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Pieds-noirs



Los pieds-noirs (pronunciación en francés: /pjenwaʁ/ «pies negros») son las personas de origen principalmente francés y, en menor medida, de otros orígenes europeos que nacieron en Argelia durante el período colonial francés desde 1830 hasta 1962, la gran mayoría de los cuales partieron hacia la Francia metropolitana tan pronto como Argelia obtuvo su independencia, o en los meses siguientes.[2][3]​ Dependiendo del contexto, la definición también puede incluir a los judíos argelinos, a quienes el Decreto Crémieux les había otorgado la nacionalidad francesa.

Desde la invasión francesa el 18 de junio de 1830 hasta su independencia, Argelia era administrativamente parte de Francia, y su población europea simplemente se llamaba argelinos o colons (colonos), mientras que los musulmanes de Argelia se llamaban árabes, musulmanes o indígenas. El término pied-noir comenzó a usarse comúnmente poco antes del final de la Guerra de Argelia en 1962. A partir del último censo en Argelia gobernado por Francia, el 1 de junio de 1960, había 1.050.000 civiles no musulmanes en Argelia (en su mayoría católicos, incluyendo 130,000 judíos argelinos), el 10% de la población.[4]

Durante la Guerra de Argelia, los Pieds-Noir apoyaron abrumadoramente el dominio francés colonial en Argelia y se opusieron a los grupos nacionalistas argelinos como el Front de libération nationale (FLN) y Mouvement national algérien (MNA). Las raíces del conflicto residen en las desigualdades políticas y económicas percibidas como una «alienación» del dominio francés, así como una demanda de una posición de liderazgo para las culturas y reglas amazig, árabes e islámicas existentes antes de la conquista francesa. El conflicto contribuyó a la caída de la Cuarta República Francesa y al éxodo masivo de europeos y judíos argelinos a Francia.[5][6]

Después de que Argelia se independizó en 1962, alrededor de 800.000 pieds-noirs de nacionalidad francesa fueron evacuados a Francia continental, mientras que unos 200.000 permanecieron en Argelia. De estos últimos, todavía había alrededor de 100.000 en 1965 y alrededor de 50.000 a fines de la década de 1960.[7]

Los que se mudaron a Francia sufrieron el ostracismo de la izquierda por su percepción de la explotación de los musulmanes nativos, y algunos los culparon por la guerra, por lo tanto, la agitación política que rodea el colapso de la Cuarta República francesa.[8]​ En la cultura popular, a los pieds-noirs se les representa frecuentemente como «excluidos» de la cultura francesa, mientras anhelan su tierra natal, Argelia.[9][10]​ Por lo tanto, la historia reciente de los pieds-noirs se considera doble alienación: por un lado de su tierra de origen, y por el otro de su tierra natal. Aunque el término rapatriés d'Algérie implica que una vez vivieron en Francia, la mayoría de pieds-noirs nacieron en Argelia. Muchas familias habían hubieron vivido allí durante generaciones, y los judíos argelinos, considerados pieds-noirs, eran tan indígenas de Argelia como su población musulmana.

La aparición de este término data al parecer de la década de 1950, denominando pieds-noirs a cualquier ciudadano no argelino residente en esta colonia francesa. Otros sin embargo opinan que el término se empezó a usar entre 1951 y 1952, en los cuarteles franceses antes de que el término llegara a Argelia, para designar a los soldados franceses originarios del Magreb. Pero el término sólo empezó a aparecer en los medios de comunicación franceses alrededor de 1958, en un principio para designar a los franceses de Argelia con una clara connotación peyorativa. Fue a partir del éxodo de 1962 cuándo los propios interesados, una vez en Francia, se apropiaron de este término para la defensa de su identidad.

Antes de la guerra de independencia no existía en Argelia ninguna palabra para designar a los franceses de Argelia, solo había denominaciones como "argelinos" o "norteafricanos", términos referidos a la población de origen francés, ya que los indígenas eran llamados "árabes" o "musulmanes". En cambio, los franceses de Argelia sí que llamaban "Francaoui" o "Patos" a los franceses de la metrópoli.

De origen incierto, podría remontarse a principios del siglo pasado, entendiéndose por pieds-noirs cualquier ciudadano no argelino residente en esta colonia. Hay distintas explicaciones acerca del uso de este término: se alude a los zapatos lustrados o a las botas negras de los primeros inmigrantes, al calzado de los soldados del ejército de África, a los pies de los colonos ennegrecidos limpiando las zonas pantanosas, también puede ser un término despectivo, ya que los europeos trabajadores no se lavaban los pies con la misma frecuencia que los musulmanes (para rezar), de ahí los pies negros.[cita requerida]

Los pieds-noirs de Argelia eran en el momento de la independencia alrededor de un millón y medio de personas.

La comunidad de origen europeo resultaba de una mezcla de poblaciones de orígenes variados, principalmente franceses, españoles, italianos, malteses, alemanes y suizos, que se habían entremezclado y adoptado el francés como lengua primera.

