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Pioz



Castillo de Pioz.

Pioz es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una superficie de 19,44 km² con una población de 4352 habitantes (INE, 2020).

El pueblo de Pioz se asienta sobre el páramo alcarreño, integrado dentro de la provincia de Guadalajara, en la comarca de la Alcarria Baja, a una altitud media de 856 m sobre el nivel del mar, entre los valles del Henares y del Tajuña.

El municipio está emplazado a unos 25 km de la capital provincial, Guadalajara, en dirección sur, accediéndose desde esta por la carretera CM – 2004, que atraviesa los términos municipales de Chiloeches y Pozo de Guadalajara hasta Pioz. Como referencia complementaria de situación, el municipio se sitúa al este del municipio de Alcalá de Henares (Madrid), a unos 22 km, con acceso desde este por la M-300 hasta el Alto del Gurugú y, desde el punto de intersección en esta zona, por la M-213, atravesando los términos municipales de Anchuelo (Madrid) y Santorcaz (Madrid), hasta enlazar, por continuidad, con la carretera CM-227 hasta el Pozo de Guadalajara, donde se toma la CM-2004 hasta Pioz.

Por cualquiera de las dos vías de comunicación referidas anteriormente se accede a la A-2, de Madrid a Barcelona y a la R-2 de peaje, de Madrid a Guadalajara, siendo estas las rutas habituales para comunicar con la capital nacional, Madrid, que se encuentra a unos 55 km del municipio de Pioz.

Adicionalmente, existe un acceso complementario desde Guadalajara o Madrid, a partir del p.k. 38,3 de la A-2, donde existe un enlace al desvío de la carretera M-226, que se puede tomar en dirección a Los Santos de la Humosa y, desde el núcleo urbano de este municipio, a través de la M-235, al Pozo de Guadalajara, donde se dispone la ya comentada CM-2004 hasta Pioz.

Su término municipal limita con las villas de Pozo de Guadalajara, Guadalajara, Loranca de Tajuña, Corpa, Pezuela de las Torres y Santorcaz.

Existen dos colegios en el municipio: el CEIP La Arboleda de Pioz, y el CEIP Castillo de Pioz.[1]​ El colegio Castillo de Pioz está en el pueblo. Por su parte, el colegio La Arboleda de Pioz se sitúa en la urbanización de La Arboleda.

En los últimos diez años la población de Pioz ha crecido extraordinariamente, especialmente en las nuevas urbanizaciones de Trascastillo, Los Molinos, El Bosque del Henares, Valcastillo, Las Matillas, Las Suertes, Montealto, La Arboleda, Los Charquillos, Los Llanos y por cercanía y por su situación geográfica son importantes las urbanizaciones de Montejaral, Fuentetajuña y El Olmillo, pertenecientes al cercano municipio de Loranca de Tajuña.

Pioz celebra tres tradicionalmente: la de la Candelaria, a inicios de febrero, la fiesta medieval recuperadas en 2011, de fecha variable, entre mayo y junio (suspendida en 2009) y las fiestas Mayores en honor a San Donato, el cuarto domingo de agosto.

No se han encontrado datos fidedignos sobre la fundación de Pioz; la versión más probable es que esta formara parte de los movimientos de repoblación posteriores a la reconquista de estos territorios por los reyes castellanos, entre los siglos XI y XII.

Sobre el momento histórico y forma en que se produce esta reconquista se han encontrado diferentes versiones; así, mientras que algunas sostienen la cesión por Al-Mamún, rey de la taifa de Toledo, a Alfonso VI de Castilla en el año 1072,[2]​ otros historiadores atribuyen su reconquista, junto con el conjunto del Valle del Henares, a Alvar Fáñez Minaya, capitán de mesnada de Alfonso VI, en 1085,[3]​ formando parte de la denominada reconquista de los territorios de la Marca Media de Al-Ándalus, entre el último cuarto del siglo XI y el final del siglo XII, que por entonces habían pasado del Califato al reino taifa de Toledo. Junto a estas versiones, el propio Índice de Guadalajara, de 1750, atribuye la conquista a este mismo capitán, Alvar Fáñez Minaya, pero en 1057: "El dho. Alvar Añez siendo capitan del Rey D.n Fernando el primero de este nombre que por sobre nombre se llamó el Grande, crio aquel Caballero Alvar Añez, y á su tío el Cid Ruy Diaz, y en el año 1.057, ganó a Guadalajara, y la saco del poder de los moros, siendo Sumo Pontifice en Roma Stephano nono de este nombre".

