Una onda tropical u onda del Este en el océano Atlántico es un tipo de vaguada, es decir, un área alargada de relativa baja presión orientada de norte a sur. Se mueve de este a oeste a través de los trópicos causando áreas de nubes y tormentas que se observan por lo general detrás del eje de la onda. Las ondas tropicales son transportadas hacia el oeste por los vientos alisios, que soplan paralelos a los trópicos, y pueden conducir a la formación de ciclones tropicales en las cuencas del océano Atlántico norte y del Pacífico nororiental.
Una onda tropical generalmente sigue a un área de aire descendente intensamente seco que sopla desde el noreste. Luego de pasar la línea de vaguada, el viento vira hacia el sudeste, la humedad se incrementa abruptamente y la atmósfera se desestabiliza. Ello produce chubascos extendidos y tormentas, a veces severas. Los chubascos gradualmente disminuyen a medida que la onda se desplaza hacia el oeste. Una excepción a esta precipitación ocurre en el océano Atlántico. Una onda tropical es seguida por una ola de aire seco llamada «capa de aire sahariano». La inversión del aire seco cubre la convección, dejando los cielos despejados. Además, la presencia de polvo en la capa sahariana refleja la luz solar, enfriando el aire debajo de la misma.
Las ondas tropicales de la cuenca atlántica se desarrollan a partir de perturbaciones que derivan fuera del continente africano hacia el océano Atlántico. Estas son generadas o potenciadas por la corriente en chorro del este. La circulación horaria del gran anticiclón transoceánico de las Azores, centrado en las inmediaciones de las islas homónimas, impulsa ondas que se mueven desde el Este desde las áreas costeras del norte de África hacia América del Norte.
Aproximadamente el 60 % de los ciclones tropicales se originan a partir de ondas tropicales, mientras que cerca del 85 % de los huracanes del Atlántico más intensos (de categoría 3 y más, en la escala de huracanes de Saffir-Simpson) se desarrollan a partir de ondas tropicales. Los ciclones tropicales pueden a veces degenerar nuevamente en una onda tropical. Por lo general, esto ocurre debido a la presencia de una fuerte cizalladura de altura. Si esta disminuye, la tormenta puede volver a desarrollarse.
Si una onda tropical se mueve velozmente, puede tener vientos tan o más intensos que los de una tormenta tropical. Sin embargo, no se la considerará como tal a menos que presente una circulación cerrada. Un ejemplo de ello fue el huracán Claudette en 2003, donde la onda originaria alcanzó vientos de 72 km/h (45 mph) antes de desarrollar circulación.
Se ha sugerido que algunos ciclones tropicales orientales y occidentales del océano Pacífico se forman de ondas tropicales que se originan en el norte de África. Durante los meses de verano, las ondas tropicales pueden extenderse hacia el norte hasta el desierto del suroeste de los Estados Unidos, produciendo períodos de actividad de la lluvia se intensificó incrustado dentro de la que prevalece monzón régimen.
Módulo COMET: Modelos conceptuales de ondas tropicales, traducción al español de una presentación de Horace y Selvin Burton
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