x
1

David Foster Wallace



David Foster Wallace (Ithaca, 21 de febrero de 1962-Claremont, 12 de septiembre de 2008) fue un profesor y escritor estadounidense,[4][5]​ reconocido por su novela La broma infinita,[6][7]​ considerada por la revista Time como una de las 100 mejores novelas en lengua inglesa del período comprendido entre 1923 y 2006,[8]​ así como una de las novelas más importantes del siglo XX.[9]​ Asimismo, su novela póstuma, El rey pálido, fue finalista del Premio Pulitzer a Obras Literarias de Ficción en 2012.[10]

David Foster Wallace nació el 21 de febrero de 1962 en Ithaca, estado de Nueva York, Estados Unidos.[11]​ Fue hijo de James Donald Wallace y de Sally Foster Wallace, profesores universitarios de Filosofía y Literatura respectivamente.[11]​ Cuando Foster Wallace tenía solo seis meses, él y su familia se trasladaron a la localidad de Champaign, Illinois, en donde pasó su infancia y juventud temprana. En su adolescencia, Foster Wallace se interesó por el tenis, destacando en la práctica de este deporte.[11][12]

Wallace estudió en la universidad privada Amherst College, en donde se licenció en Inglés y Filosofía, especializándose en Lógica Modal y Matemática. Su tesis doctoral, El «fatalismo» de Richard Taylor y la semántica de modalidad física, que fue publicada de manera póstuma en The New York Times en 2008,[13]​ recibió el Premio Gail Kennedy Memorial.[14]​ Su otra tesis, más tarde se convertiría en su primera novela: La escoba del sistema.[15]​ Foster Wallace recibió dos summa cum laude por ambas tesis en 1985.[12]​ En 1987 se licenció en escritura creativa en la Universidad de Arizona.[16]

La primera novela de Foster Wallace, La escoba del sistema, fue publicada en 1987 y tuvo una gran acogida por parte de la crítica. Caryn James para The New York Times la llamó «una extravagancia maníaca, humana e imperfecta heredada directamente de The Franchiser de Stanley Elkin, de V. de Thomas Pynchon y de El mundo según Garp de John Irving».[17]​ Foster Wallace, entonces, se trasladó a Boston para ir a la Universidad de Harvard, pero la abandonó. En 1991 comenzó a dar clases de literatura como profesor adjunto en la facultad Emerson College, de Boston. En 1992, a petición de su colega Steven Moore, Foster Wallace consiguió un puesto de trabajo en el departamento de inglés de la Universidad Estatal de Illinois.

Su éxito definitivo, reconocimiento y consagración como escritor llegó con su segunda novela, La broma infinita, la cual se publicó en 1996;[6][7]​ una novela de más de mil páginas con varias centenares de notas al pie,[6]​ algunas muy largas y con propias notas al pie, ambientada en un futuro en el que las grandes corporaciones patrocinan y dan nombre a los años.[7]​ La revista Time la consideró una de las mejores cien novelas publicadas en inglés desde 1923,[8]​ y es considerada una de las novelas más importantes del siglo XX.[9]

En 1997 Wallace recibió la Beca MacArthur, así como el Premio Aga Khan para la Ficción, que le fue concedido por los editores de The Paris Review por un cuento de su libro Entrevistas breves con hombres repulsivos, de 1999.[18]​ Además, fue galardonado con otros numerosos premios, entre ellos el Premio Whiting Writers, el QPB Joe Savago New Voices y el Premio O. Henry. Foster Wallace entonces trabajaba impartiendo un taller literario en el centro universitario Pomona College, cerca de su hogar en el estado de California.

Los cuentos cortos, reportajes, entrevistas y obras de ficción de Wallace fueron publicados en revistas de todo tipo, incluyendo Might Magazine, GQ, The New Yorker, Rolling Stone, Harper's Bazaar, Playboy, The Paris Review, Harper's Magazine, Mid-American Review, Conjunctions, Esquire, Open City Magazine, Timothy McSweeney's Quarterly Concern y Science.

Foster Wallace se suicidó ahorcándose el 12 de septiembre de 2008, en su hogar.[19]​ En una entrevista con The New York Times, el padre de Wallace informó que su hijo sufría de depresión desde hacía más de 20 años y que se encontraba con medicación antidepresiva.[20]​ Cuando Wallace experimentó graves efectos secundarios a raíz de los medicamentos, intentó abandonar su antidepresivo principal, la fenelzina,[21]​ siguiendo el consejo de su médico en junio de 2007, por lo que su depresión regresó.[20]​ Wallace recibió otros tratamientos, incluyendo terapia electroconvulsiva pero cuando regresó a la fenelzina, se encontró con que esta había perdido su eficacia, por lo que su depresión se agravó meses antes de su muerte.[20][21]

Numerosas reuniones se celebraron en honor a Wallace después de su muerte, incluyendo servicios fúnebres en la Pomona College, la Amherst College, la Universidad de Arizona y la Universidad de Nueva York (esta última reunión con oradores, incluyendo a su hermana, su agente, el editor de sus dos primeros libros, el editor de Harper's Magazine, el editor de La broma infinita y de las obras posteriores de Wallace y su editora de ficción para The New Yorker, además de autores como Don DeLillo, Zadie Smith, George Saunders, Mark Costello, Donald Antrim y Jonathan Franzen).[22]

Una novela inacabada de Wallace, El rey pálido, fue publicada de manera póstuma en 2011. En 2013, el escritor D.T. Max escribió la biografía de Wallace, titulada Todas las historias de amor son historias de fantasmas.[23]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre David Foster Wallace (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!