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Gibraleón



Vista de la localidad

Gibraleón es un municipio español de la provincia de Huelva (Andalucía). En 2016 contaba con 12 523 habitantes. Su extensión superficial es de 328 km² y tiene una densidad de 37,7 hab/km². Se encuentra situada a una altitud de 26 metros y a 12 kilómetros de la capital de provincia, Huelva.

Francés, de plata con las armas de los Zúñigas.[1]​ Al timbre corona marquesal abierta.

Paño de púrpura. Centrado y sobrepuesto, el escudo de armas local. Fue aprobada en Pleno municipal del 28 de febrero de 1905.

Los primeros datos del origen de la localidad se remontan al Paleolítico. Así, de la Sierra de la Calvilla proceden algunas de las piezas líticas más antiguas del Paleolítico onubense, hoy conservadas en el Museo Arqueológico de Huelva. En este mismo lugar se han encontrado testimonios calcolíticos, de hace unos cuatro o cinco mil años. Así como abundantes restos del Bronce Final, de la primera mitad del I milenio A.C., en el antiguo caserío de La Mata que testimonian una gran vinculación de sus pobladores con el mar y con civilizaciones como la fenicia y la tartesia, que pudo habitar en la encrucijada de los ríos Tinto y Odiel.

Tendremos que esperar al dominio musulmán para encontrar con plena seguridad los primeros testimonios sobre Gibraleón, conocida entonces como Yabal Al Uyum, que significa “Monte de las Fuentes”. Posteriormente, ante la quiebra del poder califal en el siglo XI, Gibraleón pasó a ser una población importante al dotarse de una fortaleza militar o castillo, cuyos restos aún la presiden.[2]

Con la conquista cristiana de estas tierras en 1262, bajo el reinado de Alfonso X el Sabio, y la creación del concejo de realengo, Gibraleón alcanzará uno de sus períodos históricos más notables. La concesión real de amplios privilegios favoreció el comercio y la ganadería, el aumento de población y una rápida expansión urbana, especialmente en los siglos XIV y XV.

En 1530, la familia Zúñiga logró que el rey Carlos I de España les elevara el título sobre Gibraleón de Señorío a Marquesado; que recayó en el primogénito del Duque de Béjar, don Alonso de Zúñiga. Pertenecían a esta demarcación, además de Gibraleón, el Rincón de San Antón, Cartaya, San Miguel de la Arca de Buey, el término de lo que sería Punta Umbría, San Bartolomé de la Torre, Villanueva de los Castillejos, Sanlúcar de Guadiana y El Granado. En total suponía una superficie de 1.060 km², lo que equivale a algo más de la décima parte de la que sería la provincia de Huelva.

Del siglo XVII es interesante recordar el episodio vivido entre Miguel de Cervantes y el Marqués de Gibraleón. Buscando Cervantes un mecenas para su obra, le dedicaría a este la primera parte de su novela inmortal El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicada en Madrid por Juan de la Cuesta, con privilegio de Castilla, Aragón y Portugal el año de 1605. La jurisdicción de los Duque de Béjar sobre el municipio acabó con la abolición del régimen señorial por un real decreto firmado y promulgado por la reina regente María Cristina en 1835. De este período hoy sólo queda un vago recuerdo histórico y el hecho que a la villa de Gibraleón se le concedió el escudo heráldico de sus antiguos señores de la casa de Béjar. En 1902 se instaló la que sería la primera fábrica de Mahou fuera de Madrid; la factoría tuvo que cerrar en 1914.

A lo largo de la historia, Gibraleón conoció aportes de población procedentes de África y de América. Si bien no se han realizado estudios pormenorizados, se sabe que a Gibraleón llegaron personas esclavizadas negras, traídos por barcos españoles y portugueses desde mediados del siglo XV. Desde entonces, algunos fueron asimilados e integrados social y étnicamente, otros se integraron a la población gitana existente mientras que otros mantuvieron su identidad étnica afrodescendiente hasta la actualidad, principalmente en el barrio denominado Villalata. Estas poblaciones sufrieron diferentes grados de exclusión social como lo evidencia el que hasta mediados del siglo XX vivieran en peores condiciones que el resto de los olontenses. Dichas familias fueron conocidas genéricamente bajo diversas denominaciones como 'morenos', 'travesaos', o 'atravesados' entre las que había denominaciones claramente peyorativas como 'panzurranos' o 'barrigas verdes'. A día de hoy varias familias de Gibraleón niegan sus orígenes africanos y prefieren vincularse a familias gitanas, lo que da una medida del estigma sufrido en el pasado.[3]

Importante es destacar que la agricultura ha sido desde siempre la base de la economía olontense.[4]​ Los cultivos tradicionales son el olivar, el cereal y el viñedo, posteriormente estarán cultivos como el girasol y los naranjos.

