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Pazo de Meirás



Las Torres de Meirás, o Pazo de Meirás,[1]​ es un pazo señorial situado en el término municipal de Sada (La Coruña), España. Lo mandó construir la escritora Emilia Pardo Bazán, que residía allí varios meses al año.[2]​ En 2008 fue declarado Bien de Interés Cultural. Al finalizar la Guerra Civil, fue detraído y utilizado como residencia estival por Francisco Franco[3][4][5]​ hasta su muerte, y posteriormente y de manera irregular pasó a formar parte del patrimonio de los herederos de su hija Carmen Franco (duquesa de Franco), hasta que la controversia sobre la tenencia del pazo llevó a la familia a ponerlo en venta en 2018, sin que llegara a comprarse.[6][7]

El 2 de septiembre de 2020, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de La Coruña sentenció que el pazo era propiedad del Estado, declarando nula y sin efecto la "donación personal" a Franco y a su familia del pazo.[8]​ Dos meses después se cumplió la sentencia, y desde el 10 de diciembre de 2020 dejó de ser propiedad de la familia Franco y pasó a ser patrimonio del Estado.[9]

Las Torres de Meirás se sitúan próximas al centro de una gran propiedad, en la zona elevada de una ladera que domina un amplio valle. La finca está rodeada por un fuerte muro de piedra que, en el momento en que se construyó, no incluía tres parcelas que fueron añadidas posteriormente a la propiedad, entre las que se encuentra la de la Casa de las Conchas.[1]

El edificio principal es de estilo romántico.[10]​ Cuenta con tres torres cuadradas y almenadas de alturas distintas, unidas por estructuras más bajas: la que une las dos torres de la fachada oeste acoge la capilla, y la que está entre las torres de la fachada sur, donde está la portada principal de acceso, aloja el vestíbulo. Las torres de poniente tienen tres alturas y la de la Quimera, cuatro. Su cerramiento está realizado en granito, aunque existe una gran variedad en los tipos de aparejo, reservándose las mejores piezas de cantería para las esquinas, los vanos, remates y piezas singulares.[1]

Destacan las elegantes ventanas de una de las torres, formadas por una triple arcada apoyada en columnas y balaustrada corrida del segundo piso, y los huecos en esquina de la siguiente planta bajo dinteles de cantería rematados en arco labrado en la misma pieza y apoyados sobre tres esbeltas columnas con capiteles. El balcón cubierto de la Torre de la Quimera es otro de los elementos singulares de esta fachada. Está soportado por tres poderosas ménsulas o modillones, con balaustrada de remate macizo sobre pequeñas columnas, en las que apoya la doble arcada que soporta la cubierta y en la que no faltan los elementos decorativos de épocas anteriores.[1]

En la fachada norte se encuentran unas dependencias que podrían haber sido añadidas en algún momento para ampliar las torres y dotarlas de un área destinada a la servidumbre.[1]

En la capilla hay un retablo barroco dedicado a San Francisco y que fue trasladado desde el Pazo de Santa María de Sada, al sufrir éste un incendio. El pazo alberga interesantes piezas arqueológicas, blasones, escudos, fuentes y cruceros, acumulados fundamentalmente por el general Franco durante su estancia estival allí.[10]

Según consta en la Sede Electrónica del Catastro, el Pazo de Meirás se levanta sobre una finca de 93.711 m² de superficie, la naturaleza del bien es rústica y su superficie construida de 2.115 m². Su localización catastral es LG PIÑEIRO 33 15076A00600005 15168 SADA (A CORUÑA) y tiene referencia catastral 001800100NJ50B0001HR.[11]

A pesar de su aspecto medieval la actual edificación es de finales del siglo XIX —la primera piedra se colocó en 1893— y está edificada sobre las ruinas de una antigua fortificación, perteneciente a los Patiño de Bergondo desde el siglo XVI,[12]​ que fue destruida por las tropas francesas en el año 1809 durante la guerra de la Independencia.

