la pandemia de COVID-19 son las decisiones de estratégicas y operativas de política de salud pública para combatir la pandemia tomadas por el presidente de la Nación Alberto Fernández y los gobernadores de provincia. Incluyen las medidas de prevención de contagios, investigaciones y tratamientos experimentales, creación de infraestructura y abastecimiento de recursos médicos, protocolos sanitarios para los lugares de trabajo, y la campaña de vacunación contra la COVID-19 iniciada el 29 de diciembre de 2020.
Las dos principales medidas para mitigar la pandemia fueron el aislamiento o cuarentena de la población, denominado Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DiSPO). El ASPO abarcó inicialmente todo el territorio del país desde el 20 de marzo hasta el 26 de abril inclusive. A partir del 27 de abril se establecieron medidas segmentadas territorialmente, de aislamiento o distanciamiento, según lo exigiera la situación sanitaria de cada lugar.
Inicialmente la pandemia se concentró principalmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pero hacia la mitad del año, el relajamiento de los cuidados extendió la pandemia a todo el territorio, con excepción de la provincia de Formosa, que mantuvo un control estricto de fronteras.
Las medidas sanitarias fueron en general aceptadas por la mayoría de la población, sin perjuicio de una alta preocupación por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, tendiendo a decaer en el tiempo con el hartazgo que genera la situación.los anticuarentena», se han mostrado muy críticos frente a la cuarentena y frente a las vacunas, convocando a manifestaciones públicas, "cacerolazos" y actos de desobediencia civil. A comienzos de mayo algunos observadores consideraban que en Buenos Aires y otras partes del país, sectores considerables de la población estaban incumpliendo las medidas de aislamiento y distanciamiento en una actitud de "desobediencia civil de hecho", que pudo haber influido en los rebrotes y agravamientos de la pandemia.
Algunos sectores de la población, conocidos como «El 29 de diciembre de 2020 comenzó la campaña de vacunación. El gobierno ha estimado en 23/24 millones la población a ser vacunada. Hacia el 10 de mayo de 2021, 7 773 189 personas habían recibido una dosis, representando el 33,1 % de la población objetivo, mientras que 1 427 135 (6,6) recibieron dos dosis.
El viernes 10 de abril el gobierno nacional comunicó pública y oficialmente la extensión del DNU, por lo tanto la cuarentena se extendió hasta el 26 de abril con el objetivo de aplanar el pico de la curva de contagios.
La pandemia ha cambiado la situación laboral de un gran porcentaje de la población, ya que un elevado número de personas han perdido sus trabajos o se les ha reducido el salario o la jornada laboral. A esto hay que añadirle las dificultades para adaptarse al teletrabajo. La repercusión de estos hechos se pueden ver en los datos recogidos en un estudio de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, en el que se informa sobre el impacto que han tenido las medidas del Gobierno argentino para frenar la expansión de la COVID-19, el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), en el ámbito laboral de Argentina y Mar del Plata. En particular, se analiza la situación en dos sectores tradicionalmente ocupados por mujeres y que se han visto muy perjudicados por la pandemia: los trabajos domésticos y de cuidados no remunerados.
Esta nueva realidad ha afectado principalmente a las mujeres, ya que no solo tienen que hacer frente a sus jornadas laborales, remuneradas o no, sino que también, en la mayoría de los casos, son las encargadas de cuidar de las personas dependientes. Esta situación es incluso mayor en los casos de convivencia con menores de edad por el cierre de los centros educativos como consecuencia de la pandemia. De este modo, el número total de horas que las mujeres dedican a las tareas del hogar y de cuidados ha aumentado considerablemente en el 43% de las asalariadas y en el 76% las mujeres no remuneradas (Actis Di Pasquale, Barboni, Florio, Ibarra, & Savino, 2020). A su vez, hay que destacar que este colectivo suele tener puestos precarios, en situaciones irregulares o, incluso, no remunerados. La pandemia también ha conllevado una oleada de despidos, de los cuales más de la mitad se efectuaron sobre puestos de trabajo ocupados por mujeres. Además, un 65 % de los puestos de trabajo suspendidos durante la cuarentena pertenecían a este colectivo.