En 1849, las primeras estadísticas oficiales sobre la población de Argelia reflejan el origen de los colonos europeos:[11]

A estos se añadía la comunidad judía, instalada desde antes de la conquista árabe y sobre todo a partir de la expulsión de los judíos de España en 1492. Los judíos habían acogido calurosamente a los franceses en 1830 y se les fue otorgado en bloque el estatuto de ciudadanos franceses en 1870 (decreto Crémieux). Los judíos adoptaron desde entonces masivamente la cultura y la lengua francesas.

Entre 1936 y 1939, en el marco de la Guerra Civil Española, la proporción de pieds-noirs de origen español aumentó significativamente, ya que Orán se convirtió en lugar de refugio de millares de personas republicanas exiliadas. Procedían especialmente de las ciudades de Alicante y Almería, dos de las últimas capitales portuarias en caer en manos nacionales, y a las que muchos volverían posteriormente.[12]

En 1959, los pieds-noirs eran 1 025 000 y representaban al 10,4 % de la población residente en Argelia. Su peso relativo iba a la baja tras haber alcanzado un máximo del 15,2 % en 1926. La mayor natalidad de la población musulmana estaba invirtiendo esta situación. A pesar de todo, la distribución de la población daba lugar a regiones con fuertes concentraciones de Pieds-Noirs como Annaba, Argel y sobre todo Orán, que había permanecido bajo control europeo desde el Siglo XVII. La población de Orán era europea en un 49,3 % en 1959. En la región de Argel, los Pieds-Noirs representaban un 35,7 % de la población. En Annaba eran un 40,5 %.

Al principio de la colonización hubo tensiones raciales entre los franceses y los otros europeos por un lado, y entre los europeos y los judíos por otro. En 1886, el 49 % de los europeos de Argelia no eran franceses. Sin embargo, el gobierno francés decidió integrarlos con la población francesa, y a partir de las leyes de 1889 y 1893 se naturalizó automáticamente a todos los hijos de extranjeros nacidos sobre suelo argelino (ius soli), privilegio del que sin embargo no disfrutaba la población autóctona musulmana.

Así, los pieds-noirs adoptaron el sentimiento de ser una comunidad de destino en el marco de un sistema colonial, con todos los derechos de ser nacionales franceses (como el derecho de voto), frente a la población indígena musulmana árabe o bereber.

Sin embargo, ninguna fusión se produjo con los argelinos de cultura musulmana. Esto resultaba por un lado del estado de dominación en el que se encontraban, pero también por la barrera que constituía la religión en una población islamizada desde la antigüedad.

A partir del 1 de noviembre de 1954, fecha conocida como la del levantamiento de Todos los Santos, Argelia cae de lleno en la violencia. Aunque las reivindicaciones independentistas de mayo de 1945, duramente reprimidas, representaron una ruptura clara entre los argelinos de cultura musulmana y la comunidad de origen europeo, a partir de las masacres de agosto de 1955 en la región de Constantina Argelia se sumerge en el caos. El asesinato de algo más de un centenar de pieds-noirs por parte del FLN y campesinos armados el 20 de agosto de 1955 en dicha región, en especial en Philippeville (Skikda) y El-Halia, así como la respuesta del ejército francés apoyado por milicias de pieds-noirs civiles armados[13]​ que asesinaron entre 2000[14]​ y 7500 civiles musulmanes,[15][16]​ tendrán una gran repercusión en el desarrollo posterior del conflicto. En ese momento se habla sólo de "acontecimientos" para designar un conflicto que evoluciona poco a poco hacia una auténtica guerra civil.

Muchos pieds-noirs se sintieron traicionados por el cambio de actitud del presidente Charles de Gaulle a lo largo de la guerra. El famoso "Les he entendido" (Je vous ai compris), pronunciado en un discurso en Argel el 6 de junio de 1958, y el "Viva Argelia francesa" (Vive l'Algerie Francaise) proclamado en Mostaganem, les engaña sobre las verdaderas intenciones del presidente de la República francesa, cuyos escritos revelan que desde 1943 tenía una opinión clara con respecto a la futura independencia de Argelia. Según avanza el conflicto armado, De Gaulle aprobará el derecho a la autodeterminación del pueblo argelino antes de concederles el derecho a la independencia plena.

Frente a la deserción del Estado francés y a la ausencia de medidas concretas destinadas a proteger la minoría que representaban, muchos pieds-noirs participaron, sobre todo después del 19 de marzo de 1962, en la Organisation de l'Armée Secrète (OAS), una organización terrorista de extrema derecha constituida tras el intento de golpe de Estado del general Raoul Salan en abril de 1961, para oponerse a la independencia de Argelia.[17]​ La conformaban principalmente padres de familias europeas con la ayuda de muchos militares franceses que en secreto les apoyaban y suministraban las armas necesarias para su defensa. Una gran parte de los principales militares y mandatarios del presidente francés eran en secreto de la OAS [cita requerida]. La OAS causó unas 1500 víctimas entre franceses y argelinos.[18]

En los pocos meses que transcurrieron entre el final de la primavera y septiembre de 1962, 900 000 franceses, europeos y judíos abandonaron Argelia en medio del caos y de la desesperación. El Gobierno había calculado que podían llegar a Francia 200 000 o 300 000 refugiados, para los que además no había previsto nada. Muchos se vieron obligados a dormir por las calles, puesto que ni habían ido nunca a Francia ni tenían familia ni apoyo.

