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Daewoo



Daewoo (en hangul 대우) fue un conglomerado empresarial de Corea del Sur.

La empresa fue fundada el 22 de marzo de 1967 por Kim Woo-choong. Gracias a las políticas y ayudas económicas del gobierno de Park Chung-hee se diversificó con rapidez como fabricante de automóviles, barcos y componentes electrónicos. En su mejor época fue el segundo mayor conglomerado (chaebol) del país, por detrás de Hyundai. Su diversificación conllevó un gran endeudamiento, insostenible tras el estallido de la crisis financiera asiática en la década de 1990. Después de declarar la bancarrota en 1999, el ejecutivo de Kim Dae-jung desmanteló el grupo y vendió sus filiales a distintas empresas para evitar un colapso de la economía nacional. Woo-choong huyó de la Justicia y no regresó a Corea hasta 2005, para ser condenado a 10 años de cárcel por fraude contable y evasión de capitales.[1]

La firma más conocida de Daewoo a nivel mundial, su marca de coches, fue rebautizada en 2002 como GM Daewoo, cuando General Motors se hizo con el control. Desapareció en 2011 después de que adquiriesen la última de sus unidades de negocio (Daewoo Motors) y la rebautizaran como GM Korea.[2]​ Aunque algunas compañías siguen llamándose Daewoo, ninguna está hoy vinculada al histórico grupo.

Daewoo fue fundada el 22 de marzo de 1967 por Kim Woo-choong, un joven empresario licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Yonsei de Seúl. Woo-choong puso en marcha una pequeña empresa de textiles compuesta por cinco empleados, para la que solicitó un crédito por valor de 5 millones de wones (9.000 euros al cambio de la época). Sin embargo, Daewoo pudo crecer con rapidez gracias a las políticas económicas del gobierno de Park Chung-hee, quien quería desarrollar un modelo de grandes conglomerados empresariales (chaebol) para reflotar la economía de Corea del Sur.[3]

Gracias a la administración surcoreana, Daewoo se benefició de ayudas públicas y contratos en distintos sectores. En sus primeros años se concentró en el negocio textil, pero en 1973 el gobierno obligó a Daewoo a diversificarse para obtener subvenciones. Una de sus primeras acciones fue adquirir el astillero de Okpo. Desde entonces, la firma se hizo con empresas en bancarrota para rescatarlas a petición de la administración, entrando en negocios tan dispares como la construcción o la industria armamentística.[4]​ A su vez, fue una de las primeras empresas que realizó obras de infraestructuras en Oriente Medio.

En 1978 Daewoo se hizo con el fabricante de automóviles Saehan Motors al que renombró como Daewoo Motors, compitiendo directamente con Hyundai, el otro gran chaebol nacional. Para hacerse un hueco en el mercado, suscribió en 1983 una sociedad mixta con General Motors y empezó a fabricar utilitarios de bajo coste inspirados en otros modelos, como el Daewoo LeMans (Opel Kadett) o el Daewoo Tico (Suzuki Alto).

Gracias a la liberalización de la economía surcoreana inició una expansión internacional de grandes dimensiones, ofreciendo sus servicios de fabricación con bajo coste y mano de obra barata, especialmente en la fabricación de buques mercantiles, barcos y petroleros. Por otra parte, Daewoo Motors llegó hasta Australia y Estados Unidos y se convirtió en el sexto fabricante de coches del mundo después de la caída del Muro de Berlín, al abrir filiales en Europa del Este y Oriente Medio. La confianza en su expansión le llevó en 1992 a comprar la participación de General Motors en la filial automotriz, convirtiéndola en una compañía independiente.

Durante los años 1990 registró un excesivo endeudamiento, fruto de la diversificación y un sistema de integración vertical gestionado como un negocio familiar. La situación no cambió con la llegada de la democracia a Corea del Sur, ya que Kim Woo-choong fue elegido presidente de la Federación de Industrias Coreanas, un consorcio de los principales chaebol, y mantuvo así su influencia. En esa época, Daewoo era el segundo conglomerado del país, con veinte firmas bajo su control y una plantilla de 320.000 empleados en todo el mundo.

En 1997 estalló la crisis financiera asiática, que afectó a las economías de los llamados "cuatro dragones asiáticos", entre ellos Corea del Sur. El presidente del Gobierno, Kim Dae-jung, decretó un paquete de reformas para reducir el déficit, y los créditos bancarios se redujeron cuando el Fondo Monetario Internacional instó a eliminar las garantías cruzadas.[4]​ Daewoo fue una de las empresas que más se endeudó para afrontar su expansión y no podía devolver los créditos que solicitó.[5]

Un año después, el grupo reconoció pérdidas por valor de 369 millones de euros pero, a diferencia de otros conglomerados con problemas económicos como Hyundai o Samsung, continuó comprando empresas y renunció a deshacerse de activos deficitarios. Los problemas financieros del chaebol amenazaron incluso con colapsar la economía de Corea del Sur, ya que representaba entonces el 5% del producto interno bruto y daba trabajo a 150.000 surcoreanos.[4]

El Gobierno de Dae-jung estudió medidas de intervención pero se negó a rescatarla, lo que fue interpretado como una advertencia a otros conglomerados surcoreanos en problemas para que aceleraran sus desinversiones.[5]​ Daewoo llenó el mercado de bonos a corto plazo con un interés de hasta el 30%, pero esta medida fracasó y no pudo reestructurar su deuda. Al final fue desmantelada el 26 de agosto de 1999 y la administración subastó las subsidiarias deficitarias a inversores nacionales e internacionales para compensar a los acreedores.[5]​ Daewoo Motors declaró la bancarrota en 2000 y a los pocos meses General Motors se hizo con su control.[6]

El fundador de Daewoo, Kim Woo-choong, huyó a Francia en noviembre de 1999 para evitar ser juzgado por malversación de caudales y fraude fiscal, al falsear las cuentas del grupo para acceder a nuevos créditos y ocultar su insolvencia. Woo-choong no regresó hasta 2005, siendo condenado a 10 años de cárcel y una multa de 22.000 millones de dólares.[1]​ El 30 de diciembre de 2007, fue amnistiado por el presidente Roh Moo-hyun, en la tradicional concesión de indultos por año nuevo.

