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Duhaldismo



Eduardo Alberto Duhalde (Lomas de Zamora, 5 de octubre de 1941) es un abogado y político argentino. Ocupó la vicepresidencia de la Nación durante el primer mandato de Carlos Saúl Menem, aunque renunció a este cargo para asumir como gobernador de la provincia de Buenos Aires; y entre 2002 y 2003 fue presidente interino de la Nación Argentina por aplicación de la Ley de Acefalía. Candidato en las elecciones presidenciales de Argentina de 2011, obtuvo el 5,86 % de los votos emitidos.[4]​ Está casado con Chiche Duhalde, quien también participó activamente en política y fue elegida diputada y senadora por la provincia de Buenos Aires.

Hijo de don Tomás Duhalde Gorostegui (1907-1977) y de doña María Esther Maldonado Aguirre (1913-2004), Duhalde militó desde temprana edad en el Partido Justicialista. Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1970.

En 1974 fue elegido concejal de Lomas de Zamora y por acefalía terminaría siendo Intendente de su ciudad natal, luego de que las presiones de la Unión Obrera Metalúrgica (Sindicato argentino) terminaran con la baja de la intendencia del por entonces Intendente de la ciudad, Pedro Pablo Turner, apoyado por la Juventud Peronista. Bandas armadas presionaron a otros dos Concejales para que renunciaran al puesto, mientras la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) llegaba a Lomas de Zamora para asesinar a Turner y a sus partidarios de la Juventud Peronista, fuertes en la universidad local y en algunos barrios. Durante la intendencia de Duhalde, la Triple A y comandos de la policía provincial llevaron a cabo varios asesinatos y secuestros, entre ellos la masacre de Pasco. Duhalde fue depuesto por el golpe de Estado de 1976.[5]

En 1983 por el retorno democrático fue elegido intendente de Lomas de Zamora para el período 1983-1987.[5]​ Al terminar su mandato como intendente fue elegido diputado nacional (1987-1989).

En 1989 participó de las elecciones presidenciales, acompañando como candidato a vicepresidente a Carlos Menem, imponiéndose a la postre sobre la fórmula de la Unión Cívica Radical, Eduardo Angeloz-Juan Manuel Casella. Dos años después renunció a la vicepresidencia[6]​ y se postuló como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.[7]

Su gobierno en la provincia tendría un gran apoyo popular, reflejado en victorias holgadas en varias de las elecciones provinciales posteriores en las cuales la provincia se convertiría en un importante sustento electoral de las victorias nacionales del peronismo.

La gestión de Duhalde en la provincia vio un gran aumento en la construcción e inauguración de edificios, establecimientos y obras públicas consecuencia de una distribución de los fondos de la Coparticipación Federal bastante generosa para con la provincia de Buenos Aires.

Dado que la constitución provincial no contemplaba la posibilidad de la reelección, realizó una reforma constitucional en 1994, al tiempo que se reformaba también la nacional. Los principales partidos opositores de entonces, la Unión Cívica Radical, el Frente Grande y el MODIN, unieron a sus constituyentes en un bloque conjunto para impedir que se oficializara la cláusula reeleccionaria. Pero inesperadamente, el Modín desertó a sus aliados y le dio a Duhalde el apoyo que necesitaba para aprobar el cambio, el cual se sometió sin embargo a un plebiscito que decidiría si se permitiría o no la reelección. El duhaldismo se impuso tanto en la aprobación del "Sí" de dicho plebiscito como en las elecciones de gobernador que tuvieron lugar en 1995 por amplia mayoría.

