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Magda Portal



¿Qué día cumple años Magda Portal?

Magda Portal cumple los años el 27 de mayo.


¿Qué día nació Magda Portal?

Magda Portal nació el día 27 de mayo de 1900.


¿Cuántos años tiene Magda Portal?

La edad actual es 123 años. Magda Portal cumplirá 124 años el 27 de mayo de este año.


¿De qué signo es Magda Portal?

Magda Portal es del signo de Geminis.


¿Dónde nació Magda Portal?

Magda Portal nació en Barranco.


María Magdalena Julia del Portal Moreno (Barranco, 27 de mayo de 190011 de julio de 1989), más conocida como Magda Portal, fue una poeta, narradora, activista social y miembro fundadora del APRA. En este partido militó durante veinte años (1928-1948), pero renunció al no estar de acuerdo con su cambio de orientación ideológica. José Carlos Mariátegui elogió su obra poética, y la calificó como la «primera poetisa del Perú». Fue la primera poeta mujer de la corriente vanguardista, no solo del Perú sino de toda Latinoamérica. Destacó además por su activismo social, particularmente a favor de los derechos civiles de las mujeres. Fue la primera representante del feminismo militante en el Perú.

Fue la segunda hija del matrimonio de Pedro Pablo Portal Ortega y Rosa Amelia Moreno del Risco, que llegaron a tener cuatro hijos en total; tres mujeres y un hombre. Nació en Barranco, balneario de Lima. Tenía tres años de edad, cuando su familia se trasladó al Callao, instalándose en un casa cercana a Bellavista, donde su padre trabajaba en el negocio inmobiliario. Tenía cinco años, cuando su padre murió, víctima de una repentina enfermedad pulmonar, dejando en desamparo a su familia. Su madre tuvo entonces que ganarse la vida haciendo trabajos de costura, hasta que un día, debido a unas deudas impagas, le embargaron la casa. Este suceso marcó la vida de Magda, y como ella cuenta en su autobiografía, fue su primer contacto con la injusticia. Su madre volvió a casarse y tuvo otros hijos. La vida familiar transcurrió a partir de entonces en continuos cambios de lugares de residencia.[1]

Magda cursó estudios escolares y terminó la media-comercial. Empezó a trabajar en diversos oficios: ayudante de un estudio fotográfico, de una agencia de comisionistas, de un taller de litografía. Tenía 17 años cuando empezó a frecuentar las aulas de la Universidad Mayor de San Marcos, como alumna libre. Ella misma cuenta que entraba en un aula, se sentaba para escuchar las clases y nadie se lo impedía. Hizo amistad con varios alumnos universitarios y jóvenes intelectuales, algunos que ya apuntaban a ser notables poetas y escritores, como César Vallejo, Alcides Spelucin y Antenor Orrego.[2]

Los que le conocieron en esa época la describen como bella y casi angelical; tenía ojos azules y cabellos rojizos y rizados. Su contextura delgada y fina contrastaba con su carácter emprendedor e impetuoso. Sus amigos, los jóvenes políticos de entonces (como Haya de la Torre, Manuel Seoane Corrales, los hermanos Federico y Reynaldo Bolaños) la cortejaban y le llamaban «La muñeca».[3]

Tuvo una relación de pareja con Federico Bolaños, poeta y publicista huancaíno, unión de la que nació una hija, llamada Gloria (1923). Pero se separó de Federico y se convirtió en pareja de su cuñado, Reynaldo Bolaños, también poeta, más conocido por su seudónimo de Serafín Delmar. Los tres publicaron la primera revista literaria vanguardista del Perú, Flechas (1924).[4]

Ya por entonces mostraba inquietudes literarias y escribía cuentos y poemas. Su primera composición publicada apareció en 1920, en la revista Mundial. Era un poema titulado «En voz baja…» y que suscribió con el seudónimo de Tula Sovaina.[5]​ También por esa época nacieron sus inquietudes políticas y sociales, y conoció a Víctor Raúl Haya de la Torre, cuando este, entonces líder estudiantil, encabezó la protesta por la consagración del Estado al Corazón de Jesús, que fue reprimida severamente por la dictadura de Augusto B. Leguía, ya en trance de perpetuarse en el poder.