Cabe señalar que, en el caso Mar del Plata, solo en el servicio doméstico trabajan un 13,1% de mujeres frente al 0,1% de hombres. Además, a nivel nacional, aproximadamente el 90% de las mujeres afirman que ejercen trabajos no remunerados en los hogares (Actis Di Pasquale, Barboni, Florio, Ibarra, & Savino, 2020). Estos datos reflejan tanto la elevada presencia femenina en este ámbito como el hecho de que la pandemia ha afectado en especial al papel de las mujeres en el mundo laboral y en sus hogares.
Las políticas de confinamiento en Bolivia es la medida destinada a evitar la propagación del virus que produce la enfermedad Covid-19 en este país, la misma fue declara el 21 de marzo y a regir desde el domingo 22 de marzo de 2020. Previamente se habían dispuesto otras medidas restrictivas o semi cuarentena que incluía una serie de medidas restrictivas de circulación de personas, ajustes de horarios laborales, suspensión de clases a nivel escolar y universitario, recorte y re definición de horarios de trabajo, restricciones en reuniones y concentraciones, entre otras medidas determinadas a nivel del Estado central y de los gobiernos autónomos de nivel departamental y municipal.
De esta manera, Oruro se convirtió en la primera ciudad de Bolivia en asumir medidas de restricción de circulación y toque de queda, posteriormente la medida adquirió alcance departamental tras la emisión de una ley departamental al respecto.
El 13 de marzo ante la confirmación de 7 casos positivos el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO) anunció una serie de medidas de restricción enunciadas en la ley municipal de declaratoria de alerta roja que comenzó a regir a partir del 16 de marzo de 2020 con una duración de 14 días hasta el 31 de marzo de 2020, en un esfuerzo conjunto para evitar que el virus se expanda por todo el territorio del departamento, ya que la mayoría de casos identificados corresponden a habitantes de este departamento de Bolivia.
El martes 14 de abril a las 15:50 Bolivia amplía su cuarentena hasta el 30 de abril, según comunicó la presidenta Jeanine Áñez, tras una reunión con su Gabinete de ministros que se prolongó por más de seis horas.
La determinación surge ante las proyecciones que anticipan que el país llegará a su pico más alto de contagios de Covid-19 en las dos siguientes semanas, por lo que se requiere que el aislamiento se cumpla de forma más estricta.
El Miércoles 29 de abril a las 13:48, la presidenta Jeanine Áñez comunicó que la cuarentena total se mantendrá en el país hasta el 10 de mayo y que, desde el 11, se evaluará su flexibilización en determinadas ciudades y departamentos, en base a evaluaciones de riesgo que hagan autoridades de salud.
El Aislamiento Preventivo Obligatorio en Colombia o confinamiento de Colombia de 2020, fue un periodo de distanciamiento físico y social durante la pandemia de COVID-19 que incluyó un conjunto de medidas sanitarias y cambios de rutina diaria a nivel económico, social y político con el fin de controlar la crisis por COVID-19. Fue decretado por el gobierno de Colombia en cabeza del presidente Iván Duque y comenzó a regir el 25 de marzo de 2020. Inicialmente se había decretado por 19 días, sin embargo, se extendió progresivamente por fases, indicando cada vez nuevas excepciones. El 17 de abril se dio a conocer el decálogo de lo que sería el «Aislamiento Preventivo Obligatorio Colaborativo e Inteligente», en una nueva etapa de la cuarentena.
El gobierno de Colombia, desde el 4 de mayo de 2020, comenzó el plan de apertura para algunos sectores de la industria como la manufactura y la construcción con el fin de reducir la crisis económica transcurrida durante la pandemia.cita requerida] El 23 de junio de 2020, el gobierno extiende el aislamiento hasta el 15 de julio de 2020, agregando más excepciones para la apertura de nuevos sectores económicos. El 28 de julio el presidente Iván Duque Márquez indicó que el aislamiento preventivo se extiende hasta el 31 de agosto, levantando las restricciones de movilidad impuestas para los adultos mayores de 70 años.
