Menagaray (en euskera y oficialmente Menagarai) es una localidad del concejo de Menagaray-Beotegui, que está situado en el municipio de Ayala, en la provincia de Álava.
La localidad se sitúa en la Tierra de Ayala, a unos 300 m de altitud media, sobre un terreno suavemente ondulado formado por colinas y vaguadas que se alinean en dirección norte-sur y que origina la división de aguas hacia dos cuencas fluviales: la del río Izalde al este y la del Ibaizabal al oeste. Es a estos ríos donde vierten sus aguas los arroyos Atxa, Pozobalza, Ezkorreka, Gurialde y Garbea. El sustrato geológico pertenece al cretácico inferior y está constituido, en general, por margas calizas grises que localmente intercalan estratos arcillosos.
Las mayores altitudes las encontramos en la zona norte con los montes Martiniko, Garondo y Mastondo, en cuyas laderas, hasta principios del siglo XX abundaban los castaños, robles, madroños -llamados localmente bortos- y pinos rodenos. Esta vegetación, en parte, autóctona, se mantiene de una manera residual, desplazada por cultivos forestales de Pinus radiata, llamado localmente “insignis”.
Junto a los arroyos y otras zonas constantemente húmedas hay bosquetes de ribera, como choperas, fresnedas y alisedas, y en las zonas bajas aledañas a los caseríos se extienden las praderas.
En las zonas húmedas y junto a los arroyos encontramos choperas, fresnedas y alisedas, y junto a los caseríos y zonas bajas se extienden abundantes y jugosas praderas.
En 1114 aparece escrito por vez primera con el nombre de Menegarai, en 1533 Menagarai, en 1636 -y hasta prácticamente la actualidad- Menagaray.
Según el investigador Alfredo Orive Fernández, en su trabajo Aiarako herrien etimologiak, la palabra Menagarai tendría su origen en la suma de los términos vascos Mea (mineral, vena de mineral) y Garai (colina, lugar alto), significando algo así como "parte alta de la mina". En esta localidad existen topónimos que con un significado similar parecen apoyar esta teoría, como es el caso Meaza (Meaka: lugar de minerales) . Por otro lado, los topónimos Urriola o Mendiola, podrían hacer referencia a la presencia de ferrerías en la localidad. Sin embargo parece más acertada la idea de que la etimología de URRIOLA deviene de [(h)urri], variación de [(h)ur/(h)urra/ (h)urre], con significado de (Avellana) al que se le sufija la partícula [ola] que, en este caso, adquiere el carácter de (Lugar de), concluyendo en “Lugar de Avellanos” o “Avellanal”. Por otra parte la etimología de MENDIOLA nos presenta diversas posibilidades interpretativas pero en las que [mendi] (Monte, Montaña) conservaría siempre idéntico valor. [ola], sin embargo, puede entenderse como sufijo locativo con sentido de “Lugar de” genérico; en este caso, se traduciría por: “Lugar Montañoso o Montuoso”. Otra posibilidad nos llevaría a considerarlo como sustantivo con valor de (Cabaña, Choza, Chozna, Barraca, Habitación) que implicaría su traducción como: “Choza del Monte”.
Por otra parte, a etimología de los accidentes geográficos que rodean la población se acepta como sigue:
La etimología de estos topónimos sugiere el uso agrario de las tierras en tiempos pasados.
Se documenta el nombre de Menagarai desde 1114 en el apellido toponímico de “Sancio Ennecoz de Menegarai”, uno de los testigos de la donación de Diego López de Lejarzo del monasterio de Santa Cecilia y San Clemente de Obaldia (Madaria) al monasterio de San Millán de la Cogolla.
Sin embargo, si ya en 1095 estaban poblados y tenían iglesias lugares como Amurrio y Respaldiza (en el mismo eje que comunica el valle del Nervión con Artziniega), parece obvio pensar que, aunque sin apoyos documentales, lo mismo pueda pasar con Menagarai, que desde lo alto de la loma de San Pedro –donde se sitúa la iglesia– vigilaba dicho eje. Tanto es así que al remover unas tierras junto a la iglesia de San Pedro en la década de los 90 del pasado siglo, se descubrió una estela discoidal -fechada en los siglos VIII-IX- procedente de una probable necrópolis altomedieval.
