La Virgen de las rocas (Vergine delle rocce, en italiano) es un nombre usado para denominar dos cuadros de Leonardo da Vinci pintados con idéntica técnica pictórica de óleo sobre tabla. La versión del Museo del Louvre fue transferida a lienzo desde el panel original de madera, pero la que se conserva en la National Gallery aún permanece sobre tabla.
En el año 2005 fue descubierta una tercera versión atribuida a Leonardo, siendo expuesta en la muestra Leonardo: Genio e visione in terra marchigiana.
El 25 de abril de 1483, con los hermanos pintores Evangelista y Giovanni Ambrogio de Predis, por un lado, y Bartolomeo Scorione, prior de la Confraternidad de la Inmaculada Concepción, por otra, se estipuló el contrato para un retablo a colocar sobre el altar de la capilla dicha institución en la iglesia de San Francesco Grande de Milán. Esta capilla había sido fundada en el siglo XIV por Beatriz de Este, esposa de Galeazzo I Visconti, y quedó destruida en 1576.
Este contrato de 1483 es el primer documento relativo a la Virgen de las rocas. La obra debía celebrar la Inmaculada Concepción. El contrato preveía tres pinturas, que debían estar acabadas el 8 de diciembre por un precio de 800 liras que se pagarían a plazos hasta febrero de 1485. La tabla central debía representar a la Virgen con Niño y dos profetas y ángeles, las otras dos, cuatro ángeles cantores y músicos.
Una de las dos versiones se exhibe en el Museo del Louvre de París, con el título de La Vierge aux rochers. Se considera generalmente que es la versión original, datada hacia 1483-1486. Fue la primera gran obra de Leonardo durante su estancia en Milán. Se cree generalmente que la versión del Louvre es la primera, porque está estilísticamente más cerca a otras obras de Leonardo de los años 1480.
En 1483 el contrato se amplió para incluir la colaboración con los hermanos Ambrogio y Evangelista de Predis, que realizarían los paneles laterales representando ángeles, de tal manera que la pintura fuese un tríptico. La obra debía estar acabada al menos en 1490, mas la crítica la considera generalmente acabada en 1486. En una petición a Ludovico el Moro, datada en 1493, Leonardo y Ambrogio (Evangelista había muerto a finales de 1490 o a comienzos de 1491) querían un pago de 1200 liras, rechazado por los frailes. El pleito se desarrolló hasta el 27 de abril de 1506, cuando los peritos (que establecieron que la tabla estaba inacabada, fijando el plazo de dos años para que terminasen la obra) concedieron el precio de 200 liras; el 23 de octubre de 1508 Ambrogio cobró el último plazo y Leonardo ratificó el pago. Ese año la obra completa fue finalmente instalada.
Existe la teoría de que a lo largo de esta larga disputa financiera con la Hermandad, Leonardo vendió este trabajo original por 400 liras a un cliente privado, quizá, al rey de Francia Luis XII. También está generalizada la hipótesis de que la tabla fue un regalo de Ludovico el Moro a Maximiliano I de Habsburgo cuando se casó con Blanca María Sforza, por lo que la tabla habría estado en Innsbruck antes de pasar a Francia como nuevo regalo de bodas, esta vez de Leonor de Austria, hija de Felipe el Hermoso y Juana la Loca y, por lo tanto, nieta de Maximiliano, que casó con Francisco I.
Se trata, de cualquier modo, de una obra que tuvo un éxito inmediato y fue copiada innumerables veces.
En general se acepta que esta versión de la Virgen de las rocas es posterior a la del Louvre, pintada entre 1492 y 1508. La de Londres apunta a un estilo más maduro, pero mientras no se duda de la autoría leonardesca de la primera versión, los historiadores coinciden en que esta debió ser pintada con la ayuda de otros artistas, quizá los hermanos Predis u otros pintores. La autenticidad de la versión de Londres en su integridad ha sido cuestionada por la geóloga Ann C. Pizzorusso, quien señala sus errores geológicos, a diferencia de la versión del Louvre, implicando que es improbable que provenga de la mano de Leonardo.
Esta segunda versión es la que se instaló en San Francesco Grande con las alas realizadas por los hermanos De Predis. Allí estuvo hasta la disolución de la Confraternidad en 1781. Fue adquirida en 1785 por el pintor Gavin Hamilton por 112 cequíes de Roma, siendo robada de Florencia durante las guerras napoleónicas y recuperada, unos 50 años después, en una pequeña ciudad de Austria. Desde entonces, fue adquirida por un comerciante francés antes de ser vendida a la National Gallery de Londres en 1880 y donde se conserva hoy junto con las dos tablas de De Predis.
