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Mazatlán (Sinaloa)



Mazatlán es una ciudad del noroeste de México y cabecera del municipio del mismo nombre. Fundada en 1531, está situada en el estado de Sinaloa.

Este puerto es un destino turístico de playa de México. Se ubica a 21 kilómetros al sur del trópico de Cáncer y colinda al norte con el municipio de San Ignacio y al poniente con el litoral del océano Pacífico. Es también conocida como "La perla del Pacífico".[2]​ La ciudad se ha ido extendiendo con nuevas colonias, infraestructura, complejos turísticos y muchos kilómetros de playa localizada a lo largo de la zona costera que recorre 17 kilómetros. De acuerdo con el IV Conteo de Población y Vivienda 2020, Mazatlán tenía una población de 441,975 habitantes por lo que se mantiene como la segunda ciudad más poblada del estado de Sinaloa solo por debajo de Culiacán.

El municipio de Mazatlán está localizado en la porción sur del Estado de Sinaloa, entre los Meridianos 105° 56'55" y 106° 37'10" al oeste del meridiano de Greenwich, y entre los paralelos 23° 04'25" y 23° 50'22" de latitud norte. Su extensión territorial asciende a 3,068.48 kilómetros cuadrados, es decir, el 5.3% de la superficie total del Estado de Sinaloa, por ello se clasifica como noveno municipio en extensión.

Limita al norte con el municipio del San Ignacio y el estado de Durango, al sur con el municipio de Rosario y el océano Pacífico, al oriente con el municipio de Concordia y al Poniente con el litoral de océano Pacífico.

La conformación de los suelos presentan dos tipos: Los primeros son de tipo podzólico caracterizados por un horizonte fluvial fuertemente blancuzco con una cubierta exterior en lecho de color café con detritus orgánicos; estos suelos presentan como carácter principal un horizonte espódico, que para su estudio se clasifica en 5 clases: a) podzol humo-férrico, b) húmicos, c) plácido, d) férrico y e) gléyico.

Los humo-férricos se identifican por una relación porcentual entre hierro libre y carbono de 6 o menos a más de 6 respectivamente; los húmicos se agrupan por una materia orgánica dispersa y aluminio; los plácidos se definen por un delgado "pan" de hierro en o sobre el horizonte.

Los espódicos en algunas ocasiones presentan características que indican la saturación con agua en algún período del año, el suelo férrico como su nombre indica, se compone en su mayor parte por hierro; el podzol gléyico que además del horizonte espódico que se presenta en él, observa un panorama de gley, el cual muestra particularmente la saturación con agua en algún período del año.

Los segundos son los suelos lateríticos, que se localizan en la vertiente sureste del municipio, donde las estribaciones de la sierra madre occidental llegan al mar, dichos suelos son propios de las regiones tropicales lluviosas, presentándose en ellos pequeños mosaicos de dos tipos: (rojos y amarillos) propios de zonas templadas húmedas de medio subtropical.

La orografía la determina las ramificaciones de la Sierra Madre Occidental en la región de la planicie noroccidental teniendo como litoral el océano Pacífico, donde se levantan los cerros del Vigía, Punta de Materén y Monte Silla; este accidente orográfico antes de entrar a la municipalidad de San Ignacio adopta el nombre de sierra del Metate, cuya característica es la formación del Pico del Metate.

En el límite de Mazatlán y Concordia corre la Sierra del Metate y Pánuco, en este municipio se desvía la sierra madre occidental para penetrar en Durango, dejando antes algunos desprendimientos, como son la sierra de San Juan y de los Frailes, constituyendo además, dentro de su orografía, las siguientes zonas serranas.

Hacia el extremo norte del municipio se encuentra la sierra de los Frailes que se extiende en dirección noroeste con elevaciones que fluctúan de los 150 a los 1900 metros sobre el nivel del mar en la porción noroccidental se localiza la sierra de El Quelite que se ramifica en dirección noroeste con elevaciones de 50-700 metros sobre el nivel del mar en las vertientes suroriental y norte, nace el Arroyo de La Noria y algunos afluentes del Río Quelite; en esta misma parte del municipio se localiza la sierra de La Noria que se extiende en dirección noroeste con altitudes sobre el nivel del mar entre 300 y 500 metros; en su vertiente occidental se origina el nacimiento del arroyo del Zapote; al norte del territorio se ubica la sierra de San Marcos que registra altitudes entre 50 y 700 metros sobre el nivel del mar; en la formación de las vertientes suroriental y noroccidental nace el arroyo de Copala y algunos tributarios del Río presidio.

