Giralda es el nombre que recibe la torre campanario de la catedral de Santa María de la Sede de la ciudad de Sevilla, en Andalucía (España). La parte inferior de la torre corresponde al alminar de la antigua mezquita de la ciudad, de finales del siglo XII, en la época almohade, mientras que la parte superior es una construcción sobrepuesta en el siglo XVI, en época cristiana, para albergar las campanas. En su cúspide se halla la estatua de bronce que representa el Triunfo de la Fe y que tiene función de veleta, el Giraldillo.
Mide 94,69 m metros de altura.
El 29 de diciembre de 1928 la catedral, incluida la Giralda, fue declarada Monumento Nacional. En 1987 el conjunto del Alcázar, el Archivo de Indias y la catedral, con su torre, fueron considerados Patrimonio de la Humanidad.
Existen réplicas y edificios inspirados en ella en España y en varios países del mundo.
Durante el periodo de dominación almohade, la ciudad de Sevilla se convirtió en la capital de Al-Ándalus, lo que trajo a la ciudad una actualización de sus infraestructuras procediéndose a la construcción de algunas grandes edificaciones. En este ámbito se comenzó el levantamiento de una nueva mezquita mayor en el solar que actualmente ocupa la catedral. La construcción de esta nueva mezquita mayor, que reemplazaba a la existente en la plaza del Salvador, se inició el año 1172 y en 1182 se pronunció el primer jutba (sermón de viernes) en la mezquita. Tenía orientación de norte a sur, ligeramente hacia el sureste, y su puerta principal correspondía a la actual Puerta del Perdón que da entrada al patio de los Naranjos, que formaba parte del recinto de la misma. El alzado exterior de la mezquita tenía influencias de la mezquita de Córdoba, mientras que la estructura de su planta procedía del modelo de las mezquitas marroquíes de Marrakech y de Tinmal.
En 1183, Al-Ándalus sufría una presión agresiva de las fuerzas castellanas y portuguesas, que hostigaban el campo sevillano. En respuesta, en diciembre de ese año el califa Abu Yaqub Yusuf puso en marcha un gran ejército en dirección a la península. Cruzó el estrecho de Gibraltar y entró en la ciudad de Sevilla el 25 de mayo de 1184. Con ocasión de su estancia en Sevilla, el 26 de mayo de 1184 ordenó al gobernador de la ciudad la construcción del alminar de la mezquita. Salió el califa el 7 de junio, hacia Badajoz, para luego dirigirse al oeste para sitiar la población de Santarém a la que llegó el 27 de junio. Esta ciudad estaba defendida por Alfonso I de Portugal. El asedio duró hasta julio de 1184 y el 29 de julio Al-Mumin Abu Yaacub resultó muerto en combate.
El nuevo califa, Abu Yúsuf al-Mansur (conocido entre sus súbditos como Muminin), hijo y sucesor de Yúsuf, que fue proclamado el 10 de agosto de 1184, en el alcázar de Sevilla, decidió la continuación del proyecto. Originalmente, el alminar estaría unido a las murallas de la alcazaba de la ciudad. Las obras de construcción se iniciaron en otoño dirigidas por el alarife Áhmed ben Baso. En la excavación para la cimentación encontró un manantial que fue cegado con piedras y cal, creando una superficie plana sobre la que situar los cimientos.
La construcción de la Giralda arranca sobre una cimentación de 3,60 metros, muy poco más amplia que la propia torre, y que constituye la única cimentación del edificio, según los estudios arqueológicos, una gruesa capa de argamasa y una simple mejora del terreno, en el que quedaron incluidos los restos de anteriores construcciones musulmanas de la zona.
Desde ahí otros tres metros de sillería emergen de la acera, con una serie de aras de mármol de época romana.Las piedras que se emplearon tayud al adi fueron extraídas del muro del palacio del Alcázar de Ibn Abbad. Los muros de este palacio tenían características defensivas. Las piedras fueron bajadas sin necesidad de escaleras, ya que a estos muros se ascendía por una cuesta apta para caballos.
