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Hilario Martínez



¿Qué día cumple años Hilario Martínez?

Hilario Martínez cumple los años el 19 de mayo.


¿Qué día nació Hilario Martínez?

Hilario Martínez nació el día 19 de mayo de 983.


¿Cuántos años tiene Hilario Martínez?

La edad actual es 1041 años. Hilario Martínez cumplió 1041 años el 19 de mayo de este año.


¿De qué signo es Hilario Martínez?

Hilario Martínez es del signo de Tauro.


Hilario Martínez (1905-1983) fue un boxeador español. Combatió en 124 ocasiones, entre 1922 y 1938, con 66 victorias (21 por KO), 45 derrotas, 10 nulos, y 1 combate sin decisión (desconocemos el resultado de 2 combates). En 1923 alcanzó el título de Campeón de España de peso ligero y en 1934 el de Campeón de España de peso wélter.

Nace el 6 de mayo de 1905 en Ayelo de Malferit (Provincia de Valencia), donde hoy una calle lleva su nombre, aunque con 11 años se trasladó a Barcelona.

Realiza un único combate como aficionado, en Barcelona, el 27 de julio de 1922, frente a Beltrán, a quien vence por KO en el segundo asalto (1).

Como profesional, toma parte en el Trofeo del Parque, que vence en la categoría de los ligeros tras derrotar por puntos a Roger (1ª quincena de agosto), Conrado Sancho (24 de agosto) y de nuevo Roger (7 de septiembre) (1).

Los triunfos en el parque le valen para entrar en los programas de las veladas regulares. En la primera, el 26 de octubre, se enfrenta nada menos que con Emilio Gil “Blind”, campeón de España del peso ligero, quien le derrota a los puntos (1). El 7 de noviembre vence por puntos a Conrado Sancho tras durísima batalla pactada a 6 asaltos (1), y el 18 de ese mes bate en Madrid al vizcaíno Solinís.

Comienza 1923 con el enfrentamiento con Guillermo Deprades en el Iris Park de Barcelona, el 9 de febrero. En el primer asalto el árbitro detiene la pelea y da a Hilario vencedor por KO técnico por clara superioridad (1).

En Madrid, efectúa tres combates. En mayo vence a Solinís por KO (1), el 4 de junio, en el Circo Americano, derrota por un escaso margen de puntos a Villar (1), y el 16 de ese mes, en el mismo escenario, vuelve a batir a Solinís por puntos.

De vuelta en Barcelona, inicia una fulgurante carrera que, en dos años, le lleva a combatir en 21 ocasiones, la mayoría de ellas en Barcelona, pero con salidas ocasionales a Oporto, Madrid o Argel. Este periodo, que se inicia con la consecución del título nacional del peso ligero (8 de diciembre de 1923), se caracteriza sobre todo por los combates internacionales (con púgiles de al menos 8 nacionalidades distintas), en un infructuoso empeño por combatir por el campeonato de Europa. El balance de esta brillante etapa arroja 16 victorias (8 de ellas por KO), 3 derrotas (2 por puntos y 1 por descalificación), y 2 nulos.

Los combates de este periodo son los siguientes:

En marzo de 1924, la Federación Española de Boxeo transmite a la International Boxing Union el reto de Hilario Martínez a Fred Bretonnel, campeón de Francia y Europa (1).

Hilario seguirá retando a Bretonnel por el título europeo del peso ligero hasta que a este se lo arrebate el propio Vinez el 7 de octubre (1); desde ese momento, Martínez pedirá insistentemente la revancha.

En febrero de 1925 la Federación Española de Boxeo designa a Hilario para representar a España en el torneo que próximamente se celebrará en Nueva York, el vencedor del cual será proclamado campeón del mundo de peso ligero, título que ha abandonado el americano Benny Leonard. Sin embargo, Hilario declina participar en una carta dirigida a la FEB (1).