En junio de 2005, la imagen infrarroja, al parecer reveló la existencia de un cuadro previo debajo del actual. Se cree que representa a una mujer arrodillada sosteniendo a un niño con una mano. Algunos investigadores creen que la intención original del artista era pintar una adoración del Niño Jesús.
A pesar de su gran tamaño (dos metros de alto por uno veinte de ancho), lo cierto es que no se trata de una composición tan compleja como la Adoración de los Magos, ordenada por los monjes de San Donato, pues hay sólo cuatro figuras en lugar de cincuenta, y un paisaje rocoso en vez de detalles arquitectónicos.
La Virgen está sentada en el suelo de una spelunca o refugio rocoso entre montañas. El paisaje que se divisa entre las rocas es alpino, sin parecido a la Toscana ni a las más famosas cumbres de los Apeninos. Es un ambiente absolutamente innovador, en el que las figuras se agrupan formando una pirámide, envueltos por un paisaje salvaje de rocas que caen y aguas que se arremolinan.
Destaca en la versión del Louvre el delicado uso del sfumato leonardesco que deshace los contornos de las figuras, creando un ambiente misterioso e irreal. Es reseñable también la precisión del dibujo, que se detiene en las plantas del primer plano reproduciendo exactamente las variadas especies vegetales, fruto sin duda de los conocimientos botánicos de Leonardo. En la versión londinense, en cambio, las plantas aparecen descritas de forma sumaria y repetitiva, reforzando la tesis de la copia. La antedicha atmósfera difuminada se muestra en el cuadro de Londres mucho menos sutilmente, y en lugar de penumbra aparecen sombras duras y reflejos metálicos, y una iluminación casi lunar.
La Virgen está en el centro, con la mano derecha sostiene a Juan el Bautista, a quien la Virgen está mirando. A su izquierda está el arcángel Uriel sentado más abajo que la Virgen. Más abajo está el niño Jesús sentado, que también mira a Juan Bautista. La Virgen predomina en la imagen.
Leonardo eligió pintar un momento apócrifo de la infancia de Cristo, cuando Juan el Bautista niño (San Juanito), huérfano, refugiado dentro de una gruta y protegido por un ángel, encuentra a la Sagrada Familia en su huida a Egipto. De acuerdo con la interpretación tradicional de las pinturas, representan a la Virgen María en el centro, empujando a Juan hacia Jesús, que está sentado con el arcángel Uriel. Jesús está bendiciendo a Juan, que extiende su mano en un gesto de oración. En este cuadro, tal como lo pinta Leonardo, Juan reconoce y venera al Niño como Cristo. En la versión del Louvre, Uriel apunta a Juan y, con una leve sonrisa, mira ligeramente hacia el espectador. Este gesto falta en la versión londinense, en la que el ángel mira al niño y no hace ninguna señal con el dedo. Otra diferencia entre la versión de Londres y la de París es que en la de la National Gallery aparecen atributos que faltan en la del Louvre, como los halos y la tradicional vara cruciforme de Juan. Esto clarifica la identificación de los niños Jesús y Juan, y fueron añadidos por otro artista, posiblemente después de la muerte de Leonardo.
Las figuras de la segunda versión (la londinense) son más grandes, y los drapeados más sencillos, con lo que se obtiene mayor monumentalidad. De igual modo, el tratamiento de los tipos humanos es diverso en ambas versiones, siendo de nuevo los del Louvre los que están tratados con mayor naturalidad y certeza en el dibujo.
En su libro de 1967, Angela Ottino della Chiesa cita cuatro imitaciones de la Virgen de las rocas: La Sagrada Familia y san Juan por Bernardino Luini, la Madonna Thuelin por Marco d'Oggiono y los Sagrados Niños abrazándose, por Joos van Cleve. La imagen de Juan el Bautista y Jesús de niños, abrazándose, fue muy copiada por artistas flamencos como Joos van Cleve y Quentin Massys. Hay una pequeña pintura en Chatsworth del último, con una inscripción en el marco que dice «Leonardo da Vinci», mostrando que en un tiempo, este trabajo flamenco se creyó obra del maestro italiano.
En la novela El código Da Vinci, del escritor estadounidense Dan Brown, se cuenta que la versión del Louvre contiene símbolos ocultos que contradicen las creencias cristianas ortodoxas, destacadamente el hecho de que Jesús es mostrado rezando a Juan más que a la inversa. A partir de ahí, se lanzan una serie de teorías consonantes con el argumento de la novela. No hay evidencia histórica que apoye estas ideas, la única diferencia significativa entre ambas versiones (excluyendo la posterior adición de atributos) es el hecho de que Uriel no señala en la segunda. Sin embargo, esta diferencia se explica fácilmente por la posibilidad de que la distinción entre Jesús y Juan era difícil en la primera pintura debido precisamente a que Juan está en el regazo de la Virgen, y el gesto de señalar obligaba a prestar demasiada atención a Juan.
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