Mediante enlaces las propiedades fueron pasando a los Pardo de Lama, y por herencia llegó a Emilia Pardo Bazán,[12]​ que emprende la construcción de la actual edificación que era conocida como las Torres de Meirás.[13][12]​ La escritora se casó en la capilla del pazo —al que llamaba «Granja de Meirás»—[14]​ el 10 de julio de 1868 y, una vez remodelado, pasaba allí más de cuatro meses al año (el resto en Madrid y La Coruña). Trabajaba en la torre que llamó «de la quimera», donde tenía instalada su biblioteca, que permaneció allí tras la cesión del edificio a la familia Franco.[10]

Tras la muerte de Emilia, en 1921, y el asesinato en 1936 de su hijo Jaime y del nieto de la condesa, también llamado Jaime, por milicianos de la FAI,[15]​ la propiedad queda en manos de su hija Blanca Quiroga de Pardo Bazán y de Manuela Esteban-Collantes, viuda de Jaime.[12]​ Las dos deciden donar el pazo a la Compañía de Jesús con una serie de condiciones que no son aceptadas por estos.[12]

Por otra parte, el 3 de marzo de 1938 se constituye la denominada ‘Junta pro Pazo del Caudillo’, integrada por el gobernador civil y varios alcaldes de La Coruña, entre otras autoridades, con el fin de adquirir un inmueble representativo en la provincia para ponerlo a disposición de Franco para su utilización como residencia veraniega. La compra se realizó el 3 de agosto de 1938 por la “Junta pro Pazo del Caudillo” por 406 346 pesetas a Manuela Esteban-Collantes, viuda de Jaime Quiroga de Pardo Bazán.[16][12]​ Una vez cerrada la venta, no se permitió la entrada a la hija y heredera de Emilia Pardo Bazán, que en vano intentó recuperar sus pertenencias.[17]​ La operación de compra incluyó por tanto todo el mobiliario y el legado de la escritora, así como unas 3 ha de terreno.[17]

Con posterioridad, se constituyó una comisión con el fin de acondicionar el pazo y recaudar el dinero necesario para ello[12]​ por medio de donativos en parte forzosos. A funcionarios y trabajadores de empresas privadas se les restó parte de su salario para comprar el Pazo, y se obligó a los ayuntamientos de La Coruña a aportar como mínimo el 5 % de la recaudación del impuesto de la contribución.[18]​ La Junta Pro Pazo encomendó por carta a los alcaldes que constituyeran comisiones para «visitar personalmente a sus convecinos para que nadie pueda mañana considerarse postergado si su deseo es contribuir con su grano de arena para el Pazo del Caudillo».[18]

La torre y los principales motivos ornamentales del Pazo de Bendaña en Dodro fueron trasladados al Pazo de Meirás.[19]​ A las propiedades iniciales que correspondían al Pazo, se le añadieron algunas cercanas[13][12]​ gracias a un proceso de expropiación forzosa de los terrenos colindantes, llevando así la superficie del edificio y de las tierras que lo rodean a 6,6 ha.[17]​ La Diputación de La Coruña también expropió fincas para la «mejora y ornamentación» de la carretera que va de la capital de la provincia al pazo.[17]

El Pazo de Meirás fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2008, a pesar de la oposición de los herederos de la familia Franco. La categoría de BIC (Bien de Interés Cultural) incluye el compromiso de los propietarios a tener que abrir al público el inmueble, al menos, tal y como dicta la ley, 4 días al mes.[20]​ La familia del fallecido dictador se opuso en numerosas ocasiones a cumplir con los mínimos días de apertura al público, pero la justicia rechazó sus argumentos. En el año 2010, el Tribunal Supremo confirmó la clasificación de BIC otorgada por la Junta de Galicia al Pazo de Meirás. El 25 de marzo de 2011 las puertas del Pazo de Meirás se abrieron por primera vez a los visitantes.

Hasta la entrega al Patrimonio Nacional, las visitas se realizaban todos los viernes (desde diciembre de 2020, el pazo está cerrado al público a la espera de su reapertura y resignificación), con cuatro turnos al día. No obstante en el mes de agosto, los días de visita se veían alterados por las vacaciones de los descendientes de Francisco Franco. No se pudieron realizar visitas en los meses de agosto de 2014 y 2015, por lo que la Junta de Galicia abrió en 2016 un expediente a la familia Franco, a fin de averiguar si incumplen la ley que rige los monumentos declarados BIC.[21]​ A principios de septiembre de 2017, la Junta multó a la familia Franco por incumplir el régimen de visitas al pazo.[22]

