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Cumbre Iberoamericana



Las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno (en portugués, Conferências Ibero-Americanas de Chefes de Estado e de Governo), (en catalán, Cimera Iberoamericana de caps d'estat i de govern); son las reuniones bienales —iniciadas en 1991, anuales hasta 2014— de los jefes de Estado y Gobierno de los diecinueve países de América y tres de la península ibérica (España, Andorra y Portugal) que mantienen vínculos culturales e históricos, así como económicos, con Iberoamérica.[1]​ Los miembros de pleno derecho que participan en ella son: Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Además de los miembros de pleno derecho existen otros miembros asociados, como Guinea Ecuatorial, que también es miembro de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), o Puerto Rico, que es un Estado libre asociado de los Estados Unidos, y no un estado independiente.

La Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), como órgano permanente de apoyo institucional, técnico y administrativo de la Conferencia Iberoamericana, trabaja en estrecha colaboración con la Secretaría Pro-Tempore en la preparación de cada cumbre.

Las cumbres se iniciaron en 1991 gracias al impulso de España, apoyado por México[2][3]​, con la participación de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En 2001 se sumó Puerto Rico, a través de su secretario de Estado.[4]​ Desde entonces, Puerto Rico ha participado en las cumbres en distintas ocasiones, pero no como miembro de pleno derecho, sino como país asociado. Esto es debido a su estatus de Estado Libre Asociado, el cual le impide una representación como estado independiente en foros internacionales. Participa en la cumbre a través de su gobernador o de su secretario de Estado.

En 2004 se sumó Andorra, en este caso como miembro de pleno derecho, siendo el primer país en incorporarse con tal derecho desde el inicio de las cumbres en 1991. Tuvo su debut en la V Cumbre Iberoamericana celebrada en Salamanca.

Son aquellos países que tienen derecho a asistir a las cumbres y a las reuniones de cancilleres y ministros de la organización en calidad de observadores, pero sin poder de decisión. También en 2009 fueron admitidos Italia y Bélgica.

El año 2010 fue el de mayor ampliación, siendo admitidos Filipinas, Marruecos, Países Bajos y Francia. En 2012 fue aceptada Haití, que ya desde 2004 había solicitado participar y dos países asiáticos como Japón (2013) y Corea del Sur (2016).[5]

Hay otros países que han solicitado participar en las cumbres y todavía no han participado: Timor Oriental solicitó el ingreso en las Cumbres Iberoamericanas en 2001,[6]Haití en 2004,[7]Belice en 2005.[6]​ En 2009 se sumaron Filipinas y Guinea Ecuatorial, como miembros participantes de la cumbre.[8]​ Ambos países solicitaron su ingreso en 2001 y con el tiempo sus participaciones podrían ser reconocidas como pleno derecho.

Hasta la fecha, no se ha concretado la participación de dichos países en las cumbres iberomericanas.

Inicialmente, para participar en la cumbre, los países habían de reconocer como lengua oficial (de iure o de facto) el español o el portugués. Según este criterio, si solicitasen su ingreso en la cumbre, se podría admitir a los países de Mozambique, Angola, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental, así como la región china de Macao, pues todos ellos reconocen el portugués como idioma oficial.

Más adelante se decidió admitir a países donde el español o el portugués fueran la lengua mayoritaria, aunque no sean oficiales. En estos casos, el país debía aceptar el "acervo cultural" iberoamericano.[9]​ El primero fue Andorra en 2004, en el cual la mayoría de la población habla español, si bien el catalán es el único idioma oficial. La posibilidad de ampliar el ingreso a dichos países de mayoría de población lusófona o hispanoparlante que no tuvieran el portugués ni el español como idioma oficial fue reconocida en la XV Cumbre Iberoamericana, cuando se estudió el ingreso de Belice, cuya lengua oficial es el inglés a pesar de ser el español el idioma más extendido.[9]

