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Nicolás de Ovando



¿Dónde nació Nicolás de Ovando?

Nicolás de Ovando nació en Brozas.


Nicolás de Ovando y Cáceres (Brozas, actual Cáceres, 1460 - Sevilla, actual Andalucía, 29 de mayo de 1511) fue gobernador y administrador colonial de La Española desde 1502 hasta 1509, sucediendo en el cargo a Francisco de Bobadilla.

Nicolás de Ovando era hijo del capitán Diego Fernández de Cáceres y Ovando y de su primera mujer Isabel Flores de las Varillas, Dama de la Reina Isabel I de Castilla.

Ingresó en la orden militar de Alcántara; de aquí su título de "frey". Llegó a ser comendador de Lares y posteriormente comendador mayor.

Fundó los pueblos de Buenaventura, Puerto Real, Lares de Guayaná, Santa Cruz de Icayagua del Seybo, Cotuí, Yáquimo y Puerto Plata. Trasladó y reconstruyó la ciudad de Santo Domingo, además de fundar conventos y promover la agricultura.

El 13 de febrero de 1502 partió de España con 32 embarcaciones, siendo la flota de embarcaciones más grande con destino hacia el continente americano. Se embarcaron en total unos 1500 colonizadores, y a diferencia de Cristóbal Colón, este grupo de colonizadores fue elegido al azar[cita requerida] para representar a la sociedad española en el Nuevo Mundo. Fue la primera gran armada colonizadora, financiada fundamentalmente con capital privado, aunque también la Corona participó, sobre todo en tareas organizativas.[1]​ El plan de Ovando, trazado por los Reyes Católicos, era desarrollar tanto la economía básica de La Española como establecer las estructuras políticas, sociales, religiosas y administrativas de la colonia.

Con él también viajó Francisco Pizarro, quien más tarde exploraría la región occidental de América del Sur y conquistaría el Imperio inca. Así mismo, en otra embarcación del mismo viaje estaba Bartolomé de las Casas, más tarde conocido como "el Protector de los Indios".

Este es el retrato que de él hace el obispo de Chiapas, en su Historia de Indias: "Era mediano de cuerpo, y la barba muy rubia o bermeja; tenía y mostraba grande autoridad, amigo de justicia; era honestísimo en su persona en obras y palabras, de codicia y avaricia muy grande enemigo, y no pareció faltarle humildad, que es esmalte de las virtudes; y, dejado que lo mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, con su comer y vestir, hablas familiares y públicas, guardando siempre su gravedad y autoridad, mostrólo asimismo, en que después que le trajeron la Encomienda Mayor, nunca jamás consintió que le dijese alguno señoría... Este caballero era varón prudentísimo y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque con su gobernación inestimables daños, como abajo parecerá, les hizo".

Cuando Nicolás de Ovando llegó al Nuevo Mundo, se encontró con que la población nativa se hallaba en estado de rebelión. Dicha rebelión fue sofocada a través de una serie de campañas sangrientas. Así, en 1503 ordenó ahorcar a la cacica taína Anacaona. Una serie de epidemias redujeron la población de la Hispaniola: cuando Cristóbal Colón llegó a aquella isla, en 1492, se cree que era habitada por casi 500 000 personas (aunque el padre Las Casas afirmaba que eran entre uno y dos millones). Sin embargo, de acuerdo al censo tomado en 1507, los nativos habían sido reducidos a tan solo 60 000 habitantes.[2]

Ovando fundó (y ordenó la fundación) de varias ciudades en La Española, entre ellas: Compostela de Azua (o Azua de Compostela), Santa María de la Vera Paz, Bayajá (hoy Fuerte Libertad, en Haití), Salvatierra de la Sabana (hoy, Les Cayes, en Haití), Salvaleón de Higüey, Cotuí, Puerto Plata, Santa Cruz de Hicayagua (hoy, Santa Cruz del Seibo, en República Dominicana).[3]

Igualmente desarrolló la industria minera. Introdujo el cultivo de la caña de azúcar, con plantas importadas de las Islas Canarias. Los colonizadores no solo estuvieron interesados en utilizar a la población nativa como servidumbre, sino también para extraer el oro de las minas.

Nicolás de Ovando importó por primera vez esclavos africanos en La Hispaniola, a partir de 1502,[4]​ porque ya según las leyes de entonces los indígenas americanos no podían ser tratados como esclavos. Muchos de los miembros de la élite española solicitaron grupos de esclavos para trabajar como sirvientes en sus casas particulares.[5]

La mayoría de estos esclavos fueron enviados para trabajar en los campos de caña de azúcar.[6]​ Asimismo, introdujo la encomienda indiana en 1505, es decir, comenzó a repartir indios en régimen de encomiendas. Se trataba de una institución que él conocía perfectamente, dado que era Encomendero Mayor de la Orden de Alcántara en España.

Ovando envió a Andrés de Morales para explorar completamente la isla de La Española. Morales completó el mapa de la isla en su totalidad.[7]Sebastián de Ocampo fue enviado en 1506 para averiguar si Cuba era una isla o parte del continente; después de 8 o 10 meses, Ocampo volvió con la información de que Cuba era una isla. En 1508, Juan Ponce de León fue enviado con 50 hombres para conquistar la isla de San Juan (ahora, isla de Puerto Rico).

En sus primeros años como gobernador, Ovando había disfrutado de plenos poderes y una autonomía casi total respecto de la metrópoli. Sin embargo, en 1507, al tomar el rey Fernando de Aragón de nuevo el control de Castilla, el poder de Ovando empezó a decaer. Fernando nombró responsable de los asuntos de Indias al obispo Juan Rodríguez de Fonseca, enemigo de Ovando. También sustituyó a numerosos cargos de la administración de Santo Domingo por hombres afines a la Corona; en particular, el nuevo tesorero Miguel de Pasamonte, hombre de confianza del secretario de Fernando.[8]

El 9 de julio de 1509 llegó a Santo Domingo un nuevo gobernador, Diego Colón. Ovando fue sometido a juicio de residencia y tras ello embarcó de vuelta a España.[8]​ A su regreso fue nombrado comendador mayor de la Orden de Alcántara. Murió el 29 de mayo de 1511 durante una reunión de la Orden en Sevilla[9]​ (según recoge Gonzalo Fernández de Oviedo en 1518). Fue enterrado en la Iglesia de San Benito, en Alcántara, Extremadura.



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