También la ganadería fue muy importante en la economía local, no es casual que Gibraleón cuente con una de las ferias ganaderas[5]​ más antiguas de España, ya que gran parte de su término estuvo ocupado por extensas dehesas dedicadas a pastos. Actualmente, la ganadería olontense es notablemente inferior; los animales fueron perdiendo protagonismo en las labores agrícolas y, con ello, pasaron a un segundo plano en la feria.[6]

En los últimos tiempos la construcción se convirtió en un eje esencial que articuló la actividad económica del municipio, aunque actualmente con la crisis económica ha sido duramente castigada. Podemos ver los cambios del municipio con la construcción de bloques de pisos, y edificios municipales como el Pabellón de deportes,[7]​ polideportivo municipal (piscinas, pistas de fútbol, pistas de pádel....), y diferentes parques de la localidad.

     Deuda viva del Ayuntamiento de Gibraleón en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.[8]

Número de habitantes en los últimos años.

Semana Santa En Gibraleón hay un total de cinco hermandades de penitencia:

El Domingo de Ramos sale en procesión la Hermandad del Cristo Joven de la Borriquita y María Santísima de Nazaret de Gibraleón (Huelva) a partir de las 16:00 horas de la tarde de la Parroquia Matriz de San Juan Bautista.

El Martes Santo tiene lugar la salida procesional de la Hermandad de la Misericordia.

El Miércoles Santo sale en Solemne Procesión y realiza la Estación de Penitencia la Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Moreno Daza 1952), Santa Cruz en Jerusalén y Nuestra Señora de los Dolores (Gómez del Castillo 1940), erigida canónicamente en la Parroquia Matriz de San Juan Bautista de Gibraleón, centro neurálgico del culto del municipio desde su construcción en el siglo XIV. Ntro. Padre Jesús Nazareno entre los años 2001 y 2002 celebró su 50.º aniversario con una multitud de actos entre los que cabe resaltar su salida extraordinaria por Gibraleón. Esta cofradía tras el enorme esfuerzo de varias juntas de gobierno y con la inestimable ayuda del pueblo logró aumentar su patrimonio con la adquisición y construcción de su Casa Hermandad "UNA CASA PARA TODOS" en la que de desde el 2004 se centra la vida social, cultural y cofrade de la hermandad.

En el año 2015, Ntra. Sra. de los Dolores celebró su aniversario con una gran cantidad de actos de carácter religioso, festivo, social, caritativo y cultural, tales como: talles jóvenes cofrades, campaña de donación de sangre "LAS VERDADERAS FLORES DE LA VIRGEN", ensayo solidario, convivencia con jóvenes de madres presidiarias y en riesgo de exclusión social... Fruto del compromiso de esta cofradía y del amor que Ntra. Sra. de los Dolores muestra a su querido pueblo en esta efeméride el Exmo. Ayto concedió e impuso la Medalla de Oro De la Villa a la Dolorosa más antigua del municipio, Ntra. Sra. de los Dolores de la Parroquia Matriz de San Juan Bautista. Además, esta cofradía se hermanó oficialmente con la Real e Ilustre Hdad. De Ntra. Sra. del Rocío de Gibraleón y como celebración de dicho acontecimiento histórico, la Ermita del Cristo de la Guadaña, estando expuesta en extraordinario besamanos, siendo ella la primera en hacerlo en dicha sede. No obstante tras dicho besamanos al amanecer fue trasladada a su capilla en la Matriz de San Juan Bautista. Como broche final el Glorioso 13 de septiembre procesionaba en su salida extraordinaria acompañada de cientos de hermanos y hermandades invitadas que fueron dando color a tan festiva jornada.