Existen varias empresas que conservaron el nombre Daewoo, pero no funcionan de forma cruzada. La más exitosa de ellas es Daewoo Electronics, que fábrica dispositivos electrónicos. También lo mantuvieron la constructora Daewoo Engineering & Construction, el fabricante de buques Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering y la firma de inversión Daewoo International Corporation, escisión de la Daewoo original.

Una de las compañías derivadas del chaebol, Daewoo Logistics, está especializada en la explotación de terrenos y transporte de mercancía. En 2008 anunció la compra de 1,3 millones de hectáreas en Madagascar (aproximadamente el 40% de su territorio) como medida de seguridad alimentaria para biocarburante, cultivo de aceite de palma y maíz.[7]​ Dicho acuerdo fue cancelado un año después por el presidente Andry Rajoelina, en su primera medida como nuevo mandatario malgache.[8]

En cuanto a Daewoo Motors, General Motors la convirtió en GM Daewoo e inició un cambio de denominación de la marca en distintos continentes. Desde enero de 2005, todos los modelos de Daewoo en Europa (hasta su desaparición en 2015) y en Oriente Medio pasaron a ser de Chevrolet, mientras que en Oceanía se convirtieron en Holden.[9]​ Solo Corea del Sur y Vietnam conservaron durante un tiempo la marca Daewoo, aunque finalmente también acabaron por cambiar su denominación a Chevrolet. Por su parte, Tata Motors adquirió la división de camiones pesados y Young An, propiedad del empresario surcoreano Baik Sung-Hak, tomó la de autobuses Daewoo Bus Corporation.

Kim Woo-choong, al igual que otros empresarios como Chung Ju-yung (Hyundai) y Lee Byung-chul (Samsung), se benefició de las políticas económicas de los gobiernos autoritarios de Park Chung-hee y Chun Doo-hwan, que otorgaron grandes subvenciones y ayudas a las compañías surcoreanas a cambio de que diversificaran su negocio en distintos sectores. Para sacarle el mayor partido, Daewoo desarrolló una estructura centralizada (más tarde copiada por otros chaebol) y puso a familiares al cargo de sus subsidiarias. Kim Woo-choong dirigió Daewoo desde su fundación hasta su desmantelamiento.[4]

Daewoo multiplicó su capital gracias a la diversificación, los contratos de construcción de infraestructuras y su capacidad para atraer inversores, utilizando como argumento el gran crecimiento de la economía surcoreana que tuvo lugar hasta la crisis financiera asiática de 1997. A su vez, estableció sociedades mixtas con multinacionales, siendo la más conocida de ellas Daewoo Motors (por General Motors). Esto le permitió expandirse internacionalmente con más rapidez que otros chaebol, con productos de menor coste en los mercados europeos y americanos.

En el ámbito laboral, Daewoo utilizaba mano de obra barata con sueldos bajos, y durante años se aprovechó de la falta de libertades civiles en Corea del Sur finales de la década de 1980. Después de que dos trabajadores se suicidaran en 1987, fue una de las primeras en desarrollar un programa de relaciones laborales entre dirección y empleados. Algunos directivos trabajarían en la producción en cadena para conocer las condiciones laborales de sus trabajadores, mientras que se implementó un sistema de ascensos en función del trabajo y preparación. A pesar de ello, el control total continuó en manos de la familia Kim.

El crecimiento de Daewoo, especialmente a partir de los años 1980, fue un arma de doble filo porque requería un gran endeudamiento. El Gobierno intervino la economía a favor de los chaebol con medidas proteccionistas, créditos baratos y fuertes subvenciones. A cambio, las compañías tenían que asumir cualquier encargo público a la hora de invertir, sin importar la rentabilidad. En el caso de Daewoo, la administración le obligó a rescatar compañías en bancarrota y controló la producción sobre la base de las necesidades del país. La liberalización del mercado y la expansión internacional multiplicaron las deudas de Daewoo, que no se adaptó a los nuevos tiempos.

Con la llegada de la democracia se reconoció la libertad de expresión y reunión, los costes laborales aumentaron y la empresa vivió sus primeras huelgas por la mejora de las condiciones laborales. Las protestas fueron especialmente duras en los astilleros, uno de sus sectores más rentables y que generó pérdidas en los años 1990. Por otra parte, la percepción entre los consumidores de que los productos surcoreanos eran de muy mala calidad creció, y las ventas de Daewoo en el extranjero se resintieron.[4]

A pesar de no contar ya con una economía dirigida, Daewoo siguió diversificando su negocio y se valió de su influencia política para mantenerse. Así, Woo-chung fue acusado de financiar ilegalmente la campaña del presidente Roh Tae-woo, a cambio de un contrato para construir una base submarina. Tras el estallido de la crisis financiera asiática de 1997 se terminó la permisividad del gobierno, toda vez que la bancarrota de Daewoo amenazaba la economía de Corea del Sur.[4]



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