En 1923, concursó en los Juegos Florales de la Universidad Mayor de San Marcos con el seudónimo de Lorelei, presentando una serie de tres poemas titulados «Nocturnos», que resultó ganadora del primer premio. Pero cuando los organizadores vieron que se trataba de una mujer, no quisieron cambiar la costumbre medieval de que el varón ganador le dedicará su composición a una dama y decidieron crear un premio especial para Magda, dando el primer premio al que había quedado segundo, el poeta Alberto Guillén. Pese a que todo eso le pareció una absurda discriminación, Magda aceptó, pero llegado el momento de recibir el premio, viendo que se lo entregaría el mismo presidente Augusto B. Leguía, abandonó la ceremonia. El poeta José Gálvez Barrenechea, miembro del jurado, se encargó de leer su poema.[6]​ Esta composición formó parte del primer poemario de Magda, titulado Ánima absorta, que nunca publicó y que años después destruyó. El episodio de los Juegos Florales fue cubierto por la prensa de entonces, y gracias a ello, Magda se hizo muy conocida, creándose la imagen de una contestataria impetuosa.

Acompañó a Serafín Delmar en su viaje a Bolivia en 1925. De vuelta al Perú, se relacionó con el grupo que lideraba José Carlos Mariátegui, colaborando con la revista Amauta. También promovió las Universidades Populares González Prada.[7]​ En coautoría con Serafín Delmar publicó un libro de cuentos titulado El derecho de matar (1926).[8]

En 1927 publicó su primer poemario, titulado Una esperanza y el mar, que se imprimió en los talleres de la Editorial Minerva, de propiedad de José Carlos Mariátegui. Esta obra la consagró como la primera poeta mujer de la corriente vanguardista, no solo del Perú sino de toda Latinoamérica.[5]​ El mismo Mariátegui elogió su obra poética, dedicándole un espacio en sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, calificándola como la «primera poetisa del Perú».[9]

Junto con Serafín fue implicada en un supuesto "complot comunista", siendo desterrados ambos por el gobierno de Leguía (1927). Pasó a Cuba y luego a México.[7]​ Se afilió al APRA (1928), fundado por su amigo Haya de la Torre, quien le animó a dejar la poesía y a dedicarse a la política.[10]​ Efectuó una gira por las Antillas y Colombia, para dar a conocer los iniciales planteamientos apristas, cuyo eje era entonces el antiimperialismo y la lucha antioligárquica.[7]

Mariátegui la invitó a adherirse a su recién fundado Partido Socialista Peruano, pero ella, pese a que siempre consideró al Amauta como su maestro, no aceptó, pues consideraba necesario un partido nacionalista y antiimperialista, como el APRA. No obstante, junto con sus compañeros apristas, concertó un encuentro con Mariátegui, para dilucidar el asunto, y emprendió el regreso a Sudamérica. Pasó en barco por la costa peruana, pero no pudo desembarcar, pues existía la orden de detenerla. Continuó el viaje hacia Chile y arribó a Valparaíso. De allí pasó a Santiago, donde sufrió una prisión de ocho días, acusada de venir a hacer propaganda subversiva. El siguiente destino era Buenos Aires, donde había pactado su encuentro con Mariátegui, pero este no pudo viajar a dicha ciudad al recaer en su enfermedad, acabando por fallecer en Lima (abril de 1930).[11]

Tras la caída de Leguía en agosto de 1930, Magda regresó al Perú. Se entregó de lleno a las tareas partidarias en el seno del Partido Aprista Peruano, cuyo comité ejecutivo nacional integró como secretaria de asuntos femeninos.[7]​ Logró esquivar la persecución del gobierno sanchecerrista, lo que no ocurrió con Serafín Delmar, que fue capturado y sentenciado a 20 años en prisión, acusado de participar en un atentado contra la vida del presidente Luis Sánchez Cerro.

