Indoeuropeo
Germánico
Germánico occidental
Bajogermánico
Bajo fráncico
El idioma neerlandés (autoglotónimo: Nederlands; pronunciado /ˈneːdərlɑnts/ ( escuchar)) es un idioma que pertenece a la familia germánica, que a su vez es miembro de la macrofamilia indoeuropea. En países de habla hispana es comúnmente conocido como holandés, término hasta cierto punto aceptado por la RAE, aunque sea el nombre de uno de los dialectos del neerlandés. Forma parte del grupo germánico occidental, relacionado con el bajo alemán. Es la lengua materna de más de 23 000 000 de personas en el mundo y la tercera lengua germánica con más hablantes nativos, después del inglés y el alemán.
El nombre del idioma en neerlandés es nederlands. Se recomienda el uso de la palabra neerlandés en documentos oficiales. Debido a la turbulenta historia de los Países Bajos y de Bélgica, así como del idioma neerlandés, los nombres que otros pueblos han escogido para referirse a este varían más que para otras lenguas.
En español, la palabra neerlandés deriva del francés néerlandais, a su vez derivado del vocablo Nederlands, que en el idioma neerlandés es el adjetivo de Nederland, cuyo significado es «Tierra Baja» o «País Bajo».
Estrictamente hablando, «holandés» es el dialecto del neerlandés hablado en las regiones de Holanda Septentrional y Holanda Meridional.
En el habla común, de forma metonímica, se llama «holandés» al idioma sin reparar en los límites geográficos y, de hecho, su uso es mucho más frecuente que «neerlandés». No debe considerarse un error, pues en español es correcto usar este vocablo para referirse al idioma neerlandés, como queda recogido en el Diccionario de la Real Academia; sin embargo, en ambientes académicos u oficiales, es conveniente evitar la ambigüedad y ceñirse al término oficial. En muchos idiomas, holandés es el único término que sirve para este idioma.
La separación política entre las provincias neerlandófonas provocó que en cada zona el idioma sufriera una evolución con muchos rasgos idiosincráticos. El término flamenco se usó de forma algo informal para distinguir las peculiaridades del sur. En los primeros años de autonomía de Flandes dentro de Bélgica se usó flamenco (vlaams) para referirse al idioma de esta región, pero poco después se eliminó por completo este vocablo de la legislación para usar solo el término neerlandés (nederlands). El término «flamenco» sigue hoy en uso para referirse al conjunto de dialectos de Flandes.
El limburgués es un conjunto de hablas regionales estrechamente relacionadas con el neerlandés moderno, ya que también es un descendiente del antiguo franconio oriental. Algunos lingüistas clasifican el limburgués como una lengua separada, mientras que otros consideran que el neerlandés estándar, el flamenco, el limburgués y el afrikáans pueden considerarse como variedades divergentes de la misma lengua con un alto grado de inteligibilidad mutua.
El afrikáans, hablado en Sudáfrica y Namibia, es una variedad germánica occidental estrechamente relacionada con el neerlandés estándar ya que ambos derivan del neerlandés medio. El afrikáans es considerado una lengua diferente a causa de las crecientes diferencias con el neerlandés aparecidas a partir del siglo XVII; sin embargo, siguen teniendo un alto grado de inteligibilidad.
El vocablo inglés «Dutch» viene de «Diets», la antigua palabra germánica para la lengua del «Diet», el «pueblo», por oposición a las élites «cultas» que hablaban latín. La misma raíz dio origen a la palabra «Deutsch», que en el idioma alemán significa «alemán».
Una rápida clasificación que suele hacerse es reducir sus dialectos a dos, holandés* en el norte y flamenco* en el sur, y esta es la clasificación que recoge el Diccionario de la RAE. En una clasificación más detallada tendríamos ocho variantes principales que en realidad serían grupos de dialectos más locales.
Históricamente las variedades de neerlandés han formado parte de un continuo dialectal que incluye también a variedades más relacionadas con el (alto) alemán estándar y el bajo alemán.
Los mapas muestran la distribución de los dialectos del neerlandés, obviando algunas peculiaridades que se dan en algunas ciudades.
El bajo sajón neerlandés, zelandés y limburgués se muestran también como dialectos, si bien es discutible si se trata de un dialecto o una lengua aparte, pues en las lenguas germánico-occidentales es muy problemático establecer una clara frontera entre dialecto e idioma.
A
B
C
D
E
F
G
H
El neerlandés destaca por la tendencia a formar largos y, a veces, muy complicados nombres compuestos, siendo similares al alemán y a las lenguas escandinavas.
Como la mayoría de los idiomas germánicos, tiene una estructura silábica que permite grupos de consonantes bastante complejos. El neerlandés es a menudo destacado por el uso prominente de fricativas velares (a veces como una fuente de diversión o incluso sátira).
