Flavio Odoacro (en latín: Flavius Odoacer u Odoacar; también conocido como Odovacar, posiblemente derivado del germano Audawakrs «que busca la riqueza»; c. 433-493), ciudadano romano nacido en Panonia de origen hérulo y esciro, fue el jefe de los hérula. Restauró a Julio Nepote como emperador en Occidente (no 'de Occidente', ya que no había 2 imperios, sino uno con 2 co-emperadores, una diarquía), destronando al usurpador Rómulo Augústulo, en 476, convirtiéndose en rey de Italia.
Tras derrocar a Rómulo Augústulo, quien fue deportado al Castellum Lucullanum en la bahía de Nápoles, se le presentó la oportunidad de nombrar un nuevo emperador titular y gobernar a través de él, o gobernar como agente del emperador romano de Oriente. A diferencia de muchos de sus predecesores, como Ricimero, se decidió por la segunda opción. Reconociendo la soberanía del emperador de Oriente sobre Occidente, devolvió las insignias imperiales de Occidente al emperador Zenón en Constantinopla, junto con una carta en la que pedía ser confirmado dux de Italia. Zenón accedió a esta petición y le confirió el rango de patricio.
Hasta su muerte en 480, el emperador legítimo de Occidente Julio Nepote siguió siendo teóricamente el superior de Odoacro, mientras que este llegó incluso a emitir moneda en su nombre. Sin embargo, Odoacro también se tituló rex Italiae (Rey de Italia) y como tal fue reconocido durante el resto de su vida. Cuando Nepote fue asesinado, Odoacro invadió Dalmacia y ejecutó a los asesinos de Nepote, incorporando la provincia al reino.
No obstante, las relaciones entre Odoacro y la Roma oriental empeorarían posteriormente, Odoacro se rebeló contra Zenón apoyando al usurpador Illos, otro isaurio, ante esto, en 489, con el apoyo del emperador Zenón, los ostrogodos, al mando de Teodorico el Amalo, invadieron el reino de Odoacro, destruyeron su ejército. Acorralado, el rey italiano llegó a un pacto con Teodorico en febrero de 493 para compartir el poder, y diez días después, tras entrar en la ciudad, el monarca decidió organizar un banquete en el palacio imperial de Honorio para celebrar el acuerdo, con la intención de tener a algunos de sus seguidores cerca para asesinar a Odoacro. Pero como este plan fue por mal camino, Teodorico decidió asesinarlo con sus propias manos; tras hacer un brindis, desenvainó su espada y la clavó en la clavícula de Odoacro, tras lo que este, moribundo, preguntó «¿Dónde está Dios?», a lo que el monarca respondió «Esto es lo que le hiciste a mis amigos». Se dice que Teodorico se paró sobre el cadáver de su rival muerto y dijo «Ciertamente no había un hueso en este desdichado».
Según Juan Antioqueno, «ese mismo día, todos los miembros del ejército de Odoacro que pudieron ser encontrados fueron asesinados por orden de Teodorico, así como toda su familia». La mujer de Odoacro, Sunigilda, fue drogada, lapidada o condenada a pasar hambre hasta la muerte (las fuentes difieren), y su hermano Ornulfo fue asesinado por arqueros mientras buscaba refugio en una iglesia. Su hijo Thela fue exiliado a la Galia, pero cuando intentó volver a Italia, Teodorico ordenó que también fuera asesinado. Tras la muerte de Odoacro, Teodorico se convirtió efectivamente en el rey de Italia.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Odoacro (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)