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Dariya



Afroasiática
  Semítica
    Sem. Occidental
      Árabe
        Magrebí

El árabe marroquí (لهجة مغربية láhŷa maghribiya), también llamado magrebí o dáriya (دارجة), es la lengua procedente del conjunto de variedades del árabe dialectal habladas en Marruecos, y que presentan multitud de rasgos comunes con las modalidades habladas en Argelia, Túnez y algunas zonas de Libia. Se trata de una lengua oral con numerosos grupos de variedades dialectales mutuamente inteligibles procedentes de la lengua árabe, y que se extiende desde la zona más occidental de Libia.

El magrebí también es la lengua de una parte de la población de origen magrebí de la ciudad de Ceuta, cuyos hablantes emplean una variante denominada «árabe ceutí», por el profesor titular del área de estudios árabes e islámicos y jefe del departamento de árabe de la UAM, Francisco Moscoso, y la Coalición Caballas.[2]​ Otros autores como A. Giménez Reíllo (Abu Ilyás), profesor y traductor jurado de árabe lo defiende como «dariya de Ceuta».[3]

El magrebí constituye la lengua materna de la mayoría de la población de todo el Magreb, lo que incluye a Marruecos, Argelia, Túnez y parte de Libia. Es un idioma que posibilita el comercio, los viajes y la comunicación que raramente se escribe y aunque existen varias propuestas de filólogos como Abderrahim Youssi no tiene una ortografía estandarizada oficialmente reconocida por el Estado marroquí.

Dentro del magrebí que abarca a todo el África noroccidental cabe distinguir varios dialectos o variedades como: el marroquí propiamente dicho, el argelino, el tunecino y el libio que presentan características propias, pero resultan mutuamente intelegibles y en general comparten la mayoría de los rasgos lingüísticos permitiendo una comunicación fluida. También el idioma maltés pertenece a la rama magrebí del árabe.

Aunque a primera vista, la mayor diferencia entre el magrebí y el árabe moderno estándar reside en la pronunciación del magrebí y su particular escasez de vocales, también pueden encontrarse grandes diferencias tanto en la gramática, la sintaxis y por supuesto el vocabulario de manera que algunos intelectuales y activistas políticos insisten en afirmar la condición de lengua independiente del magrebí o dariya tales como Mourad Alani, escritor, profesor universitario, ensayista y traductor de francés y alemán; Noureddine Ayouch, publicista experto en medios de comunicación y miembro de la Fundación Sakoura, el ensayista Fouad Laroui autor de "Le drame lingüistique marrocain" sobre la situación lingüística de Marruecos, publicado en 2011.

El magrebí o marroquí se conoce en Marruecos como dariya, palabra que significa “dialecto” para diferenciarlo del árabe estándar o del árabe clásico. No tiene rango oficial en ningún país, pero se emplea cotidianamente no solo en la calle sino también en todos los medios de comunicación marroquíes, y en la Administración oralmente en todos los niveles y el gobierno, excepto en intervenciones públicas muy formales u ocasiones especialmente solemnes.

Existe una amplia cultura popular en dariya, sobre todo en forma de poesía y canciones, pero es raramente recogida por escrito. Aunque muchos autores modernos introducen diálogos en magrebí en sus obras redactadas en fus'a o mezclan las dos variedades linguísticas, no existe una literatura escrita magrebí propiamente dicha. Una excepción son obras de teatro que se publican mayoritariamente en árabe marroquí. De esta situación resulta que algunos novelistas marroquíes y argelinos, al no querer hacer uso del habla coloquial no formalizada y sentirse ajenos al árabe moderno estándar, se decantan por el francés como lengua de expresión literaria y artística. Además, la elección del idoma de escritura es fuertemente influenciada por las biografías escolares de los autores y la(s) lengua(s) de instrucción respectiva(s).

Aparte de Ajbar Bladi, un periódico quincenal de Tánger, solo la revista marroquí Nichane utilizaba en la década de 2000 el magrebí en parte de sus artículos, aunque primordialmente en titulares y textos breves. El cine marroquí, por otra parte, se rueda casi siempre en dariya —cuando no emplea el tamazigh— y deben de existir numerosos guiones con diálogos escritos en este idioma.

Una estimación muy somera de los hablantes nativos del magrebí o dariya arroja unos quince millones en Marruecos, unos treinta millones en Argelia, diez millones en Túnez y quizás dos millones en Libia, en total unas sesenta millones de personas. A ellos se añaden otros diez millones en Marruecos y cinco en Argelia cuya lengua materna es el tamazigh pero que emplean en magrebí con frecuencia en la vida diaria. Lo cual convierten al marroquí en una importante lengua de comunicación transnacional en el norte de África que a pesar de su potencial no ha recibido aún un reconocimiento oficial explícito que la diferencie de la lengua árabe clásica o del árabe estándar.