Tiene tres géneros: masculino, femenino y neutro, sin embargo, dadas las escasas diferencias gramaticales entre el masculino y el femenino, en la práctica parecen reducirse a sólo dos: común y neutro, lo cual es similar al sistema de géneros de la mayoría de las lenguas escandinavas continentales.
El organismo que regula la lengua es la Nederlandse Taalunie (Unión de la Lengua Neerlandesa), creada en 1986 con objeto de fijar la norma idiomática común para los Países Bajos y Bélgica. Posteriormente en 2004 se sumó Surinam.
La norma oficial se conoce como Standaardnederlands (neerlandés estándar), aunque también se la llama Algemeen Nederlands o AN (neerlandés general), término derivado del antiguo ABN (Algemeen Beschaafd Nederlands) que quedó en desuso por considerarse un término elitista.
El vocabulario del idioma neerlandés mantiene un origen predominantemente germánico, lo que lo acerca al alemán considerablemente más que al inglés, pues este último ha sufrido una gran influencia del francés. El neerlandés comparte muchos rasgos con el alemán, pero con una morfología menos complicada causada por deflexión. El sistema consonántico del neerlandés, al no haber sufrido la mutación consonántica del alto alemán tiene por el contrario más en común con las lenguas anglo-frisias y escandinavas.
El hecho de que el neerlandés no experimentase los cambios de sonido puede ser la razón por la que algunas personas digan, de forma poco rigurosa, que el neerlandés es un puente o incluso una mezcla entre el inglés y el alemán.
El neerlandés está estrechamente ligado al afrikáans (13,5 millones de hablantes), una lengua germánica, criolla del neerlandés, hablada principalmente en Sudáfrica y Namibia. El afrikáans y el neerlandés tienen diccionarios y reglas diferentes, pero son inteligibles entre sí. En Aruba, Bonaire y Curazao se habla el papiamento, lengua criolla derivada entre otros del portugués, español, inglés y neerlandés. En Surinam se habla sranan tongo, una lengua criolla derivada entre otros del inglés y neerlandés.
El neerlandés es un idioma cuya ortografía se ha reformado según ha ido evolucionando el idioma, a diferencia de lo ocurrido con, por ejemplo, el inglés o el francés, lo que permite que la correspondencia entre cómo se escribe y cómo se lee una palabra sea inmediata. Utiliza el alfabeto latino y reserva algunas combinaciones de letras para representar sonidos específicos del idioma y que se muestran a continuación, junto a la representación en el Alfabeto Fonético Internacional:
El neerlandés hace uso de la diéresis para indicar cuándo una palabra (habitualmente originaria de otro idioma) tiene una cierta combinación que no debe interpretarse como un dígrafo de un sonido sino como una combinación de dos letras. Por ejemplo, la combinación ie representa la i larga [i] (equivalente a la i del español). Cuando en una palabra debe ir seguido el sonido i del sonido e, se escribe una diéresis sobre la e para romper el dígrafo, como por ejemplo en la palabra Italië (Italia), o en efficiënt (eficiente). Otros ejemplos serían: politeïsme (politeísmo), poëzie (poesía) o altruïsme (altruismo). También aparece sobre la o y la u en palabras tales como reünie (reunión) y coöperatie (cooperativa).
Habría que mencionar alguna grafía en desuso, pero que puede verse en algunos apellidos o topónimos:
La letra ij está sujeta a un cierto debate sobre si es una letra o dos. La mayoría de los diccionarios la ordenan como una i seguida de j y los listados telefónicos suelen ordenarla entre la x y la z para hacer más fácil encontrar apellidos que usen la grafía ÿ.
Según la norma, es una letra que puede mecanografiarse con dos caracteres (i + j), aunque existe un símbolo en Unicode y en el juego de caracteres latín-extendido que con un carácter presenta ij o IJ como un símbolo completo (códigos x0133 y x0132). Como puede verse, la mayúscula debe escribirse IJ, nunca Ij. En los carteles en que aparezca escrita verticalmente, la letra IJ debe ocupar una sola línea, con la I y la J contiguas, sin que esté la I sobre la J. Una singularidad ortográfica del neerlandés es la forma de distinguir las vocales cortas y largas. La norma está vinculada a la división silábica, por lo que resulta especialmente difícil para los que se inician en el idioma, aunque para los propios hablantes resulta más fácil que, por ejemplo, la norma de uso de las tildes en español.
