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Luces de bohemia



Luces de bohemia es una obra teatral de Ramón María del Valle-Inclán. Publicada en una primera versión por entregas semanales entre el 31 de julio y el 23 de octubre de 1920 en el semanario España, en 1924 se edita la versión definitiva, revisada y reeditada con tres escenas más.[1]​ No se estrenaría en España hasta 1970.[2]

Considerada Luces de bohemia una de sus obras más importantes,[3]​ con ella Valle-Inclán inaugura un nuevo género teatral, el «esperpento», y sería el primero de los cuatro textos que el propio autor consideraría de ese género.[4]​ En la escena duodécima de la obra, el propio protagonista lo considera como una manera de mirar el mundo.

La obra narra las últimas horas de la vida de Max Estrella, un «hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales» ya anciano, miserable y ciego que gozó en algún momento de cierto reconocimiento. En su peregrinaje por un Madrid oscuro, turbio, marginal y sórdido, le acompaña don Latino de Hispalis y le dan la réplica algunos otros personajes de la bohemia madrileña de la época. En sus diálogos se vierten de forma magistral críticas a la cultura oficialista y a la situación social y política de una España condenada a no reconocer a sus próceres. Tras múltiples vicisitudes, la obra acaba con la muerte de Max Estrella y se prolonga con su velatorio. El drama se cierra con un borracho que grita: "¡Cráneo previlegiado!", expresión que se repite a lo largo de la historia y que resume el enfoque esperpéntico de la misma.

A partir de la figura de Max Estrella trasciende la anécdota del fracaso y la muerte de un escritor venido a menos. La obra se convierte en una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en un país deforme, injusto y opresivo, como es la España del 1920, degradada, desconsiderada con el pueblo llano y llena de corrupción.

Existen notables paralelismos entre Max Estrella y su historia, y la del escritor bohemio Alejandro Sawa, amigo del autor. Ya sugirió Alonso Zamora Vicente que la muerte de Sawa once años antes de la publicación de Luces de Bohemia pudo influir a Valle-Inclán.[5]​ Él mismo relata las condiciones de su muerte en una carta:

Además del evidente paralelismo entre la carta que menciona Valle-Inclán y la que recibe Max del Buey Apis y su reacción al verse en la miseria, Sawa también murió ciego. También la situación familiar del personaje es similar a la del poeta real, casados ambos con mujeres francesas y con una hija. La novela mencionada es Iluminaciones en la sombra, que se publicaría un año después de la muerte de Sawa con un prólogo de Rubén Darío.

Aunque Rubén Darío no asistió al entierro de Sawa, sí está reflejado así en Luces de bohemia, acompañado del Marqués de Bradomín, personaje de obras anteriores del autor, su más celebrado «álter ego».[7]

En publicaciones posteriores sobre el tema, muchos identifican directamente la historia de Luces de bohemia como una crónica ficticia de los últimos días de Alejandro Sawa.[8]

Glosario realizado por el nieto del autor, Joaquín del Valle-Inclán.

Por orden de aparición en la obra:

Otros personajes más o menos importantes son: La chica de la portera; un coime de Taberna; el Rey de Portugal; un borracho; jóvenes modernistas; Pitito, capitán de Los équites municipales; un sereno; la voz de un vecino; dos guardias del orden; Serafín el Bonito; un celador; un preso; el llavero; el portero de una redacción; Don Filiberto, redactor del jefe; Dieguito, secretario de su excelencia; un ujier; una vieja pintada y La Lunares; un joven desconocido; la madre del niño muerto; el empeñista; el guardia y el otro guardia; la portera; un albañil; una vieja; la trapera; el retirado, todos del barrio; otra portera; una vecina; Basilio Soulinake (identificado por la bibliografía con Ernesto Bark);[12]​ un cochero de la funeraria; dos sepultero; el pollo de Pay-Pay; la periodista; turbas, guardias, perros, gatos y un loro.

