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Prague



Praga (en checo, Praha Acerca de este sonido [ˈpraɦa] ) es la capital de la República Checa y de la región de Bohemia. Situada a orillas del río Moldava, tiene aproximadamente 1,2 millones de habitantes, lo que la convierte en la ciudad más poblada del país y la séptima de Europa Central. El área metropolitana de Praga cuenta con una población de 1,9 millones de habitantes.[1]​ Su belleza y patrimonio histórico la convierten en una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.[2]

Se ha desarrollado desde el siglo IX, convirtiéndose en una de las capitales más importantes de Europa en los siglos XVIII y XIX. Antigua capital del Reino de Bohemia y de Checoslovaquia, en el siglo XX sufrió las dos guerras mundiales y la dictadura nazi. Tras la segunda guerra, quedó dentro de la esfera de influencia soviética. Tras la Revolución de terciopelo y la caída del Muro de Berlín la ciudad se ha ido adaptando a la economía de mercado. Praga, cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1992,[3][4]​ es considerada una ciudad global de «clase Beta+», a la altura de Roma, Atenas o Berlín.[5]

Según las leyendas de la princesa Libuše vio muchas profecías de su castillo Libušín, que se encuentra en el centro de Bohemia. En una profecía, se le dijo, ella preveía la gloria de Praga. Un día ella tuvo una visión:

Otros historiadores afirman que el nombre de la capital tiene su origen en la palabra eslava Prga, que significa «harina tostada», debido a la aridez del lugar elegido para construir el Castillo de Praga.[6]

Por último algunos opinan que el origen es la palabra checa Prahy, que significa «rápidos», por los rápidos del río Moldava, a cuyas orillas se asienta la ciudad.[6]

Los primeros vestigios en el lugar que hoy ocupa Praga datan del Paleolítico.[7]​ El primer asentamiento estable se considera que fue el de la tribu celta, hacia el siglo VI a. C.[8]​ se estableció al sur de la actual Praga. La población se denominaba Závist. Posteriormente esta tribu fue reemplazada por el pueblo germánico y más adelante por los eslavos, que permanecieron desde el siglo IV, aunque durante un período fueron dominados por los ávaros.[9]

Fue fundada en la última parte del siglo IX[10]​ con la construcción del castillo en la ribera derecha del río Moldava. Según la leyenda por Libuše, quien se casó posteriormente con Přemysl e inició la dinastía Přemyslida. Este castillo es conocido como Vyšehrad y no es el actual Castillo de Praga, que se erigió en el lado opuesto del río.

Praga muy pronto se convirtió en el asentamiento de los reyes de Bohemia, algunos de los cuales reinaron como emperadores del Sacro Imperio Romano. En el siglo XIII el rey Otakar II funda el barrio de Malá Strana (lado pequeño), que se asienta en el lado opuesto del río.[11]

La ciudad floreció durante el siglo XIV bajo el reinado de Carlos IV, quien ordenó la construcción de la Nueva ciudad, unió los núcleos urbanos en ambas márgenes del río a través del famoso Puente Carlos (que sustituye a un puente anterior del siglo XII que se derrumbó en 1342) y propició la construcción de la primera Universidad de Europa central.[12]​ En el siglo XV, debido a agitaciones políticas y religiosas entre Jan Hus y el rey Segismundo se desarrollaron las guerras husitas.[13]

Bohemia entró a formar parte de los dominios de los Habsburgo en 1526, por lo que Praga fue capital de una provincia austríaca. A principios del siglo XVII la elección de Fernando II, católico, como rey de Bohemia causó ira entre los nobles bohemios, de confesión protestante. Cuando Fernando II envió dos concejales católicos para preparar su llegada a Praga, estos fueron secuestrados y arrojados por una ventana del castillo, lo que se conoce como la Defenestración de Praga. Estos hechos desembocaron en la guerra de los Treinta Años, cuya consecuencia principal fue la soberanía de las provincias alemanas, a pesar de permanecer bajo el Imperio Germánico.[14]

En el siglo XVIII y primera mitad del XIX, Praga gozó de un gran crecimiento económico, que atrajo a mercaderes y nobles de toda Europa. La ciudad se desarrolló rápidamente y se construyeron iglesias y palacios, muchos según el nuevo estilo del Barroco.

Durante la dominación austrohúngara, en el siglo XIX se convirtió en el centro del nacionalismo checo y su actividad cultural e intelectual fue brillante, construyéndose el Museo Nacional, el Teatro Estatal y el Rudolfinum.

