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Pesca submarina



Es un tipo de pesca similar a la caza, de hecho el pescador busca a la presa para atraparla, donde por el contrario en otras artes de pesca se busca el engaño. Tal vez fue este uno de los primeros tipos de pesca, junto con la recolección de conchas, crustáceos y cefalópodos en las orillas y costas de los mares.

Modalidad de pesca que se realiza mediante la inmersión en apnea[1]​ y la caza del pez mediante el uso de un Arpón o fusil submarino. Se emplean distintas técnicas en función de las características de la zona donde se pesca o de los peces buscados.

Esta técnica se basa en pasar lo más desapercibido posible y permanecer quieto a la espera de que algún pez curioso se acerque a una distancia en donde resulte fácil hacer blanco. Existen diversas variantes a la espera:

Dado que la distancia a la presa en este tipo de pesca es elevada se suelen usar fusiles largos para permitir más alcance.

También se le denomina pesca a la india, es una técnica que se basa en pequeñas esperas combinándola con cortos desplazamientos por el fondo aprovechando el relieve del mismo, acercándonos adonde se encuentran los peces. Es de vital importancia en este tipo de pesca el sigilo, el mimetismo y la acuaticidad del pescador, para no alertar a las posibles presas.

Se diferencia de la técnica anterior porque en vez de apostarnos y esperar, en ésta, acechamos al pez sigilosamente hasta que la distancia es buena para realizar el disparo.

Tal y como indica su nombre esta técnica se fundamenta en ir sobre superficie y una vez haber divisado una posible captura, dejarse caer descendiendo hasta tener al alcance al pez.

Este descenso hay que procurar realizarlo lo más sigilosamente posible ya que es indispensable conseguir cierta sorpresa para evitar que la pieza se asuste y huya impidiéndonos realizar un disparo certero.

La búsqueda del pez en su escondite para capturarlo es en lo que se basa este estilo. El éxito dependerá bastante de la experiencia en saber seleccionar y buscar las oquedades más idóneas en las que podamos encontrar una presa.

También dependerá bastante de las condiciones del agua. Si la mar está muy movida y hay mucha corriente, no nos facilitará la tarea de aproximarnos a las cavidades con facilidad impidiendo una posición fácil para la captura del pez.

Si hay mar de fondo, el pez aprovecha para alimentarse saliendo de su escondite y será más difícil encontrarlo encuevado.

Al contrario de la pesca a la espera, se usan fusiles más cortos por su mayor maniobrabilidad.

Normalmente en este método se consiguen capturas como el mero, sargos, algún pargo, congrios...

La pesca en pareja consiste más bien en una técnica de seguridad que en un estilo de pesca. Los riesgos que entraña este deporte pueden ser minimizados si una persona vigila nuestro ascenso.

El accidente más común es el síncope que suele producirse en los últimos metros de la ascensión, dejando al pescador inconsciente. Si se pescaba solo, la muerte es irremediable. Pero en la pesca por parejas puede quedar en un mero susto.

Así la pesca por parejas se define por intercalar las inmersiones entre ambos miembros, de forma que mientras uno pesca, el otro se recupera para la siguiente inmersión.

No obstante existen técnicas especiales para la pesca en pareja, como atacar una piedra desde dos ángulos a la vez, de forma que si la presa ve a uno de los pescadores por un lado intentará huir por el otro, en el que el compañero está esperando.

Es aquella que se realiza a poca profundidad, pegados a la costa, utilizando la cobertura que ofrece la espuma para ocultarnos de las presas. La captura se realiza de abajo hacia arriba, primero se desciende, estando separados de la costa, y desde esta posición buscamos el rompiente de las olas, lugares en donde los peces están buscando alimento. La espuma evita que el pez vea nuestro descenso y el ataque se realiza desde abajo, que es el ángulo de menor visibilidad del pez. Su complejidad se fundamenta en la difícil visibilidad y la posible corriente existente en la zona de pesca, también considerando que atacamos a la presa en pleno movimiento.

Se denomina pesca profunda a aquella que se practica a gran profundidad, usualmente por debajo de los 25 - 30 metros. A esas profundidades entran en escena consideraciones importantes de técnica y seguridad que condicionan en gran medida el tipo de pesca. Además, según alcanzamos cotas más profundas, el pez es más confiado, debido al limitado número de personas que son capaces de acceder a esas profundidades. Entre sus desventajas está el limitado número de inmersiones, debido a los tiempos de espera para evitar problemas de descompresión.

Ejemplos de técnicas especiales de la pesca profunda está la bajada con dos fusiles para capturar dos piezas en la misma inmersión.


El equipo básico para la pesca submarina consiste en una máscara con o sin tubo y el arma de pesca submarina: generalmente un fusil de pesca.

Un pescador submarino que desee optimizar sus inmersiones también necesitará un par de aletas, un traje de neopreno, un lastre (cinturones de plomo, arnés, peso en los tobillos), un cuchillo o daga, y una boya con una bandera de buceo para señalar su presencia. Igualmente, para completar el equipamiento y resistir a las grandes presas, se debe contar con un arpón así como un carrete. Para calibrar correctamente el lastre, hay una regla muy simple: 1 kg de plomo por 10 kg de peso corporal. Esta regla se aplica para un traje de 7 mm y una profundidad media entre 8 y 10 metros. Para un traje de 5 mm, 1 kg de plomo debe ser reemplazado por 800 g de plomo. A mayor profundidad, menos lastre se necesitará.

Bajo ciertas condiciones se puede utilizar un equipo específico. Para llegar a una zona de pesca lejos de la orilla (y poder llevar más equipo), el practicante puede utilizar un barco a motor (lancha neumática por ejemplo) o una embarcación a propulsión humana (kayak de mar) o una plancha de pesca submarina. Una linterna estanca permite explorar de forma eficaz  las grutas; aunque su uso está prohibido en muchos países, como la pesca submarina nocturna en general. Un reloj (con cronómetro y profundímetro) o un ordenador de buceo, permite comprobar el tiempo y la profundidad de la inmersión.

Para capturar un pez, el arma más común es un fusil de pesca submarina de gomas, con una culata y un gatillo. El tiene un alcance relativamente corto, entre 2 a 5 metros aproximadamente. Igualmente, existe el fusil neumático, cuyo uso está prohibido en algunos países y la fisga o pole spear: una varilla larga con un elástico, que se coloca alrededor de la mano o la muñeca del pescador submarino. Es generalmente utilizado en algunos países que prohíben los fusiles (Bahamas).

El arpón es una varilla (flecha) larga con una punta metálica en su extremo. La punta recta llamada «hawaiana» o «tahitiana», generalmente de acero inoxidable o galvanizada con un diámetro de 6 a 7 mm, está equipada con una aletilla móvil que puede levantarse para evitar que el pez se libere. La punta múltiple puede tener de tres (tridente) a cinco «dientes»; es utilizado por ejemplo para peces frágiles o para evitar que el arpón se enroque. Para peces grandes, la varilla puede estar unida a un carrete (fijado a su vez al fusil o al cinturón); y para peces muy grandes (atún, marlín...), la punta puede ser desmontable. Además, la varilla no estará unida a un carrete sino a una «cuerda de flotación», que es una cuerda resistente y unida a una «cuerda elástica amortiguadora» y a una o más boyas inflables o rígidas (a veces capaces de soportar inmersiones de hasta 100 metros).

A modo de resumen diremos que existe una legislación estatal que se aplica a Aguas exteriores y que cada Comunidad Autónoma dispone de su propia legislación para aguas interiores. No obstante hay determinados puntos en común que podemos destacar:



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