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Mancomunidad Polaco-Lituana



La Mancomunidad de Polonia-Lituania (O simplemente Polonia-Lituania), conocida en su época como la República de las Dos Naciones o Mancomunidad de las Dos Naciones (en polaco: Rzeczpospolita Obojga Narodów, en lituano: Abiejų tautų respublika, en bielorruso: Рэч Паспаліта, en ucraniano: Річ Посполита y en latín: Res Publica Utriusque Nationis), a partir del siglo XVIII también llamada oficialmente República de Polonia o Primera República Polaca, (en polaco: Rzeczpospolita Polska), fue una monarquía aristocrática federal formada en 1569 por el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania mediante la Unión de Lublin, y existió hasta las sucesivas Particiones de Polonia en 1772, 1793 y 1795. El Estado no cubría solo los actuales territorios de Lituania y Polonia (excepto la actual zona occidental de este país), sino también el territorio de Bielorrusia, gran parte de Ucrania, Letonia, Estonia, así como el óblast de Kaliningrado y partes de los óblast de Smolensk y Briansk en Rusia.

Originalmente los idiomas oficiales o formales de la mancomunidad eran el latín, el polaco (en el Reino de Polonia) y el ruteno (en el Gran Ducado de Lituania). Idiomas informales o de uso cotidiano eran el lituano y el bielorruso en el este y sur del territorio adjudicado entonces a Lituania, zona habitada mayoritariamente por bielorrusos; en Ucrania, perteneciente entonces a Polonia el idioma informal o cotidiano era el ucraniano, pero al final del siglo XVIII el único idioma oficial resultó ser el polaco. En su apogeo, la mancomunidad poseía 1 036 000 km² de superficie y múltiples grupos étnicos, con una población de aproximadamente once millones de habitantes.

La mancomunidad fue una extensión de la Unión polaco-lituana, una unión personal entre estos dos Estados que existía desde 1386. La mancomunidad era uno de los más grandes y poblados Estados de Europa y durante dos siglos mantuvo guerras con Livonia, Moscovia, el Imperio otomano y Suecia.

El sistema político de la mancomunidad, llamado Democracia de los Nobles o Libertad dorada, se caracterizaba por la limitación del poder del monarca por las leyes y la cámara legislativa (Sejm) controlada por la nobleza de Polonia y Lituania (Szlachta). Este sistema fue el precursor de los conceptos modernos de democracia,[1]monarquía constitucional,[2][3][4]​ y federación.[5]

El ducado de Varsovia, establecido en 1807, rastreó sus orígenes en la mancomunidad. Otros momentos aparecieron durante el Levantamiento de Enero (1863-1864) y ya en la década de 1920, en la cual Józef Piłsudski intenta crear una federación llamada Międzymorze (entre los mares), con Lituania y la Ucrania de Simon Petliura.

Hasta ahora Polonia se considera a sí misma como la sucesora de la Mancomunidad,[6]​ mientras que la República de Lituania anterior a la Segunda Guerra Mundial se distancia de la asociación, de la cual considera que no ha sido un beneficio histórico en su existencia.[7]

La creación de la Mancomunidad por la Unión de Lublin en 1569 fue una de las proezas de Segismundo II Augusto, último rey de la dinastía Jagellón. A su muerte en 1572 le siguieron tres años de interregno, durante el cual se hicieron ajustes al sistema constitucional, que incrementaron el poder de la nobleza (szlachta) y establecieron una monarquía electiva.

La mancomunidad alcanzó su apogeo en la primera mitad del siglo XVII. Su poderoso Parlamento (Sejm) estaba dominado por los nobles, que se negaron a participar en la Guerra de los Treinta Años, que arrasó gran parte de Europa. Su neutralidad en este conflicto político y religioso le permitió a la mancomunidad defenderse de sus vecinos: la Rusia imperial, Suecia y los vasallos del Imperio otomano, e incluso lanzar ofensivas contra estos. Durante las varias invasiones polacas de Rusia (1605-1618), que se hallaba debilitada por el Período Tumultuoso, las tropas de la mancomunidad ocuparon Moscú del 27 de septiembre de 1610 al 4 de noviembre de 1612, hasta que fueron expulsadas tras un asedio.

El poder de la Mancomunidad decayó en las décadas siguientes a la evacuación de Moscú. El primer contratiempo fue la rebelión cosaca, apoyada por el Kanato de Crimea, en los territorios surorientales; los rebeldes pidieron la protección del zar. En 1651, debido a la creciente amenaza de sus aliados tártaros, el atamán cosaco Bogdán Jmelnitski solicitó al zar Alejo I de Rusia que incorporase Ucrania a Rusia como ducado autónomo (1654).[8]​ La anexión parcial rusa facilitó la sustitución de la influencia polaca por la rusa en esa región. El segundo infortunio para la mancomunidad fue la invasión sueca de 1655, en la que participaron también Transilvania y Brandeburgo, y que se conoce como «El Diluvio».