Las principales diferencias de pronunciación frente al árabe clásico consisten en la desaparición de muchas vocales y el cambio de lugar de otras. Así, bahr azraq (mar azul) se convertiría en bhar zraq. La falta de vocales es uno de los rasgos que más dificulta la comprensión de este idioma a los arabófonos orientales que solo hablan la variante árabe levantina o fus'ha.

En conjunto, la pronunciación de las consonantes de esta lengua no está tan alejada del fus·ha como en algunas otras lenguas árabes, ya que se mantiene la distinción entre sordas y sonoras. Sin embargo, varias letras se pronuncian igual o se confunden.

ت (t) y ث (th) siempre se pronuncian como una simple t – ت – (o siempre como un th, es decir ce, ث en la franja norte del país).

ض (d’) y ظ (z’) se pronuncian igual, como una d velarizada, pero no como en fus·ha. ج (y) y ز (z) se acercan en la pronunciación y se confunden en algunas palabras, tipo yuy (dos, un par), en lugar de zuy. ق (q) suena a menudo como g, pero en el norte del país se mantiene su pronunciación uvular y en ciudades como Fez, Tetuán y Alcazarquivir suena como una oclusiva glotal (exactamente igual que en el dialecto egipcio o levantino urbano)

La gramática del magrebí es netamente distinta de la del árabe clásico. En la conjugación verbal no se usa el dual y se acortan todas las terminaciones del plural: tktebú en lugar de taktubuna (escribís) y se utiliza la forma del plural para la primera persona del singular: nkteb (yo escribo) en lugar de aktub. La negación se forma enmarcando el verbo negado entre el prefijo ma- y el sufijo -sh (kein: hay; makeinsh: no hay).

Otro rasgo importante es la asimilación de un amplio número de términos procedentes de otros idiomas. En Marruecos, estas palabras provienen sobre todo del español —semana, ruina, mákina, posta, cuzina, shilia, cucharra, lejiya, chicharro, nevera, mis-sa—, del francés —tamobil (automóvil), otel (hotel) y numerosos términos administrativos y técnicos— y del amazigh —nutfía (aljibe), mush (gato), sarut/swaret (llave/s), bra (carta), jezzo (zanahoria)—. También hay palabras de formación propia: b'leti (espera), deba (ahora), etc, cuyo origen a veces es difícil de rastrear. Las palabras de origen extranjero se sujetan a las reglas de flexión árabes; así, el plural de kar (autobús) es kiran, el de mákina, mwakin. Este proceso de asimilación de palabras nuevas —últimamente también del inglés y del árabe clásico— es continuo.

El marroquí como dialecto particular del idioma magrebí es el resultado de la evolución del árabe coloquial en Marruecos. Su núcleo original procede de la mezcla de dos variedades diacrónicas de la lengua árabe. Una primera variedad importada por los conquistadores árabes en el siglo VII.

La lengua marroquí se desarrolló sobre un fuerte sustrato bereber, que ha dejado una impronta visible en el vocabulario, la fonética y la gramática marroquí. Es también palpable la influencia del árabe andalusí y, ya en época moderna, del francés y, en menor medida y sobre todo en las variedades norteñas, del español. A diferencia de otras lenguas árabes, el árabe marroquí no tiene apenas influencias del turco, ya que Marruecos no perteneció nunca al Imperio otomano.

Según las teorías de especialistas en el tema como Abdou Elimam, el origen de este idioma se remontaría a más de 3000 años de historia, tratándose en realidad de una evolución de la lengua púnica hablada por los cartagineses bajo influencia bereber, una lengua semítica que tras la invasión árabe se vería fuertemente arabizada hasta quedar prácticamente asimilada a la lengua de los conquistadores, pero manteniendo su propia personalidad.[cita requerida]

Existe una situación de diglosia entre la lengua marroquí que predomina en la comunicación oral, la publicidad, y en medios de comunicación informales como Internet, las redes sociales y la mensajería de móvil, y el árabe estándar moderno predominante en los medios escritos formales como la prensa, la administración o la literatura. Ambas lenguas poseen diferencias comparables a la que podrían existir entre las lenguas románicas modernas y el latín vulgar de la antiguidad tardía.