También anunció al día siguiente la extensión de la cuarentena por dos semanas más, abriendo más sectores de la industria y levantando ciertas restricciones. El 28 de mayo de 2020, se extiende el aislamiento hasta el 1 de julio de 2020.[A partir del 1 de septiembre se abre todo el país, sin ninguna restricción y también se reabren los aeropuertos a pasajeros, excepto para quienes tengan síntomas de COVID-19 o sus familiares. Adicionalmente a las restricciones impuestas por el gobierno nacional, algunos gobiernos locales impusieron otras restricciones, tales como el pico y cédula. Este consiste en que, para actividades comerciales, bancarias o notariales, solo pueden salir aquellos cuyo número de la cédula de ciudadanía termina en dígitos pares o impares.
La cuarentena por COVID-19 en Colombia
fue oficializada por el Gobierno mediante la expedición del Decreto 457 para el período de aislamiento preventivo obligatorio. Todas las personas de Colombia entraron en aislamiento preventivo obligatorio inicialmente desde el martes 24 de marzo a las 11:59 p.m. hasta el 13 de abril a la media noche. Posteriormente este período fue extendido por el Gobierno hasta el 26 de abril.El 23 de abril, debido a que la cifra de contagios y muertes aumentó drásticamente en las últimas semanas, el presidente extendió nuevamente la cuarentena hasta el 11 de mayo. El 5 de mayo, una nueva extensión del aislamiento preventivo obligatorio fue anunciada por el Gobierno, esta vez hasta el 25 de mayo.
El 19 de mayo el Gobierno anunció una extensión final del aislamiento preventivo obligatorio en esta fase hasta el 31 de mayo. A partir del 1 de junio empezó el aislamiento preventivo inteligente colaborativo que irá hasta el 30 de junio, con algunas excepciones.Desde el pasado 7 de mayo rige en El Salvador una "Cuarentena Especial", ordenada por el presidente Nayib Bukele, debido al incremento de casos de coronavirus en este país centroamericano, que está en aislamiento domiciliar desde el 21 de marzo.
Por tanto, la "cuarentena especial" contempla que:
La políticas de confinamiento en Paraguay por la pandemia de COVID-19 son una serie de decisiones de aislamiento sanitario de la población, que forman parte de una política de salud pública para combatir la pandemia, como así también medidas económicas y sociales para paliar sus efectos. Las primeras medidas fueron tomadas el martes 10 de marzo de 2020 a las 18 horas aproximadamente, —tres días luego de informarse el primer caso por coronavirus—.
El Gobierno Nacional estableció medidas sanitarias (pre-cuarentena o cuarentena parcial) por Resolución S.G.Nº90/2020, con el fin de evitar la propagación del virus -asumiendo una posible circulación comunitaria por el segundo paciente que provino de la Argentina vía terrestre-. Esta medida, que en principio rigió por 15 días, incluyó suspensión de las clases en todos los niveles, suspensión y restricción de toda actividad que impliquen aglomeración de personas, como eventos públicos y privados. Se han adoptado otras medidas sanitarias preventivas y restrictivas con el correr de los días, como el control y posterior cierre de fronteras, la restricción de desembarque de extranjeros, el toque de queda nocturno, el endurecimiento de los controles preventivos con el fin de verificar su cumplimiento, etc,
Debido a la confirmación de transmisión comunitaria en el país el 20 de marzo, el Gobierno endureció las medidas sanitarias, decretando oficialmente -según decreto Nº3478/2020cuarentena total, denominado oficialmente Aislamiento Preventivo General, extendiéndose en principio hasta el 12 de abril, pero que llegó a prorrogarse varias veces en abril, extendiéndose finalmente hasta el 3 de mayo. En este periodo, la libre circulación quedó restringida totalmente, a excepción de casos de necesidad o urgencia (adquirir alimentos, medicamentos, etc.), así como la de trabajadores exceptuados como los de servicios básicos y de salud. Debido a esto muchas tiendas de venta de productos no esenciales permanecieron cerradas y la mayoría de los habitantes —todos aquellos cuyos trabajos no estén dentro de las excepciones por ley—, debieron permanecer en sus hogares, sintiéndose en la economía nacional sus efectos. Así mismo, hubo muchos arrestos e imputados por personas que no acataron la cuarentena y/o no justificaron su circulación debidamente según establece el decreto.