En 1918, como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, se fundó Checoslovaquia, y el nuevo presidente de la república Tomáš Masaryk hizo de Praga la sede de su gobierno y capital del Estado checo.[15]​ Entre 1939 y 1945 el ejército de Hitler ocupó Praga.[16]​ La ciudad, hasta el momento de carácter multiétnico, asistió a la persecución nazi del pueblo judío. Muchos fueron capturados y enviados a campos de concentración, donde la mayoría fueron exterminados. En 1945 el ejército estadounidense bombardeó la ciudad al confundirla con Dresde, causando la furia de los checos. Pocos días más tarde el ejército soviético liberó la ciudad y los ciudadanos checos se tomaron la venganza por su mano, causando la muerte de ciudadanos de origen alemán.[16]

Tras la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia pasó a formar parte del bloque comunista, bajo la protección de la Unión Soviética. En 1968 estalló la Primavera de Praga, un movimiento que pretendía reformar el inmovilista socialismo soviético, que fue duramente reprimida con la invasión de los ejércitos del Pacto de Varsovia.[17]

En diciembre de 1988, el primer ministro soviético Mijaíl Gorbachov anunció la llamada Doctrina Sinatra, la cual establecía que la Doctrina Brezhnev sería abandonada y que los países de la Europa del Este podrían hacer lo que consideraran conveniente. A finales de 1989, con la caída del muro de Berlín, Praga abandonó el socialismo. Praga fue el centro de la Revolución de Terciopelo que propició la caída del comunismo en el país.[18]​ La vigencia de la doctrina Sinatra contribuyó a acelerar los cambios que terminaron por hacer colapsar a los gobiernos socialistas prosoviéticos de la Europa del Este a finales de 1989 e inicios de 1990. Los ahora nuevos gobiernos prooccidentales de la Europa oriental fueron fervientes partidarios de la pronta disolución del Pacto de Varsovia y de la Comecon. La disolución oficial del Pacto de Varsovia terminó siendo aceptada de forma pacífica por la Unión Soviética y se formalizó en la reunión de Praga el 1 de julio de 1991.

Dos años después, en 1993, se decidió pacíficamente la disolución de Checoslovaquia y su división en la República Checa y Eslovaquia. Praga pasó a ser la capital de la República Checa,[19]​ tal y como recoge la Constitución del país.[20]​ En septiembre de 2000 las protestas de Praga contra la globalización durante la cumbre del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial derivaron en una guerrilla urbana contra la policía. Más de 15 000 manifestantes participaron en una de las mayores protestas de la historia contra la globalización y el capitalismo.[21]​ En agosto de 2002 el río Moldava se desbordó con un caudal superior a los 5100 m³/s causando graves daños en la ciudad, que necesitó dos años para recuperarse.[22]

Praga se encuentra en el corazón de Europa, a menos de 500 kilómetros de los mares Báltico, del Norte y Adriático. Sus coordenadas son 50 grados norte de latitud y 14 grados este de longitud. Pertenece a la Bohemia Central y ocupa principalmente la región de Poberounská soustava y en su extremo noreste una pequeña parte del área de Česká tabule.[23]

Dentro de la República Checa, la ciudad de Praga está ligeramente desplazada al noroeste del centro geográfico del país. La erosión y los procesos de sedimentación en ambos márgenes del río Moldava son los principales causantes del relieve de la ciudad. Alrededor del río y sus afluentes hay unas pendientes relativamente escarpadas que terminan en forma de planicie al alcanzar cierta altura. Las pendientes pronunciadas se producen en la ribera occidental del Moldava. La altitud máxima de la ciudad es de 399 metros, en el barrio de Zličín, al oeste de la ciudad, y la altitud mínima es de 177 metros al borde septentrional de la ciudad, donde el río la abandona. Por tanto la diferencia máxima de altitud es de 222 metros en un área relativamente pequeña.[23]

El río Moldava (Vltava en checo) atraviesa Praga, dividiendo la ciudad de sur a norte. El Moldava es un río muy caudaloso, incluso aún más que el río Elba (Labe en checo), a pesar de que es afluente de este último.

El clima de Praga es continental. La temperatura media anual es de 8-9 grados centígrados. El invierno es riguroso aunque no excesivamente severo y relativamente seco, siendo la temperatura media en los meses de invierno aproximadamente de cero grados.