El árabe moderno estándar constituye un vehículo de comunicación oficial entre las naciones árabes, pero casi nunca es utilizado en ocasiones de comunicación interárabes y espontáneas, en las cuales se recurre a los dialectos nativos que son más o menos mutuamente inteligibles según la distancia geográfica y la notoriedad de la que gozan en los medios de comunicación panárabes.

Entre el año 2013 y 2015 se produjo un intenso debate en la sociedad, la política y los medios de comunicación marroquíes a raíz de la propuesta de una reforma educativa para luchar contra las graves tasas de fracaso escolar en la que entre otras medidas, se planteaba la necesidad de incluir el estudio del dariya o magrebí como lengua de enseñanza en las primeras etapas educativas en tanto que constituye la verdadera lengua materna de la mayoría de la población, medida que fue fuertemente contestada por parte de los sectores y partidos políticos más conservadores de la sociedad marroquí, y que finalmente fue rechazada.

Sin estatus ni protección oficial en ningún país del Magreb, es reconocida sin embargo, como una de las "lenguas minoritarias" de Francia bajo el apelativo de "arabe maghrébin" (árabe magrebí), y aparece recogido como tal en la Carta Europea de las lenguas regionales (Charte européenne des langues régionales et minoritaires” del Consejo Europeo; B. Cerquiglini).

Pese a todos estos obstáculos para su reconocimiento, el dariya o marroquí cuenta ya con una versión propia en Wikipedia que cuenta ya con numerosas aportaciones: https://ary.wikipedia.org/info/%D8%A7%D9%84%D8%B5%D9%81%D8%AD%D8%A9_%D8%A7%D9%84%D9%84%D9%91%D9%88%D9%84%D8%A7

En Ceuta (ciudad autónoma de España), la coalición Caballas propuso la creación de una "Academia del Árabe Ceutí", que lingüísticamente hablando sería idéntico al dariya o árabe magregí, así como su cooficialidad.[4]​ Sobre su oficialización existe un debate entre sí es conveniente o no para superar el fracaso escolar, destacando como posición en contra el profesor e intérprete jurado de árabe A. Giménez Reíllo (Abu Ilyás).[5]​ Por el contrario el profesor Francisco Moscoso defiende la oficialidad del dariya en el sistema educativo ceutí.[6]


Siendo un habla periférica del contínuum dialectal que forman las variedades linguísticas neoárabes, el árabe marroquí difiere de otras variedades coloquiales o lenguas procedentes del árabe de manera sustancial y es difícilmente inteligible con ellas, excepto con aquellas variedades más cercanas habladas en los otros países y regiones del Magreb. Ha integrado un gran número de palabras de las lenguas bereberes, el español y finalmente el francés.

El árabe marroquí carece de un sistema de ortografía reglado o normalizado, no obstante en el ámbito de Internet, las redes sociales y la mensajería de los móviles suele emplear el alfabeto latino con el uso de algunos números o combinaciones de letras para transcribir algunos sonidos característicos como:

A pesar de no contar con un sistema ortográfico reglado el dariya es ya una lengua literaria en la que se han escrito multitud de obras con autores de reconocido prestigio como Youssef Amine Elalamy autor de multitud de numerosas obras en esta lengua. También existen un buen número de traducciones al dariya entre las que destaca "El Principito" o "Amir saghir".

El inventario consonántico del árabe marroquí está formado por los siguientes fonemas:[7]

Los fonemas vocálicos son tres vocales largas /i, a, u/ y tres vocales breves /ĕ, ă, ŏ/. La vocal /i/ usualmente suena [i] pero en contacto con las consonantes /x, ɣ, q, ħ, ʕ/ se abre en [e]. Similarmente /u/ suena usualmente [u], en contacto con /q/ suena [o] y en contacto con /x, ɣ, q, ħ, ʕ/ suena [ʊ]. La vocal /a/ suena usualmente como [æ], junto a las uvulares o farignales como [a] y junto a las enfáticas como [ɑ]. El siguiente cuadro resume el inventario de fonemas vocálicos y sus alófonos:

Existen diversos sistemas de transcripción/transliteración de estos fonemas:

Históricamente muchas palabras del árabe clásico experimentaron síncopa o apócope de las vocales breve, y por esta razón muchas palabras presentan grupos consonánticos complicados en posición inicial y media formados por dos o tres consonantes:

Ciertos procesos de sufijación o prefijación requieren una vocal epéntica /e/ lo cual complica la regularidad de la morfología.

El árabe marroquí es una lengua flexiva, sintética y esencialmente fusionante, que hace un uso extensivo de la prefijación, la sufijación y la infijación. La flexión se realiza mediante los tres procedimientos.