La naturaleza geológica del municipio es a base de rocas sedimentarias, características del oriente de la República, que dan lugar por consiguiente al afloramiento de fragmentos de rocas marinas y consolidados continentales, así como rocas volcánicas y metamórficas. Mazatlán está constituido generalmente por tonalitas y monsonitas pertenecientes al Terciario medio, afloramientos integrados por riodacitas, riolitas e ignimbritas con sedimentos tobáceos en la base; rocas andesíticas y felsíticas del Cretácico tardío temprano, conglomerado, arenisca, toba, toba arenosa, tobalítica, arenisca conglomerática, arcosas de origen pluvial y tobas riolíticas del Terciario tardío, calizas, pizarras, areniscas y cuarcitas del carbonífero, gravas y conglomerados que forman abanicos aluviales y depósitos de talud; riolita, riodacita y tobas de la misma composición, dacita y andesita del Terciario inferior medio; derrames volcánicos y piroclásticos de composición andesítica del Cretácico tardío; rocas plutónicas de composición básica y ultra básica del Paleozoico tardío, calizas del Cretácico tardío, conglomerados de cantos ígneos y metamórficos; sedimentos propios del cauce de los ríos y arroyos y sedimentos arenosos, gravas, limos y naranjos.

El Río Quelite, los Arroyos del Zapote, La Noria y de Los Cocos forman parte de los recursos hidrológicos del municipio en su vertiente suroccidental y suroriental; estas corrientes durante la estación de lluvia aumentan su caudal considerablemente.

La corriente del Río Quelite registra una cuenca de captación de 835 kilómetros cuadrados por donde escurren anualmente un promedio de 107 millones de metros cúbicos con variantes que oscilan de 78 a 163 millones de metros cúbicos. Esta corriente hidrológica a su paso por el municipio de Mazatlán toca los poblados de El Castillo, Las Juntas, Amapa, Los Naranjos, El Quelite, Estación Modesto y El Recreo entre otros. Tras recorrer una distancia de 100 kilómetros desde su nacimiento, descarga sus aguas en el Océano Pacífico. Los arroyos de El Zapote y de Los Cocos, escurren en dirección sureste para desembocar en el Río Presidio a la altura de los poblados de los que toman sus nombres.

Sobre la vertiente suroriental de la sierra del Quelite nace el Arroyo de La Noria y en la vertiente norte de la misma, algunos afluentes del Río Quelite. El arroyo de La Noria escurre en dirección sureste tocando en su curso el poblado de igual nombre para finalmente desembocar sobre el Río Presidio.

El arroyo del Zapote se forma en la vertiente occidental de la sierra de La Noria y se desplaza en dirección suroeste, a su paso toca los pueblos del Zapote y El Recreo, y desemboca en el Océano Pacífico.

En la vertiente norte de la sierra del Salto, en las proximidades del pueblo del mismo nombre en el estado de Durango, nace el Río Presidio que en dirección sureste efectúa un recorrido de 167 kilómetros. Su cuenca de captación es de 5,614 kilómetros cuadrados, con un gasto promedio anual de 900 millones de metros cúbicos, una máxima de 2,225 y un mínimo de 550 millones de metros cúbicos. Las poblaciones en su margen son Los Cocos, El Zapote, El Placer, El Tecomate, Copala, El Recodo, Porras, Villa Unión, Callejón del Ostial y Callejón Rosa.

Las costas del municipio se extienden a lo largo de 80 kilómetros y se constituyen por sedimentos arenosos propios de las playas, en el flanco noroccidental de la cabecera del municipio se localiza una formación clasificada como bermas de sedimentos arenosos, el litoral está constituido por gravas y conglomerados que forman abanicos aluviales y depósitos de talud.

