Otto Frank cumple los años el 12 de mayo.
Otto Frank nació el día 12 de mayo de 1889.
La edad actual es 135 años. Otto Frank cumplió 135 años el 12 de mayo de este año.
Otto Frank es del signo de Tauro.
Otto Heinrich Frank (12 de mayo de 1889 - 19 de agosto de 1980) fue un judío alemán, padre de las niñas Margot y Ana Frank y único superviviente de toda su familia durante el Holocausto.
Nacido en Fráncfort del Meno, Frank sirvió en el Ejército alemán en el frente Oeste durante la I Guerra Mundial y consiguió el grado de teniente en 1915, llegando a recibir la condecoración de la Cruz de Hierro. Se casó con Edith Holländer el 12 de mayo de 1925 en Fráncfort del Meno, y su primera hija, Margot Frank, nació el 16 de febrero de 1926; tres años más tarde nació Anne Frank el 12 de junio de 1929.
Cuando Adolf Hitler subió al poder decidió, en 1933, emigrar con su familia a Ámsterdam (Países Bajos) y se dedicó al negocio de la fabricación y venta de pectina y especias en la empresa Opekta. Al entrar los alemanes en los Países Bajos, se refugiaron en la buhardilla de su almacén durante veinticinco meses. El 4 de agosto de 1944 la Gestapo detiene a Otto y su familia. Fueron deportados al campo de concentración de Westerbork y más tarde al de Auschwitz.
Desde Westerbork partían cada tanto trenes con rumbo a los campos de concentración en el Este. El sábado 2 de septiembre se dio a conocer la lista de los prisioneros que deberían partir al día siguiente. Entre los mil diecinueve nombres figuraba el de Margot.
Al día siguiente, de madrugada, un largo tren de carga estaba listo para partir. Cada vagón transportaba a unos setenta prisioneros amontonados, hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos. La mayoría viajaba de pie. Los Frank consiguen viajar juntos. Lenie de Jong-van Naarden, otra de las pasajeras de aquel tren, recuerda «Muchos niños dormían apoyados en sus madres o sus padres, entre ellos las hermanas Frank; todos estábamos muertos de cansancio».
La travesía en tren duró tres días. En cada vagón había un cubo que hacía las veces de retrete. Al poco tiempo, el olor se hizo insoportable. A los prisioneros les era imposible tragar nada.
Por momentos el tren circulaba rápido, luego despacio.
A la tercera noche, el tren se detuvo repentinamente. Eran alrededor de las dos de la madrugada. Las puertas de los vagones se abrieron. «¡Bájense! ¡Rápido, más rápido!», les gritaban unos hombres vestidos en trajes a rayas, que los obligaban a dejar sus equipajes a bordo del tren. Eran prisioneros de Auschwitz, cuya tarea consistía en sacar de los trenes a la gente a medida que iba llegando. En el andén patrullaban soldados de las SS con perros. Llevaban látigos en la mano. Unos reflectores muy potentes iluminaban los andenes. Los hombres tenían que colocarse de un lado, las mujeres del otro. Esta fue la última vez que Otto Frank ve a su mujer y a sus hijas. «Nunca en mi vida olvidaré la mirada de Margot», revelaría años después, refiriéndose a aquel momento.
Otto Frank fue liberado en Auschwitz el 27 de enero de 1945. Los nazis abandonaron el campo poco antes de la liberación y llegada de los soviéticos, llevándose a los prisioneros que aún estaban en condiciones de andar. Entre ellos estaba Peter van Pels. A finales de enero llega al campo de Mauthausen (Austria), donde los prisioneros deben realizar trabajos pesados. Peter van Pels fallece según datos del Comité Internacional de la Cruz Roja en dicho campo de inanición el 5 de mayo de 1945, tres días antes de que los soviéticos liberaran el campo.
Otto fue repatriado a los Países Bajos en junio de 1945, donde se encontró con las personas que lo habían ayudado. Una de ellas, Miep Gies, había guardado el Diario de Ana para entregárselo a la muchacha cuando volviera. Otto inició gestiones de búsqueda, investigó entre listas de la Cruz Roja, entrevistó sobrevivientes, en vano. Fue así como supo de la muerte de su esposa, Edith Höllander, el 6 de enero de 1945 por inanición en Auschwitz y de la muerte del dentista Fritz Pfeffer en el campo de concentración de Neuengamme en noviembre de 1944.
Finalmente, en julio de 1945, Otto recibió la carta de una muchacha neerlandesa que había compartido cautiverio con Anne y Margot en el campo de concentración de Bergen-Belsen (Alemania). La muchacha le dijo a Otto que sus hijas no volverían.
En los años de la posguerra, Otto Frank abogó por los derechos humanos y el respeto. Junto con Fritzi, su segunda esposa, respondió a miles de cartas de lectores del diario que le llegaron de todo el mundo. Con algunos lectores entablaron una nutrida correspondencia. Otto Frank declaró al respecto: «Sobre todo los jóvenes me preguntan una y otra vez cómo han podido ocurrir estos hechos tan monstruosos. Yo les contesto lo mejor que puedo, y al final de mis cartas suelo ponerles: "Espero que el libro de Ana pueda inspirarte cuando seas mayor, para que en tu entorno puedas luchar, en la medida de lo posible, por la paz y el acercamiento entre los hombres"».
Tras la guerra el único superviviente de la familia Frank fue Otto, quien recogió el diario de su hija Anne y, tras un tiempo de reticencias, se decidió a publicarlo en su memoria.
En 1951, Otto Frank contrae matrimonio con Fritzy Geiringers (madre de Eva Schloss), matrimonio que duraría veintisiete años.
Hasta el día de su muerte a los noventa y un años, Otto Frank continuó promoviendo el mensaje de Ana Frank de tolerancia y compasión por el mundo.
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