Siguiendo la práctica de varios púgiles de la época, acepta la propuesta de su mánager, Bertys, de marchar a combatir a América. Llega a Cuba el 3 de agosto de 1925, con Abd-el-Kebir y Frank Hoche, y allí se instala en “Los Pinos”, una finca situada a 15 kilómetros de La Habana, con bananeros, mangos y un ring al aire libre (1). Durante un año disputará en La Habana y Florida (fundamentalmente en Tampa) un total de 14 combates, con 9 victorias (2 de ellas por KO), 4 derrotas (2 por puntos, 1 por descalificación, 1 por abandono) y 1 nulo:

A comienzos de abril, la Federación Española de Boxeo adopta el acuerdo de aceptar el reto que Tomás Cola dirige a Hilario por el título de España.

En agosto de 1926 se traslada a New York, centro del mundo del boxeo, junto con Berthys y Abd-el-Kebir. Durante casi dos años disputa 19 combates, con 11 victorias (2 por KO), 7 derrotas (5 por puntos, 1 por KO y 1 por descalificación), y 1 nulo. La mayoría de los combates son en Nueva York, donde debuta nada menos que en el Madison Square Garden, aunque pasa un breve periodo en Tampa y La Habana, además de alguna pelea ocasional en Boston. En este tiempo va enfrentándose a adversarios de cada vez mayor nivel, en un esfuerzo por hacerse acreedor al combate por el título del mundo, que no llega a disputar. Además, la Federación Española le desposee del título nacional por incomparecencia ante Tomás Cola. Esta fase finaliza con un prometedor aunque fallido combate en Los Ángeles.

El 9 de abril, en el transcurso de una velada amateur que se celebra en el Iris Park de Barcelona, la Federación Española de Boxeo procede a proclamar campeón de España del peso ligero al challenger catalán Tomás Cola, desposeyendo a Hilario por encontrarse ausente (El Mundo Deportivo, 10 de abril, p2).

En junio pasa a combatir en el peso wélter.

El 6 de abril de 1928, Uzcudun e Hilario embarcan en New York con destino a París para descansar unos días. La estancia, con todo, se prevé corta, ya que Hilario anuncia que debe estar de vuelta en junio, y no descarta pelear en España si le ofrecen una buena bolsa y un buen rival. Solo disputará un combate en este periodo, probablemente el combate más importante de su carrera.

Durante su estancia en España, Hilario recibe numerosos agasajos multitudinarios. La peña Hilario Martínez, del Poblet Boxing Club (antes Club La Flora), fundado por él, le organiza un fastuoso homenaje; cada presencia suya en las veladas que se disputan en Barcelona requiere que suba al público a recibir el acalorado aplauso de un público entregado que ha acudido a verle, y a su llegada a Valencia (a donde acude a pasar unos días con su familia), además de recibir homenajes en los distintos eventos a los que asiste, es escoltado por una gran caravana de automóviles y más de 500 ciclistas (1); incluso el Sindicato de Periodistas Deportivos le ofrece un lunch de homenaje (2).

El 2 de junio Hilario firma el combate, para el 7 del mes siguiente, con el campeonato del mundo del peso wélter Joe Dundèe, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona. Durante cuatro semanas, Hilario se entrena duramente en una finca próxima a Barcelona. Rodeado de pinos, con un ring que se ha construido él mismo para hacer ejercicio, se instala primero con su hermana y se dedica a perder el peso ganado en las semanas de inactividad. Esta semana viene Jim Terry, que desempeñará las funciones de sparring rápido. Luego vendrán tres hombres más, que los escogerá Bertys (El Mundo Deportivo, 10 de junio, p1). Además de Terry, se instalará en La Floresta el peso ligero Ángel Tejeiro; a ellos se unen con frecuencia otros púgiles aficionados (como Campuzano y Fernández) o profesionales (como el medio Daufí y Sotolongo), además de diversos directivos de la FEB y otros.

El viernes 6 de julio, en el momento cumbre de su popularidad, se presenta en el Teatro Novedades la “comedia cómica en cuatro partes” titulada Una aventura de Hilario Martínez, interpretada por el propio púgil: entrenamiento en la Floresta Pearson, Una aventura de amor, Excursión al Tibidabo, y Gran mach de boxeo (2).