El tiempo de la obra transcurre en apenas 23 horas y media. Las doce primeras escenas abarcan el mediodía, desde la salida por la tarde-noche, hasta la muerte de Max al amanecer, y las escenas 13, 14, 15 se desarrollan en su velatorio y entierro, los cuales duran otras 12 horas. Valle-Inclán comete varias contradicciones, en ocasiones nos habla de la caída de las hojas, o de la primavera, aunque quizá fue escrito adrede para resaltar el esperpento.

La acción transcurre en el Madrid decadente —«absurdo, brillante y hambriento»— de la década de 1920, una lectura esperpentizada del Madrid galdosiano.[13]​ También cae en contradicciones haciendo coincidir en el tiempo personajes que nunca llegaron a coexistir, ya que unos habían muerto cuando otros no habían nacido. El recorrido se hace de forma secuencial por los siguientes pasos:

La obra es una fuerte crítica social que realiza Valle-Inclán sobre la España de los años 1920, a través de los personajes de la obra, basados en la teoría del esperpento, la cual es una España degradada, desconsiderada con el pueblo llano y llena de corrupción.

La obra, bajo el título de Lumières de bohème, se estrenó en el Palais de Chaillot de París el 21 de marzo de 1963, con dirección de George Wilson e interpretación de Bruno Balp.

En España, dirigida por José Tamayo, se estrenó en el Teatro Principal de Valencia el 1 de octubre de 1970, con el siguiente elenco: José María Rodero (Max Estrella), Agustín González, María Luisa Ponte, Manuel Gallardo, María Jesús Lara y Margarita Calahorra. Para el estreno en Madrid, en el Teatro Bellas Artes, un año después, Carlos Lemos sustituyó a Rodero en el papel principal.

El Grupo Tiempo, en colaboración con el Teatro Estudio de Sevilla (TES), presentó su montaje en el Teatro Nacional "Lope de Vega" (Sevilla) en octubre de 1981, con Carlos Álvarez-Nóvoa en el papel de Max Estrella, Juan Furest como ministro de la Gobernación, Vicente Palacios como Dieguito y Ramón Resino en la dirección y en el papel de don Latino de Hispalis. La obra se repuso en dicho teatro en junio de 1982 y en mayo de 1983 y, en estos años, se hicieron representaciones en distintos escenarios: Auditórium de Córdoba, Algeciras, castillo de Sanlúcar de Barrameda, cárceles de hombres y de mujeres de Sevilla,...

Se repuso en 1984, con dirección de Lluís Pasqual, con José María Rodero encabezando el reparto y un cartel integrado por Nuria Gallardo, Montserrat Carulla, Carlos Lucena, Helio Pedregal, Félix Rotaeta, Manuel Alexandre, Vicky Lagos, Carlos Mendy, Ana María Ventura, Rosario García Ortega, José Segura, Francisco Merino y Juan José Otegui entre otros.

La compañía Ur Teatro presentó su versión de la obra en 2002 en un montaje dirigido por Helena Pimenta y protagonizado por Ramón Barea como Max Estrella.

En 2012 el Centro Dramático Nacional estrenó de nuevo la obra, dirigida por Lluís Homar y con Gonzalo de Castro como Max Estrella, y acompañado también por Isabel Ordaz, Miguel Rellán, José Ángel Egido, Fernando Albizu, entre otros.

En 2018 se representa de nuevo en Madrid en el Teatro María Guerrero, con dirección de Alfredo Sanzol e interpretación a cargo de Chema Adeva, Jorge Bedoya, Josean Bengoetxea, Juan Codina, Paloma Córdoba, Lourdes García, Paula Iwasaki, Jorge Kent, Ascen López, Jesús Noguero, Paco Ochoa, Natalie Pinot, Gon Ramos, Kevin de la Rosa, Ángel Ruiz y Guillermo Serrano.

Luces de bohemia fue llevada al cine por Miguel Ángel Díez en 1985 con un guion adaptado por Mario Camus.



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