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Igea Lissoni



¿Qué día cumple años Igea Lissoni?

Igea Lissoni cumple los años el 28 de diciembre.


¿Qué día nació Igea Lissoni?

Igea Lissoni nació el día 28 de diciembre de 1920.


¿Cuántos años tiene Igea Lissoni?

La edad actual es 103 años. Igea Lissoni cumplirá 104 años el 28 de diciembre de este año.


¿De qué signo es Igea Lissoni?

Igea Lissoni es del signo de Capricornio.


Igea Lissoni (Milán, 28 de diciembre de 1920[1][nota 1]​-Nápoles, 27 de septiembre de 1958) fue una bailarina italiana, después de La Segunda Guerra Mundial. Conocida por ser la "esposa" del mafioso Lucky Luciano.

Nació en Milán, Italia, el 28 de diciembre de 1920. Creció, junto a su hermana Daria, en el seno de una familia burguesa, siendo su padre Giovanni Lissoni y su madre Ida Poggi.[2][nota 2]

Desde temprano mostró gusto por la danza, y su familia la alentó, inscribiéndola en la escuela de ballet La Scala Opera Company.[3]

A pesar de que bailó ballet en la compañía, se le hizo evidente su falta de talento para convertirse en bailarina por lo que optó por ser una artista: una artista de variedades. Después de la guerra, se convirtió en una artista destacada de los mejores clubes nocturnos de Italia.

A finales de 1947, Igea conoció al líder mafioso italoestadounidense Lucky Luciano el cual vivía en el exilio, en un club de Roma en donde trabajaba ella.

Luciano se mostró algo tímido, y trató de conquistarla sin resultados, en un principio:

Pero a comienzos 1948 tuvo éxito e Igea fue a vivir con él, en el Excelsior Hotel. Ella terminó por solicitarle el cambio de lugar, y terminaron eligiendo un apartamento en el Parioli, Roma.[11]

Igea recorrió Italia junto con Lucanía. Él la llevó a todos sus lugares favoritos, desde el Quisiana Hotel en Capri; el Sicilian resort de Taormina, hasta al hotel [que se semejaba a un castillo] Villa Igea en Palermo, el cual se convirtió de su predilección.[14]​ También viajaron a su ciudad natal, pues tenía que decirle a sus padres sobre su relación con el gánster antes de que se enteraran por otros medios. Esta relación indignó a los padres de Igea, en un principio.

A mediados de 1949 Luciano fue a la prisión Regina Coeli en Roma, por nueve días por complicidad en el contrabando de narcóticos[15]​. Ella además de acampar fuera, visitó funcionarios públicos pidiendo su liberación[16]​, la cual sucedió por falta de pruebas, después de ser nuevamente acusado por causar un incendio para escapar de la prisión.

El Ministerio del Interior de Italia, y La Guardia di Finanza , por autoridades estadounidenses, lo declararon peligro para el estado, y lo obligaron volver a su ciudad natal Lercara Friddi, en donde sería vigilado, y vivir en toque de queda. Igea lo acompañó. Se hospedaron en el mismo hotel que él había estado en 1947, cuando él había llegado a Italia [19]​ Pero terminaron llendose a Palermo, Villa Igea [20]​, convirtiéndose en su casa lo que faltaba de 1949, y 1950.

En 1951 hicieron viajes a Milán, para visitar a sus padres, los Lissonis, y sus amigos [21]​. También hicieron viajes a París, en donde ella iba a ver el ballet, mientras Lucky Luciano iba al cine o al la pista de carreras (the racetrack) porque esa actividad no era de su agrado. Luciano dijo al respecto, después: "Se enojaba mucho conmigo cuando le decía que haría cualquier cosa por ella, excepto ver a un montón de hadas saltar en mallas con sus bolas mostrándose."[nota 9][22]​.

Igea le insistió a Salvatore Lucanía que dejara atrás su pasado con los negocios ilegales, y que hiciera camino en lo legal, por lo que compró una granja en Santa Marinella, y la puso en funcionamiento con la ayuda de unos de sus primos [nota 10]​ mientras se hacía cabida en un negocio legal [23]​. Se había convertido en una promesa para Luciano, pero implicaba dejar todo para él:

Pero una promesa era una promesa, y pensaba cumplirla, por lo menos, dentro de Italia, y puso un negocio, en Nápoles, de electrodomésticos muy novedosos en Italia, pero comunes en Estados Unidos[26]​. Pero después de unos años cerró. Los electrodomésticos habían empezado a ser comunes también, en Italia.