En el año 584 de la hégira (entre el 2 de marzo de 1188 y el 18 de febrero de 1189) se paralizaron las obras cuando fue destituido Ibn Saíd, que era el almojarife encargado del registro de los gastos. Ibn Saíd fue sustituido por Abu Bakr.Alí al-Gumari (Alí de Gomara), ya que también acaeció el fallecimiento de Ibn Basó, que decidió continuar las obras del alminar con ladrillo a partir del zócalo de piedra. Las obras en la mezquita fueron detenidas de forma intermitente debido a los constantes viajes que el alarife hacía a Marrakech.
En esta reanudación entró a trabajar en las obras de la mezquita el alarifeEl 19 de junio de 1195 el emir Abu Yaacub al-Mansur derrotó a Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos. Al regresar ordenó la realización de unas grandes esferas de bronce dorado para ser colocadas en la parte superior del alminar. Fueron colocadas el 10 de marzo de 1198 en presencia del emir. Estas estaban sobre una columna grande de hierro que se cimentaba en la parte superior del alminar. Estas cuatro bolas o manzanas doradas ensartadas en un vástago vertical reciben el nombre de yâmûr en la cultura árabe y se ha utilizado, aunque no siempre, para coronar mezquitas. El transcurso de las obras se conoce con detalle gracias a las crónicas de Ibn Sahib al-Salá.
El esquema deriva del modelo de la mezquita de Córdoba. El primer cuerpo tenía 50,51 m de alto y una planta cuadrada de 13,61 m de ancho. El segundo cuerpo medía 14,39 m de alto y su planta era cuadrada de 6,83 m de ancho. Sobre el segundo cuerpo había una cúpula y sobre esta el yâmûr.
La altura total de la torre era de 82 metros. En 1248 se produjo la Reconquista de Sevilla por Fernando III el Santo y la mezquita fue consagrada como templo cristiano. Algo habitual cuando se conquistaban municipios musulmanes era añadir campanas a los alminares, así como retirar el yâmûr para colocar una cruz y, bajo ella, una veleta, aunque este yâmûr no se retiró.
No obstante, el 24 de agosto de 1356 se produjo un terremoto que trajo consigo el derrumbamiento de las cuatro bolas. No existe demasiada información sobre el aspecto de la torre entre este acontecimiento y el siglo XV. Al parecer, esta estructura fue sustituida por una espadaña con una campana y, en algún momento posterior, la torre se coronó con una cruz.
Según se desprende del Plano de Bidaurreta, 1480-1498, descubierto por Begoña Alonso mientras investigaba sobre unos canteros, único plano original que nos ha llegado de la catedral gótica, en el proyecto original la torre iba a ser derribada, pero se ha entendido que por necesidad económica o deseo de inaugurar lo antes posible el templo, se decidió mantenerla.
A mediados del siglo XVI canónigo Francisco Pacheco diseñó un programa iconográfico con murales para decorar la Giralda. Los frescos fueron realizados por el pintor Luis de Vargas entre 1553 y 1558. Gracias al cuadro de las Santas Justa y Rufina realizado por Miguel de Esquivel en 1620 se sabe que en la fachada norte, debajo del primer balcón, estaba la Anunciación. A la izquierda y a la derecha de este balcón, en dos superficies de estuco que aún existen, estaban las imágenes de San Isidoro y San Leandro a un lado y las Santas Justa y Rufina al otro. Encima de este balcón, había una pintura de Cristo Crucificado con la Virgen María y San Juan Evangelista. A los lados de los demás balcones había otras pinturas de santos. En 2018, durante la restauración, se demostró que, en el siglo XVI, la Giralda estaba pintada con un color rojizo. Las pinturas murales de Luis de Vargas estaban muy deterioradas a finales del siglo XIX y se perdieron, junto con restos de su color rojizo, en la restauración realizada entre 1881 y 1883 por Adolfo Fernández Casanova.
El 6 de junio de 1556 falleció el Maestro Mayor de la catedral, Martín Gaiza, y el cabildo convocó un concurso para escoger a su sustituto. En 1557 se presentaron los maestros mayores de las principales capitales andaluzas: Hernán Ruiz, Andrés de Vandelvira, Francisco del Castillo, Juan de Orea, Luis Machuca y Pedro de Campo. También se presentó Miguel Gainza, que había sido aparejador en la catedral desde 1542. El 14 de diciembre fue escogido Hernán Ruiz. Al parecer, llegó de Córdoba con un proyecto definitivo de cómo debería renovarse la torre y contaba incluso con una maqueta de escala 1:50. En su diseño, Hernán Ruiz añadió un completo cuerpo de campanas. Las obras empezaron en abril, ya que constan el inicio de los pagos realizados de ladrillo y yeso. Las obras fueron especialmente lentas los primeros años, aunque hubo mayores adelantos a partir de 1562.
