Ezcaray nació en Spain.
Ezcaray es un municipio de La Rioja (España). Se encuentra ubicado en el suroeste de la Comunidad, en la comarca de La Rioja Alta y más concretamente en un valle de las montañas que componen la cara norte del Sistema Ibérico.
Su población es de 2069 habitantes según datos del Instituto Nacional de Estadística para el año 2016. Su actividad turística está enfocada en el turismo rural, el reclamo del entorno natural sobre el que se asienta y los deportes de invierno debido a la cercana estación de esquí de Valdezcaray. Otra importante actividad económica es la industria maderera: existen fábricas de butacas, muebles, perchas y otros artículos de madera.
Al igual que otros muchos topónimos de La Rioja, el nombre de la localidad proviene del euskera, en concreto del término "haitz-garai". De (h)aitz que significa “peña” y garai cuya traducción es “alto/a”. Esta denominación de Peña alta se referiría posiblemente a la peña de San Torcuato bajo la que se sitúa la localidad.
Los primeros datos del poblamiento del valle se hallan en los restos prehistóricos del neolítico encontrados en la zona: hachas pulimentadas de Ezcaray, Ojacastro y Tres Fuentes (Valgañón), donde también se localiza una cueva-habitación. La tribu prerromana de los Berones ocupó la zona del valle colindante con la tribu celtibera de los Pelendones. Con la conquista de Roma de la península ibérica colonos romanos se establecieron en las faldas de la picota de San Torcuato, en el denominado pago de Balanegra, erigiendo un castro en su cima y dando nombre al colindante pueblo de Ojacastro. A principios del siglo XX varios hallazgos de monedas de tiempos de Trajano, así como túmulos funerarios encontrados en el solar de la ermita de la Virgen de Allende, demostraron la presencia romana en el valle. Durante el reino visigodo la zona queda integrada en el ducado de Cantabria.
En el año 711, con la invasión musulmana a la península ibérica, el valle queda despoblado. Durante este periodo los musulmanes erigen sobre la picota de San Torcuato una atalaya defensiva para guarecer la entrada del valle.
En el siglo X el primer rey de Pamplona, Sancho Garcés I, arrebata el valle a los musulmanes.
Fue fundada en el siglo X por los reyes navarros con la intención de repoblar las zonas fronterizas. Su nombre proviene del término en euskera "haitz-garai", que significa peña alta (actualmente Euskaltzaindia lo acepta como Ezkarai). El nombre hace referencia a "la picota de San Torcuato", una peña de unos 200 m de altura que se alza en la entrada del valle.
El valle fue, hasta el siglo XIV, un reducto del idioma vasco que en comarcas más llanas de La Rioja se había perdido en siglos anteriores. Se da la circunstancia de que en el siglo anterior, la justicia castellana reconoció a los habitantes del cercano pueblo de Ojacastro el derecho a declarar en euskera en los juicios, por ser hablado en la zona.
Al repartir Sancho III los reinos entre sus hijos, cae en manos del heredero del reino de Navarra, García Sánchez III. En 1076 fue anexionado a Castilla, cuando Alfonso VI de Castilla aprovechó el vacío de poder producido tras el asesinato de Sancho Garcés IV por parte de su hermano.
El 24 de abril de 1312, el rey castellano Fernando IV le concedió un fuero poblacional, con objeto de reforzar el valle. El fuero estuvo vigente hasta el siglo XIX, siendo revalidado por varios de los sucesivos monarcas hasta la Tercera guerra carlista.
En el siglo XV, tras la Primera Guerra Civil Castellana, Enrique II de Castilla el de las mercedes cedió tierras en el valle de Ezcaray a las familias Leiva y Manrique de Lara en compensación por su apoyo contra Pedro I el Cruel. A finales del siglo XV la familia Manrique de Lara adquirió las tierras de los Leiva convirtiéndose en los señores del valle y fundando así el señorío de Valdezcaray. El señorío perduró hasta la caída del antiguo régimen en el siglo XIX.
En el siglo XVI, Ezcaray, al igual que las zona serranas de La Rioja, comenzó a desarrollar pequeños talleres de manufactura lanera. Su pequeña producción evolucionó a lo largo del siglo adquiriendo fama en la región. Durante el siglo XVII la industria lanera sufrió un leve retroceso del que no se recuperó hasta el posterior siglo. En el siglo XVIII el marqués de la Ensenada, en un proyecto de desarrollo económico, adoptó el colbertismo, estableciendo las denominadas Reales Fábricas por toda España. Por su riqueza en materias primas y por su tradición lanera, se decidió trasladar la fábrica de paños de Mansilla a Ezcaray, surgiendo de esta manera la Real Fábrica de Paños de Santa Bárbara, denominada así en honor a Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI. Con la fábrica, la villa comenzó una época de auge y bonanza económica, triplicando su población con emigrantes procedentes de varias regiones de España, especialmente vascos y navarros dedicados a la minería, así como especialistas catalanes y belgas. A mediados de siglo, por su mala gestión, la fábrica pasó a manos de los Cinco Gremios Mayores de Madrid.
Entre 1790 y 1801, Ezcaray se integró junto con otros municipios riojanos en la Real Sociedad Económica de La Rioja, la cual era una de las sociedades de amigos del país fundadas en el siglo XVIII conforme a los ideales de la ilustración.