En 1998 fue uno de las organizadores, junto a Cristina Fernández de Kirchner, Néstor Kirchner y Alberto Fernández, del Grupo Calafate, un think tank peronista que tuvo como fin generar una alternativa crítica del menemismo, que desempeñó un papel importante en las campañas electorales de Duhalde en 1999 y Kirchner en 2003.[8][9]

Fue derrotado por Fernando de la Rúa en las elecciones presidenciales de 1999 tras obtener el 38,27 % de los sufragios, frente al 48,37 % de su opositor.[10]

En octubre de 2001 Duhalde había sido elegido senador nacional por amplio margen. Luego accedió a la presidencia durante la crisis subsiguiente a la renuncia de De la Rúa, en el marco de la crisis económica, social y política que tuvo su clímax cuando el ministro de Economía Domingo Cavallo instauró el corralito. Duhalde es acusado de ser promotor y fogonero de los saqueos a comercios y supermercados en la crisis que llevaría a la renuncia del presidente radical Fernando De la Rúa;[11]​ él por su parte hace responsable de los mismos a piqueteros y partidos de izquierda.

El 2 de enero de 2002 Duhalde fue elegido presidente de la Nación Argentina por la Asamblea Legislativa. Esa decisión fue tomada a través de un amplio consenso en el peronismo y la oposición para que Duhalde condujera el país, sumido en la confusión de una crisis terminal, en el ínterin preelectoral. Duhalde fue investido por los diputados y senadores con 262 votos a favor, 21 en contra y 18 abstenciones, y con mandato hasta el 10 de diciembre de 2003, esto es, hasta agotar el ejercicio cuatrienal para el que había sido elegido De la Rúa. No habría, por tanto, comicios anticipados, siendo la opinión mayoritaria de los legisladores que lo que urgía era obtener un Ejecutivo estable con el máximo apoyo partidista

Duhalde ―que en vísperas de la asunción presidencial había expresado su temor a que se produjera una "guerra civil" en Argentina― empezó por reconocer que el país estaba "quebrado" y "fundido", y anunció un Gobierno de unidad nacional con la triple misión de "reconstruir la autoridad política e institucional, garantizar la paz social y sentar las bases para el cambio del modelo económico y social".[12]

Entre las medidas de su gobierno interino se destacan la búsqueda de la pacificación del país a través de instrumentos como el Diálogo Argentino, de distintas medidas económicas tendientes a la reactivación de una economía argentina que venía de sufrir varios años de recesión: devaluación de la moneda, que dio fin a la Ley de Convertibilidad,[13]​ la pesificación forzada de los depósitos bancarios en moneda extranjera, y una serie de medidas sociales tendientes a atenuar los efectos de una economía recesiva que había incrementado la pobreza e indigencia hasta índices nunca vistos antes en la Argentina.

Su plan económico productivista permitió que la economía argentina cambiara radicalmente, sobre todo a partir del segundo semestre del 2002. Ya en el arranque de 2003 los efectos positivos del cambio de rumbo económico impulsado por Duhalde y gestionado por Roberto Lavagna ya estaban haciéndose notar. La actividad económica resurgía gracias a que el peso devaluado estaba espoleando el comercio exportador y la producción industrial local en detrimento de las importaciones de bienes, de manera que la caída registrada en 2002 del 10,9 % del PIB, dio paso a un crecimiento del 5 % en el primer trimestre de 2003.

En 1999 el candidato a Presidente, Eduardo Duhalde, postuló a Jorge Remes Lenicov, como su candidato a Ministro de Economía, en caso de ganar las elecciones.[14]​ Durante su campaña Duhalde enfatizó que la solución no era ajustar más la economía sino aumentar la producción, criticando así las medidas de austeridad impulsadas desde el FMI y la política económica seguida por el presidente Carlos Menem durante su segundo Gobierno. Según él, en 1996 el Presidente tendría que haber cambiado el "modelo" económico (salir de la convertibilidad), ya que el problema no era la hiperinflación como en 1989, sino el desempleo y la depresión.[15]​ Finalmente triunfó en las elecciones el candidato opositor Fernando De la Rúa.

Al sobrevenir la crisis de diciembre, Eduardo Duhalde asumió la presidencia de la Nación el 1 de enero de 2002 y Jorge Remes aceptó el cargo de ministro de economía, asumiendo dos días después. La situación económica heredada en ese momento estaba descontrolada, con los bancos cerrados, las cuentas bancarias en el llamado corralito, declarado por el gobierno de Fernando De la Rúa el default declarado oficialmente y el malestar social expresado en miles de manifestaciones populares en todo el país.

