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OEA



La Organización de los Estados Americanos (OEA) es una organización internacional panamericanista de ámbito regional y continental creada el 30 de abril de 1948, con el objetivo de ser un foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de América. La declaración de la organización dice que trabaja para fortalecer la paz, seguridad y consolidar la democracia, promover los derechos humanos, apoyar el desarrollo social y económico favoreciendo el crecimiento sostenible en América. En su accionar busca construir relaciones más fuertes entre las naciones y los pueblos del continente. Los idiomas oficiales de la organización son el español, el portugués, el inglés y el francés. Sus siglas en español son OEA y en inglés OAS (Organization of American States).

La OEA tiene su sede en el Distrito de Columbia, Estados Unidos. También posee oficinas regionales en los distintos países miembros. La organización está compuesta de 35 países miembros. En el trigésimo noveno período ordinario de sesiones de la Asamblea General, realizada del 1 al 3 de junio de 2009 en San Pedro Sula (Honduras), en su Resolución AG/RES. 2438 (XXXIX-O/09) señala que la Resolución VI adoptada el 31 de enero de 1962 en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, mediante la cual se excluyó al Gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano, queda sin efecto en la Organización de los Estados Americanos; a partir de esa fecha quedó sin efecto dicha exclusión (pero Cuba no se ha reincorporado). La OEA es uno de los organismos regionales más antiguos y el segundo más extenso después del Diálogo de Cooperación de Asia.

En 1890, la Primera Conferencia Internacional Panamericana, efectuada en la ciudad de Washington, estableció la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas y su secretaría permanente, la Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas, precursora de la OEA. En 1910, esta organización se convirtió en la Unión Panamericana.

El 30 de abril de 1948, 21 naciones del hemisferio se reunieron en Bogotá (Colombia), para adoptar la Carta de la Organización de los Estados Americanos, con la cual confirmaron su respaldo a las metas comunes y el respeto a la soberanía de cada uno de los países. La OEA tuvo una inauguración turbulenta, ya que la IX Conferencia Panamericana debió ser trasladada a los campos del Gimnasio Moderno por los disturbios del 9 de abril.

La OEA se alineó ampliamente con las posiciones del gobierno de Estados Unidos durante la Guerra Fría. Sin embargo, en raras ocasiones se opuso a los Estados Unidos: durante los conflictos marítimos entre los Estados Unidos y el Ecuador y el Perú a finales del decenio de 1960, durante la guerra de las Malvinas en 1982 y en el momento de la invasión de Panamá por el ejército de los Estados Unidos en 1989.[2]

En la década de 2000, la llegada al poder de la izquierda en varios países latinoamericanos llevó, en 2005, a la elección al frente de la OEA, por primera vez en la historia de la organización, de un Secretario General no apoyado por el gobierno estadounidense: el chileno José Miguel Insulza. Según un diplomático que siguió de cerca las negociaciones finales, "hay muchos indicios de que, antes de darle vía libre, los Estados Unidos obtuvieron compromisos tanto de Insulza como del gobierno chileno, en particular en lo que respecta a la política de la OEA hacia Venezuela y Cuba".[2]

En la década de 2010 se produjo un retorno al poder de la derecha en la mayoría de los países del hemisferio, lo que ha dado a la OEA un impulso más conservador. Esto fue celebrado por Mike Pompeo, el Secretario de Estado de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos, como un "retorno al espíritu de la OEA de los años 50 y 60" (declaración hecha el 17 de enero de 2020). Luis Almagro, Secretario General de la organización, aboga por una "línea dura" hacia Venezuela y plantea la posibilidad de una intervención armada contra el país. En octubre de 2019, denunció el "papel de Cuba y Venezuela" en la ola de "desestabilización" en Ecuador, Colombia y Chile: "Las brisas del régimen bolivariano impulsado por el madurismo y el régimen cubano llevan la violencia, el saqueo, la destrucción y la intención política de atacar directamente el sistema democrático y forzar la interrupción de los mandatos constitucionales. "Cinco días después, felicitó al presidente ecuatoriano Lenín Moreno por la forma en que enfrentó al movimiento social. Sobre todo, la OEA contribuyó de manera muy controvertida al derrocamiento del presidente boliviano Evo Morales en noviembre de 2019, acusándolo de fraude electoral, sin llegar a fundamentar esta acusación.[2]