En el extremo suroccidental se localiza la Laguna del Huizache que ocupa una superficie de 4,000 hectáreas 40.0 kilómetros cuadrados) la cual recibe la influencia marítima a través del estero El Ostial y de Agua dulce por un canal de desviación que recibe el agua del Río Presidio.

El litoral del municipio acoge tres campos pesqueros dedicados preferentemente a la captura de camarón y en menor escala a la pesca de escama.

Las cooperativas se encuentran distribuidas en los esteros de La Escopama, Salinitas, El Veintinueve, Estero Urías, Laguna del Huizache.

La mayoría de las islas del municipio están formadas por ignimbritas, tobas riolíticas y areniscas tobáceas de color claro alteradas y deformadas.

La Isla de los Pájaros se localiza entre las coordenadas ecuatoriales extremas de 106° longitud oeste y a los 23° de latitud norte; su superficie es de 0.4 kilómetros cuadrados, 1.1 kilómetros de largo y una amplitud máxima y mínima de 800 a 650 metros respectivamente.

La Isla de Venados se localiza entre los 106° de latitud oeste y los 23° de latitud norte; su longitud aproximada es de 1,850 metros y un ancho que varía entre los 250 y los 700 metros. Colinda al sur con una isla más pequeña, nombrada Isla de Lobos (llamada erróneamente Isla de Chivos). Estas 2 islas, junto con la Isla de Pájaros se consideran "Las 3 Islas de Mazatlán".

La Isla del Crestón ubicada en el extremo oeste de la bahía exterior de Mazatlán, tiene una longitud de 700 metros y una amplitud máxima de 800 metros. En esta isla se encuentra situado el Faro de Mazatlán. Al noroeste, a unos 3 kilómetros de distancia se elevan algunas pequeñas islas entre las que sobresalen la "Hermano del sur", y "Hermano del norte" (la primera con 46.3 metros de elevación) y la Roca de la Tortuga con 1.5 metros sobre el nivel del mar en su estribación más alta.

La Isla Chivos es de apariencia similar a la del Crestón, tiene una altura sobre el nivel del mar de un poco más de 50 metros.

La Isla de la Piedra es la más importante dentro del litoral del municipio, por sus dimensiones es la más extensa de todas ya que dispone de 30 kilómetros cuadrados de superficie y mide aproximadamente 14.5 kilómetros de largo por 2.5 de ancho. A pesar de su nombre la Isla de la Piedra es una península que se conecta al continente en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Mazatlán.

El régimen del clima del municipio de Mazatlán es de tipo tropical semihúmedo seco-lluvioso, con una temporada de sequía ligeramente marcada, con temperatura media anual de 26 °C.

Cabe destacar que durante los meses de verano y con el factor humedad, las temperaturas suelen sentirse muy por encima de lo que marca el termómetro.

Durante el período 1940-1980, en el municipio de Mazatlán se observó un promedio anual de 845 mm de precipitación, con un máximo de 215.4 mm en 24 horas, y 90.4 mm en una hora; en este mismo período el índice promedio al año de evaporación fue de 2146.80 mm; los vientos dominantes son en dirección noroeste a una velocidad promedio de 5.0 metros por segundo.

La sensación térmica en verano está bastante marcada.

Su flora consiste en tabachines, eucaliptos, laureles y álamos. Su fauna tiene aves como patos, garzas, pelícanos, también hay armadillos, mapaches y gran variedad de especies marinas como ballenas, lobos marinos, tortugas, delfines y peces, el venado cola blanca es uno de los principales animales que caracterizan a Mazatlán. Hoy en día hay menos animales y plantas que antes, pues el hombre ha cambiado el ecosistema.

Mazatlán cuenta con varias Áreas Naturales Protegidas, una de ellas es el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Meseta de Cacaxtlá se ubica entre los municipios de Mazatlán y San Ignacio en la parte central del estado de Sinaloa y alberga una porción de los hábitats costeros del estado y es el AP de mayor extensión en Sinaloa. Su riqueza de hábitats favorece la presencia de 66 especies de flora y fauna listadas en la NOM-059-ECOL-2001 y CITES y el 47.5% de los endemismos reportados para Sinaloa, además de especies carismáticas y de importancia comercial. Al mismo tiempo, el Área Protegida alberga a una población de 7,964 habitantes, cuya subsistencia depende totalmente de la extracción de los recursos naturales de esta área. La relación entre naturaleza y sociedad en el APFF Meseta de Cacaxtla, es el tema central de este programa.

