La edad de plata de los cómics es el nombre dado a una etapa de la historieta estadounidense que comenzó en 1956 y se prolongó hasta 1970. Implicó una gran cantidad de modificaciones en el género de los superhéroes. Durante la misma se introdujo una fuerte cantidad de recursos de ciencia ficción en los orígenes, poderes o aventuras de los personajes, así como también tratamientos más costumbristas de los mismos que los hicieran más realistas y menos irreales a ojos de los lectores. [1]
Durante la edad de plata se introdujeron o desarrollaron numerosos conceptos novedosos en las historietas de super héroes, la mayor parte de los cuales perduran hasta el día de hoy.
Un concepto que había sido apenas esbozado con anterioridad fue el del universo de ficción, la posibilidad de que los diversos personajes coexistieran en forma simultánea en un mismo universo ficticio. Si bien ya se habían realizado cruces de personajes con anterioridad, lo habitual solía ser que cada historieta tuviera su universo de ficción propio. En la edad de plata, tanto DC Comics como Marvel Comics desarrollan universos de ficción que abarcan a la totalidad de sus personajes publicados.
Aumentó la caracterización de los personajes, definiendo en cada uno personalidades que fueran únicas y específicas. Esto se notaba en especial en grupos como los 4 Fantásticos, los X-Men o la Patrulla Condenada, que a diferencia de las primeras versiones de la Liga de la Justicia o los Vengadores o los supergrupos de la edad de oro no estaban compuestos por los mejores personajes de la editorial sino por personajes creados específicamente para el grupo, explotando en ellos la disparidad de personalidades
Luego del final de la Segunda Guerra Mundial, la gran cantidad de títulos ofrecidos por la editorial se vio enormemente disminuida, permaneciendo solo las dedicadas a Superman, Batman y la Mujer Maravilla. Habitualmente se considera como el inicio de la edad de plata a la revista Showcase n.º 4, en la cual se volvió a editar a Flash, pero modificando por completo al personaje, manteniendo del original solo la supervelocidad. El relanzamiento tuvo suficiente éxito como para repetir el intento con Linterna Verde, Hombre Halcón y Atom, otros personajes cancelados que también fueron reformulados completamente.
El relanzamiento más exitoso fue el de la Sociedad de la Justicia, renombrada como Liga de la Justicia, en el cual se reunían a los principales personajes de la editorial. La Liga comenzó a establecer la creación de un universo de ficción compartido por todos los personajes, algo que hasta entonces solo se apreciaba en World's Finest, publicación compartida por Superman y Batman. Pronto llegó el primer crossover de la editorial (una historia transcurre a lo largo de diversas publicaciones), compuesto por Hawkman n.º 4, Atom n.º 19, Green Lantern n.º 42, Detective Comics n.º 355 y finalmente Justice League n.º 51. Los crossovers contribuyeron al establecimiento del universo de ficción.
La editorial se vio beneficiada también por el gran éxito de la serie televisiva de Batman protagonizada por Adam West, y adaptó su serie y Detective Comics al estilo de la misma. También otorgó al personaje un rol protagónico en las historias de la Liga de la Justicia y The Brave & The Bold, de protagonismos rotativos, pasó a constituir en encuentros de Batman con otros personajes.
DC también se benefició con la cancelación de la serie televisiva y el fin del furor por Batman que ésta había generado. En ese tiempo se habían creado otras editoriales menores, como Charlton Comics, que intentaron beneficiarse del auge de los superhéroes. Cuando estas otras editoriales cerraron, DC reclutó a sus artistas más importantes: Dick Giordano, Steve Ditko, Denny O'Neil y Jim Aparo. Ya con Carmine Infantino como jefe de coordinadores de DC, la editorial entra en un período de experimentación, durante el cual se modifica el tratamiento de los personajes importantes (en especial Batman, volviendo a retirar las influencias de la serie televisiva para regresar al estilo habitual de dicha historieta) y se crean muchos otros títulos de diversos géneros. Entre los mismos estaban Deadman, Creeper, Brother Power, Hawk & Dove, Dolphin, Inferior Five, Bat Lash, Nightmaster, Secret Six, Firehair, Anthro, Angel & The Ape, los Blackhawks, el Phantom Stranger, etc.