Durante el gobierno de Benavides fue detenida en Chiclayo (26 de noviembre de 1934). Permaneció 500 días en la cárcel de mujeres de Lima (situada en el local donde después funcionaría el Colegio Mercedes Cabello de Carbonera y donde hoy está la UGEL 03). Al ser liberada, marchó hacia Bolivia. De allí pasó a Chile, donde residió por varios años. Allí publicó su segundo poemario: Costa sur (1945).[7]

En 1945, al levantarse la proscripción del partido aprista, retornó al Perú y viajó por el país dando discursos políticos y conferencias, atrayendo a multitudes. Continuó teniendo posiciones de alto nivel como miembro del comité ejecutivo nacional del partido y como secretaria de asuntos femeninos y directora del Movimiento Nacional para la Educación de las Mujeres. En 1946 organizó la primera Convención Nacional de mujeres apristas, de la que fue nombrada presidente.[12]

Su única hija, Gloria, se suicidó de un balazo en el corazón, el 3 de enero de 1947; tenía 23 años de edad. Según la familia, no hubo indicios sobre los motivos del suicidio, pero existe la versión de que fue por una decepción amorosa. Su madre se oponía a su relación con un compañero universitario, que luego se supo que era casado. Magda nunca quiso tratar públicamente sobre esta tragedia, pese a que era evidente que lo marcó profundamente por el resto de su vida.[12]

Su alejamiento del APRA ocurrió de manera paulatina, al no estar de acuerdo con la orientación política que iba tomando el partido, que empezaba a abandonar sus postulados antiimperialistas y marxistas, y se acercaba cada vez a la derecha. Ello tuvo su momento cumbre durante un enfrentamiento público con Haya de la Torre durante el Segundo Congreso del partido en 1948, cuando el líder aprista consideró que las mujeres, al no poder votar, no podían ser militantes del partido (con los derechos que eso implicaba), sino solo simpatizantes. El diálogo ha quedado registrado:[12]

-Magda Portal: ¡Pido la palabra!

-Haya de la Torre: No hay nada en debate.

Algunos militantes (en su mayoría mujeres) le siguieron el paso y se retiraron de la organización. Después de este incidente, Magda se apartó totalmente del partido.

Otro punto de quiebre se vislumbró a raíz de la intentona revolucionaria aprista del 3 de octubre de 1948, en el Callao. Magda acusó a los dirigentes apristas de traidores y cobardes por no apoyar la insurrección del pueblo.

Alejada de la vida política, se consagró su vocación literaria y ejerció durante doce años la representación del Fondo de Cultura Económica, de México. En 1956, publicó su única novela: La trampa, testimonio de su paso por el aprismo. En 1965, publicó su tercer poemario: Constancia del ser.[7]

Fue secretaria de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas, llegando a ser su presidenta de 1980 a 1986.[7]​ Fue también una de las abanderadas del movimiento feminista.[10]

En 1985, el APRA llegó al poder con Alan García, quien envió emisarios a Magda para invitarla a volver al partido. Ella rechazó la oferta, diciendo: «Yo avanzo, no retrocedo».[12]

La Benson Latin American Collection, una biblioteca estadounidense, compró el archivo literario de Portal en 1986. [13]

Murió en un hospital del Estado y de acuerdo a su voluntad, sus restos fueron incinerados y echados en el mar de Barranco.[14]

Sus primeros poemarios: Ánima absorta (1920-1924); Vidrios de amor (1925) y El desfile de las miradas (1926) no llegaron a ser publicados. El primero de ellos fue destruido por la misma autora en 1928; el último fue refundido en el poemario Una esperanza i el mar (con i latina, como un homenaje a Manuel González Prada).[5]

Los poemarios que publicó Magda fueron los siguientes:[5]

En 2010 se publicó su Obra poética completa (Lima, Fondo de Cultura Económica), compilada por Daniel R. Reedy. A los poemarios ya mencionados, se sumó una compilación de su poesía dispersa de 1965 a 1988, que tituló Poesía interdicta. El mismo Reedy es autor de una biografía pormenorizada de la poeta: Magda Portal, la pasionaria peruana (Biografía intelectual) (2000). [5]

1923. Juegos Florales de la Universidad Mayor de San Marcos, con el seudónimo de Lorelei.



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