Mazatlán, etimológicamente, proviene de la lengua náhuatl y significa «Tierra junto a los venados» (mazatl: «venado», tlān: «tierra» o «lugar» junto a).

Originariamente, el nombre Presidio de Mazatlán era poseído por la población que actualmente se denomina Villa Unión. El puerto de Mazatlán servía como referencia para llegar por el mar a Presidio, y se llamaba Islas de Mazatlán. Mediante decreto del Estado de Occidente, del 11 de septiembre de 1828, Presidio de Mazatlán fue denominada Villa de la Unión. Este hecho dejó vacante este nombre, Mazatlán (tierra de venados), y toda vez que el puerto era conocido como Islas de Mazatlán adoptó dicho nombre.

El área que ocupa el actual puerto de Mazatlán y su municipio estuvo habitada por poblaciones de regular importancia, al menos, desde el 250 d.C. Al final de la época prehispánica su territorio fungía como sitio fronterizo entre diferentes grupos culturales como los totorames, xiximes y tepehuanes, quienes le dieron el nombre que trasciende hasta nuestros días. Durante la colonia se funda el presidio de San Juan Bautista de Mazatlán, también llamado por los viajeros Mazatlan de gueros de rancho (el actual poblado de Villa Unión), habitado por militares descendientes de indígenas inmigrantes y blancos mexicanos, que tenían a cargo la defensa de las minas y villas vecinas, así como del entonces deshabitado puerto natural de Mazatlán, donde estos establecieron un improvisado campamento de vigilancia (sobre el cerro ahora llamado de la Nevería), ocupado por diez vigías a principios del siglo XVIII. Durante la última década de este siglo se decreta la instalación del Gobierno Político y Militar de Mazatlán, dándole así una existencia oficial al territorio hasta entonces dependiente en lo administrativo de las autoridades de Copala. Entre este acontecimiento y hasta finalizar la Guerra de independencia, en la que los mestizos pelearon bajo las órdenes del insurgente José María González Hermosillo, comenzó a habitarse de manera permanente el puerto de Mazatlán.

La apertura del puerto decretada por las autoridades coloniales españolas, ratificada por el primer congreso mexicano en 1822, produjo un crecimiento acelerado de población e influencia económica del recién creado puerto de Mazatlán, que en apenas dos décadas de existencia es la sede de los poderes aduanales y militares del estado, rivalizando de inmediato su élite de comerciantes, la mayoría de ellos extranjeros, con los notables de Culiacán. Las subsecuentes guerras que cimbraron al país y la región durante las siguientes décadas llevaron a más de un militar a la gubernatura del estado, los cuales convertían a Mazatlán en su capital de facto, dado que aquí se encontraba su cuartel y los comerciantes que, aprovechando la situación, les sobornaban para realizar actividades de contrabando y excepción de impuestos. Así pues, el puerto ostentaría los poderes estatales durante una parte de la Intervención estadounidense, la Revolución de Ayutla, la Guerra de Reforma, la Segunda Intervención francesa (durante la que el puerto se cubriría de gloria en la Batalla de Mazatlán) y, finalmente, la Revolución de La Noria, al final de la cual el gobernador juarista Eustaquio Buelna decide retornar dichos poderes a la ciudad de Culiacán. Hasta ese evento, cada conflicto nacional estuvo cargado en el estado por las constantes luchas entre los comerciantes y políticos de ambas ciudades.