Nuevas oportunidades llegaron, como la ayuda que le prometieron al Padre Scarpato, para organizar, y recaudar fondos para construir la Clínica de Nuestra Señora de Lourdes, en Vesubio[27]​. Luciano posteriormente recordó cuando Igea se había burlado de él, por no poder lograrlo:

En 1952, Lucanía, por deseo de Igea, decidió tener un hogar permanente, y alquilaron un apartamento en Via Tasso. Contrataron a un ama de llaves [nota 13]​. Y compraron dos perros de raza, el cual a uno nombraron Bambi [30]​. También inició otro negocio legal, muy parecido al anterior, poniendo su tienda en el Hotel Royal, que comercializaba equipos médico, como máquinas de rayos X. [30]

A Luciano en 1955, la Comisión de advertencia de Nápoles lo declaró "socialmente peligroso". Se le prohibió salir de su casa al amanecer, y al atardecer; frecuentar clubes nocturnos y el hipódromo; viajar más de dieciséis millas fuera de Nápoles. A pesar de esto se le permitió ir de vacaciones a la Playa de Ostia, y a su granja [nota 14]​, viajes que hizo junto a Igea [31]​. Dijo: "Se puso tan mala para mí esa semana que si no hubiera tenido a Igea conmigo, creo que habría hecho algo realmente drástico". [nota 15][32]​. En éstos toques de queda, por influencia de Igea Lissoni, leyó libros que nunca había leído, como los de Shakespeare. [33][nota 16][34]

A finales de 1956 , en noviembre la policía de Nápoles quitó algunas restricciones. Y como deportado, le envió una apelación formal solicitando la readmisión a los Estados Unidos, al presidente Eisenhower, la cual no fue concedida. A lo que él dijo posteriormente: "Lo gracioso, sin embargo, fue que cuando me rechazaron, Igea estaba muy feliz. Ella nunca deseó ir a los Estados Unidos conmigo. Sentía que yo volvería a los negocios y que los grandes problemas volverían a surgir[nota 17][35]​. Esto provocó que Igea hablara de comprar una casa, o algún departamento [35]​. Y así fue: una Penthouse, con vista sobre la bahía hasta Vesubio, llenando con flores la terraza a manos de jardineros. El escritor del libro "The Last Testament of Lucky Luciano", Richard Hammer & Martin Gosch, escribió: "[...]empleando a las hermanas de un convento cercano para bordar las sábanas con la inicial "L" - y luego burlándose de Luciano que si alguna vez se separaban, debía prometerle que le dejaría llevar las sábanas con ella ya que ambas tenían la misma inicial".[36][37]​.

Por esa razón, el negocio de suministros médicos fracasó: porque pasaba más tiempo "con Don Cheech en el Monte Vesubio que en la tienda." [nota 18][nota 19][37]​, a pesar de que había dejado a su secretaria [nota 20]​ a cargo del negocio. Por parte del Padre Scarpato, quién tuvo la idea, emprendió una fábrica de muebles que su objetivo en un inicio era hacer muebles para una escuela católica y la clínica que estaban haciendo. Aunque parecía caer [37]​, a finales de 1956 pareció prosperar [38]​, pero terminó siendo un fracaso.

Salvatore Lucanía e Igea solían cenar a menudo en restaurantes de Nápoles, tales como el Transatlántico, el Giacomino y el Zi Teresa, y pasaban los fines de semana en Capri [nota 21][38]​ . También solían hacer otras actividades, como por ejemplo, iban a spas de salud [nota 22][39]​.