La primavera es fresca al principio y se vuelve templada y húmeda según se acerca el verano, alcanzando los 16-17 grados en junio de media y sobrepasando los 70 mm de precipitación. El verano no es excesivamente cálido, sobrepasando ligeramente los 18 grados de media en los meses de julio y agosto, aunque es habitual superar los 25 grados. Las precipitaciones alcanzan su punto máximo en julio y empiezan a descender en el mes de agosto.

El otoño de Praga es templado y moderadamente seco, con precipitaciones similares a las del invierno y la primavera, aunque el mes de noviembre es bastante frío, con menos de tres grados centígrados de media.

A inicios del siglo XX siguió el crecimiento demográfico, alcanzando los 850 000 habitantes en el año 1930. Uno de los motivos fue la independencia de la República Checa y la designación de Praga como capital del nuevo Estado, así como por la absorción de los municipios colindantes a la capital en 1922 (37 municipios que sumaban más de 430 000 habitantes).[27]

La población de Praga es de aproximadamente 1 200 000 habitantes, lo que supone algo más del 10% de la población del país. La ciudad tuvo una explosión demográfica durante el siglo XIX debido a su florecimiento económico y cultural. Si incluimos los suburbios que por entonces no formaban parte de Praga, la población pasó de poco más de 157 000 habitantes en 1850 a más de 500 000 en el año 1900.[27]

La primera ampliación de la ciudad ocurrió en 1850 cuando Praga absorbió el municipio de Josefov. En 1883 y 1884 se integraron dos nuevos municipios y otro en 1901.[27]

Se realizaron nuevas ampliaciones 1960 (3 municipios), 1968 (25 municipios que sumaban cerca de 70 000 ciudadanos), 1974 (37 municipios y cerca de 65 000 habitantes), y en 1987 y 1988 llegaron las dos últimas ampliaciones (Černý Most y Kamýk), que sumaron otros 30 000 habitantes.[27]​ Desde entonces creció de forma moderada hasta los años 1980, y a partir de dicho momento la población se ha estabilizado.

La población praguense está envejeciendo a un ritmo superior al del resto del país, debido a la inmigración de ciudadanos en edad de trabajar y el descenso del índice de natalidad. De este modo, el porcentaje de habitantes en edad de jubilación no ha crecido en los últimos años.[23]

La prosperidad económica a inicios del siglo XXI con la apertura a la Unión Europea, la instalación de nuevas multinacionales y los salarios más elevados han atraído la población productiva del resto del país. También ha provocado un aumento de la inmigración, aunque el porcentaje de extranjeros es aún moderado. Según datos del año 2006 el 8.77% de la población de Praga era extranjera.[29]​ Analizando el país de origen, destacan los ucranianos, que representan el 34.3% de los inmigrantes, los eslovacos, que representan el 15.7% y los rusos, que son el 9.5% de los extranjeros.[30]

La Constitución checa, aprobada por 172 votos de los 198 totales por el Parlamento checo, el 16 de diciembre de 1992,[31]​ establece que la capital del Estado checo es Praga.[32]​ La ciudad fue previamente capital del reino de Bohemia en la Edad Media y desde 1918 hasta la creación del nuevo Estado checo fue la capital de Checoslovaquia.[33]

Como capital del Estado, Praga es la residencia del presidente de la República, así como la sede de las dos cámaras del Parlamento: la Cámara de diputados y El Senado.

De acuerdo con el Acta del Consejo Nacional Checo de la Ciudad Capital de Praga del año 2000 la ciudad forma una ciudad-estado.[23]​ Esto implica que varias de las competencias del Estado son transferidas a la ciudad.

El máximo dirigente de la capital es el alcalde. La ciudad está administrada por tres entidades: La Asamblea de la Ciudad de Praga, formada por 70 representantes, el Consejo de la Ciudad de Praga, compuesto por 11 miembros de la Asamblea, y el Ayuntamiento de Praga. Las elecciones se realizan cada 4 años. El Ayuntamiento de Praga, con sus correspondientes departamentos y secciones, alberga el poder ejecutivo de la ciudad.[34]

El alcalde actual de Praga es Tomáš Hudeček, del partido TOP 09. Fue elegido por primera vez en 2013.[35]

Desde 2001 Praga se divide administrativamente en 22 distritos, que están numerados del 1 al 22. En los rótulos donde aparece el nombre de las calles se puede ver el número de distrito al que pertenece la vía. A su vez estos 22 distritos se dividen en 57 municipalidades, de las que tan solo 4 pertenecen al Praga histórico (Staré Město, Nové Město, Malá Strana y Hradčany). Cada una de ellas tiene sus propios representantes electos y competencias:[23]

La moneda oficial del país es la corona checa (Česká Koruna),[36]​ que se divide en 100 hellers (haléř). Sus abreviaturas son Kč. y h, respectivamente.