En la segunda mitad del siglo XVII, Juan III Sobieski, rey de la debilitada mancomunidad, se coligó con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Leopoldo I de Habsburgo; juntos vencieron al Imperio otomano en la batalla de Viena (1683), que marcó el final de doscientos cincuenta años de conflictos entre la Europa cristiana y el islam otomano. Por su resistencia a los avances musulmanes, el país se ganó el nombre de Antemurale Christianitatis.[5]​ Durante los siguientes dieciséis años se libró la Gran Guerra Turca, que expulsó a los otomanos al sur del Danubio; nunca más volvieron a amenazar la Europa central.

En el siglo XVIII, la mancomunidad afrontaba muchos problemas internos y era vulnerable a influencias exteriores. La inestabilidad del sistema político llevó a la anarquía. Los intentos de reforma, como los realizados por el Sejm entre 1788 y 1792 y que culminaron en la Constitución del 3 de mayo, llegaron demasiados tarde, cuando el Imperio ruso, el reino de Prusia y el Imperio austríaco ya se había dividido parte del país. En 1795 la Mancomunidad Polaco-Lituana desapareció del mapa europeo. Polonia y Lituania restablecieron su independencia como países separados en 1918, el mismo año que terminó la Primera Guerra Mundial.

La doctrina política de la Mancomunidad era: «Nuestro Estado es una república bajo la presidencia del rey». El canciller Juan Zamoyski sumó a esta doctrina: Rex regnat et non gubernat (el rey reina, pero no gobierna). La Mancomunidad tenía un parlamento, el Sejm, así como un senat y un rey electo. El rey estaba obligado a respetar los derechos de los nobles, especificados en los Articuli Henriciani (Artículos del rey Enrique), como también en la Pacta Conventa negociada al tiempo de su elección.

El poder del monarca era limitado, a favor de una clase noble. Cada nuevo rey tenía que suscribir los Artículos del rey Enrique, que eran la base del sistema político de Polonia e incluían inesperadas garantías de tolerancia religiosa. Con el tiempo, los artículos fueron fusionados con la Pacta Conventa, hasta el punto de que el rey era efectivamente un compañero de la clase noble, supervisado por un grupo de senadores.

La fundación del sistema político denominado Libertad Dorada (en polaco Zlota Wolność, un término usado desde 1573), incluía:

Las provincias de la Mancomunidad disfrutaban de cierto grado de autonomía. Cada voivodato tenía su propio parlamento (sejmik), que ejercía un poder político efectivo, incluyendo la elección de una poseł o cámara de diputados en el sejm nacional y encargando al diputado con instrucciones específicas de voto. El gran duque de Lituania tenía su propio ejército, tesoro y otras instituciones.[9]​ y cada estado era mencionado como " República Serenísima."[10]​)En el tiempo en que la mayoría de los países europeos se encaminaban a la centralización, la monarquía absoluta y las guerras religiosas y/o dinásticas, la Mancomunidad experimentaba una descentralización,[5]confederación y federación, democracia, tolerancia religiosa e incluso pacifismo. Desde que el Sejm usualmente vetaba los planes del monarca para la guerra, esto constituía un notable argumento para la Teoría de Paz Democrática.[11]

Este sistema político —inusual para su tiempo-—bloqueó las victorias de la szlachta (nobleza) sobre las demás clases y sobre el sistema político de la monarquía. En tiempo la szlachta acumuló suficientes privilegios (como los establecidos por el Acta de Nihil Novi de 1505) que ningún monarca podía esperar romper el control de la szlachta en el poder. Es difícil que el sistema político se ajuste a una categoría, pero puede ser descrita como una mezcla de los siguientes elementos:

Una democracia aristocrática muy avanzada para su época, la idea de que el rey reina y no gobierna —que es la traducción de la frase latina pronunciada por Zamoyski— es hoy una forma habitual de explicar el funcionamiento de las actuales monarquías democráticas, pero entonces era un concepto muy revolucionario. Igual de infrecuente era la forma que tenía esta República de limitar la autoridad del monarca, la llamada “democracia de los nobles” presidida por el concepto de la Złota Wolność, o “Libertad Dorada”, que incluía no solo una amplia autonomía y toda clase de privilegios y derechos para los nobles, sino también una serie de libertades para el pueblo que no encontraban nada parecido en la mayoría de los países de la Europa de su tiempo. Aunque este sistema era muy deficitario en términos democráticos si lo comparamos con las democracias que conocemos hoy en día, era algo mucho más avanzado que otras democracias que existían en su tiempo e incluso en épocas posteriores. Para que nos hagamos una idea, mientras en la República de las Dos Naciones el 10% de la población -los conocidos como “szlachta”- tenía derecho a votar, en la primera monarquía constitucional francesa (1830-1848) ese derecho solo lo poseía el 1% de la población, y en el Reino Unido solo el 3% en una fecha tan tardía como 1867. Además, hay que añadir que los “szlachta” no solo elegían al Sejm (parlamento), sino también al Rey, al ser una monarquía electiva. El rey, además, tenía muy limitadas sus competencias: no podía crear nuevos impuestos, ni ordenar levas en masa, ni declarar la guerra o la paz sin el visto bueno del Sejm.