Sin posibilidad matemática de mantener la paridad cambiaría debido al muy fuerte retraso cambiario, el nuevo gobierno decidió derogar la Ley de Convertibilidad y pesificar la economía. Otras medidas adoptadas fueron la pesificación y reprogramación de los depósitos en dólares según la ecuación 1 dólar = 1,40 pesos más la actualización (CER). Los ahorristas en dólares dijeron que se perjudicaban, ya que se esperaba que la tasa cambiaria excediera ese valor. Sin embargo, en 2004, la Corte Suprema de Justicia avaló la medida declarando que los ahorristas no perdieron poder adquisitivo y posibilitó que todos los endeudados en dólares (estado, empresas, familias y PyMES) pudieran pagar sus deudas.[16]

En abril de 2002, Lavagna fue designado Ministro de Economía y Producción por el presidente interino Eduardo Duhalde, en reemplazo de Jorge Remes Lenicov. Fue reconfirmado en esta cartera por el sucesor de Duhalde, Néstor Kirchner, cuando este tomó posesión del cargo el 25 de mayo de 2003.

Como Ministro de Economía impulsó la recuperación económica y en sus años de gestión el producto interno bruto (PBI) creció a más del 8% interanual,[18]​ luego de la brusca devaluación del peso efectuada por su antecesor y en el contexto de crecimiento de precios de las commodities por la demanda china, donde se destacó en particular el valor de la soja y otros productos agropecuarios.

Fue también el artífice del levantamiento del corralito en el año 2002, y del canje de la deuda argentina a principios de 2005. Durante su gestión no se honorificó ningún pago de la deuda externa con ningún acreedor.

El 26 de junio de 2002, en las inmediaciones de la estación ferroviaria de la ciudad de Avellaneda, en el conurbano de la provincia de Buenos Aires, Argentina se produjo la represión de una manifestación de grupos piqueteros. En la persecución fueron asesinados por efectivos de la Policía Bonaerense los jóvenes activistas Maximiliano Kosteki y Darío Santillán pertenecientes al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) Guernica y el MTD Lanús, respectivamente, nucleados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón. Además se registraron 33 heridos por balas de plomo entre los manifestantes. Ante el impacto generado, Duhalde anticipó seis meses el llamado a elecciones presidenciales.

En materia de política exterior, se recuerda el tajante rechazo de su gobierno al golpe de Estado en Venezuela de 2002,[20]​ las posturas diplomáticas argentina y cubana fueron de importancia para aislar internacionalmente al Gobierno de facto.

El 27 de agosto de 2002, el New York Times publicó una noticia falsa titulada Algunos en Argentina ven la secesión como una respuesta al peligro económico (Some in Argentina See Secession As the Answer to Economic Peril), afirmando que existía un movimiento para declarar la independencia de la Patagonia, poniendo énfasis en el hecho de que la mayor parte de la tierra patagónica y de sus recursos naturales estaba en manos extranjeras, como los grupos Benetton y Turner. La operación, de acuerdo al New York Times, se completaría con una base militar de Estados Unidos en Tierra del Fuego y la renuncia a los derechos argentinos en la Antártida, en pago de la deuda externa.[21][22][23]

Para las siguientes elecciones presidenciales del 27 de abril de 2003, Duhalde decidió dar su apoyo ―junto con su bastión electoral, el gran Buenos Aires (que concentra al 38% de electores de todo el país)― a Néstor Kirchner, quien resultó elegido presidente.

Una vez en la presidencia (desde el 25 de mayo de 2003) y tras un período inicial de cordialidad, Kirchner se enfrentó políticamente a Duhalde, derrotándolo en su bastión de la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de octubre de 2005. No obstante, "Chiche" Duhalde (la esposa del expresidente) alcanzó a obtener una banca en el Senado y también logró que varios candidatos afines ingresaran a la Cámara de Diputados.