Durante el Porfiriato, Mazatlán vive una de sus mayores épocas de esplendor comercial y cultural, apenas empañado por las dos grandes epidemias y las constantes tormentas que lo embistieron durante ese mismo periodo. De esta época son la mayoría de los iconos arquitectónicos y culturales más importantes del puerto, como el Teatro Ángela Peralta, la Catedral Basílica, el Fuerte 31 de Marzo, la Cerveza Pacífico, el Carnaval de Mazatlán y los inicios de la Banda sinaloense, entre otros. También es en este lapso cuando se crean las primeras sociedades y asociaciones de obreros y comerciantes en el puerto, como la Unión de Artesanos de 1875 o la Cámara de Comercio de 1885, pioneras de los sindicatos y organismos empresariales del México decimonónico. A la par de estos, se formaron nuevos grupos de intelectuales y artistas que trabajaban y bebían de las publicaciones de periódicos como La Tarántula o El Correo de la Tarde, desde donde atacaban y defendían al régimen por igual escritores de la talla de Amado Nervo, José Juan Tablada, Heriberto Frías y Genaro Estrada. De estos grupos surgiría durante la primera década del siglo XX el primer partido político antirreeleccionista del estado, unido abiertamente a la campaña de Francisco I. Madero.

Llegada la Revolución mexicana, Mazatlán sería sitiado dos veces y volvería a ser, por última vez y brevemente, capital de Sinaloa. Este conflicto se prolongaría hasta la primera mitad del siglo XX, en parte por los pleitos agraristas de la región, surgidos entre los antiguos terratenientes y sus peones, y por las luchas de poder que se sucedieron entre los caudillos revolucionarios y la vieja clase política. Estos acontecimientos alteraron irreversiblemente la economía local, pasando de tener una influencia notable en la industria metalúrgica, textil y mercantil, a una basada principalmente en la explotación pesquera y en un naciente turismo de playa, casi siempre ligados entre sí. El asesinato del gobernador Rodolfo T. Loaiza, en pleno baile del carnaval de 1944, fue el punto final de este periodo. A partir de 1950, Mazatlán crece exponencialmente, debido a la constante inmigración desde las zonas rurales, hacia el noreste, y a la construcción de complejos hoteleros sobre el malecón y la naciente Zona Dorada al noroeste. Hacía 1990 se promueve y consigue el rescate del Centro histórico de Mazatlán y con ello se abren los museos de arte y antropología, se reinaugura el teatro Ángela Peralta y se crea el Festival Cultural Mazatlán, entre otros que han perdurado hasta nuestros días. En 1990 fue uno de los primeros municipios en experimentar la alternancia política en su presidencia municipal tras muchas décadas de gobiernos sucesivos del Partido Revolucionario Institucional al ganar las elecciones Humberto Rice García del Partido Acción Nacional.

El turismo y la pesca son las principales industrias de Mazatlán. La ciudad alberga los principales centros turísticos de playa y tiene la segunda mayor flota pesquera de México. La mayoría de los productos del mar procesados en la ciudad son el camarón y el atún. El primer hotel en Mazatlán con un restaurante en su interior fue nombrado Cantón de La Fonda y fue operativo en 1850. Era propiedad de un inmigrante chino, Luen-Sing, que se refieren al establecimiento como el Hotel Luen-Sing. En 1864 había tres hoteles de Mazatlán y tres restaurantes, con más apertura a finales del siglo XIX. Hoy en día, más de veinte kilómetros de playas son la atracción principal, y la ciudad contiene un gran número de hoteles, restaurantes, bares y tiendas. La ciudad es también el hogar de una cervecería, una fábrica de café y dos plantas de energía eléctrica.

Paracaidismo en Mazatlán.

Kitesurf en Mazatlán.

Flyboard en Mazatlán.

En Mazatlán, se puede disfrutar de una gran variedad de mariscos frescos favoreciendo la preparación en especial de los ceviches, cócteles, el pescado zarandeado y el aguachile. Ya es tradicional en el puerto la elaboración de Marlín y Atún Ahumado, el chilorio y el pollo asado estilo sinaloa que ya ha trascendido fronteras. Algunos otros platillos de la región que se han vuelto famosos son los tamales barbones (hechos con camarón), los tacos Gobernador, la machaca de pescado y el pastel de atún frío (acompañado con frijoles puercos).

Pero la gastronomía local ofrece muchísima variedad para todos los gustos. Es fácil encontrar lugares en donde disfrutar de cocina internacional, cocina japonesa, china, comida rápida, vegetariana, antojitos, carnes y una gran variedad de taquerías con sus propias especialidades.