- unaEl 4 de mayo, empezó a regir la cuarentena 'inteligente', que vendría siendo oficialmente el Plan de Levantamiento Gradual del Aislamiento Preventivo General, con la apertura de ciertos sectores económicos bajo estrictas medidas sanitarias, divididas en cuatro fases, aunque se trate solo de una apertura a nivel "nacional".
|thumb|De izquierda a derecha y de arriba a abajo el desarrollo del Estado de emergencia: Policía Nacional del Perú bloqueando las calles de la ciudad de Iquitos en el Departamento de Loreto; alrededores del ex terminal Fiori y abastecimiento de agua en un cerro de San Martín de Porres en la Provincia de Lima; Jirón Bolívar de las ciudades de Huaraz y la Plaza de Armas de San Luis, ambos en el Departamento de Áncash, y mirada de Lima metropolitana desde un avión de las Fuerzas Armadas del Perú.]]
Las políticas de confinamiento en Perú por la pandemia de COVID-19, denominada como «aislamiento social obligatorio», fue una medida de contención que fue establecida por el Gobierno peruano el domingo 15 de marzo de 2020 debido al número creciente de casos durante la Pandemia de COVID-19. Esta medida fue anunciada junto con el «Estado de emergencia», que impuso el cierre total de las fronteras y el transporte, entrando en vigor el día lunes 16 de marzo de 2020 desde las 00:00 hrs (UTC-5). La cuarentena obligaba a todos los ciudadanos peruanos y extranjeros a permanecer encerrados en sus hogares o residencias a excepción de situaciones como la adquisición de los bienes de primera necesidad, medicina, emergencia médica y algunos puestos de trabajo. También implicó el cierre de muchos negocios y actividades siendo el trabajo independiente e informal el sector más perjudicado a excepción de los trabajos de servicio público, salud, policía, medios de prensa, bancos y servicios del hogar (energía, agua, gas y telecomunicaciones). Esta medida también causó problemas de adaptación en la sociedad, registrándose una acumulación de 52 mil detenidos hasta el día 7 de abril siendo Lima, Piura y La Libertad los departamentos con más detenidos en el país.
Las protestas contra la cuarentena, toque de queda y aislamiento son manifestaciones, disturbios y saqueos en varias parte del mundo contra las políticas de inmovilización social y sus respectivas consecuencias, tomadas por los gobiernos para frenar la expansión de la pandemia de COVID-19.
Las protestas más significantes se desarrollan en América, y Europa, la mayoría han sido esporádicas, aunque reciben el apoyo de algunos grupos políticos de diferentes ideologías. Además de los grupos vulnerables, las protestas también tienen presente el descontento de sanitarios por la ineficacia de sus respectivos gobiernos para garantizarles seguridad y evitar un colapso en los sistemas de salud.
Sin embargo, si hablamos de una de las consecuencias de la pandemia más impactante ha sido cómo ha afectado psicológicamente más a las mujeres que a los hombres.
Esto se debe a la violencia de género contra las mujeres. El confinamiento en 2020 provocó que las mujeres tuvieran que pasar más tiempo encerradas en un mismo espacio con los maltratadores, además, en estos casos, la violencia se prolonga sin ser interrumpida, por lo que se generaron más conflictos familiares, en los que además en la mayoría de los casos también había niños y niñas presentes. En este sentido, podemos hablar también de otro tipo de violencia durante dicha pandemia, esta se denomina como la ciberviolencia de género, es decir ataques hacia el sexo opuesto a través de internet y de las redes sociales. Durante el confinamiento, se potenció sobre las mujeres y las niñas, la principal causa se debe a que como durante estos meses pasamos muchas más horas encerrados de lo habitual, hacíamos un mayor uso de las redes sociales y con ello este tipo de ataques. Muchas mujeres se vieron obligadas a realizar trabajos sexuales para subsistir. Por lo que se dieron más situaciones de abuso y explotación sexual, incrementando la posibilidad de contagio del virus entre ellas.
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