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Miguel Francisco Nicolás de Villegas



Miguel Francisco de Villegas o simplemente Miguel de Villegas el Hijo y nacido como Miguel Francisco Nicolás de Villegas y del Campo Maciel (Buenos Aires, Provincias Unidas del Río de la Plata, 19 de noviembre de 1822 - ib., República Argentina, 18 de marzo de 1890) fue un jurisconsulto, profesor universitario, político, militar y funcionario de gobierno argentino que siendo un afiliado y una de las personalidades del Partido Liberal, fue elegido como diputado a la Legislatura de Buenos Aires. Tuvo destacada actuación pública durante la batalla de Caseros, lo que le valió ser asignado como secretario general de Gobierno bonaerense, en 1852.
Figuró entre los defensores del sitio de Buenos Aires hasta el 13 de julio de 1853, como oficial de caballería. Al poco tiempo fue nombrado profesor de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires en 1854, y en 1860 se doctoró en jurisprudencia. Al estallar la Guerra del Paraguay, con el rango de teniente coronel comandó el «batallón Belgrano» en 1865, bajo la vanguardia del general Bartolomé Mitre. En 1884, es nombrado en la obra literaria Juvenilia, de Miguel Cané.

Miguel Francisco Nicolás de Villegas había nacido el 19 de noviembre de 1822 en la ciudad de Buenos Aires,[1]​ capital de las Provincias Unidas del Río de la Plata, siendo hijo del doctor Miguel Mariano de Villegas y de Juana María de Jesús del Campo Forgueras y Maciel Lacoizqueta Valdivieso (Santa Fe, 1792-Buenos Aires, 1863).[2]

Su madre era nieta del teniente de gobernador santafesino Joaquín Maciel y Lacoizqueta, y por ende, sobrina nieta del doctor Juan Baltasar Maciel, además de pariente del virrey Nicolás del Campo[3]​ y descendiente directa de los gobernantes coloniales Manuel Maciel y Cabral de Alpoin, Juan de Lacoizqueta, Juan de Figueroa y Villalobos, Juan de Garay, Hernandarias de Saavedra, Juan Ramírez de Velasco, Jerónimo Luis de Cabrera y Diego de Villarroel, entre otros conquistadores, adelantados, gobernantes coloniales, fundadores de ciudadesIca, Tucumán en su primera ubicación, Córdoba, Santa Fe en su primer emplazamiento, Buenos Aires, la efímera Madrid de Las Juntas y la ciudad de La Rioja— y primeros pobladores rioplatenses.[4]

Miguel tuvo cuatro hermanos, siendo los más destacados: el cónsul Jacinto Mariano de Villegas y el doctor Sixto Villegas quien como juez emitiría sentencia contra el exiliado brigadier Rosas,[5]​ además de Antonio Miguel y Andrés Miguel de Villegas. También era primo del famoso literato argentino Estanislao del Campo.

Sus tíos maternos eran militares del bando unitario: el teniente coronel Juan Estanislao del Campo que conformó la comitiva que llevó los despojos del general Lavalle, luego del reconocimiento por parte del doctor español Gabriel Cuñado quien se había radicado en la entonces villa San Salvador de Jujuy, y Fernando Alfaro Maciel quien se había instalado desde 1821 en Bahía San Blas y luego en Carmen de Patagones, y que durante la Guerra del Brasil se desempeñara como juez de paz desde 1825 y actuara heroicamente en la batalla de Carmen de Patagones del 7 de marzo de 1827, entre milicias de las Provincias Unidas del Río de la Plata, a las órdenes del coronel Martín Lacarra, y las tropas de la marina del Imperio del Brasil que serían derrotadas.

Hizo sus estudios elementales y superiores en el Convento de San Francisco y bajo la égida de fray Nicolás Lacunza que lo preparara en Filosofía, los terminó en 1841.[1]

Posteriormente se afilió al Partido Liberal, en el que fuese una de sus personalidades, y terminó siendo elegido diputado a la Legislatura de Buenos Aires.[1]

El 3 de febrero de 1852 tuvo destacada actuación en la batalla de Caseros que provocaría el exilio del brigadier general Juan Manuel de Rosas, valiéndole ser nombrado secretario general del gobernador bonaerense Vicente López y Planes pero quien terminó renunciando a su puesto el 17 de julio del mismo año.[1]

El 11 de septiembre estalló en Buenos Aires una revolución comandada por Valentín Alsina que se traduciría como una reacción de la provincia de Buenos Aires contra las condiciones políticas impuestas por el predominio de Justo José de Urquiza, eligiendo como nuevo gobernador a Alsina el 31 de octubre.[1]