La ideología que prevaleció en los szlachta fue el "sarmatismo" o sarmatianismo nombre que proviene de los sármatas, según se arguye, antepasados de los mismos polacos. Este sistema de creencia formó una parte importante de la cultura szlachta, lo cual cubrió todos los aspectos de la vida cotidiana. El sarmatismo trajo consigo la igualdad entre los szlachta, así fue como se creó el nacionalismo, la identidad, el sentido de pertenencia y el orgullo de la Libertad Dorada Szlachta.

Al principio, este movimiento sarmatista era muy idealista y representaba un porvenir positivo para la sociedad ya que contaba con una creencia religiosa, honestidad, orgullo nacional, igualdad y libertad. Eso fue al principio, sin embargo con el paso del tiempo se distorsionó, ya que la creencia se convirtió en fanatismo, la honestidad en ingenuidad, el orgullo en arrogancia y la libertad en anarquía. Más tarde, en el siglo XVIII se le culpó al sarmatismo por todos los males del país.

Las familias nobles más importantes de los szlachta (aunque no las únicas) son las siguientes: (primero está en singular y entre paréntesis el plural del nombre)

El ejército de la Mancomunidad de Polonia-Lituania emergió a partir de la unión de los ejércitos del Reino de Polonia (Corona del Reino de Polonia) y el Gran Ducado de Lituania (Lituania). El ejército Reino de Polonia fue comandado por Hetman Grande Polaco (Hetman de la Gran Corona) y el ejército Gran Ducado de Lituania fue comandado por Hetman Grande de Lituano (Hetman de la Gran Lituania), comandante principal fue siempre el Rey de Polonia. Asistencia para Hetmanes Grande eran dos Hetmanes de Campo (Hetman de Campo de Corona y Hetman de Campo de Lituania). Lo extraordinario de este ejército fue la formación de la caballería pesada (Húsares alados), en cuanto a la marina no jugó un papel importante así que dejó de existir a mediados del siglo XVII.

Estas fuerzas armadas frecuentemente tuvieron conflictos con el sur, es decir, el Imperio otomano y Kanato de Crimea, al esté con el Zarato ruso y al norte con el Imperio sueco. Desde luego, también se tuvieron conflictos internos tales como revueltas. Hubo más victorias que derrotas, aunque se decayó en el siglo XVII a causa del bajo presupuesto; cada vez fue más difícil defender el país y los enemigos continuaban creciendo.

Cuando esta mancomunidad se desintegró, la tradición militar se continuó con las Legiones Polacas Napoleónicas y el Ejército del Ducado de Varsovia.

El término ziemia apareció por primera vez en Polonia medieval, después de la fragmentación de Polonia. Se refirió a un antiguo principado o ducado, que fue unificado con el reino de Polonia, y perdió su soberanía política, pero mantuvo su jerarquía de funcionarios y burocracia. De todo el siglo XIV algunos de los antiguos principados, ahora ziemias, fueron asignados a los funcionarios conocidos como voivodas y se convirtió en unidades primarias de administración conocidas como voivodados. Por lo tanto, el ducado de Sandomierz se convirtió en la tierra de Sandomierz, que a principios del siglo XIV se convirtió en Sandomierz Mazovia.

Sin embargo, en algunos casos ziemias no se transformaron en voivodados. Ellos estaban subordinados a un voivodeship y cierta voivoda, pero al mismo tiempo bastante privilegios y propiedades diferentes, como suelen tener su propio sejmik, y todavía se conoce como un ziemia, no un voivodeship. Algunos voivodados, como Voivodato Ruthenian o Mazovia, consistieron en varios ziemias, cada uno dividido en condados. Durante los siglos siguientes, ziemias hicieron cada vez más integrados en sus voivodados y perdieron la mayor parte de su autonomía.

Hoy en día no son las unidades de la administración, y en Polonia moderna son solo términos geográficos genéricos relacionados con ciertas partes de Polonia. En la actualidad, el término ziemia puede aplicarse a cualquier área, histórico o no, que se encuentra alrededor de una ciudad principal o de la ciudad.

Lista de ziemias en la Mancomunidad de Polonia-Lituania:

Administración

Pérdidas a causa de El Diluvio (1648)

Invasión sueca y rebelión cosaca.

Reparticiones de Polonia

Primera partición (1772)

Segunda partición (1793)

Tercera partición (1795)

Gran Ducado de Varsovia y Reino del Congreso.

Situación en las fronteras actuales



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