En diciembre de 2003, Eduardo Duhalde asumió como titular de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur , tarea que desempeñó hasta el año 2005. Durante su gestión se destaca la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones que luego devengaría en la Unasur.

En las elecciones presidenciales de 2011, Duhalde alcanzó un magro resultado con el respaldo los partidos Unión Popular, Partido Demócrata Cristiano y el Movimiento de Integración y Desarrollo bajo el sello de Frente Popular (enfrentado al kirchnerismo). Si bien en las primarias de agosto de 2011 finalizó en tercer lugar con el 12,12% de los votos -apenas unas milésimas por debajo de Ricardo Alfonsín-, luego en las elecciones generales de octubre del mismo año alcanzó apenas un 5,86 %.

Actualmente, Eduardo Duhalde encabeza el Movimiento Productivo Argentino, entidad dedicada al mundo económico con un perfil productivista de la cual es miembro fundador junto a otros políticos como Raúl Alfonsín (1927-2009) y una gran cantidad de empresarios..

En agosto de 2008, Eduardo Duhalde afirmó que el titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, le hacía acordar «al Führer [por Adolfo Hitler] y a Mussolini». Recordó lo que llamó su «primer enfrentamiento público» con Kirchner, cuando «él criticaba a Macri y yo le dije que no había que criticarlo a Macri: había que criticar la falta que le hacen al país 400 empresarios como Macri».[24]

Al día siguiente ―tras una retahíla de reacciones contrarias desde todo el espectro político― tuvo que retractarse de sus dichos y «se mostró arrepentido».[25]

Durante el Gobierno de Mauricio Macri, quien asumió el 10 de diciembre de 2015, el expresidente Eduardo Duhalde comenzó a postular la idea de un "cogobierno" que contemple a la oposición. "Parto de la idea de que el esquema gobierno-oposición está caducada y que las convicciones que resume la frase 'El que gana gobierna y el que pierde acompaña' ya no son útiles en nuestros tiempos", postuló en distintas notas de opinión. Su propuesta fue: "Para superar los incontables inconvenientes que encuentran los gobiernos de todo signo, debemos avanzar hacia un sistema donde el ganador de una elección conduce y los otros partidos con representación parlamentaria integran un cogobierno". [26]

A pesar de que Duhalde escribió dos libros sobre el tema de la lucha contra las drogas ―Hacia un mundo sin drogas (1994) y Política, familia, sociedad y drogas (1997)―, varias personalidades de la política vincularon a Eduardo Duhalde con el narcotráfico.

En 2005, la diputada Elisa Carrió acusó a Eduardo Duhalde de ser «el mayor responsable político de la droga en el país». Afirmó públicamente que «Duhalde controlaba la droga en la provincia de Buenos Aires». Duhalde demandó a Carrió por calumnias e injurias. En 2009, la jueza federal María Servini de Cubría convocó a ambos contendientes. En su descargo, Carrió afirmó que no había culpado a Duhalde de ser narcotraficante, ni le había imputado un delito, sino que le adjudicó responsabilidad política en el asunto. Durante el encuentro, la diputada ratificó que Duhalde controlaba la droga en la provincia de Buenos Aires, aunque aclaró que si sus dichos afectaron al expresidente, ella le pedía perdón si se había sentido ofendido. Carrió aseguró que no se retractó de sus dichos. La jueza decidió realizar un sobreseimiento en el juicio.[27]

Los juicios iniciados por el expresidente a cada una de las personas que lo han tratado de vincular con las drogas finalizaron demostrando que no solo Duhalde era inocente, sino que además sus detractores habían mentido de manera orgánica y armónica.[28]​ Entre las personas a las cuales les ha iniciado juicio y luego tuvieron que retractarse por decisión judicial figuran Elisa Carrió[29]​ y Luis D’Elía[30]​ quien fue condenado a pagarle 150 000 pesos argentinos por sus dichos.

En 2010, Duhalde escribió Es hora de que me escuchen. El peligro de los narcoestados (refiriéndose al problema de las drogas en la Argentina).



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