En 1565, las obras de edificación ya estaban acabadas. Agustín de Rojas Villandrando o en El Quijote (1605) de Miguel de Cervantes, que residió en la ciudad desde 1588. Al final ese denominación se aplicó al conjunto de toda la torre y la escultura pasó a ser conocida como Giraldillo. El Giraldillo fue diseñado por el pintor Luis de Vargas, inspirado ende la diosa Palas Atenea o Minerva, posteriormente se realizó el modelado escultórico por Juan Bautista Vázquez el Viejo, para pasar a ser fundido por Bartolomé Morel, que era principalmente artillero, ahí que cuando sacó la pieza del molde tenía trozos con desperfectos y tuvo de remacharlos. Según los estudios durante su restauración, la escultura presenta un vientre abultado que se ha entendido como un embarazo de la diosa, a modo de representar la fortaleza y fecundidad de la Fe católica, ya que se realizó en pleno conflicto de religión en Europa, entre católicos y protestantes. Es la escultura en bronce del Renacimiento más grande del mundo
El nuevo cuerpo tenía un remate en forma de estatua que hacía las funciones de veleta, que fue colocado el 13 de agosto de 1568. El nombre original de la escultura en 1568 fue Triunfo de la Fe victoriosa, o sencillamente Fe, y unos años después (posiblemente a finales de siglo) pasó a ser denominada Giralda (literalmente, "que gira") y que la RAE define como "veleta de torre que tiene figura humana o de animal". Este nombre quedó en testimonios escritos como El viaje entretenido (1603) deLa construcción de la Giralda se basó en el alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos), también construido en el siglo XII, considerado con sus setenta y nueve metros de altura, una obra maestra del arte magrebí, consta de una estructura muy similar a la torre sevillana, sigue la forma más típica de los alminares de la escuela hispanomarroquí, con un cuerpo principal de forma ortoédrica sobre el que se sitúa otro mucho más reducido, a modo de remate. Otra gran muestra de arquitectura muy similar la constituye, la gran Torre Hasan de Rabat, considerada, hermana, de la Giralda y cuyo proyecto de construcción preveía un altura de sesenta metros, pero las obras se interrumpieron cuando llegaba a los 44 metros. En ambos precedentes se encuentran los elementos decorativos de los almohades, reproducidos en la Giralda, con arcos ciegos, lacerías y relieves que se inspiran en los que realizaban los selyúcidas en esa misma época en la región de Asia Menor.
La torre, debido a su compleja historia, está constituida por varios cuerpos perfectamente imbricados, mostrando un ejemplo perfecto de la riqueza del crisol de culturas existente en la ciudad. Para la construcción del cuerpo musulmán, tal y como se puede apreciar en su base, se emplearon los restos de algunos edificios y aras de la Hispalis romana, pudiéndose encontrar en ellos varios epígrafes en latín alusivos a labores portuarias y del comercio del aceite durante finales del s.I d.C. a principios del s.II d.C..
El cuerpo principal es de planta cuadrada, en el que la cara oeste mira al patio de los Naranjos, la este a la plaza de la Virgen de los Reyes, la norte a la calle Placentines y la sur a la plaza del Triunfo.
El remate superior de depurado estilo renacentista fue llevado a cabo por Hernán Ruiz II, entre 1558 y 1568, en el que se distinguen las siguientes partes:
El primitivo alminar mide 50,85 m de altura y presenta una planta cuadrada de 13,5 m de lado. El cuerpo de campanas, sobre la misma planta que el alminar, llega hasta los 60,45 m de altura. Sobre él, se sitúa la terraza de las azucenas, que llega hasta los 65,30 m, donde comienza el cuerpo del reloj, de planta cuadrada y 6,8 m de lado, que se eleva hasta los 74,40 m. Encima, el cuerpo de las caramolas, de 4,5 m de diámetro en planta, llega hasta los 81,00 m, y remata la torre el penacho, que llega hasta los 87,00 m. Contando con la estatua del Giraldillo, la altura total es de 94,69 m sobre el nivel del suelo.