Nada era cómo si estuviera en Nueva York para Charles Luciano: "Sólo lamentaba que todo esto no se llevara a cabo en Nueva York, donde podía llegar a casa todas las noches en el metro con el World-Telegram y hacer que Igea se encontrara conmigo en la puerta, me besara como una esposa normal y lo primero que le preguntaría sería, '¿Qué estás preparando para la cena?' " [40][38]

Con problemas con Vito Genovese, a Igea nunca se le informó del atentado contra Luciano, porque quería protegerla de eso, agregando que tenía una preocupación por él, ya que su atención se había dirigido hacia otra parte [41]​. Lucanía solía dejar de lado a Igea en esos tiempos: "Una noche, a finales de junio, Igea no se sentía muy bien y salí a cenar al Zi Teresa con John Raimundo."[42][43]

A pesar de todo, su relación fue caótica y tumultuosa, pero Luciano adoraba a Igea. Él la describió como el amor de su vida. Pese a eso nunca se cansaron, por diversos motivos, pero vivieron juntos como si lo estuvieran. Algunos sostienen que la pareja se casó en 1949 [44][45]​, y otros afirman que sólo intercambiaron anillos. Igualmente, seguía saliendo con otras mujeres y era abusivo con ella[46]​, incluso Igea salía a buscarlo y hacia un escándalo, llegando a amenazarlo con matarlo con una pistola que guardaba en su apartamento[47]​. A pesar de todo, el mismo Luciano posteriormente, dijo querer casarse con ella:

Igea y Lucky Luciano no tuvieron hijos. [nota 24]

A finales de 1957, Luciano recibió una noticia del Doctor Matteoli en su Penthouse mientras Igea había ido de compras previa a la Navidad [53]​ sobre los exámenes físicos completos, que le había hecho por segunda vez en una semana, diciéndole que Igea debía someterse a una operación exploratoria inmediata [53]

Lissoni tenía fatiga persistente y además de dolor alrededor de bultos pequeños en su seno izquierdo. [53]

El doctor creyó estar seguro que los tumores no eran malignos, y que sólo debía sasacarlo. Pero el problema que se plantearon resolver era decirle a Igea que debía someterse a cirugía. [53]

Él había comenzado a verla como antes, sin síntomas, y permaneció así los siguientes meses. Pero Luciano pidió de igual manera, que el doctor Matteoli hiciera algo. Al hacerle otro examen a Igea, dijo que había encontrado una disminución significativa de los bultos, que podían posponer la operación, advirtiendo que debía ser examinanda frecuentemente, ya que no era normal [53]​ .

A comienzos de 1958, los síntomas volvieron, robándole su buen humor. Entonces, Luciano la llevó del doctor Matteoli:

Después de examinarla el médico dio su diagnóstico:

Inmediatamente, al día siguiente, Igea fue llevada al hospital y se reveló a través de una prueba patológica, un carcinoma. Y le extirparon el seno izquierdo. Su operación fue extensa ya que se había extendido profundamente [59]​.

Después de unas semanas regreso a la Penthouse, deprimida por la extirpación. Luciano intentó levantarle el ánimo con éxito. Esta noticia había llegado a los medios, y personas de Italia le enviaron flores. [64]

Al notar que se estaba recuperando, Luciano hizo un viaje limitado hacia Capri. A mediados de abril, una mañana él al despertar vio a Igea llorando: ella había descubierto más bultos en su seno derecho [65]​ .

Regresaron inmediatamente a Nápoles, y la sometieron a la operación nuevamente, extirpando el seno derecho. Tristemente ya era tarde. Luciano recordaría lo que él doctor le dijo: "Le dije: '¿Intentas decirme que Igea va a morir?'. Me dijo: 'Sí, Charlie, no hay nada más que podamos hacer. Hay cobalto, pero no creo que tenga mucho efecto. La enfermedad se está extendiendo todo el tiempo.' Le pregunté cuánto tiempo tenía y me dijo que no lo sabía; podría morir en un par de semanas o tal vez podría durar unos meses, pero no más de eso." [nota 35][68][69]​.

Después de la operación, la llevaron al departamento. El doctor Matteoli, la visitaba todos los días y pasaba tiempo con ella, y evitaba que no sintiera dolor a través de morfina. "[...] como si fuera parte de su propia familia y no un paciente más." [nota 36]​, diría Luciano. Llegó un momento en que la morfina ya no hacía efecto. [70]​.