Del resultado del combate da cuenta el titular, a toda plana en primera, del Mundo Deportivo del 8 de julio: En la Monumental, el campeón del mundo Joe Dundèe, haciendo una demostración de su clase, triunfó de Hilario Martínez por abandono en el octavo round. La crónica relata un combate disputado a buen ritmo, en el que el americano se mostró muy superior aunque Hilario dio la sensación de ponerle en aprietos durante los primeros asaltos. En el quinto, Dundèe abrió de un cabezazo una brecha en la ceja de Hilario, que comenzó a sangrar profusamente. Este no quiso que los médicos inspeccionaran la herida, por temor a que interrumpieran el combate, y continuó peleando muy mermado hasta que en el 8º asalto un uppercut hizo que Bertys arrojara la toalla (1).

Reemprende la marcha hacia Nueva York el 25 de agosto de 1928. Le acompaña su esposa, Manolita, así como el excampeón regional de Cataluña de los ligeros, Ángel Tejeiro. Durante cuatro meses permanece en Nueva York, entrenándose en el gimnasio de la St. Nicholas Arena, situado en la calle 66 y la Avenida Columbus. La derrota ante Dundèe ha dañado su carrera, y ya no es el Madison Square Garden el lugar en el que combate, ni sus rivales son de primer nivel. Entre Nueva York y Filadelfia disputa cuatro combates, con resultados irregulares: 2 victorias (1 por puntos y 1 por descalificación) y 2 derrotas (por puntos).

Desde Nueva York, Hilario y Tejeiro embarcan en noviembre de 1928 rumbo a Puerto Rico. Hilario disputa allí dos combates:

El 27 de diciembre Hilario y Tejeiro embarcan de regreso a Nueva York. Fuertemente enfrentados con Bertys, ambos empiezan la tramitación de su separación, presentando la recusación ante la Comisión de Boxeo de Nueva York. Bertys alega que deben pagarle el 33% de comisión, y los púgiles le acusan de usurero y aprovechado (MD, 1 de abril, p1). Mientras no se soluciona el pleito, no pueden boxear en Nueva York, pero sí en el resto de los Estados Unidos.

Tal como estaba previsto, Hilario vuelve a La Habana, donde disputa cinco combates, con 4 victorias (2 por KO) y 1 derrota (por puntos):

En julio de 1929 se traslada a México, donde se ha concertado su enfrentamiento a Bert Colima por el título nacional del peso medio. En México disputa dos combates:

A finales de octubre Hilario parte con destino a New York, donde embarca hacia Buenos Aires (1)con su mánager Guillermo Utrera y su segundo, el púgil mexicano Luis Hernández.

Debuta en el Stadium de River Plate ante más de 20.000 personas, en combate a 10 asaltos frente al argentino Justo Suárez, “El torito de Mataderos”. La expectación levantada entre la colonia hispana en la Argentina es tal que en los días anteriores Hilario ha llegado a disputar entrenamientos públicos con entrada de pago y ante una gran concurrencia. Sin embargo, Hilario se ve obligado al abandono en el quinto asalto, provocando decepción profunda entre sus seguidores (4 de enero de 1930) (1). Por una reseña de Mundo Deportivo de fecha 23 de mayo sabemos que Hilario disputó otro combate en la Argentina, del que no tenemos referencia.

Regresa a México, donde además de pelear en 2 combates es promotor en 4 veladas boxísticas que se disputan en Tampico, Monterrey y Torreón (1).

En junio de 1931, y aún a la espera de que se resuelva el litigio con Bertys que le mantiene apartado de los rings de New York, Hilario comienza un largo periplo por hasta siete países distintos de América central y del sur. Los datos al respecto son confusos, pero hemos registrado 12 combates distintos, con resultados también desiguales: 5 victorias (1 por KO), 3 derrotas (por puntos), 3 nulos y 1 combate sin decisión.

Su llegada a El Salvador coincide con un decreto presidencial prohibiendo el boxeo en todo el territorio. Aunque Hilario llega a entrevistarse dos veces con el presidente, Maximiliano Martínez, no consigue la autorización para pelear, por lo que tiene que conformarse con una exhibición de pugilismo y cultura física en la Escuela Militar y otra en la Comandancia (1).