Pero cuando el 1.º de diciembre el coronel Hilario Lagos se puso al frente de las tropas de campaña, pronunciándose contra su gobierno en la Guardia de Luján, lideró de esta forma una contrarrevolución en donde la mayor parte de los demás comandantes bonaerenses, como José María Flores, Ramón Bustos y Jerónimo Costa, se pronunciarían a su favor.[1]

Los contrarrevolucionarios de Lagos exigían la reincorporación de la provincia a la Confederación y la renuncia de Alsina, además de su remplazo por el general Flores, lográndose el cese del cargo de gobernador el 6 de diciembre, aunque Alsina sería finalmente remplazado por el general Manuel Pinto. Ese mismo día, las tropas de Lagos atacaron la ciudad, pero la rápida reacción de varios jefes decididos, sobre todo de Bartolomé Mitre, impidió que se apoderaran de la capital.[1]

El día 8 del mismo mes, Lagos establecía oficialmente el sitio de Buenos Aires, adonde Miguel de Villegas figuró como defensor de la ciudad sitiada, entre el 6 de diciembre de 1852 hasta el 13 de julio de 1853, actuando como oficial de caballería, con el rango de capitán.[1]

Desde entonces, el Estado de Buenos Aires que sancionó su propia Constitución en 1854, se mantendría separado del resto del país, oscilando sus dirigentes entre oficializar la independencia o la pretensión de que ellos representaban a toda la Nación. Su hermano menor, el doctor Sixto Villegas, fue nombrado en 1855 relator del Supremo Tribunal de Justicia del nuevo Estado.[6]

Por otra parte, la Confederación Argentina eligió como su primer presidente al general Urquiza que gobernaría con cierta estabilidad política aunque enfrentando serios problemas económicos y resignando muchas de las funciones de gobierno en los gobernadores provinciales.

Villegas formó parte del cuerpo docente de la Universidad de Buenos Aires desde el 7 de abril de 1854, por decreto del rector José Barros Pazos, por lo cual fue nombrado profesor del aula de Filosofía. En el transcurso de su profesorado, se graduó de doctor en jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires, en 1860,[1]​ con la siguiente tesis:

Mientras tanto, en los países vecinos empezaron a surgir diversas tensiones beligerantes. Se acentuó esta, al aumentar la presión del Imperio de Brasil para que la República del Paraguay aceptara los límites pretendidos por aquel, principalmente en la cesión de las áreas yerbales, ubicadas entre el río Igurey y la sierra de Amambay. Un efímero intento de conciliación fue la declaración de una zona neutral, cuya delimitación debía hacerse por vías pacíficas.

Al iniciarse el año de 1860, las incursiones brasileñas volvieron a incrementarse y el pacto fue violado por Brasil al fundar la Colonia militar de Dourados en 1862, al sur del río Ygurey - Ivinhema. Por lo cual Paraguay protestó, tratando de evitar una reacción bélica, aunque su objetivo principal era incrementar su poderío militar y su influencia en el Cono Sur.

Ese intento de engrandecer su influencia en el área, sería uno de los motivos de fricción con la República Argentina. Sin embargo, la situación fue precipitada nuevamente por el Imperio de Brasil, cuando facilitó el derrocamiento del presidente de la República Oriental del Uruguay, Bernardo Prudencio Berro, el 1 de marzo del mismo año.

Con el pretexto de abigeato, a principios del citado año —ocurrido en un sector de territorio brasileño entre el río Ibicuy y el río Cuareim que le había sido entregado por el Uruguay en 1851— el Imperio de Brasil increpó al nuevo presidente uruguayo Atanasio Cruz Aguirre a que le efectuara algún tipo de resarcimiento económico. En abril, Francisco Solano López se ofreció como mediador pero su oferta fue rechazada por el Imperio.

El 4 de agosto, el ministro brasileño José António Saraiva, envió un ultimátum al gobierno uruguayo amenazando con represalias por desatender las demandas planteadas anteriormente. Por este motivo, el gobierno paraguayo realizó la Protesta del 30 de agosto ante el ministro residente en Asunción del Paraguay, Cesar Sauvan Vianna de Lima, en donde afirmaba que el Brasil actuó en contra de lo establecido en el «tratado del 25 de diciembre de 1850», y que consideraría causal de guerra la ocupación militar del Uruguay, mencionando también que dicha acción atentaría contra el equilibrio de los estados de la cuenca del Río de la Plata.