Los territorios que, desde el siglo IX al XI, se van ocupando al dominio árabe forman lo que se denomina la Extremadura Castellana, en la que se integraba gran parte de lo que hoy es la provincia de Guadalajara, dentro de los denominados Territorios de Transierra. Este conjunto se caracterizó por su estructuración sobre la base de los denominados Comunes de Villa y Tierra, de los que hubo hasta 42 en la denominada Extremadura Castellana.

En esta estructura, Pioz era una de las aldeas integradas en el Común de Villa y Tierra de Guadalajara, bajo dominio directo del rey, tanto la villa, que siempre lo era en los Comunes, como la tierra, que en el caso de Guadalajara eran de las denominadas Tierras Realengas.

Al Común de Villa y Tierra de Guadalajara le fueron otorgados fueros (el denominado Fuero Viejo) por Alfonso VII, incluyendo en su inicio un territorio de más de 1000 km cuadrados que reunía 50 aldeas. A este Común, en 1219, Fernando III le otorgó el denominado "Fuero Largo",[4]​ llegando a su máximo esplendor en el siglo XIV, donde llega a incluir sesenta y una aldeas, divididas en seis sexmas,[3]​ si bien el título de Ciudad no lo obtiene Guadalajara hasta el siglo XV. Posteriormente, el territorio de Guadalajara se reduce a veintiséis aldeas y alcarrias, ya quedando Pioz fuera de este, según recoge el Índice de Guadalajara de 1579.

Con una referencia concreta en cuanto a su vinculación, Pioz aparece como una de las aldeas que, en 1428, Juan II de Castilla entrega como dote a su hermana, la Infanta Catalina, para su matrimonio con el Infante Enrique de Aragón. La cesión de éstas aldeas implica la extracción de su territorio del Común de Villa y Tierra de Guadalajara, coincidente en el entorno temporal con la asignación del título de Ciudad a Guadalajara.

La enemistad que posteriormente se genera entre Juan II y el Infante Enrique, debida a las revueltas contra el monarca en que participa este último, hacen que, en 1430, Juan II confiscara todos los bienes que tenían, dentro de su reino, los Infantes de Aragón, lo que hace que Pioz vuelva a manos del Rey.

Como premio por su apoyo y fidelidad, el rey Juan II reparte las posesiones confiscadas entre los nobles que se habían aliado con él, frente a los Infantes de Aragón. Uno de los lotes del reparto, el formado por los lugares de Armuña de Tajuña, Pioz, Meco, Retuerta, Yélamos de Suso, Yélamos de Ayuso, Miralcampo, Aranzueque, Fuentelviejo, El Pozo, Yunquera y Balconete, lo dona a a Íñigo López de Mendoza, nombrado posteriormente por este, el 2 de agosto de 1445, marqués de Santillana (fue el primer marques nombrado en Castilla y el segundo en España), a la vez que le designa como conde del Real de Manzanares a partir del mayorazgo que ya poseía.

A su muerte, el 25 de marzo de 1458, el marqués de Santillana repartió en su testamento esas villas entre sus hijos, cediendo Pioz y el Pozo de Guadalajara a Pedro González de Mendoza, entonces Obispo de Sigüenza y que, posteriormente, sería el conocido como el Gran Cardenal Mendoza, el denominado "tercer rey" en tiempos de los Reyes Católicos.

Pedro González de Mendoza, en continúas disputas con el arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo de Acuña, señor de la tierra de Alcalá y de la vecina fortaleza de Santorcaz, ordenó la construcción del castillo hacia el año 1469. Años después el cardenal trocaría el señorío de Pioz por el de la villa toledana de Maqueda a don Álvar Gómez de Ciudad Real, secretario del rey Enrique IV de Castilla, quien posteriormente lo legó a su hijo, Pedro Gómez de Ciudad Real. Sus herederos conservaron el señorío sobre Pioz hasta principios del siglo XIX.