La figura del Giraldillo mide 3,5 metros de altura, siete y medio contando el pedestal, y pesa 1300 kg. El lábaro que señala la dirección del viento pesa 180 kg, y la palma, de dos metros, 91 kg. La torre de la Giralda tiene 34 rampas lo suficientemente anchas como para permitir que el encargado de convocar a la población a la oración pudiera subir por ellas montado a caballo, aunque en ningún momento se ha podido constatar documentalmente que se usara para ello, y un tramo final de 17 escalones para acceder al nivel de campanas que es la zona actualmente visitable de la misma. Una copia de la escultura del Giraldillo se conserva a la entrada de la puerta de San Cristóbal o del Príncipe, en la catedral.
Las obras de Hernán Ruiz finalizaron en 1565 tras siete años de trabajos. Los tres años sucesivos se emplearon en labores ornamentales. El 28 de febrero de 1568 el fundidor Bartolomé Morel se comprometió a realizar estas jarras, de hierro y bronce, diseñadas por Hernán Ruiz. Hernán Ruiz inspiró su diseño en un aparato llamado eolípilas, usado para estudiar los vientos, que es mencionado en el Libro I, Capítulo VI de Los diez libros de Arquitectura del arquitecto romano Marco Vitruvio.
La intención original de estas jarras era introducir unas luminarias, es decir, unas mechas que se encendieran en los días señalados del año, ya fuere por motivos religiosos, victorias militares o entronaciones. Bartolomé Morel tardó tres meses en hacerlas, y en junio acudió Antón Pérez para dorarlas, aplicándoles además barniz y aceite de linaza. En 1751 fue cuando se introdujeron las azucenas en las jarras. El autor de estas azucenas fue Basilio Cortés, que además doró las azucenas y la bola sobre la que se asienta el Giraldillo, llamada entonces "la tinaja". Las azucenas han sido símbolo de la Pureza, al menos, desde el siglo XV.
La Giralda cuenta con un total de 24 campanas, de las que 18 son de volteo y 6 de badajo. Se trata, pues, de la catedral de España con un mayor número de campanas, sin tener en cuenta los carillones.[1] Archivado el 5 de marzo de 2016 en la Wayback Machine.):
Las campanas, que se encontraban en un estado de conservación pobre, fueron restauradas en 1998, acometiéndose diversas actuaciones: se fundieron seis nuevas, se soldaron diez y se reafinaron cuatro, entre otras actuaciones de mejora. A continuación se lista la totalidad de las campanas que se encuentran en la catedral de Santa María de la Sede de Sevilla (el número muestra la ubicación según esta imagenDesde su construcción la Giralda ha sido utilizado para bastantes usos que se exponen a continuación:
Desde la catedral.
Desde la plaza de la Virgen de los Reyes.
Desde la calle Placentines.
La Giralda en triple visión nocturna.
La torre de la Giralda desde la plaza Virgen de los Reyes.
La Giralda desde el patio de los Naranjos. Le fueron colocadas colgaduras por la proclamación de Felipe VI en junio de 2014, que coindidió con el Corpus Christi.
Las torres de la Iglesia de San Pedro de Carmona (provincia de Sevilla), la Iglesia de Nuestra Señora de la Oliva de Lebrija (provincia de Sevilla), la torre de la Iglesia de Santa María de Écija (provincia de Sevilla), la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada de Moguer (provincia de Huelva) y la Basílica de la Purísima Concepción del municipio vasco de Elorrio están inspiradas en la Giralda.
En Badajoz (Extremadura) existe un edificio que es una réplica de este monumento. En Arbós (provincia de Tarragona) también hay un edificio que es una réplica de la Giralda.
Torre de la Iglesia de San Pedro de Carmona
Torre de la Iglesia de Santa María de la Oliva de Lebrija, conocida como la Giraldilla
Torre de la Iglesia de Santa María de Écija
Iglesia de Nuestra Señora de la Granada de Moguer
Torre de la Basílica de la Purísima Concepción de Elorrio
La Giralda de Badajoz
La Giralda de Arbós
La torre de la biblioteca de la Universidad Católica de Lovaina está inspirada en la Giralda.
Biblioteca de la Universidad Católica de Lovaina
En Varsovia, Polonia, la torre del Palacio de la Cultura y de la Ciencia está inspirada en la Giralda.
