Los gúridas o guríes (en persa, سلسله غوریان; auto-denominación: شنسبانی, Shansabānī) fueron una dinastía de ascendencia irania de la región de Ghor en lo que actualmente es el centro de Afganistán, aunque su origen étnico exacto se desconoce. La dinastía se convirtió al Islam suní desde el budismo, después de la conquista de Ghor por el sultán gaznaví Mahmud de Gazni en 1011. La dinastía derrocó al Imperio Gaznávida en 1186 cuando el sultán Muhammad de Gur conquistó la última capital gaznávida, Lahore. Reinaron de 1149 a 1212.
El su zénit, el imperio gúrida abarcó Jorasán en el oeste y alcanzó la India septentrional hasta llegar a Bengala en el este. Su primera capital fue Firozkoh en Mandesh, Ghor, que más tarde fue reemplazada por Herat, y finalmente Gazni. Lahore se usó como una capital adicional a finales del período gúrida, especialmente en invierno. Los gúridas patrocinaban la herencia y cultura persa.
Abu ‘Alî (que reinó en 1011–1035) fue el primer rey musulmán de la dinastía gúrida que construyó mezquitas y escuelas islámicas en Ghor.
A los gúridas les sucedió en Jorasán y Persia la dinastía corasmia, y en el norte de la India, la dinastía mameluca del Sultanato de Delhi.
En el siglo XIX algunos estudiosos europeos, como Mountstuart Elphinstone, favorecieron la idea de que la dinastía gúrida se relacionaba con el actual pueblo pastún pero esto es algo que en general rechazan los eruditos modernos, y, tal como lo explica Morgenstierne en la Enciclopedia del Islam, es por «varios motivos muy improbable». En lugar de ello, el consenso entre los estudiosos modernos (incl. Morgenstierne, Bosworth, Dupree, Gibb, Ghirshman, Longworth Dames y otros) sostienen que la dinastía fue muy probablemente de origen tayiko. Bosworth va más allá y señala que el verdadero nombre de la familia gúrida, Āl-e Šansab (persianizado: Šansabānī), es la pronunciación árabe del nombre original en persa medio Wišnasp.
La región de Guristán siguió estando habitada principalmente por budistas hasta el siglo XII. Fue entonces islamizada y dio lugar al auge de los gúridas. La subida al poder de los gúridas en Ghur, una pequeña zona aislada ubicada en la vastedad de las montañas entre el imperio gaznávida y los selyúcidas, fue un desarrollo inusual e inesperado. La zona era tan remota que hasta el siglo XI, había seguido siendo un enclave pagano rodeado de principados musulmanes. Fue convertido al islam en la primera parte del siglo XII después de que Mahmud la saqueara, y dejó a maestros que instruyeran a los gúridas en los preceptos del Islam. Incluso entonces se cree que persistió una variedad de budismo mahayana en la zona hasta finales del siglo
El idioma nativo de los gúridas era aparentemente diferente del persa de su corte. Abu'l-Fadl Bayhaqi, el famoso historiador de la época gaznávida, escribió en la página 117 de su libro Historia de Beyhaqi (Tarikh-i Bayhaqi): «El sultán Mas'ud se marchó a Guristán y envió a su ilustrado compañero con dos personas de Ghor como intérpretes entre esta persona y la gente de esa región». Sin embargo, como los samánidas y los gaznávidas, los gúridas fueron grandes mecenas de la literatura persa, poesía, y cultura, y las promocionaron en sus cortes como si fueran propias. Escritores contemporáneos se refieren a ellos como los «gúridas persianizados».
No hay nada que confirme la reciente asunción de que los habitantes de Ghor eran originalmente hablantes del pastún, y las pretensiones sobre la existencia de poesía pastún (como en Pata Khazana) del período gúrida no se han sostenido.
Cierto príncipe gúrida llamado Amir Banji, gobernaba Ghor y se le considera antecesor de los gobernantes gúridas medievales. Su gobierno fue legitimado por el califa abasí Harún al-Rashid.
Los gúridas pertenecían a la familia de los Shansabani (representantes de los Samánidas) en la región de Ghur (Gūr) del actual Afganistán. Su capital era Firuzkuh, de la que ahora quedan pocos restos, incluido el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco el Minarete de Jam. Tras la islamización de esta región (siglo XI), fue sometida a partir del 1010 a los Gaznavíes del sultán Mahmūd. En 1099, los gúridas pasaron a ser los representantes de los gaznavíes en Ghazni. Antes de mediados del siglo XII, los gúridas habían estado unidos a los gaznavíes y a los selyçucidas durante ciento cincuenta años.
A mediados del siglo XII, Ghor expresó su independencia del imperio gaznávida. En 1149 el gobernante gaznaví, Bahram Shah envenenó a un líder gúrida local, Qutb al-Din Muhammad, quien se había refugiado en la ciudad de Gazni después de haber discutido con su hermano Sayf al-Din Suri. En venganza, Sayf marchó contra Gazni y derrotó a Bahram-Shah. Sin embargo, un año después, Bahram regresó y logró una victoria decisiva contra Sayf, quien poco después fue capturado y crucificado en Pul-i Yak Taq.