Las bebidas en la ciudad son tan variadas como los gustos de los visitantes, pues se puede encontrar una enorme variedad de aguas frescas como la horchata, cebada, coco, la denominada CocoHorchata y el Tejuino; buenos vinos y por supuesto, una excelente variedad de cervezas, en donde la más conocida es la cerveza local denominada Cerveza Pacífico que tiene su fábrica en el puerto. Otra bebida muy conocida de la región es un refresco sabor vainilla llamado "Tonicol".

Entre los dulces típicos puedes probar las cocadas, jamoncillos, capirotada blanca y los suaves, malvaviscos con coco hechos en la región. Además, de toda la variedad en gastronomía, para finalizar puedes degustar deliciosos raspados y nieves de garrafa, donde encontrarás desde sabores típicos hasta poco comunes, como el raspado de ciruela y la nieve de pay de queso o de yogur con arándanos.

El mural más grande del mundo

El mural Desarrollo histórico, económico y turístico del Mar de Cortés está instalado en el Centro Internacional de Convenciones, una edificación moderna y vanguardista. Está realizado por 105 piezas de concreto y acero de 5 x 3 metros cada una, forman una sola unidad de 24.56 de altura por 68.34 metros de largo. Su creador tardó un año y medio en su realización. Es un logro donde se une la ingeniería y la visión artística de su autor, Ernesto Ríos Rocha. El mural está registrado en el libro Guinness de los récords desde el año 2009, por ser el más grande del mundo, realizado por un solo artista, y la fusión de técnicas para su elaboración.[4][5][6][7]

Malecón de Mazatlán

Es considerado uno de los más largos del mundo, tiene una longitud de 21 km aproximadamente, a lo largo del litoral del Pacífico, entre los cuales se pueden encontrar desde grandes acantilados, monumentos, glorietas, edificios antiguos, hoteles, etc.

El malecón de Mazatlán está compuesto por una serie de vialidades panorámicas con espacio de paseo peatonal cuyo nombre varía a lo largo del recorrido según la etapa o momento de su construcción; de sur a norte las calles que lo componen son:

Parque Central Mazatlán El proyecto del Parque Central de Mazatlán se encuentra al surponiente de la ciudad, a un costado del malecón. Tiene una extensión de 32.54 Ha y su emplazamiento en el área central de Mazatlán le otorga jerarquía y un potencial importante de uso local y turístico. El Parque Central representa la oportunidad de otorgarle a los habitantes de la ciudad un espacio abierto educativo, recreativo, cultural y deportivo de calidad con andadores, ciclovías, vialidad vehicular, áreas de pic nic, áreas de descanso, juegos infantiles y jardines para fiestas, áreas para adultos mayores, áreas de foodtruck, área de conciertos, estanques, areneros, canchas de futbol, voleibol y basquetbol, skatepark, edificio para talleres, comercio, restaurantes, sanitarios, entre otras cosas.

Acceda a Parque Central Mazatlán para mayor información.

Desde su apertura el 13 de septiembre de 1980, el Acuario de Mazatlán es uno de los más completos y mejores de su especie en América. Según la Institución "Tiene como objetivo primordial que el público aprenda a respetar el ecosistema marino del cual dependemos y somos parte intrínseca a través del conocimiento de las especies marinas.”

Se divide en dos áreas principales que son El Acuario y El Jardín Botánico; juntos, albergan las siguientes instalaciones:

Acuario


Tiburonario

Es una de las atracciones más esperadas y polémicas no solo a nivel local, si no también nacional e internacional. Esta obra comenzó a edificarse por medio de la aportación monetaria del Gobierno del Estado de Sinaloa en el año del 2008, y se inauguró hasta finales del 2016. A pesar de haber tardado tanto tiempo a mediados del 2016 el gobierno municipal a cargo del presidente Carlos Felton, se encargó de darle velocidad para que el pudiese ser quien cortara el listón de esta pecera. Directivos del recinto trabajaron y metieron gente a laborar dentro de la pecera, a pesar de que los albañiles y la gente no tenían conocimientos de los materiales y acrílicos que se desinstalaron, manipularon y reinstalaron. En noviembre y diciembre del 2016 los directivos se encargaron de apresurar a terminar la pecera, ya no estaba a cargo el gobierno del estado como en un principio, los que llevaban la batuta era el director y personal de Acuario Veracruz, y fue a finales del mes de diciembre que cortaron el listón y abrieron al público el tiburonario tan esperado, aunque todavía no era terminado en su totalidad Y faltaban obras de mantenimiento en los acrílicos, este trabajo fue pasado a la siguiente administración que presidió el Lic. Fernando Pucheta, los nuevos directivos tomaron las riendas y se pusieron al corriente con la agenda a través del personal de mantenimiento, pues el antiguo director no recibió de mano a la directora del recinto y salió antes de que esta persona tomara el cargo. Los trabajos pendientes en el tiburonario siguieron haciéndose hasta que a finales del mes de enero cuando un acrílico rompió y comenzó una filtración de agua salada hacía las áreas comunes del recinto. El tiburonario desde ese día fue clausurado y cerrado a todo público hasta la fecha.

Proyecto Parque Central

Dentro del proyecto del Parque Central Mazatlán se encuentra la reconstrucción de un nuevo acuario, que se encontrará en el mismo sitio del actual, y que llevará por nombre "Acuario Mar de Cortés". Se menciona también que contará entre sus instalaciones, con la sala “El Mundo Mágico de Jaques Cousteau”, en reconocimiento al reconocido oceanógrafo francés, quien  posicionó al golfo de California como El Acuario del Mundo. Esta área aspira a convertirse en un centro de investigación científica de la vida marina a través de alianzas con fundaciones internacionales, instituciones educativas y otros centros de investigación que cuenten con programas y fondos para la conservación de la naturaleza. Esta concentración y generación de conocimiento tendrá en el acuario una herramienta de difusión por medio de exposiciones interactivas, videos y material gráfico.

En el año 1821, la Ciudad de Mazatlán recibe por decreto de las Cortes de Cádiz su certificación como el primer puerto de altura del Pacífico Mexicano. Hecho de relevancia que le abre las puertas al comercio internacional. La anterior decisión aunada al rápido crecimiento de los grandes consorcios mineros y comerciales, trae como consecuencia que el tráfico naviero se intensificara. En esos tiempos era bastante común que cada año llegaran al puerto más de 60 navíos provenientes de Europa y del lejano Oriente, cargados con diferentes tipos de mercancía. Barcos que después de varios días de estancia y avituallamiento, partían hacia sus puertos de origen cargados de barras de oro y plata de las ricas minas de la región.

No obstante que en esa época, el puerto de Mazatlán cada día que pasaba tenía más tráfico portuario, inexplicablemente aunque parezca increíble durante un periodo de siete años no existió ninguna señalización que permitiera a los marinos el ubicarse y realizar acercamientos al puerto con la debida exactitud, sin que ello significara poner en peligro a sus embarcaciones.

Es en el año de 1828, cuando la Isla de Crestón se empieza a utilizar para señalamiento marítimo. Hay crónicas que señalan que en los primeros sesenta años, las facilidades que existían en la cima del imponente cerro eran muy modestas, tan solo un templete de mampostería, sobre el que se encendían antorchas y hogueras alimentadas de madera y carbón, que producían una tenue luz que solo podía distinguirse a muy poca distancia. Esta situación mejoró con los años, al empezar a usarse lámparas de aceite y kerosene, que ya permitían una luz más fija, intensa y penetrante.

De acuerdo a las crónicas existentes, es en el año de 1892, siendo presidente del H. Ayuntamiento del Puerto el Sr. Bernardo Vázquez, cuando se empiezan las primeras construcciones del Faro, estas obras estuvieron a cargo de uno de los más reconocidos ingenieros de la ciudad, el Señor José Natividad González, quien además fungía como el director de la Junta de Mejoras Materiales. Pero no es sino hasta el año de 1930, en tiempos del Gobernador Gral. Macario Gaxiola, cuando se empiezan a hacer las adaptaciones finales a la casa del Faro y se construye, desde un punto conocido como “Punta Pala” localizado en el cerro del Vigía, la ampliación de la escollera del cerro de la “Azada” y su relleno artificial; Trabajos que permitieron que la que la Isla de Crestón dejara de ser un cuerpo de tierra separado del puerto de Mazatlán y quedara configurada en la forma como la conocemos en la actualidad.