En general, y obviando tanto las excepciones como los casos de palabras compuestas, con afijos y algunas otras singularidades:
El problema surge al conjugar verbos o formar plurales, en que puede ser necesario doblar vocales o consonantes para mantener la longitud de las vocales:
Otra peculiaridad de la ortografía del neerlandés ocurre con las palabras terminadas en -ee. Al añadir sufijos con vocales debe ponerse una diéresis sobre la vocal añadida como en el siguiente ejemplo:
El neerlandés tiene facilidad para crear sustantivos largos mediante composición, como por ejemplo «drinkwatervoorziening» (abastecimiento de agua potable), «arbeidsongeschiktheidsverzekering» (seguro de incapacidad laboral) o ya creando palabras que aunque correctas, no están recogidas en el diccionario tenemos «koortsmeetsysteemstrook» (franja del sistema de medición de fiebre), que además es un palíndromo.
El plural existe en varias formas, pero no hay reglas generales sobre el uso de ellos porque es específico para cada sustantivo. Las dos formas de plural más frecuentes son -en: trein (tren); treinen (trenes), y la -s: appel (manzana); appels (manzanas). Palabras que terminan en una e muda suelen permitir las dos posibilidades indistintamente: hoogte (altura); hoogten (se pierde una e), hoogtes. En palabras que terminan en una vocal larga, la -s plurálica va precedida por una apóstrofo, manteniendo así la sílaba abierta: radio, radio's. Lo mismo ocurre con acrónimos, para aclarar que el plural no es parte de él: gsm (teléfono móvil); gsm's (móviles). A veces se añaden otras letras, como por ejemplo en kind (niño); kind-er-en. Ocurren cambios vocálicos en la raíz de la palabra: schip (barco); schepen (barcos), tanto como cambios consonánticos: huis (casa), huizen (casas). Existen palabras con más de un plural, donde las varias formas designan los significados diferentes de palabras homofónicas: pad (senda o sapo); paden (sendas) o padden (sapos). Aparte, existen plurales completamente irregulares: koopman (comerciante); kooplui, kooplieden (comerciantes). Este último ejemplo es parecido al español: persona; gente.
Los sustantivos en neerlandés tienen tres géneros, masculino, femenino y neutro. El género está claro cuando está ligado al sexo: vrouw (mujer) es femenino y man (hombre) es masculino, pero al igual que en español, es a veces bastante arbitrario: medicatie (medicación) es femenino, mond (boca) es masculino y huis (casa) es neutro.
A la hora de usar vocablos masculinos o femeninos no hay prácticamente diferencia gramatical, y solo el neutro tiene claras diferencias, como puede verse a continuación al hablar de los artículos. De hecho, en neerlandés los diccionarios no suelen indicar el género de la palabra sino el artículo que la acompaña, hablándose con frecuencia de het-woorden y de-woorden (palabras con het y palabras con de).
Los artículos pueden ser determinados e indeterminados, de género neutro o común (masculino y femenino).
Los adjetivos tienen una pequeña declinación, consistente en añadir o no una -e final, debiendo concordar con el sustantivo.
Dependiendo de la función que realice el adjetivo tenemos:
El comparativo se forma añadiendo -er: mooier (más bonito)
El superlativo se forma añadiendo -ste: mooiste (el/la/lo más bonito)
Los pronombres personales son:
Algunos pronombres se caracterizan por tener habitualmente dos formas, una átona y otra tónica, usándose la segunda cuando se quiere enfatizar:
Ejemplos:
Los verbos se conjugan a partir de una raíz. Los tiempos simples se forman añadiendo sufijos a la raíz y los compuestos añadiendo además un verbo auxiliar. La forma general de encontrar la raíz de un verbo es quitar el sufijo -en del infinitivo. Por ejemplo, para el verbo werken (trabajar) la raíz sería werk. En muchos casos es necesario adaptar la ortografía para mantener una vocal cerrada o abierta: horen (oír) tiene como raíz hoor. En otros casos, se reemplaza una consonante africada por una fricativa: verhuizen (mudar) tiene como raíz verhuis. Estos cambios no se consideran como irregularidades. Existen pocas aparte.
A continuación se enumeran los tiempos verbales y su conjugación en los verbos regulares, obviando algunas singularidades ortográficas o cuando se altera el orden de las palabras.
FORMAS NO PERSONALES
FORMAS PERSONALES
Suele considerarse que el neerlandés tiene una estructura SOV (verbos al final de la oración) con la particularidad de que un verbo se adelanta a la segunda posición. Esto se verá al hablar de las oraciones compuestas, pues en las oraciones simples al haber un único verbo se simplifica su estructura.
En las oraciones simples la estructura es similar al español: SVO, sin embargo el neerlandés usa en realidad una estructura CL-V2, lo que significa que lo importante es que la forma conjugada del verbo va siempre en la segunda posición. Eso se hace patente cuando para enfatizar, algún complemento se antepone en la oración:
En el ejemplo anterior pueden verse dos normas básicas de la construcción de oraciones simples en neerlandés:
Por tanto el orden normal es S+V, precediendo el sujeto al verbo, pero cuando se enfatiza algún complemento y este se antepone en la oración el orden se altera V+S para mantener el verbo en su puesto; este fenómeno se conoce como «inversión».