Sin embargo, el 12 de octubre, el general brasileño José Luis Mena Barreto, con 12.000 hombres, se apoderó de la ciudad de Melo, en el Uruguay. El 12 de noviembre, ante la noticia de la efectiva ocupación militar del Uruguay, Paraguay capturó el buque mercante brasileño «Marquês de Olinda» que hacía regularmente el servicio entre Asunción y Corumbá, hecho por el vapor paraguayo Tacuarí. El coronel Frederico Carneiro de Campos, recientemente nombrado gobernador del Estado del Mato Grosso, y que estaba a bordo, fue hecho prisionero.

Cuando estalló la Guerra de la Triple Alianza, las fuerzas paraguayas desalojaron a las brasileñas, de las fortalezas y colonias militares de Coimbra (el 27 de diciembre), Alburquerque, Miranda, Dourados (el 29 de diciembre), Corumbá (el 3 de enero de 1865) y, por último, Coxim.

Como el gobierno paraguayo necesitaba una salida al mar, para poder atacar al Imperio y liberar a la República del Uruguay, pidió apoyo a la Nación Argentina pero le fue denegada, por lo cual el 14 de marzo de 1865, Solano López rompió relaciones con ese país.

La guerra se había iniciado a principios de abril de 1865, comenzando con la campaña contra la Argentina. Las tropas paraguayas empezaron por capturar barcos argentinos en el río Paraná, además de ocupar la ciudad de Corrientes el 15 de abril e invadir el territorio oriental de la provincia.

Al mando de estas operaciones se encontraban los generales paraguayos Wenceslao Robles y Francisco Isidoro Resquín. Ese mismo día llegó a la misma ciudad argentina una columna de caballería paraguaya que había hecho su avance por tierra. Paraguay había impuesto por entonces un triunvirato de gobierno interino en la provincia de Corrientes.

La guerra fue muy popular en la ciudad de Buenos Aires y alrededores, también en Rosario, en donde la prensa hacía fuerte propaganda a favor de Brasil.

Fue entonces cuando Miguel de Villegas comandó con el rango de teniente coronel, junto al coronel Faustino Joaquín Arámbulo, el «Regimiento de Caballería de la Guardia Nacional Blandengues de Belgrano» o simplemente «batallón Belgrano», creado en la ciudad de Santa Fe el 8 de julio de 1865, bajo las órdenes directas del general Bartolomé Mitre.[7]

Hubo en casi todo el resto de la Argentina una corriente generalizada de oposición a participar en esta guerra, hasta el punto de que gran parte de los soldados enviados eran de raza negra pero que no eran esclavos, a diferencia de los soldados brasileños. Tanto los negros brasileños como los argentinos eran llamados cambás —oscuros, en guaraní— por la población paraguaya.

El 1 de mayo de 1865 la Argentina firmó un tratado de alianza con Brasil y Uruguay en contra del Paraguay —por lo que se llamó también Guerra de la Triple Alianza— que había invadido Corrientes, estipulándose que:

Mitre se estableció en la ciudad entrerriana de Concordia con el cuartel general del Ejército Aliado, adonde también se encontraba el batallón Belgrano del doctor en abogacía Miguel de Villegas ya con el grado de teniente coronel.

También estaban presentes varios doctores en medicina como ser Hilario Almeira, Caupolicán Molina, Joaquín Díaz de Bedoya, Pedro Mallo, Francisco Soler, Manuel María Biedma, entre otros, y los practicantes Tomás Liberato Perón (abuelo de Juan Domingo Perón), Antonio Manuel Silva Campero (primo de Leandro N. Alem), Lucilo del Castillo, Eleodoro Damianovich, Ángel Golfarini y algunos más, organizando la «Legión Sanitaria» que conformaría la sanidad Militar en la Guerra de la Triple Alianza.

Desde allí avanzó un ejército comandado por el presidente uruguayo Venancio Flores, con participación de las fuerzas de Wenceslao Paunero y de contingentes brasileños, en busca de la división paraguaya del coronel Pedro Duarte quien había sido enviado el 5 de mayo de 1865 por el coronel Antonio de la Cruz Estigarribia, para controlar las costas del río Uruguay.

Según órdenes del general Mitre del 13 de julio en Concordia, puso bajo el mando de Venancio Flores al entonces gobernador de Entre Ríos, el general Justo José de Urquiza y sus hombres que se habían desbandado el 1.º de mayo, porque se negaban a luchar contra los paraguayos, alegando que eran sus aliados naturales. También colocó bajo las órdenes de Flores a las fuerzas brasileñas al mando del teniente coronel Joaquim Rodrigues Coelho Nelly, mientras que el día 16 de julio del citado año, las otras fuerzas brasileñas de Davi José Martins Canabarro habían iniciado el sitio de Uruguayana.