Su hermano y sucesor, Bahâ’ al-Dîn Sâm I, pretendió vengar la muerte de sus dos hermanos, pero murió por causas naturales antes de poder alcanzar Gazni. Ala al-Din Husayn (1149–1161), uno de los hermanos más jóvenes de Sayf, y recientemente coronado rey gúrida, también emprendió la venganza por la muerte de sus dos hermanos. Venció a Bahram Shah. Gazni fue saqueada e incendiada durante siete días y siete noches. Esto hizo que obtuviera el título de Jahānsūz, que significa «el quemador del mundo». Los gaznávidas retomaron la ciudad con ayuda selyúcida, pero la perdieron en manos de los turcos oghuz. Los gaznavíes fueron expulsados de Jorasán.
En 1152, Ala al-Din Husayn rechazó pagar tributo a los selyúcidas y en lugar de ello marcharon con un ejército desde Firozkoh pero fue derrotado y capturado en Nab por Sultan Ahmed Sanjar. Ala al-Din Husayn fue prisionero durante dos años, hasta que fue liberado a cambio de un fuerte rescate pagado a los selyúcidas. Mientras tanto, un rival de Ala al-Din llamado Husayn ibn Nasir al-Din Muhammad al-Madini había tomado Firozkoh, pero fue asesinado en el momento justo en que Ala al-Din regresaba para reclamar su dominio ancestral. Ala al-Din pasó el resto de su reinado expandiendo los dominios de su reino; logró conquistar Garchistán, Tocaristán, y Bamiyán, y más tarde dio Bamiyán y Tocaristán a Fajr al-Din Masud, comenzando la rama bamiyán de los gúridas. Ala al-Din murió en 1161, y le sucedió su hijo Sayf al-Din Muhammad, que pronto murió dos años después, en una batalla.
Los gúridas, a la muerte de Husáyn, gobernaron por partida doble, Ghiyath al-Din Muhammad (1163–1203) gobernaba el este de Irán además de Firuzkuh y Herāt, mientras que su hermano Muhammad de Gur (1173–1206) reinaba en la India desde Ghazni y Lahore. Ghiyath al-Din Muhammad era primo de Sayf, hijo de Baha al-Din Sam I, y demostró ser un rey capaz. Justo después del ascenso de Ghiyath, él, con la ayuda de su leal hermano Muhammad de Gur, mataron a un jefe gúrida rival llamado Abu'l Abbas. Ghiyath entonces derrotó a su tío Fajr al-Din Masud quien pretendía el trono gúrida y se había aliado con el gobernador selyúcida de Herat, y Balj.
En 1173, Muhammad de Gur reconquistó la ciudad de Gazni y ayudó a Ghiyath en su lucha contra el imperio corasmio por el señorío en el Jorasán. Muhammad capturó Multan y Uch en 1175. A partir de 1178 los gúridas empezaron la conquista del valle del Indo. Muhammad se anexionó el principado gaznávida de Lahore en 1186, expulsando a los últimos gaznávidas del Panyab. Según historiadores contemporáneos, se vengó por su bisabuelo Muhammad ibn Suri. Muhammad de Gur empezó la conquista del norte de la India después de su victoria en la batalla de Thaneswar (Thanesar) en la que derrotó a los rajás (príncipes) hindúes dirigidos por Prithivirâja Châhumâna III (1192). En 1202, los gúridas llegaron con sus conquistas hasta Bengala y Guyarat. Después de la muerte de su hermano Ghiyath en 1202, Muhammad se convirtió en el sucesor de su imperio y gobernó hasta su asesinato en 1206 cerca de Jhelum por hombres de la tribu Khokhar (en lo que es hoy la moderna Pakistán). Entonces el imperio se disgregó rápidamente.
Entonces se produjo una confusa lucha entre los líderes gúridas que quedaron, y los jorezmitas fueron capaces de hacerse con el imperio gúrida alrededor del año 1215. Las regiones de Irán quedaron, desde 1215, bajo el poder de los jorezmitas y en la India, de los generales esclavos (mamelucos) dirigidos por Qutb-ud-din Aybak que consiguieron la independencia y crearon el sultanato de Delhi.
Aunque el imperio de los gúridas fue breve, las conquistas de Muhammad de Gur fortalecieron las bases del gobierno musulmán en la India. A su muerte, la importancia de Gazni y Gur se desvaneció, y fueron reemplazadas por Delhi como centro de poder en la India durante el gobierno de sus sucesores mamelucos.
Los gúridas fueron grandes defensores de la cultura y literatura persas y establecieron la base para un persianizado en la India. Sin embargo, la mayor parte de la literatura producida durante la época gúrida se ha perdido. También transfirieron la arquitectura irania a la India.
A partir del estado gúrida creció el sultanato de Delhi que estableció el idioma persa como el idioma oficial de la corte de la región – un estatus que conservó hasta finales de la era mogol en el siglo XIX.
Los dos mausoleos de Chisht (el occidental fue construido en 1167)
El mausoleo oriental de Chisht (construido en 1194)
El minarete de Jam en la provincia de Gur de Afganistán (terminado en 1174/75) – Patrimonio de la Humanidad desde 2002
Inscripción en el minarete de Jam, mostrando el nombre y los títulos del sultán Ghiyath ad-Din Muhammad
Bandas ornamentales sobre el minarete de Jam, en las que se puede leer la Sura 19 del Corán
Ruinas de la madraza Shah-i Mashhad (construida en 1176)
Conquista de los jorezmitas
Sultan Ghiyath al-Din Muhammad
Sultan Mu'izz al-Din Muhammad
Conquista de los jorezmitas
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