Amigos, en especial de Lucky Luciano [nota 37]​, iban a su departamento a rezar junto con el Padre Scarpato. "Todos amaban a Igea" [nota 38]​, dijo Luciano. Según, el mafioso sufrió mucho la agonía de Igea:

Igea en los momentos que podía hablar, cuando los dolores no eran tan fuertes, le decía a Luciano que no se quedara allí, y que saliera como siempre, y así lo hacía en períodos cortos de tiempo [70]​.

Igea tenía planes, describió Lucanía: "A mediados del verano, dijo que quería ver a Giovanni Passeggio la próxima vez que viniera a Nápoles. Lo traje una semana después. ¿Qué crees que le dijo? Quería que arreglara con la policía para que yo pudiera ir a vivir con sus padres en Milán después de que ella muriera. Le dijo que arreglaría todo lo que ella quisiera si prometía no tener esos pensamientos. Y yo le dije que había estado conmigo, como una esposa, durante diez años y que no podía pensar en ir a ninguna parte sin ella. Al final, me dijo que quería ser enterrada en el Cimiterio di Musocco de Milán, en la parcela familiar. Le hice esa promesa". [nota 41][70]​.

En septiembre de 1958, Igea Lissoni entró en coma. A último momento, Luciano llamó a su padre, Giovanni Lissoni, quien viajó a Nápoles. "En esos últimos días, Luciano rara vez dejaba la cama de Igea, sentado a su lado, observándola atentamente durante horas. No comía nada y las líneas de su cara se grababan más profundamente" [nota 42][74]​.

Murió el 27 de septiembre de 1958 en Nápoles, Italia. Esa misma mañana, una hora antes de morir, Igea despertó brevemente y pudo reconocer a su padre y a Luciano. Movió ligeramente, su mano hacia su padre. Intentó formar algunas palabras, y dijo: "Caro Mío" [74]​.

Su cuerpo fue trasladado a Milán. Su funeral fue el 1 de octubre de 1958 en Milán. El obituario impreso, en el Corriere della sera, decía: [74]

El día fue lluvioso, y el coche fúnebre fue tirado por ocho caballos emplumados. [74]​. Se dijo, que Luciano lloró en el funeral [77]

Su cuerpo yace en el Cimitero Maggiore di Milano (también llamado Cimiterio di Musocco), en Milán [70]​.

Charles Luciano, una vez de regreso a Nápoles les dio todas las pertenencias (ropa y posesiones personales) de Igea, a su hermana Daria Lissoni [74]​.

Luciano recordaría la perdida: "Todos los que conocí vienen a tratar de sacarme de la casa. Chinky Vital estaba de vuelta en Taormina por entonces y quería venir y quedarse conmigo por un tiempo, y todos los chicos trataron de hacerme entender que la vida era para vivir, como ellos dicen. Estaba tan condenadamente solo que nada parecía importar, e incluso mis amigos, muy buenos amigos, no podían ayudarme. Era mi interior el que estaba vacío."[nota 45][74]​. Pasando por el duelo, vistió corbata negra, y la cinta negra en su solapa, siendo muy poco comunicativo. Once semanas después de la muerte de Igea, el 13 de diciembre, se vio obligado a incorporarse nuevamente a su vida. [79]​.

A pesar del supuesto sentimiento que decía sentir por Igea, Lucky Luciano, tristemente, la reemplazó por una mujer treinta y nueve años más joven, Adriana Rizzo[80]​ (Nápoles, 29/01/1936[81][nota 46]​ - ? [cita requerida]), la cual conoció en enero de 1959, a cuatro meses después de su muerte. [82]​. Pero Luciano dijo: "Ella sabía lo que yo sentía por Igea, pero parecía agradable y sincera y nos sentíamos cómodos juntos, así que todo salió bien. [...] Y Adriana se llevaba bien con Lydia, así que todo se asentó en la paz" [nota 47][83]​.

Por Lucky Luciano, según el libro semiautobiográfico The Last Testament of Lucky Luciano, de Martin Gosch y Richard Hammer:

[...]

[...]

Un conocido, Giuseppe Dossi, jefe de la filial romana de Interpol, le dijo a Luciano (según él mismo):

[93]



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