En 2009, con la participación de Filipinas como miembro asociado, se abre una nueva posibilidad: la de aceptar países donde el español o el portugués, ni son oficiales, ni son mayoritarios. De este modo se podría abrir la puerta al ingreso de otros países con importantes minorías lusófonas e hispanoparlantes, tales como Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Granada, Islas Caimán, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Turcas y Caicos (todos ellos con más de un 40% de hispanoparlantes), Trinidad y Tobago (donde el español tiene un estatus especial y está previsto que sea idioma oficial en 2020), las Islas Marianas como las actuales dependencias de Guam e Islas Marianas del Norte (antiguas posesiones españolas donde tienen el castellano hablado por minorías y también donde se estudia español, además se habla chamorro, variante del español y de idiomas autóctonos hablado por los indígenas), Haití (donde también tienen el español, hablado por minorías significativas), el Sahara Occidental (antigua colonia española, en la que el español es estudiado como cooficial en la región controlada por la RASD).

La Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno está organizada en:

Con anterioridad a la SEGIB, la oficina encargada fue la Secretaría de Cooperación Iberoamericana (SECIB), con sede en Madrid, creada en el 1999 como la encargada de los programas y proyectos de cooperación. Reemplazada por la SEGIB desde 2005. El cargo de secretario de Cooperación Iberoamericana fue ocupado por el mexicano Jorge Alberto Lozoya desde 1999 hasta 2005.

Excepto en las dos primeras cumbres, todas han girado sobre un tema. El país anfitrión propone un tema central para abordarlo en las reuniones de la Cumbre y al finalizar éstas se acuerda una Declaración Política, así como otras declaraciones o comunicados especiales sobre temas puntuales.

A continuación siguen para cada año el título de su declaraciones o en su defecto el del libro oficial:

Los países anfitriones lo hacen a petición propia, y son elegidos por consenso para ocupar la Secretaría Pro Tempore, durante dos años, con el objetivo de organizar y decidir la sede de la futura cumbre.[22]

De los 22 estados que se reúnen durante las Cumbres Iberoamericanas, tan solo tres países no han organizado ninguna cumbre hasta ahora (Ecuador, Honduras y Nicaragua), el resto ha organizado al menos una. España es el país que más veces ha sido organizador de una cumbre (3), mientras que en ciudades, Cartagena de Indias (Colombia) y Panamá han repetido en dos ocasiones como sedes (1994 y 2016; 2000 y 2013 respectivamente).

A continuación se ofrece una lista con las sedes:

Las cumbres son el encuentro de los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros. En el continente americano están la mayoría de integrantes que tienen como forma de gobierno la república presidencialista; en Europa, tres países miembros que presentan tres modelos políticos distintos, tales como, monarquía parlamentaria, república semipresidencialista y principado:

Actualmente son veintidós naciones las que tienen derecho a asistir a las cumbres como miembros de pleno derecho. No obstante, la asistencia ha variado desde 1991, así, las cumbres de 1991, 1994 y 1996 han contado con todos los asistentes, 21 (hasta 2005 en que se incorporó Andorra y pasaron a 22), frente a las de 2011, 2013 y 2016 que han sido la que menos asistentes han tenido, solo 12 miembros.

La evolución de asistencia a las cumbres se puede dividir en una fase de éxito (1991-2003) que, si exceptuamos 1999 con solo 16, contó con 21, 20, 19 y 18 miembros. A partir de la segunda fase (2004-2008), donde se va notando el desgaste del carácter anual y se manifiestan las no asistencias por motivos de confrontación ideológica pero aun así la asistencia sigue manteniéndose alta (entre 19 y 16 asistentes) pero con citas bajas como en 2004 y 2006. Finalmente la tercera etapa (desde 2009) presenta un perfil bajo donde las cumbres no han superado los 16 asistentes (2010) con mínimos de 12 asistentes en 2011, 2013 y 2016.

Las principales causas de este bajón son la poca valoración que se le ha otorgado a estas cumbres desde 2009 frente a otras cumbres regionales e internacionales (Cumbre de las Américas o Cumbres UE-CELAC), los problemas de agenda a la hora de realizar cumbres anuales o la discrepancia política y económica entre los países de corriente bolivariana y los de corriente liberal (ALBA frente a Alianza del Pacífico) [23]​ que se ha agudizado frente a la concertación política de la que se hacía gala en las primeras cumbres[24]​.