Luego del triunfo aliado sobre el paraguayo en la batalla de Yatay el 17 de agosto, cerca de la entonces villa de «San José de Restauración», gracias a los 5550 infantes y 5000 jinetes de caballería —siendo uno de ellos el teniente coronel Villegas— reunirían las fuerzas para recuperar Uruguayana. Las fuerzas paraguayas terminaron sufriendo 1500 muertos y 1600 prisioneros, de los cuales 300 estaban heridos siendo atendidos por la Legión Sanitaria del Ejército Argentino.

El presidente uruguayo Venancio Flores y su ejército de 1.220 hombres llegaron el 19 de agosto, y en donde también estuvieron, desde el 11 de septiembre, el emperador Pedro II que reunía una fuerza de 12.393 brasileños y el presidente argentino, el general Bartolomé Mitre, con su Ejército de 3.802 infantes.

La caballería argentina, en donde se encontraba el teniente coronel Miguel Francisco de Villegas y su sobrino tercero, el entonces teniente primero Conrado Villegas, se había quedado en la orilla correntina del río Uruguay, o sea, cerca del actual Paso de los Libres.

El 18 de septiembre, las fuerzas paraguayas en Uruguayana se rindieron ante el asedio aliado, regresando a su país y arrasando con toda la zona a su paso.

Casi inmediatamente tras la ocupación brasileña de Asunción, el 15 de agosto de 1869 se formó un gobierno provisional o Triunvirato, impuesto por el Imperio, convirtiéndose de esta manera el Paraguay en un estado satélite del Brasil, hasta el punto en que el cónsul brasileño José María da Silva Paranhos, más conocido como el barón de Río Branco, era llamado en ese país «virrey del Paraguay» (o Virrei do Paraguai), y obteniendo así el imperio todos los territorios que deseaba.

La ocupación brasileña perduró hasta 1876, tras la firma del tratado Cotegipe-Lóizaga[8]​ del 9 de enero de 1872 que violaba el artículo 6º del Tratado de la Triple Alianza, por el cual Brasil ocupaba territorios ancestralmente paraguayos y obtenía diversas concesiones económicas:

Aunque Argentina no pudo anexar todos los territorios que deseaba, fue bastante beneficiosa para Bartolomé Mitre ya que fortaleció su posición política; lo mismo sucede con Buenos Aires, puerto que pasó a liderar al país como un centro económico, cultural y político. La economía argentina, al igual que ocurrió con su aliado, fue muy afectada y no pudo recuperarse hasta la masiva inmigración europea que la convertiría en una potencia regional.

El doctor Villegas, siendo profesor universitario de Filosofía, le dictó cursos a su pariente lejano y futuro concuñado Dardo Rocha Arana[9]​en el año 1855, también le había tomado examen a Tomás Liberato Perón en diciembre del año 1857, obteniendo un "sobresaliente por mayoría"[10][11]​ y a José María Moreno hacia 1860, entre otros.[1]

Luego de la Guerra del Paraguay, siguió enseñando por espacio de muchos años en la Universidad de Buenos Aires y en 1868, donó un códice de Juan Manuel Fernández de Agüero a la biblioteca universitaria, siendo un volumen de gran valor científico. En la cátedra aportó novedades interesantes en la materia.[1]

Finalmente al retirarse de la vida académica, el doctor Miguel Francisco Villegas fallecería en la ciudad de Buenos Aires el 18 de marzo de 1890, a raíz de una hemorragia cerebral, teniendo 67 años de edad.[1]

Miguel Francisco de Villegas se había casado hacia 1858 con Daría Victoria Arana Pabón y Merino Bonelo[1][12][13]​ —o bien, Victoria Arana— (Buenos Aires, 1837 - La Plata, 1921), la hermana mayor de Paula Arana[14][13]​ (Buenos Aires, 23 de octubre de 1838 - La Plata, 13 de diciembre de 1917) que se había unido en matrimonio con su primo, el doctor Dardo Rocha Arana[14][13]​ quien fuera el gobernador de Buenos Aires y fundador de las ciudades de La Plata, Necochea, Pehuajó, Tres Arroyos y Coronel Vidal.[15]

Miguel de Villegas y Victoria Arana fueron padres de seis[15]​ hijos:

Después de todo lo acontecido, el doctor Miguel Francisco de Villegas —al igual que su primo Estanislao del Campo, su consuegro Federico R. Cuñado y el ítalo-genovés garibaldino Juan Lamberti— quedó inmortalizado en la obra literaria "Juvenilia" de Miguel Cané, escrita en 1884:[28]



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