Todos los Estados independientes de América son miembros de la OEA. No son miembros los territorios que son considerados dependencias de algún otro Estado, tal es el caso de Puerto Rico, la Guayana Francesa, Groenlandia, entre otros.

La organización es particularmente respetada por las elites latinoamericanas. El embajador de América Latina o el Caribe ante la OEA es uno de los diplomáticos más importantes de su país. En cuanto al Secretario General, ejerce una influencia en los debates políticos de los países miembros. Sin embargo, la organización no desempeña ningún papel en la política interna de los Estados Unidos y es en gran medida desconocida en el país, tanto para las elites políticas como para el público en general.[2]

Los primeros miembros fueron las 21 repúblicas independientes americanas el 8 de mayo de 1948. Luego, la OEA, se fue expandiendo con la incorporación de Canadá y, a medida que se independizaban, otros territorios americanos. Actualmente tiene 35 miembros:

Durante la 6.ª Conferencia de Cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Costa Rica, entre el 16 y el 20 de agosto de 1960, se acordó a unanimidad una condena contra el Estado de la República Dominicana. La sanción se motivó porque los cancilleres comprobaron la veracidad de que el régimen de Trujillo había auspiciado el atentado contra Rómulo Betancourt, en ese momento, presidente constitucional de Venezuela. A esa reunión asistieron los ministros de relaciones exteriores de 21 naciones americanas, Cuba inclusive, porque en ese momento no había sido expulsada del sistema interamericano.

Todos los países, incluidos Estados Unidos y Haití, rompieron relaciones diplomáticas con la República Dominicana. Adicionalmente se aplicó un bloqueo económico que afectó la exportaciones de azúcar, que en ese momento eran el pilar de la economía dominicana.

Fue la primera aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el cual se había aprobado en la OEA el 29 de julio de 1960.[cita requerida]

En 1962, Cuba fue expulsada de participar en la organización. Esta decisión fue tomada mediante la Resolución VI, adoptada en la octava cumbre en Punta del Este (Uruguay), el 31 de enero de 1962.[6]​ La votación se produjo con el voto en contra de Cuba. Esta resolución también contó con varias abstenciones de países iberoamericanos que no quisieron verse implicados, pero sí seguir manteniendo relaciones con Estados Unidos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador.

La parte operativa de la resolución decía literalmente que la adhesión al marxismo-leninismo es incompatible con el sistema interamericano y que el alineamiento de tal gobierno con el bloque comunista rompía la unidad y solidaridad continental; que el gobierno de Cuba, identificado con el marxismo-leninismo, es incompatible con los principios y objetivos del sistema interamericano y que esta incompatibilidad excluye al gobierno cubano de participar en el sistema interamericano.

Sin embargo, al expulsar sólo al gobierno cubano la comisión de la OEA se dedicó a redactar informes sobre derechos humanos en Cuba y atender casos de ciudadanos cubanos que fueron cuestionados por otros países americanos miembros. Como respuesta, el Gobierno cubano envió una nota oficial a la organización que decía que Cuba había sido expulsada arbitrariamente y que la OEA no tenía ninguna jurisdicción ni competencia en el país.[7]​ En cambio, no se excluyó de la OEA a ninguna de las dictaduras militares latinoamericanas.[2]

El 3 de junio de 2009 en la XIX Asamblea General de la OEA, realizada en San Pedro Sula (Honduras), con el apoyo de Bolivia, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Venezuela, se logra un acuerdo entre los cancilleres de los países integrantes de la OEA en la llamada Comisión General, presidida por el canciller canadiense Lawrence Cannon, para la reinclusión de Cuba en la entidad. Este acuerdo no integra a Cuba automáticamente a la OEA, sino que deroga en su primer artículo la resolución de 1962 que determinó su suspensión y establece en su artículo segundo la vía para la participación de Cuba. Este habría de constituir un diálogo iniciado por este país con la organización en conformidad con las «prácticas, principios y propósitos» de la OEA.