En 2017, aumentaron las peticiones populares e institucionales para la reversión del pazo al patrimonio público.[23]​ En septiembre, el presidente de la Junta de Galicia anunció la creación de una comisión para estudiar si hubo "vicios ocultos" en la donación del inmueble, lo que permitiría dejarla sin efecto.[24]​ El pergamino oficial de entrega del pazo de Meirás a Francisco Franco como jefe del Estado es la base argumental de la comisión: se descubrió en octubre de 2007 que había desaparecido del archivo provincial.[25]

En 2018, tras la muerte de Carmen Franco, hija del general Franco, sus herederos decidieron poner el pazo a la venta.[6][7]

En julio de 2019 la Abogacía del Estado presentó una demanda judicial para que la familia Franco devolviera el pazo de Meirás por "fraude" en la compra. La reclamación incluye el documento hasta ahora desaparecido en el que consta que el pazo fue comprado en 1938 por la Junta pro-Pazo a las herederas de Emilia Pardo Bazán, lo que demuestra que el contrato de compraventa formalizado en 1941 a favor de Franco, y que le sirvió para inscribir la propiedad a su nombre en el Registro de Betanzos, sería "fraudulento".[26][27]

El 12 de septiembre de 2019, en un auto dictado por la jueza Marta Canales Gantes se acordó aceptar las solicitudes de la Junta de Galicia y el Ayuntamiento de Sada para intervenir en el proceso iniciado por el Estado. La magistrada consideraba que las dos administraciones tenían un interés directo y legítimo en la causa y estimó los argumentos que presentaron en sus solicitudes. El primero, no solo se pretende la recuperación del patrimonio, sino darle un uso público. Respecto al segundo, señala la jueza que el Parlamento de Galicia fue quien inició las acciones para recuperar el bien, que ha sido declarado en 2008 por la comunidad autónoma bien de interés cultural, con la categoría de sitio histórico y además, indica que el ejecutivo autonómico ostenta las competencias respecto a la protección del patrimonio. Ambas administraciones se adhieren con este auto al procedimiento judicial, pero no tienen carácter autónomo, pues su legitimación para intervenir está subordinada a la parte demandante, al Estado.[16]

El 2 de septiembre de 2020, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de La Coruña declaró en su sentencia la "nulidad de la donación efectuada en 1938 al autoproclamado jefe del Estado".[28]​ La sentencia concluyó que la compraventa realizada el 24 de mayo de 1941 fue una "simulación", lo que determinó la nulidad de la misma obligando a la familia Franco a devolver al Estado el pazo.[8]​ La familia Franco tenía intención de vaciar el inmueble, en el que se encuentran objetos de gran valor como: estatuas del Pórtico de la Gloria o la biblioteca personal de Emilia Parda Bazán, sin embargo la jueza denegó esa posibilidad y nombró al Estado depositario hasta que la sentencia sea firme. Así mismo, también decidió la elaboración de un inventario de los bienes, con el objeto de discernir cuáles son de titularidad pública, y la entrega de las llaves el 10 de diciembre de 2020.[29]​ Así, desde el 10 de diciembre de 2020, el pazo dejó de ser propiedad de la familia Franco para pasar a ser patrimonio del Estado.[9]

Tras recurrir la familia Franco la sentencia ante la Audiencia Provincial de La Coruña,[30]​ esta ratificó el 12 de febrero de 2021 que el pazo de Meirás y sus fincas son propiedad del Estado y que los Franco debían desalojar la propiedad, pero a diferencia del juzgado de Primera Instancia, reconoció a la familia el derecho a ser indemnizada.[31]​ En concreto, la sentencia hace referencia a los gastos de rehabilitación y mantenimiento del inmueble, que sufrió un devastador incendio en 1978, como también a las múltiples reparaciones y mejoras que los Franco habían llevado a cabo a lo largo de cuatro décadas, sin los cuales el estado actual de la propiedad sería "ruinoso". La sentencia también reconoce que no hubo mala fe por parte de la familia Franco, quien durante todo este tiempo ocupó la propiedad de manera pacífica, reconociendo su desconocimiento de la invalidez del título de propiedad que había heredado del exmandatario. La cantidad que deberá abonar el Estado a la familia se definiría en la fase de ejecución de la sentencia.[31]

El Gobierno ha anunciado que la apertura al público de los exteriores del edificio puede hacerse desde 30 de enero, si bien ante la información del alcalde de Sada de que se va a perimetrar el municipio por razones de la pandemia, en principio, se haría solo para la ciudadanía de esta localidad.[32]



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