En cuanto a los diferentes complementos que pueden añadirse a la oración, el orden normal (sin enfatizar ninguno de ellos) es primero los complementos de Tiempo, después los de Modo y Frecuencia y al final los de Lugar.
Si una oración contiene más de un verbo es cuando puede verse claramente que la estructura gramatical del neerlandés es una SOV en la que un solo verbo (en la forma conjugada) se anticipa a la segunda posición, quedando los demás verbos al final de la oración.
Si se trata del uso de verbos auxiliares, verbos modales o cualquier otro con un uso parecido a las perífrasis verbales del español, todas las formas verbales se colocan al final de la oración, a excepción de la forma conjugada, que es la única que pasa a la segunda posición de la oración:
En las oraciones subordinadas siempre se colocan todos los verbos, incluidas las formas conjugadas, al final de la oración. Es como si la oración principal ya hubiera usado la posibilidad de adelantar un verbo a la segunda posición, estando ya no disponible para la oración subordinada que realiza una cierta función en la principal.
En las oraciones coordinadas o yustapuestas no hay una oración principal, por lo que todas se comportan como oraciones independientes con un verbo en la segunda posición y que además pueden tener otros verbos al final de cada una.
Como ejemplo se ofrecen tres oraciones coordinadas en las que se ve que cada una tiene una estructura de oración independiente. La primera con una perífrasis verbal y varios verbos finales, la segunda con verbo modal e inversión al hacer énfasis en daarna (después) y la tercera que incluye una oración subordinada (señalada con letra itálica).
Las excepciones a la norma de dejar los verbos al final de la oración son:
De todas formas, también la oración subordinada cumple la función de complemento (en este caso, de tiempo).
La historia del idioma neerlandés comienza alrededor del 450-500 d. C. después que el antiguo fráncico (frankish), una de las muchas lenguas de las tribus germánicas occidentales, fuera dividido por el segundo cambio consonántico germánico mientras más o menos al mismo tiempo la expirada ley nasal «ingaevónica» condujo al desarrollo de los ancestros directos del moderno neerlandés, el bajo sajón, el frisón y el inglés.
Los dialectos norteños del antiguo fráncico generalmente no participaron en ninguno de estos dos cambios, a excepción de una pequeña cantidad de cambios fonéticos que son conocidos hasta ahora como «antiguo bajo fráncico»; «bajo» se refiere a los dialectos que no fueron influidos por el cambio consonántico. Dentro del antiguo bajo fráncico hay dos subgrupos: antiguo bajo fráncico oriental y antiguo bajo fráncico occidental, el cual es más conocido como antiguo neerlandés. El bajo fráncico oriental habría sido eventualmente absorbido por el neerlandés, conforme este se hizo la forma dominante de bajo franconio. Dado que los dos grupos eran tan similares, es a menudo muy difícil determinar si un texto es «antiguo neerlandés» o «antiguo bajo fráncico oriental». De ahí que muchos lingüistas muchas veces no los diferencien.
El neerlandés, casualmente como otras lenguas germánicas, se divide convencionalmente en tres fases. En el desarrollo del neerlandés estas fases fueron:
La transición entre esas lenguas fue muy gradual y uno de los pocos momentos en que los lingüistas pueden detectar un tanto una revolución es cuando el neerlandés estándar emergió y rápidamente se autoconsagró. Se puede notar que el neerlandés estándar es muy similar a la mayoría de los dialectos del neerlandés.
El desarrollo del idioma neerlandés es ilustrado por la siguiente oración en antiguo, medio y moderno neerlandés.
(Usando el mismo orden de palabras)
(Usando la sintaxis correcta del neerlandés contemporáneo)
Un proceso de estandarización comenzó en la «Edad Media», especialmente bajo la influencia de la Corte Ducal Borgoñesa de Dijon (Bruselas después de 1477). Los dialectos de Flandes y de Brabante fueron los más influyentes en esa época. El proceso de estandarización se hizo más fuerte a comienzos del siglo XVI, basado principalmente en el dialecto urbano de Amberes. En 1585 Amberes cayó bajo el dominio del ejército español y muchos huyeron al noroeste de los Países Bajos, especialmente a la provincia de Holanda, (hoy Holanda Septentrional y Holanda Meridional), donde influyeron los dialectos urbanos de esa provincia. En 1637 se dio un importante paso hacia la unificación de la lengua con la primera importante traducción de la Biblia al neerlandés para que los habitantes de las Provincias Unidas pudieran entenderla.
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