El PIB per cápita de Praga es más del doble que el de la República Checa. Alcanzó los 38 400 dólares (PPA) en 2006, lo que supone más de un 50% por encima de la media de la Unión Europea para ese año. Esto la sitúa como la undécima región más rica de la Unión.[37]​ Praga es el centro económico del país. Además de ser la capital del país, la mayoría de las instituciones financieras y de las empresas transnacionales tienen sede en la ciudad. Estos, entre otros motivos, hacen posible que Praga represente cerca del 25% del PIB checo.[23]​ Sin embargo, el crecimiento del PIB en Praga es menor que el de la media nacional desde 2001.[23]

Praga ha sido capaz de absorber la fuerza de trabajo tanto nacional como internacional atraída por la prosperidad de la ciudad. En el año 2001 Praga concentraba aproximadamente el 20% de los puestos vacantes de trabajo de la República Checa, lo cual es especialmente significativo si se compara con el poco más del 10% que representa la población de Praga sobre la población total.[23]​ La demanda de trabajadores era de 726 000 personas mientras la población activa de la ciudad era de tan solo 600 000.[23]​ La tase de desempleo en Praga es aproximadamente la mitad que la del país.[23]​ Su posición central en Europa, además de un nivel de precios más bajo que el de la Europa Occidental, contribuyen a que muchas compañías internacionales la elijan como su sede europea.

La distribución sectorial de la ciudad sigue una marcada tendencia hacia el sector terciario. En 2006 el 82% del valor añadido creado en la ciudad se debía al sector servicios.[23]​ En el otro lado de la balanza está el sector industrial, cuyo peso es significativamente inferior al del resto del país.[23]​ Otro sector que ha crecido en la primera década del siglo XXI es la construcción, con más de un 50% de incremento entre 2001 y 2006 en término de valor de las casas construidas.[23]

Desde la Revolución de Terciopelo, la ciudad saca provecho de su belleza arquitectónica en el sector del turismo. En el año 2005, 6.4 millones de turistas visitaron la República Checa, de los que una gran mayoría pasaron por Praga.[38]​ Más del 90% de las plazas hoteleras fueron ocupadas por turistas extranjeros.[23]​ No obstante, solo el 41% de las plazas disponibles se hallaba en hoteles de cuatro o cinco estrellas en 2006.[23]

Praga concentra las principales universidades del país. En 2006 contaba con diez centros universitarios y treinta y ocho facultades, en los que estaban inscritos 87 500 estudiantes, además de 11 500 cursando estudios de posgrado. También contaba con una gran cantidad de escuelas de educación secundaria, entre las que destacan las de gramática y de estudios técnicos.[23]​ Entre las universidades destaca la prestigiosa Universidad Carolina, la más antigua de Centroeuropa.

Las estadísticas señalan el buen nivel de la educación praguense. En 2001 el 56% de la población ha completado los estudios secundarios, lo que sitúa a Praga entre las primeras clasificadas según este indicador.[39]​ Respecto a la población que tiene estudios universitarios, el porcentaje baja hasta el 12%, por lo que Praga desciende varios puestos en la clasificación, pero se sitúa todavía por delante de la mayoría de las ciudades europeas.[39]​ El 39% de la población menor de cuatro años asiste a algún centro preescolar.[39]

Tradicionalmente Praga ha sido uno de los centros culturales más importantes de la Europa Central. Tras la caída del comunismo, recuperó su tradición y festeja centenares de eventos como festivales de cine, música o literatura. La actividad teatral y operística de la ciudad presenta una enorme oferta durante todo el año. El Teatro Negro, el Teatro Nacional de Praga y el Teatro del ballet Nacional son algunos de los más famosos atractivos culturales.

