Manuel Reyes Millán, más conocido por su apodo el Pozí (San Fernando, 13 de marzo de 1941-Vejer de la Frontera, 21 de enero de 2012), fue un polémico personaje español que obtuvo cierta fama mediática a finales de los años 1990 cuando inició su etapa televisiva en el programa Crónicas marcianas.
Nació en San Fernando el 13 de marzo de 1941 con el nombre de Manuel Reyes Millán, Manolo o Manolito, como mucha gente le llamaba. Su infancia no fue fácil ya que desde niño se sintió «diferente» al resto y sus ademanes y formas afeminadas provocaron el rechazo de sus compañeros de colegio y otros conocidos, sufriendo humillaciones.
De su infancia y juventud apenas se puede saber que vivió toda su vida en la provincia de Cádiz y, parece ser, no estuvo emparejado con nadie. A pesar de ello, en un programa de Telecinco presentado por Concha Velasco, aseguró que estaba saliendo con un chico manchego llamado Carlos.
Manolo comenzó su carrera en la pequeña pantalla gracias al espacio de Telecinco Crónicas marcianas, presentado por Javier Sardà, y posteriormente participó en otros formatos como Ratones coloraos, de Jesús Quintero. Sus intervenciones en el programa de Sardà eran muy asiduas y se convirtió en uno de los personajes más queridos y conocidos de la televisión, siendo pionero del denominado fenómeno friki.
Entre sus actuaciones, imitaba a la famosa radionovela Ama Rosa. Y también inventó varias frases que se hicieron célebres y que aún hoy continúan siendo utilizadas por muchos, como «ay, omá que rico» o sus archiconocidos «Amparo» y «po' zí».
Pozí llamaba mucho la atención por su aspecto físico. Tenía una joroba prominente, apenas tenía dos dientes, era muy pequeño de estatura y a pesar de su avanzada edad se pintaba las uñas y se maquillaba.
Cómo colofón de su tremenda fama se le ofreció un papel en la película FBI: Frikis Buscan Incordiar que dirigió Javier Cárdenas y en la que aparecieron todos los famosillos de la época donde eran víctimas de unas bromas pesadas. La película se estrenó en cines en junio de 2004.
Crónicas marcianas decidió cancelar sus emisiones en el año 2005,Chipiona —pueblo de su niñez—. Allí estaría viviendo con un hermano suyo durante tres años. Pero tras sufrir malos tratos por parte de su hermano, decidió volver a Barbate —pueblo donde vivía—. Allí todos los millones que había ganado en la televisión se lo estafaron varios de sus representantes que se aprovecharon de su confianza y acabó ocupando una casa sin luz ni agua, en la más pura indigencia y conviviendo con uno de sus sobrinos que tenía un problema de drogadicción.[cita requerida]
y por lo tanto, el Pozí dejó de salir en las pantallas y se fue aEn febrero de 2010, en una conexión que hizo el programa Sálvame con la casa de Pozí, se demostró que el anciano vivía en un estado absolutamente deplorable, entre basura, jeringuillas y humedad. Estaba encamado y enfermo. Denunciaba el robo de todo su dinero por parte de «el Lince», el que había sido su representante durante su época de gloria.
Javier Cárdenas, al enterarse de la situación de su apadrinado, se hizo cargo de los gastos de una residencia para ancianos en el pueblo de Vejer de la Frontera y lo llevó allí. Falleció el 21 de enero de 2012 a los 70 años.
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