Palacio de la Cultura y de la Ciencia
En Estados Unidos, se construyó una Giralda en un edificio de la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893, pero fue destruida por un incendio ese mismo año.
Se construyó una torre similar a la Giralda (1895) en el edificio del Ferry de San Francisco.
El segundo Madison Square Garden de Nueva York contaba con una réplica de la Giralda (1890) rematada por una estatua de la diosa Diana. Fue el edificio más alto de esa ciudad. En 1925 la Giralda neoyorquina fue derruida por el impago de unas hipotecas. Esa estatua de Diana se conserva en el Museo de Arte de Filadelfia.
Actualmente, en Nueva York, guardan parecido con la Giralda el edificio Municipal (1914) y los apartamentos San Remo (1930).
Kansas City se halla hermanada con Sevilla y exhibe una réplica de la Giralda (1967) de unos 40 metros en el centro comercial Country Club Plaza. La correspondencia en Sevilla es la estatua de un indio, llamada «El Explorador», en la avenida Kansas City.
En Toledo, Ohio, se levantó el edificio Nasby (1895), que era una réplica de la Giralda. En los años 60 el edificio fue reformado, perdiendo esta forma característica.
En Florida, la Torre de la Libertad (1925) de Miami, la torre del hotel Biltmore (1926) de Coral Gables y una de las torres Alhambra de Coral Gables están inspiradas en la Giralda. En Miami hubo otros dos hoteles que tenían torres similares a la Giralda, el Roney Plaza (construido en 1925 y demolido en 1968) y el Everglades (construido en 1926 y demolido en 2003).
También guardan parecido con la Giralda la torre de la Terminal (1930) de Cleveland y el edificio Wrigley (1924) de Chicago.
En Los Ángeles, la torre de la Iglesia Metodista Unida de Wilshire (1924) guarda también parecido con la Giralda.
El antiguo Madison Square Garden de Nueva York
Edificio de la Exposición Mundial Colombina de Chicago
Torre del edificio del Ferry de San Francisco
Remate del Edificio Municipal de Nueva York
Los apartamentos San Remo de Nueva York
La Giralda de Kansas City
La torre de la Libertad de Miami
Hotel Biltmore de Coral Gables
Torres Alhambra de Coral Gables
Hotel Roney Plaza de Miami
Hotel Everglades de Miami
Torre de la Terminal de Cleveland
Edificio Nasby de Toledo, Ohio
Edificio Wrigley de Chicago
Iglesia Metodista Unida de Wilshire de Los Ángeles
Hay una escultura, conocida como la Giraldilla, realizada en 1632, en el campanario del Castillo de la Real Fuerza de La Habana, en Cuba. La Giraldilla original se conserva en el Museo de La Habana y el castillo actualmente luce una réplica. La Giraldilla cubana ha inspirado el logo de la marca de ron Havana Club.
La Giraldilla del Castillo de la Real Fuerza de La Habana
La Giralda es usada como un símbolo de la ciudad a la hora de nombrar a multitud de negocios. Incluso da nombre a un camping situado en la localidad onubense de Isla Cristina.
Desde que se colocaron las jarras de azucenas en el siglo XVIII, este símbolo ha sido usado en algunas estancias de la catedral, en iglesias de la archidiócesis, en otros edificios diocesanos y en algunos edificios civiles, como es el caso de las portadas más recientes de la Fábrica de Tabacos.
La torre es mencionada en la obra El viaje entretenido (1603) de Agustín de Rojas Villandrando y en El Quijote (1605) de Miguel de Cervantes, que residió en la ciudad durante algunas temporadas. Le han escrito poemas los conocidos escritores Juan Ramón Jiménez, los hermanos Álvarez Quintero y María de los Reyes Fuentes.
En 2013 apareció en el popular videojuego SimCity. Suele aparecer en las películas que están ambientadas en Sevilla, entre las que se incluyen las producciones de Hollywood Knight and Day (2010) y Assassin’s Creed (2016).
Entre 1962 y 1995 el pintor Amalio García del Moral y Garrido realizó una serie de 365 obras de la Giralda en diversas estaciones y momentos del día. El que fue su estudio de pintura, en la plaza de Doña Elvira de Sevilla, actualmente es un museo de su obra.
La Giralda inspiró, en el año 2007, la portada de la Feria de Abril. El diseño fue obra de Ricardo Hernández González.
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