Una de las medidas tomadas para fortalecer las cumbres ha sido celebrarlas cada dos años, a partir de la XXIV Cumbre de 2014, última anual, en lugar de cada año como se hacia desde 1991.

Ausencias generales

Las ausencias de cualquier jefe de estado o de gobierno pueden deberse a diversos motivos: conflictos diplomáticos con el país anfitrión, catástrofes naturales, problemas internos que requieren la presencia del gobierno, problemas de agenda o por motivos ideológicos. La ausencia de cualquier jefe de estado o de gobierno suele suplirse con algún miembro del gabinete ministerial, principalmente vicepresidentes (la República Dominicana envió, durante las dolencias de Joaquín Balaguer, a dos vicepresidentes o Argentina que envió a la vicepresidenta Gabriela Michetti[25]​ en la cumbre de 2016) o ministros/cancilleres de relaciones exteriores. Sin embargo en la II Cumbre de Madrid, donde los dos países ausentes (Perú y Venezuela) no enviaron ningún representante o en 2013 durante la XXIII Cumbre de Panamá, los países del ALBA, no enviaron ningún representante para protestar contra la negativa del gobierno panameño de aceptar la presencia de Cuba[26]​.

Esta cumbre también supuso la primera ocasión desde 1991 que no asistió el rey de España Juan Carlos I, que era el único mandatario que había acudido de manera ininterrumpida a todas las cumbres desde el inicio de estas. Este hecho se debió a la recomendación médica, tras una operación de cadera. Aun así, se dirigió a los demás mandatarios, al inicio la reunión, mediante un parlamento previamente grabado en vídeo.[27]

Otra de las ausencias importantes ha sido la de los presidentes de la República de Cuba por motivos políticos. La discrepancia sobre la política cubana del resto de países ha llevado a la ausencia de Fidel Castro desde 2001 a 2008 y de su sucesor Raúl Castro (2008-2018); tampoco ha confirmado su asistencia el actual presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

Destacan las ausencias de los presidentes venezolanos Hugo Chávez (2004, 2006 y desde 2008 a 2012) y Nicolás Maduro desde 2013 por cuestiones de solidaridad con Cuba (Cumbre 2013) o la falta de entendimiento entre las tendencias políticas del continente americano. Su ejemplo fue seguido por otros mandatarios del grupo ALBA como Evo Morales y Daniel Ortega desde 2009, aunque han roto esta tendencia con la asistencia de Evo Morales a la XXVI Cumbre de 2018. En el caso argentino, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no asistió en el periodo desde 2011 a 2014, y su sucesor, Mauricio Macri, aunque de ideología contrapuesta, tampoco ha hecho acto de presencia en las cumbres de 2016 y 2018. Honduras fue vetada como consecuencia del Golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya, así, el gobierno hondureño no pudo asistir a las cumbres de 2009, 2010 y 2011. Finalmente, fue readmitido en la cumbre de 2012.

Desde 1991 han acudido un total de 129 representantes públicos: 113 han sido presidentes, 14 jefes de gobierno de España, Portugal y Andorra, y 2 monarcas españoles. El rey Juan Carlos I es la figura pública que tiene más asistencias como monarca y como representante de un estado miembro, 22 ediciones, faltado solo a la cumbre de 2013, que fue la última como jefe de Estado de España.

Además, en este apartado se pueden consultar de manera detallada todos los jefes de Estado y de Gobierno que han asistido a las cumbres, y en caso de no haberlo hecho los motivos. En la tabla se puede ver, de manera somera, por países la asistencia a las cumbres. A partir de 2014 las cumbres se celebran bienales.

En negrita las cumbres a las que han asistido con el Jefe de Estado y/o Jefe de Gobierno.

A continuación figura una lista del PIB PPA y PBI nominal en millones de dólares, a fecha del 2018, según datos del Fondo Monetario Internacional[33][34]

proyección para 2019

Los datos de los países asociados[39]​ a las cumbres iberoamericanas son:



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