El éxito de la nueva versión de Flash atrajo a nuevos lectores, pero también a los antiguos lectores de las historietas del primer Flash, ya canceladas. Se pedía en los correos ver a Jay Garrick, el Flash original, una vez más, y el guionista Gardner Fox lo realiza en la historia "Flash de dos mundos" (Flash n.º 123 de septiembre de 1961). En ésta el Flash que estaba siendo publicado, Barry Allen, vibra hasta aparecer en otro mundo diferente, al cual llaman "Tierra-2" (el universo principal es "Tierra-1"), en el cual conoce a Jay Garrick. La historia establece que todos los personajes e historias de la edad de oro tuvieron lugar en ese otro universo paralelo, diferente de aquel en el cual transcurrían las historias habituales de los personajes.
Este planteo, sin embargo, trajo muchas complicaciones y situaciones contradictorias. Uno de los puntos conflictivos eran los personajes de más renombre de la editorial, Superman, Batman, Robin y la Mujer Maravilla, que se editaron ininterrumpidamente mientras los demás títulos se cerraban, tratándose siempre de los mismos personajes. A diferencia de Flash, Linterna Verde, el Hombre Halcón o Atom, no existía un punto de quiebre claro y distinguible que pudiera separar con claridad qué pertenecía a Tierra-1 y qué a Tierra-2, e incluso se llegaba al absurdo de que Superman, narrativamente situado siempre en un mismo universo de ficción, interactuara con Jay Garrick y años más tarde con Barry Allen, lo cual implicaría que ambos tendrían que formar parte del mismo universo.
Con los años las contradicciones generadas por los múltiples universos se volverían tan insostenibles que se realizó la historia Crisis en Tierras Infinitas, que retiró a toda la historia previa del Universo DC de la continuidad para recomenzarla desde cero. Otras series o conceptos posteriores, como Hora Cero, el hipertiempo o Crisis Infinita, volverían a introducir o retirarían nuevamente los diversos conceptos empleados en la edad de plata.
Siguiendo la estela de la Liga de la Justicia de DC, la editorial Marvel Comics decidió crear su propio grupo de superhéroes y se lo encargó al editor y guionista Stan Lee, que trabajó con varios dibujantes.
El primer número de Los 4 Fantásticos, obra de Lee y del dibujante Jack Kirby, apareció en noviembre de 1961, y la humanidad de los personajes, sumada a la combinación de elementos de otros géneros mucho más comerciales de la época, catapultó a la serie en las listas de ventas. Azuzados por este éxito, Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko se lanzaron a la creación de más y más personajes: Hulk, Thor, Spider-Man, Daredevil o X-Men, todos superhéroes con problemas, ya fueran de salud, económicos, de aceptación social, etc.
Cuando finalizó la Edad de plata de los cómics, muchos escritores y dibujantes empezaron a notar un declive en el esfuerzo y creatividad por parte de la industria del cómic en general, debido a que las restricciones sobre publicación se eliminaron y empezaron a utilizarse tramas cada vez más obscuras y menos éticas. De hecho, hubo esfuerzos por recuperar la esencia de esta época, como fue el caso del superhéroe Nova. La película animada Los Increíbles de Pixar, rindió homenaje a los superhéroes de la Edad de Plata de los comic-books.
Blue Beetle (Ted Kord), el Fantasma del Espacio, Mr. A, The Question.
La editorial Marvel Comics, bajo la dirección de Stan Lee, comenzó a indicar en sus publicaciones quiénes eran los guionistas, dibujantes y demás responsables de la realización de cada revista, algo que no se hacía hasta entonces.
Esto generó una nueva clase de lector de historietas: al que comienza o deja de leer una u otra publicación de acuerdo a los artistas que se hacen cargo de la misma. El disponer de un renombre y público propio también benefició a los artistas, que podían negociar sus condiciones de trabajo con sus empresas desde una posición más ventajosa.
Durante los 27 años anteriores el precio de las revistas de historietas en Estados Unidos fue uniforme, alrededor de 10 centavos de dólar por libros de 64 páginas. Pero al verse afectados por la inflación, los editores mantuvieron el precio disminuyendo los costos, para lo cual publicaban una menor cantidad de páginas. Primero disminuyeron a 52, y luego a 32, que se transformó en el estándar de la industria. Luego se prosiguió manteniendo la cantidad de páginas, pero disminuyendo su tamaño.
En 1962 tuvo lugar el primer aumento de precio, con el cual las historietas pasaron de costar 10 centavos a costar 12, lo cual implicaba un aumento del 20 %. En 1969, dicho aumento pasó a 15 centavos.
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