En la colina de San Pedro, como núcleo del pueblo, se celebraban las juntas de concejo “reunidos los vecinos a repique de campana bajo el peral del señor San Pedro”, según se puede leer en los libros de actas de su concejo. En este mismo lugar, según consta en los libros parroquiales, se colocaría el árbol o “el mayo” el día de san Pedro. Por todo lo anterior se ve que un árbol –el peral– y la iglesia hacían de San Pedro el punto de encuentro de los distintos barrios y caseríos.
En Menagarai está vigente el Fuero de Ayala (Derecho civil vasco).
Con una extensión de 942 Ha, su término limita al norte con el municipio vizcaíno de Gordejuela y con Oquendo, al este con Zuaza, sur con Beotegui (con el que forma concejo) y al oeste otra vez con Beotegui, Retes de Llanteno, Costera y Llanteno.
De este a oeste le atraviesa la carretera A-624, por lo que la comunicación por carretera con los pueblos vecinos de Amurrio a Artziniega es buena, contando con servicio de autobús de línea con Vitoria (Autobuses la Unión) y con Bilbao (Bizkaibus).
En 1556, la localidad estaba compuesta por 60 vecinos. La fogueración de la Tierra de Ayala hecha a finales de 1725 daba para esta localidad la cifra de 43 vecinos (tenían casa propia y pagaban repartimiento entero), 6 moradores (inquilinos que pagaban medio repartimiento), 1 viuda y 7 pobres sin propiedad. En 1802 había 60 vecinos. En 1861, según la nómina de culto y clero, Menagarai tenía 326 habitantes y 2 clérigos para atender su parroquia. Sus habitantes han sido conocidos tradicionalmente con el sobrenombre de "toledanos".
Población de derecho según los censos de población del INE.
Menagarai distribuye su caserío de norte a sur, asentándose sus diferentes barrios y caseríos en los diferentes accidentes geográficos que dan forma al paisaje.
El barrio más poblado es Mendieta, que se articula en torno a la carretera comarcal A-624 Vitoria-Balmaseda, antes Calzada o Camino Real. Otros barrios son La Calzada, Aretxa, Iturribarria, Arana, Mendiko, Txirigoa e Ibaizabal en las laderas próximas a ese camino. El poeta Francisco Arechavala y Rodríguez, en el siglo XIX, dedica una de sus poesías -"A la Venta de Ibaizabal"- al caserío del mismo nombre, en cuya fachada está escrito “Mesón de San Antonio. Año 1787”). Billarkudi, Aretxabala, Los Riberos e Iza junto al camino que baja a Lanteno. Y Barrio Jauregi en el paso al valle de Zuatza. En las últimas décadas del siglo XX ha ido surgiendo, con casas de nueva construcción, un nuevo núcleo poblacional en la loma de San Pedro, junto a la Iglesia.
Procedente del siglo VIII-IX es la estela funeraria localizada junto a la iglesia de San Pedro, actualmente depositada en el Museo de Arqueología de Álav' (Bibat). Se trata de un bloque de piedra arenisca con cabeza ovalada y pie rectagular. En una de las caras de la cabeza aparece una decoración sencilla en forma de red, formada por dos líneas paralelas y otras dos no paralelas, que se cruzan entre sí.
Se construyó en 1746, dentro de las tendencias del barroco avanzado y apuntando ya al neoclásico, por Manuel de Arechavala, Pedro de Mendieta y Mateo de Aguirre - vecinos de Menagarai- por 32.900 reales de vellón.