La conjugación verbal se basa más en aspecto gramatical que el tiempo gramatical propiamente dicho. Así las formas verbales conjugadas según persona formas de imperativo, imperfecto (usadas para el presente y futuro) y perfecto (usualmente para el pasado):

e'

Las marcas de persona sujeto dependen de las tres clases de formas mencionadas anteriormente. En las formas de perfecto la marca de persona es un sufijo, en las de imperfecto es un prefijo (a veces con un sufijo complementario), mientras que las formas de imperativo sólo se refieren a la segunda persona y no llevan marca de persona explícita. El siguiente cuadro resume las marcas de persona, género y número que concuerdan con el sujeto:

El siguiente cuadro resume las formas finitas del verbo kteb 'escribir':

El pronombre personal tiene formas tónicas y átonas. Las formas tónicas o independientes se usan como pronombre sujeto enfático, mientras que las formas átonas o clíticas se usan para expresar posesivos, objeto directo u objeto indirecto, que aparecen como clíticos de otras palabras.

Ejemplos:

El artículo demostrativo en árabe marroquí fonológicamente es un clítico /l-/, aunque debe tenerse presente que se asimila fácilmente a la siguiente consontante, en concreto ante una de las consonantes coronales /t, d, s, z, l, r; n; š, ž; ḍ, ṭ, ṣ, ẓ, ḷ, ṛ/ su forma cambia a t-, d-, s-, z-, l-, r-; n-; š-, ž-; ḍ-, ṭ-, ṣ-, ẓ-, ḷ-, ṛ- volviéndose idéntico a la consonante inicial.

En árabe marroquí existen dos tipos de artículo indefinido. El artículo indefinido potencial tiene una única forma invariante para masculino y femenino: ši- equivale a 'algún/alguna/algunos/algunas' + el nombre en singular o plural:

El artículo indefinido de cantidad se usa el numeral waḥed 'uno/una' más el artículo definido:

En cuanto a los demostrativos hay tres grados de deixis:

Nombres y adjetivos cambian su forma de acuerdo a la flexión de género y número. Los nombres y adjetivos pueden ser masculinos o femeninos, y singulares, duales o plurales (algunos autores consideran aparte las formas unitaria y colectiva como "números diferentes" aunque si bien son morfológicamente diferentes sintácticamente requieren concordancias de singular o plural).

Generalmente y en esto coincide con el castellano, la mayor parte de los substantivos y adjetivos (incluidos los participios) forman el femenino sufijando -a a la forma de masculino. Ejemplos:

Sin embargo, al igual que sucede en español no todos las substantivos acabados en -a son palabras femeninas, también hay nombres masculinos acabados an -a, Ejemplos:

Hay dos tipos principales de formar el plural: a) por adición de sufijos; b) por transformación interna de la palabra (plurales fractos):

Algunos ejemplos de formación de plurales masculinos son los siguientes:

El plural de la mayor parte de nombres femeninos se forma por sufijación. Los femeninos acabados en -a forman el plural en -at aunque existen algunas formas adicionales si de hacer el plural para femninos no acabados en -a.


3.2.5 Estos nombres colectivos tienen un correspondiente nombre unitario acabado en "-a".

3.2.5 Dual: el árabe marroquí ha conservado restos de dual del árabe clásico -(a)in, en diversos nombres de medidas y objetos que aparecen casi siempre en pares. Ejemplos:

3.2.6 Caso especial para los adjetivos: Es frecuente utilizar para el femenino plural el plural masculino.

3.3 Indeterminación / Determinación

3.3.2 La Determinación se expresa de las siguientes formas:

a) con ayuda del artículo "l" que equivale a el/+ el nombre en singular; El artículo se asimila a la consonante inicial del nombre cuando ésta es sh, d, n, r, s, t, y, z (las llamadas letras solares). Ejemplos:

b) con ayuda del un complemento del nombre. Ejemplos:


El árabe marroquí es una lengua de núcleo inicial, el determinante precede al nombre, el verbo usualmente precede al objeto, el verbo precede al objeto, la preposición precede al sintagma nominal, etc. Además tiene numerosas concordancias, de género y número dentro del sintagma nominal y el sintagma determinante. De número, persona y género entre el sujeto y el verbo.

Estas palabras pueden haber venido por medio del árabe andalusí y por el castellano traído por los moriscos cuando fueron expulsados de España tras la Reconquista o pueden haberse incorporado en el tiempo del Protectorado (1912-1956).



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