El 12 de julio de 1933, El Mundo Deportivo anuncia en primera: Hilario Martínez ha vuelto después de cinco años de ausencia. Afirma que se plantea descansar un par de meses y que se encuentra fortísimo y en gran forma para pelear por el título de los pesos medios.

Hilario hace su reentrèe en agosto de 1933… y resulta una franca decepción. Una serie de derrotas y malos resultados, la mayoría en Barcelona, hace dudar de su forma, pero demostrando coraje y afán de superación, poco a poco va recuperando su brillo del pasado, hasta hacerse, a finales de 1934, con el campeonato de España del peso wélter. Comienza entonces una nueva etapa de éxitos que le lleva a Palma, Valencia, Lisboa, Argel, Zaragoza o Marsella, que tiene su momento álgido el combate por el título europeo de los pesos wélter, que disputa en Berlín en diciembre de 1935... y que culmina en marzo de 1936 con la pérdida del título nacional de los wélter ante Miguel Tarré.

En los tres años que van desde su vuelta a España hasta el inicio de la guerra civil, Hilario disputa 19 combates, con tan solo 5 victorias (3 por puntos, 1 por KO y 1 por descalificación), 11 derrotas (9 por puntos y 2 por abandono), 1 nulo, y 2 combates de los que desconocemos el resultado.

Hilario vuelve al peso wélter, en el que se encuentra más cómodo, y pronto se demuestra que ha sido una decisión acertada.

A finales de junio la Federación Española de Boxeo acepta el reto que le lanza Isasti, concediendo cuatro meses a Hilario para que dispute su título con este.

La guerra civil española supone un periodo de escasa actividad a nivel pugilístico, aunque Barcelona se encuentra alejada del frente. En agosto de 1936 se organizan diversos encuentros deportivos por toda Cataluña a beneficio de los Hospitales de sangre y las Milicias Antifascistas. Hilario manda su adhesión al Comité del Sindicato de Boxeadores y se pone a su disposición para las veladas pugilísticas que decidan organizar. Durante toda la guerra, Hilario disputa 8 combates, con pobres resultados: 2 victorias (por puntos), 5 derrotas (3 por puntos y 2 por descalificación) y 1 nulo. Entre combate y combate se dedica a descansar en el campo y a prepararse a base de duro trabajo físico.

No tenemos constancia de la fecha en que decide colgar los guantes. De hecho, no encontramos nuevas noticias suyas hasta 1943. El 2 de junio de ese año, la Federación Catalana organiza en el Price una velada en homenaje a Hilario, quien durante unos meses ha batallado duramente en el lecho de un hospital. En este combate triste y silencioso, Hilario ha logrado imponer su fuerte constitución, que por el momento le ha salvado del KO fatídico (Mundo Deportivo, 2 de junio, p1). Unos meses más tarde, la Obra Sindical “Educación y Descanso” contrata a Hilario para que tome a su cargo las clases de pugilismo de su red de gimnasios, en la barriada de Sans, donde empieza su labor a mediados de noviembre. Sin embargo, no encontró a nadie que apuntase hacia los grandes destinos. Hilario exigía valor, inteligencia, sentido exacto de la interpretación de la táctica más conveniente… Además, lejos de los tiempos esplendorosos de la gloria y del dinero que parecía no se iba a acabar nunca, necesitaba ganar el sustento cotidiano y encontró un empleo que le ponía a cubierto de sus necesidades (Mundo Deportivo, 15 de enero de 1968, p26). Fue entrevistado para la película Juguetes rotos (1966), en la que Manuel Summers mostraba a personas que alcanzaron fama en su día, pero que ya nadie recordaba (Futbolistas, toreros, actores y boxeadores como Hilario, Paulino Uzcudun, Luis Vallespín, Eusebio Librero y Ricardo Alís). Hasta su muerte, el 3 de agosto de 1983, residió en Cataluña. En sus propias palabras, viviendo del recuerdo de otros tiempos (Mundo Deportivo, 14 de diciembre de 1962, p6).

(1) Hemeroteca de El Mundo Deportivo; www.elmundodeportivo.es/hemeroteca (2) Hemeroteca de La Vanguardia; www.lavanguardia.es/hemeroteca (3) www.boxrec.com



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