En septiembre de 1962, Orán, Annaba, o Sidi-bel-Abbès habían quedado medio abandonadas. La administración, la policía, las escuelas se detuvieron durante tres meses. La población se trasladó masivamente a Francia, aunque un grupo significativo viajó a España, principalmente a la provincia de Alicante, donde se instalaron unos 30 000. Otros viajaron hasta más lejos, Canadá, Argentina o Estados Unidos. De los más de 140 000 judíos que había en Argelia, unos 24 000 emigraron a Israel, mientras que el resto se trasladó a Francia.[19]

Generalmente los pieds-noirs se sintieron discriminados a su llegada a Francia. Tuvieron que afrontar invectivas racistas, sobre todo procedente de los partidos de izquierda, que los caricaturizaban como colonos explotadores. En el verano de 1962, los pieds-noirs, desesperados y desprovistos, llegados en barcos sobrecargados, fueron recibidos por estibadores afiliados al sindicato comunista C.G.T. con pancartas hostiles ("los Pieds-Noirs al mar") a su llegada al puerto de Marsella.

Algunos políticos (como el alcalde socialista de Marsella, Gaston Defferre, que declaró en julio de 1962: "Marsella tiene 150 000 habitantes de sobra, que los pieds-noirs se vayan a otro sitio") tenían prejuicios frente a una población que no conocían, catalogada como constituida de colonos, racista, violenta y machista, y cuya estructura socio-profesional no podría adaptarse a la integración en una economía moderna.

En realidad, la vasta mayoría de los pieds-noirs pertenecían a la clase obrera, a un proletariado urbano de empleados, y a la pequeña burguesía. La población era urbana en un 85 %, compuesta de pequeños funcionarios, artesanos y comerciantes, cuyo salario medio era inferior en un 15 % al de la Francia metropolitana. El nivel de estudios raras veces superaba el certificado de estudios primarios. Solamente el 5 % eran agricultores propietarios y las grandes fortunas eran escasas.

Sin embargo, tras la áspera recepción que tuvieron en Francia, los pieds-noirs se integraron rápidamente. El gobierno francés creó una Secretaría de Estado para los Repatriados (Secrétariat d'État aux Rapatriés) y un programa de acción social, la Action Sociale Nord-Africaine. En un primer tiempo se adoptaron diversas medidas de ayuda urgente, entre otras un subsidio para un periodo de 12 meses a partir de la fecha de su llegada a Francia. El gobierno les concedió subvenciones destinadas a facilitar la creación de pequeñas y medianas empresas, y a ayudarles en su "installación" en la metrópoli. En 1963, el total de las ayudas destinadas a los pieds-noirs y a los harkis se estimaba en 4500 millones de francos, un 5 % del presupuesto del Estado francés en aquella época. Los primeros años, no fueron indemnizados por las pérdidas de sus propiedades argelinas, pero en julio de 1970 una ley estableció un sistema de compensación económica para los pieds-noirs y todos los refugiados de las antiguas colonias francesas.[20]

Contribuyeron al desarrollo económico de los años 1960, especialmente en Provenza y en Languedoc-Rosellón, ciudades anteriormente adormecidas conocieron un impulso económico que contribuyó a su dinamismo actual (Montpellier, Perpiñán, Niza, y particularme Marsella). En Córcega, fueron los principales beneficiarios del recién creado plan de mejora agrícola de la isla, la Sociedad de Economía Mixta para la Mejora de Córcega (Société d'économie mixte pour la mise en valeur de la Corse, SOMIVAC), que facilitó la compra por los pieds-noirs de la mayoría de las tierras fértiles obtenidas tras la desecación de las llanuras pantanosas. Ese hecho promovió el despegue de nuevas fuerzas nacionalistas en la isla, como Union Corse l'Avenir (ARC) y el Comité d'Etudes et de Défense des Intérêts de la Corse (CEDIC).[21]

La integración de los pieds-noirs, y en cierto modo su asimilación total, se completó en unos pocos años.

Tras la marcha precipitada de los funcionarios de la administración francesa, todos los archivos administrativos quedaron en manos del nuevo gobierno argelino. Esto significó para los pieds-noirs no poder acceder a sus partidas de nacimiento ni al resto de su documentación oficial, y a algunos les costó poder demostrar que eran franceses. Debido a la incongruencia de la situación, en los años 1970 el gobierno francés decidió finalmente enviar una misión a los grandes municipios de Argelia para copiar los registros del estado civil. Los ayuntamientos de los pequeños municipios no fueron visitados, lo que explica los problemas encontrados frente a la administración hasta ahora por algunos pieds-noirs. El Centro de los Archivos de Ultramar (Centre des Archives d'Outre-Mer, CAOM), situado en Aix-en-Provence, custodia en la actualidad todos los archivos de la antigua Argelia francesa.[22]



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