A inicios del siglo XIX, la fábrica, y con ello Ezcaray, comenzó un lento declive debido a la falta de calidad de sus tejidos y con el auge de la industria textil catalana.
Durante la Guerra de la Independencia española, por su posición estratégica y por su notable industria, la villa sufrió los desastres del conflicto, tanto bélica como económicamente, convirtiéndose en un punto codiciado. En 1808 las tropas imperiales se establecieron en Haro, y, temiendo el establecimiento de tropas en la zona, exigieron al ayuntamiento de Ezcaray que aportase ganado, textiles de la real fábrica, dinero y demás útiles para la guerra de Portugal. Según fue avanzando el conflicto la presión era cada vez mayor, sin contar, además, la llegada de un regimiento suizo de tropas imperiales a Santo Domingo de la Calzada. Ezcaray, viéndose incapaz de acometer las exigencias en aumento de los franceses, debió vender terrenos, tanto municipales como del cabildo, como por ejemplo el prado del Cardizal, y utilizar los bienes de la cofradía de la Virgen de Allende para poder cumplir con el requerido pago. La falta de pagos hizo que varios contingentes acabaran estableciéndose en la villa, produciendo daños en la industria local. En 1809 las tropas del general Bartolomé Amor Pisa emprendieron acciones contra las tropas francesas allí establecidas. En 1812, el guerrillero Espoz y Mina llega con sus tropas a la villa de camino a Burgos, para solicitar al entonces conde Duque de Wellington, que en aquellos momentos asediaba la ciudad, que le diera uniformes y pertrechos para la guerra. Pero es aquí donde recibe la noticia de su retirada a Valladolid, levantando el cerco. En 1813, procedente de los montes de Oca, el Cura Merino libera la villa de manos de los franceses. Para impedir que el pueblo sea retomado, el 25 de marzo el general Longa envía un batallón para proteger el pueblo. El 18 de junio un contingente francés en retirada, de 5000 hombres y 300 caballos, ataca la villa que es guarecida por el batallón de las tropas del 4.º ejército español. Los españoles resisten el ataque durante tres horas. Tras ello, granaderos españoles apoyados por dos piezas de artillería se lanzaron sobre las tropas francesas, arrojándolas hacia las afueras sobre los campos de "el Cardizal", dando fin a la batalla.
En la Primera Guerra Carlista, la villa volvió a padecer las consecuencias de la guerra. En 1834, tras sucesivas victorias, el caudillo carlista Tomás de Zumalacárregui emprendió una campaña con el objetivo de tomar Ezcaray y hacerse con la fábrica de paños de lana para la producción de uniformes de invierno. El general carlista conde de Negri asedió Ezcaray, obligando a los milicianos del regimiento de África a retirarse al edificio del fuerte, donde se guarnecía el resto del batallón. Tras la imposibilidad de mantener el ataque, los carlistas se retiraron a Quintanar. Finalizada la contienda la fábrica quedó en la bancarrota y en 1845 acabó clausurándose.
El municipio, que tiene una superficie de 142,85 km², cuenta según el padrón municipal para 2017 del INE, con 2044 habitantes y una densidad de 14,31 hab./km².
Población de derecho según los censos de población del INE. Población según el padrón municipal de 2017.
Desglose de población según el Padrón Continuo por Unidad Poblacional del INE.
El turismo es la principal actividad a día de hoy. La buena conservación del casco antiguo, sus monumentos, el comercio, la artesanía del valle y la micología están entre los principales reclamos.
Además, a tan sólo 14 km de Ezcaray se encuentra la estación de esquí de Valdezcaray, que hace de la villa un punto estratégico del turismo de montaña.
El concepto de deuda viva contempla sólo las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros, excluyéndose, por tanto, la deuda comercial.
Deuda viva del ayuntamiento en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.
La deuda viva municipal por habitante en 2014 ascendía a 439,09 €.
Ezcaray posee un gran patrimonio natural. Es el tercer término municipal de La Rioja por extensión, y el primero en superficie forestada. El término municipal tiene unos 140 km²; la mayor parte de estos (110km2) son propiedad del Ayuntamiento.
Ezcaray posee uno de los conjuntos de arquitectura popular más interesantes de La Rioja. Las viviendas constan a menudo de tres plantas, de las que la planta baja se reservaba a la cuadra. La primera planta es la vivienda propiamente dicha y la segunda se utiliza como almacén para el forraje del ganado.
Por ser Ezcaray la primera villa turística de La Rioja, es una localidad muy activa. En la primera quincena del mes de julio se celebra desde 1996 un festival internacional de Jazz [1] con actuaciones en 8 escenarios diferentes: Parque de Tenorio, Albergue de la Real Fábrica, Echaurren, Casa Masip, Pub Troika, Plaza de la Verdura, Iglesia de Santa María la Mayor y Bar La Estación. Además, se organizan jornadas micológicas en la conocida como Plaza de la Fuente para enseñar a los visitantes a buscar setas, seleccionarlas y sobre todo, diferenciarlas. Desde hace algunos años, el ayuntamiento también organiza concursos de pintura y fotografía para acercar a la población a este arte, y ha recuperado la figura del poeta bohemio Armando Buscarini.
El equipo de la localidad es el C.D. San Lorenzo, que ha jugado en 3ª División y milita actualmente en la Regional Preferente de La Rioja.
En 2015 Televisión Española comenzó a emitir la serie de ficción policíaca Olmos y Robles, rodada y ambientada en parte en Ezcaray.
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