El Jueves Santo tras los oficios sale en solemne procesión. Después de los nefastos acontecimientos provocados durante la guerra civil española, en la que se destrozaron las imágenes de nuestra cofradía, con la pérdida inestimable de las obras de arte que constituían sobre todo el Cristo crucificado del siglo XVI, cuya aparición en el convento está rodeada de misterio y leyenda. Ante estos aciagos hechos, algunas personas con el beneplácito del párroco iniciaron una colecta por todo el pueblo, con la intención de encargar una nueva imagen de un crucificado, la cual realizó el famoso imaginero sevillano Castillo Lastruci en 1940, tomando el mismo nombre de la antigua devoción. Fue uno de las primeras imágenes de Cristo que realizó dicho escultor. La Virgen de la Soledad fue realizada ocho años más tarde por otro famoso escultor de la provincia de Huelva León Ortega, que también toma el nombre de su antecesora. Al parecer se trataba de una talla que estaba destinada a ser una inmaculada, pero al llegarle la oferta de nuestra hermandad, decidió en convertirla en dolorosa. De ahí que sea una imagen cuya talla llega hasta la cintura, poco usual en las dolorosas. La hermandad seguirá siendo gestionada por un grupo de personas vecinos del pueblo, que al mismo tiempo se han encargado hasta la fecha de contribuir en el mantenimiento de la antigua capilla, ahora iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la cual sigue siendo desde hace siglos nuestra sede canónica.

El Viernes Santo sale en procesión por las calles de Gibraleón la Hdad. del Santo Entierro, sus Amantísimos Titulares Cristo de la Buena Muerte, Cristo Yacente y Ntra. Sra. de los Dolores siembran de devoción y recogimiento a un pueblo entero. Esta imagen de Nuestra Señora de los Dolores (Antonio Bidón. 1941), Reina y Madre de los olontenses recibe la primera Medalla de Oro de la Villa (2002) por clamor popular y es ese mismo año cuando se la da nombre a una de las plazas más céntricas de la localidad, titular de la Venerable Hermandad Servita del Santo Entierro (fundada en 1777, con sede canónica en la Parroquia de Santiago el Mayor), la cual procesiona cada Viernes Santo en la Semana Mayor, se celebra su festividad el Viernes de Dolores con el Tradicional Solemne Besamano y el 15 de septiembre en la conmemoración de los Siete Dolores de la Virgen con una Salida Procesional Ordinaria por las calles más emblemáticas de la localidad. En el 2016 se conmemora el 75.º aniversario de la llegada a la localidad de la Virgen con actos históricos que quedarán en la retina de un pueblo entero.

Feria de San Lucas La Feria de San Lucas se celebra en octubre, de origen ganadero, data de 1323 y es una de las más importantes de la provincia congregando a muchos visitantes debido a las grandes exposiciones en la Feria Regional de Artesanía.

Fiesta de San Roque A mediados de agosto tiene lugar en la localidad olontense la festividad de San Roque en honor al patrón de la localidad. El ayuntamiento cada año obsequia a los olontenses y a los visitantes en las actuaciones de diversos artistas del panorama nacional, además de con el Certamen Nacional de pintura. En esta festividad se elige entre las muchachas del pueblo a la Reina de las fiestas, en la que existe una categoría infantil, que representarán a su pueblo en varios actos durante su año de reinado. Recientemente, se ha incorporado el concurso masculino, siendo esta otra manifestación de que Gibraleón lucha por la igualdad de género.

San Isidro Labrador La festividad se divide en dos partes. La primera tiene lugar en el campo habitualmente 2 semanas después de la festividad en la calle, en el lugar conocido como "San Isidro" donde se construyó una ermita y alrededor de esta los vecinos de la localidad han construido casas en lo que sería como un pequeño Rocío. La segunda consta de la procesión del santo por las calles del pueblo, al cual se le lanza desde los balcones todo tipo de alimentos, entre otros objetos, para que los seguidores del Santo, en la procesión, los recojan en agradecimiento a la buena cosecha obtenida.

Fiesta de San Rafael En el barrio olontense de San Rafael (Villalata) se celebra todos los meses de Junio-Julio una divertida verbena que suele durar 3 días.

Véase también: Anexo:Patrimonio Histórico Andaluz en la Comarca Metropolitana de Huelva



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