El 4 de julio de 2009, Honduras fue suspendida como miembro del organismo, luego de que el Golpe de Estado de 2009 enviase al exilio al presidente Manuel Zelaya y de que el nuevo presidente interino rechazase el ultimátum de la OEA para restituir a Zelaya en su puesto presidencial.

La suspensión, que tuvo carácter inmediato, fue avalada de manera unánime por 33 de los 34 países representados en la OEA, pues la delegación de Honduras se abstuvo de votar.

En su asamblea extraordinaria sobre el Golpe de Estado en el país centroamericano, el organismo consideró que no existía otra alternativa después de que el régimen de facto hondureño rechazó el ultimátum dado por la OEA para devolver el poder a Zelaya.

Con esta resolución, a Honduras le es aplicado un artículo de la OEA referente a la ruptura del orden constitucional al amparo del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana que fue adoptada por la OEA en 2001.

La suspensión de Honduras en la OEA, implicaría sanciones económicas para el país y agudizaría los efectos de la crisis mundial en el país exportador de café y textiles, muy dependiente de los préstamos de organismos multilaterales.

Al conocer que el país iba a ser expulsado de la organización panamericana el gobierno de Roberto Micheletti se adelantó declarando que ellos mismos eran quienes se retiraban, sin embargo ésta retirada no tuvo ninguna validez puesto que la OEA considera ilegítimo tanto al gobierno como a sus decisiones.

El 1 de junio de 2011 Honduras se reincorporó a la OEA al aprobarse una resolución en la que Ecuador fue el único de todos los estados miembros que emitió voto en contra. Honduras vuelve al organismo continental cuatro días después de que Zelaya regresó del exilio en República Dominicana, la principal demanda de los estados miembros de la OEA para permitir el reingreso de Honduras a la organización. Zelaya regresó mediante un acuerdo de reconciliación que firmó con el entonces mandatario Porfirio Lobo el 22 de mayo de 2011, bajo la mediación de Venezuela y Colombia.[8]

Ya en 2012 el presidente venezolano Hugo Chávez criticó a la OEA como un organismo al servicio de los intereses imperialistas de Estados Unidos en el continente americano y denunció (entiéndase como proceso de renuncia) la Convención Americana de Derechos Humanos, así como la jurisdicción de la Corte Internacional de Derechos Humanos sobre Venezuela.[9]

Ante las continuas críticas de Luis Almagro, Secretario General de la OEA, sobre la situación en Venezuela, en abril de 2017 el presidente de Venezuela Nicolás Maduro comenzó el proceso del retiro de la Organización de Estados Americanos tras lo que calificó como una serie de ataques injerencistas por parte de un grupo de países en el seno de la OEA y de su Secretario General, a instancias de Estados Unidos. Hizo efectivo el anuncio luego de realizarse una reunión no consensuada que denunció como violatoria de la normativa de esta institución.[10]​ Para concretarse la salida, una vez denunciada la carta fundamental de la OEA (así se llama al proceso) tienen que pasar dos años desde que iniciado el proceso de retiro y liquidarse toda deuda con el organismo que asciende a la cantidad de doce millones de dólares.[9]

En tanto se cumplía el plazo de la salida formal de Venezuela de la OEA, se emitió una resolución el 5 de junio de 2018 sobre el desconocimiento de la legitimidad de las elecciones presidenciales realizadas el 20 de mayo de 2018 en Venezuela. La votación fue la siguiente:

Posteriormente, en 2019 la Asamblea Nacional desconoció el gobierno del presidente Nicolás Maduro y reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado para un gobierno de transición, gobierno reconocido por algunos países dentro y fuera de la región de la OEA. Bajo este nuevo escenario interno venezolano, a vísperas de cumplirse los dos años para formalizar la salida de Venezuela de la OEA, la Asamblea Nacional nombró a Gustavo Torre como nuevo representante permanente ante este organismo, quien tomó asiento el 9 de abril. Torre de inmediato detuvo el proceso de retiro de Venezuela de la OEA, aseguró que se liquidará la deuda que se tiene con este organismo, anunció que se reintegrará este país a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en la operación diaria del organismo calificó de dictadura al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua (gran aliado de Nicolás Maduro).[9]

Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro continuó con el proceso de salida de la OEA y su ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza anunció el 27 de abril que "Desde hoy la República Bolivariana de Venezuela no pertenece a la OEA. Estamos fuera de la OEA por voluntad del pueblo, habiendo cumplido con todo lo que establece la carta fundacional".[11]​ A pesar de este anuncio, Venezuela sigue siendo considerada un miembro de pleno derecho en la OEA.

El 12 de noviembre de 2010 el Consejo Permanente de la OEA rompió una tradición de 15 años de tomar todas sus decisiones bajo consenso.[cita requerida] Aunque los reglamentos y estatutos del organismo proveen los mecanismos necesarios para la votación de las decisiones bajo mayoría simple o calificada dependiendo del asunto, la organización, bajo el espíritu de ser un organismo de diálogo multilateral no acostumbra a utilizar este mecanismo para la toma de decisiones. Sin embargo, el 12 de noviembre de 2010 el Consejo, bajo votación de 21 votos a favor, 3 abstenciones y 2 en contra aprobó una resolución conteniendo las recomendaciones del secretario general sobre el conflicto Costa Rica-Nicaragua por las actividades nicaragüenses denunciadas por el Gobierno de Costa Rica en el sector de la isla Calero.

En el ámbito de los países latinoamericanos se discute si la participación como grupo se debe dar en el ámbito de la OEA, o de la mucho más joven CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que no incluye a los Estados Unidos ni a Canadá. Se declaraba en la CELAC: Los mandatarios presentes en la cumbre manifestaron esperanza que la consolidación de la CELAC pueda suponer la liberación de los países latinoamericanos de la tutela tradicional de EE. UU. y Europa posibilitando el avance en la integración de los pueblos, la resolución de sus conflictos así como la promoción del desarrollo económico.[12]​ En mayo del 2015 el presidente de la República de Ecuador Rafael Correa afirmaba que la OEA está "totalmente influenciada por el poder de los países hegemónicos".[13]

Desde un principio se ha puesto en duda la independencia del organismo frente a la política exterior de Estados Unidos, esta hipótesis se mostró en 1962, cuando la OEA apoyó todas las medidas de «cuarentena» declarada por el presidente Kennedy y expulsó de la OEA al Gobierno cubano, alegando la incompatibilidad de los principios de la organización con el «comunismo».[14]

Nuevamente fue cuestionado su papel[15][16][17][18]​ por la renuncia[19]​o golpe cívico-militar[20][21]​ del expresidente Evo Morales tras las intensas protestas en Bolivia de 2019, y un llamado a nuevas elecciones motivado por un informe de la OEA según el cual el 20 de octubre hubo fraude a favor de Evo Morales [22]​. Algunas ONG internacionales sacaron reportes y argumentos sobre cómo posiblemente no hubo fraude en las elecciones [23]​ . Además Almagro se negó a calificar como golpe de estado al derrocamiento de Morales, afirmando en su lugar que fue Evo quien se dio un "autogolpe" al realizar el presunto fraude [24]​.

Según la Carta de la OEA (Título VIII), las instancias consultivas y políticas son:

Coordenadas: 38°53′34″N 77°02′25″O / 38.8929138, -77.0403734 (OAS headquarters, Washington, D.C.)



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