Se trata de un templo de planta de cruz latina con cabecera poligonal y presbiterio corto cubierto por bóveda de seis nervaduras convergentes en un florón. El crucero se cubre con bóveda de aristas y la nave principal por tres tramos de bóveda de lunetos. El brazo izquierdo de la cruz presenta su bóveda cubierta de motivos geométricos y el derecho una simple cubierta de arista con cogollo floral. Los arcos fajones y formeros son de medio punto y se apean en pilastras muy salientes. El cañón de la bóveda descansa en una cornisa moldurada. Ya en el exterior, el tejado se apoya en un curioso alero de ladrillo con arcos y puntas de gusto mudéjar.
En la sacristía se conserva el aguamanil venerado y la cajonería neoclásica de tres cuerpos, con tiradores de bronce.
El retablo mayor, buena obra del último barroco con líneas neoclásicas, fue realizado por el arquitecto de Orduña Tomás de la Peña. El Cuerpo principal está formado por tres calles entre columnas corintias doradas en sus capiteles y en las acanaladuras de sus fustes. En la calle central va una pintura de gran formato (2,40 X 3 m.) obra de Ginés Andrés de Aguirre , pintada en 1764 -el mismo año en que su autor es elegido Académico Supernumerario de Bellas Artes-, que representa la curación del cojo en la puerta del Templo de Jerusalén por San Pedro (titular de la Parroquia) y San Juan. Se trata de un encargo de Eugenio de Llaguno y Amírola, a quién en 1765 le realizó un retrato. En las calles laterales, acopladas a los ochavos laterales de la cabecera del templo se abren dos nichos avenerados en donde se asientan dos tallas neoclásicas de buen tamaño con las figuras de San José y San Juan.
Otros retablos del templo son el de la Virgen del Rosario (rococó), el de la Dolorosa (rococó) -obra de Gregorio Durán-, el de las Animas (siglo XVIII), San Cosme y San Damián y el de San Antonio Abad de principios del siglo XX.
Importante valor artístico tiene una cruz procesional -repujada en plata- y un copón, obra del platero vitoriano Rafael de Ballerna.
En el siglo XVIII existía la torre de Aretxabala y en el barrio de Arana tuvo vida la torre de Txabarri. Ninguna de las dos ha llegado hasta la actualidad.
Menagarai exhibe en su catálogo numerosas casas solariegas que se adaptan a la tipología de palacio rural del barroco. Son destacables el palacio de Mendieta, el desaparecido de Larrinaga o el de Llaguno en el Barrio de Mendieta. El palacio de Aretxa en el barrio del mismo nombre, el de Villachica en Jáuregui -en ruinas-, el de Acebal en Iturribarria y el de los Aretxabala en el barrio del mismo nombre.
El palacio de Aretxa es un palacio rural levantado en 1763 por el arquitecto bilbaíno Felipe Antonio de Lapeña, a expensas del señor Francisco de Mendieta y Arecha. Se trata de una casa cuadrada con tejado a cuatro aguas, que tiene anexos en un lateral dos edificios más, entre ellos una capilla. De fábrica de mampostería con sillares en los vanos y las esquinas, está ornada por tallas en madera en los canes del alero y por buenos trabajos de rejería en los balcones.
La fachada principal se abre en la planta baja por una arcada de tres vanos de medio punto bajo amplio balcón. En el centro presenta la piedra armera. En la línea de imposta de la casa se encuentra una inscripción que informa sobre la fecha y el comitente. En el amplio jardín del que disfruta la casa se encuentran varios escudos exentos y una fuente.
El palacio de Mendieta es un buen edificio de portes solariegos, con ordenación simétrica de huecos, piedra armera policromada de los Arechabala en la fachada que procede del palacio del Barrio de Aretxabala, buenos trabajos de talla en madera en los canes del alero y bellos trabajos de rejería. Tiene anexo un edificio auxiliar al que se accede por una exenta puerta adintelada de piedra, rematada con una cruz en el centro y dos pirámides en las esquinas.
De sinople, un árbol de plata cargado de seis peras de sinople, surmontado a su siniestra por una campana de plata. Todo ello en referencia a las juntas de concejo que realizaban los vecinos bajo "el peral del Señor San Pedro" llamados a repique de campana.
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