Datos referidos a serie completa de 20 años (1985-2005)[5]

Temperaturas: Mínima invierno: -8,3 °C. Media mínimas: -1,4 °C. Media anual: 12,5 °C. Media de máximas: 32,9 °C. Máxima verano: 39,5 °C

Precipitación: Media anual: 499 mm

Evapotranspiración: Thornthwaite: 723 mm; Factor R: 68

Nº medio anual de días: Lluvia: 73. Nieve: 6. Tormenta: 19. Niebla: 12. Helada: 68

Nº medio de horas anuales de sol: 2.525

Clasificaciones climáticas: Papadakis: Mediterráneo Templado; Régimen de humedad: me (mediterráneo semiárido); Régimen térmico: TE (Templado Cálido); Tipo de invierno: av (avena fresco); Tipo de verano: M (Maíz); Periodo cálido en secano: 2,2 meses; Periodo seco o arido: 4,0 meses; Periodo de heladas: 6,7 meses

De acuerdo a la información recopilada en el Instituto Tecnológico Geominero de España[6]​ el área que ocupa el término municipal de Pioz se encuentra asentada dentro de la denominada “Fosa del Tajo”, que se desarrolla entre el borde sur del Sistema Central, el oeste de la Sierra de Altomira y los bordes norte y este de los Montes de Toledo. Dentro de esta, el entorno concreto de Pioz se incluye dentro de la unidad morfológica del “Páramo de la Alcarria”. Sus características se resumen en los párrafos siguientes.

Estratigrafía

Tectónica

Geomorfología

Aún presentando ligeras diferencias entre suelos que forman las zonas de monte, más inalteradas, o los de formaciones depresivas o de deposición de coluvios, en los entornos de los cauces de arroyos; desde el punto de vista edafológico, y de forma mayoritaria, los suelos integrados en el término municipal de Pioz constituyen una formación típica cuaternaria del paleosol, denominada "terra rosa" o arcilla de descalcificación, que proceden de la decarbonatación lenta de las calizas duras en los climas mediterráneos y están asentados sobre los propios afloramientos calizos. Estos suelos han sufrido, por una parte, una decarbonatación por lavado y, por otra, una rubificación o evolución fersialítica de las sales de hierro, por deshidratación más o menos completa. Se han formado en un clima más cálido que el actual y con estaciones muy contrastadas, sucediendo periodos húmedos a otros muy cálidos y secos.

En épocas más actuales, este paleosol ha sufrido una evolución climática de calcificación, con formación de una costra caliza por influencias del clima sub-desértico, que ha motivado contrastes derivados de la alternancia de periodos de lluvias cortas y otros de fuerte evaporación. Sobre este proceso se ha dado una recarbonatación, producida por la incorporación reciente de trozos de caliza, tanto por coluvios como por la acción humana, que sufren una nueva alteración, liberando carbonato activo y elevando el pH, llegando a formar rendsinas, denominadas rojas.

Los suelos fersialíticos de este tipo tienen un alto contenido en hierro, debiendo su color a la deshidratación parcial de los hidratos de hierro ligados a la arcilla. Cuando el suelo conserva una cierta humedad, las arcillas, revestidas de óxidos de hierro incompletamente deshidratados, de color pardo rojo, permanecen dispersables y pueden emigrar, produciéndose lavados en las arcillas, pero en periodo seco sobreviene la deshidratación completa del hierro y el conjunto precipita formando finos agregados estables, de color francamente rojo. La evolución de este proceso de rubificación está limitado, en parte, por la presencia de caliza activa.

El análisis específico de los tipos medios de suelos en las zonas de monte, con menor grado de alteración humána por no estar cultivados, denota perfiles formados por los siguientes horizontes:

En los perfiles alterados por la sucesión de cultivos, que es el caso de la mayoría de la superficie del término municipal, la remoción continua producida por los aperos de labor ha originado un horizonte superficial A+B, sin estructura definida, que reúne y mezcla las características de los antes comentados, predominando bajos contenidos en materia orgánica, presencia de caliza activa y altos niveles de calcio y magnesio, con presencia de material pétreo calizo en porcentajes superiores al 20 a 30% y texturas franco – arcillosas. El pH es, en general, superior a 7,5.

La mayor accesibilidad a profundizar en la remoción de tierras, que se ha dado con la mecanización de la labores agrícolas, ha hecho que, prácticamente, desaparezca el horizonte B, que solo se conserva en los suelos más profundos de áreas depresivas ligadas a depósitos de arrastre. El horizonte Ca se suele mantener en toda la superficie, como se ha comentado para los suelos inalterados.

En general, todos los análisis de suelos realizados han resultado en conductividades bajas y escasa presencia de sodio, junto con capacidades medias de intercambio catiónico. No se da presencia de elementos tóxicos y las de los elementos nutrientes N y P2O5 es muy escasa. Sin embargo, si es alta la presencia de K2O.



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