Es a principios de los años 1920 que su sistema de iluminación se cambia al empezar a usarse lámparas con filamentos eléctricos.

Banda sinaloense

La Banda Sinaloense o Tambora Sinaloense es un tipo de ensamble musical, de género musical tradicional y popular, el cual es culturalmente establecido a principios de los años veinte en el Estado de Sinaloa, región noroeste de México. Es un género con remanentes europeos al estilo organológico de la Fanfarria europea, sin embargo, como muchas otros ensambles de viento tradicionales en México, interpreta un repertorio variado en las formas musicales, en el que predominan sones tradicionales, rancheras, corridos, polkas, valses, mazurcas, chotis, todo ello adaptado a la sensibilidad de los habitantes de esta región mexicana; además de música popular como balada romántica y cumbia.

El particular sonido de la banda sinaloense es muy similar al de las bandas de viento alemanas y francesas, en lo cual radica la diferencia en la ejecución musical de las bandas del centro-norte de Sinaloa y al sur de este estado. En la zona centro-norte, el fraseo musical es más ligero y matizado, un estilo más occidental europeo y en el sur, el estilo tiene un fraseo muy marcado y un poco menos matizado en la ejecución, algo más influenciado por el estilo bávaro alemán, lo que hizo que diversos investigadores, ubicaran su origen en estas regiones, sobre todo al considerar la intervención extranjera en el estado ya que a principios de siglo estaba habitado principalmente por inmigrantes alemanes. Sin embargo, la etnomusicóloga suiza Helena Simonett explica que las primeras bandas sinaloenses se formaron por gente que desertaba de las bandas militares y las municipales y se iba a vivir a los pueblos serranos, añadiendo así crédito a los fundadores sinaloenses, que con la influencia rítmica Mayo-Yoreme han contribuido a su esencia. Es por esto que se refuerza la teoría de influencia francesa y española sobre la influencia alemana en otras regiones de Sinaloa, pues el desarrollo de la música de tambora sinaloense tiene registros y antecedentes anteriores en lugares lejanos de la sierra de Sinaloa donde no existió la influencia alemana, sin embargo, sí influencia francesa posguerra de intervención, así como los remanentes culturales españoles. Así también la evidencia de la conformación organológica de las primeras agrupaciones sinaloenses, por ejemplo: La Banda El Recodo de Cruz Lizárraga de 1938 que tenía una marcada influencia alemana en su estilo de ejecución, con su instrumentación que incluía instrumentos de cuerda, en contraste con La Banda Los Tacuichamona de 1888, La Banda Los Sirolas de Culiacán (1920) y La Banda de Los Hermanos Rubio (1929) de Mocorito, cuya integración instrumental eran exclusivamente de instrumentos de aliento y percusión al estilo Galo-Ibérico de la fanfarria, así como también su ejecución.

Agrupaciones exponentes del género

Entre otras... Aunque muchas Bandas con la organología de la Banda sinaloense, pretendan usar este nombre, el ejercicio profesional de las mismas, tanto sus grabaciones como sus años de experiencia, repertorio y su instrumentación, son el concluyente para denominar una Banda sinaloense desde su origen; Pues muchas bandas que anteriormente fueron Tecnobandas como, La Cuisillos y la Pelillos, hacían uso de instrumentación ajena al género tradicional. Bandas sinaloenses existirán muchas y seguirán formándose por todo México gracias a la comercialización del género, sin embargo, el repertorio y su modo de ejecución será siempre el símbolo que denomine a una banda musical con el nombre de "Sinaloense", y se distinga del sonido muy auténtico y rico de otras bandas mexicanas, como lo son: "El Tamborazo Zacatecano", "Frijol con Hueso", "Banda musical del Bajío", "Banda de Viento Michoacana", "Banda Tradicional Oaxaqueña" y "Banda de música Morelense".

Playas principales

La ciudad de Mazatlan está hermanada con ciudades las siguientes ciudades alrededor del mundo:

La ciudad de Mazatlan cuenta con consulados de cuatro países del mundo:




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