El Museo Nacional es uno de los principales museos de Praga. Ocupa un edificio neorrenacentista situado en lo alto de la plaza de Wenceslao, la principal de la ciudad. Su vestíbulo central sirve también de panteón de los grandes checos. Se fundó en 1818 como Museo Patriótico de Bohemia. En 1848 toma el nombre de Museo Checo, y de 1854 a 1919 el de Museo Real Checo. El edificio ocupado por el museo es obra del Josef Schulz, el arquitecto del Teatro Nacional de Praga, construido en la misma época (1885-1890).[40]

El Museo Judío es en realidad un conjunto de distintos edificios dentro del antiguo gueto de Josefov. Fue fundado en 1906 por Hugo Lieben y Augustin Stein para la conservación de valiosos objetos de las sinagogas de Praga. Durante la ocupación nazi y el régimen comunista el museo estaba muy limitado en sus funciones. Desde 1994 recuperó y amplió su estatus original. Posee una de las mayores colecciones de arte judío en el mundo, que comprende unas 40 000 piezas de museo y 100 000 libros. El museo incluye las sinagogas Maisel, Española, Pinkas, Klaus, el Antiguo Cementerio Judío, la Sala de Ceremonias de la Sociedad Funeraria y el cementerio judío de Žižkov.[41]

Otros museos de menor relevancia son el Museo Alfons Mucha[42]​ que recoge más de 100 obras u objetos relacionados con este autor checo, el Museo Franz Kafka[43]​ que alberga las primeras ediciones de sus libros, así como correspondencia personal y audiovisuales del escritor, el Museo de las Máquinas Sexuales o el Museo del Juguete, que se encuentra en el Castillo de Praga, entre otros.

Praga tiene una larga historia musical. La que fuese una de las capitales culturales de Europa en los siglos XVIII y XIX conserva su tradición musical.

En la ciudad se organizan, durante todo el año, conciertos de música clásica. Los entornos son variados, desde antiguas iglesias a hermosos auditorios como la Sala Smetana, sede de la Orquesta Sinfónica de Praga situado, en un edificio art-nouveau en Republiky 5, el Palacio de la Cultura y la sala Dvorak (en el Rudolfinum, Plaza Jan Palach), sede de la Orquesta Filarmónica Checa ubicado en un edificio neoclásico en donde se celebra la inauguración y clausura, sobre todo, del famoso Festival Primavera de Praga entre el 12 de mayo y los primeros días de junio. Los conciertos también se celebran regularmente en la Galería Nacional del Castillo de Praga, en los jardines, al pie del Castillo y en el Museo Nacional, en la plaza de Wenceslao. Los conciertos en la Villa Bertramka en Mozartova 169, Smichov, suelen tener a Mozart y sus contemporáneos como protagonistas.

Las antiguas iglesias son el entorno en donde se puede disfrutar con el Festival de Música de Órgano que tiene lugar en agosto. Los mejores programas son los que se ofrecen en la Catedral de San Vito, en Hradcany; U Krízovníku, cerca del Puente de Carlos, la Iglesia de San Nicolás de la Malá Stupartská en la Ciudad Antigua, donde las notas del órgano fluyen en medio de hermosas estatuas barrocas. La Ópera Nacional tiene como sede el Teatro Nacional de Praga y el pequeño Teatro de los Estados. La antigua Ópera Alemana, actualmente Ópera Estatal de Praga, organiza una temporada independiente de la de la Ópera Nacional.

Un Festival de Música Judía se celebra en los meses de octubre y noviembre en el Barrio Judío.

La tradición musical checa se inicia en el siglo IX de nuestra era con canciones de origen religioso. Durante la Edad Media se componen varias canciones que han perdurado en el cancionero checo, pero que es difícil concretar de donde surgieron. En el siglo XV el reformista Jan Hus impulsa de modo notable la canción religiosa en la capilla de Belén de Praga, y según los textos contemporáneos es compositor de varias piezas de la época.[44]

En el siglo XVI se instala el famoso órgano de la Catedral de San Vito. El emperador Fernando I funda en esta época la orquesta de la corte, que sus sucesores ampliarían posteriormente. De esta orquesta, formada por músicos de diversas nacionalidades, surgen varias canciones populares checas.[45]

En el siglo XVII la orquesta de la corte fue llevada a Viena aunque aún actuaban en Praga en ocasiones especiales. La ópera se estrenó en Bohemia en el año 1627 durante la coronación de Fernando II. Durante este siglo se empezaron a representar óperas en el país, pero ninguna compañía se estableció de modo permanente.[46]

Con la coronación en 1723 de Carlos VI se estrena en Praga Constanza e fortezza por Joseph Fux que impresiona al conde Spork que decide que se represente ópera de forma permanente en su teatro, bajo las órdenes de Antonio Denzio. En el siglo XVIII en paralelo se produce un auge de la música popular checa, que llega a influenciar a la música europea.[47]​ En esta época Mozart vivió durante algún tiempo en Praga y compuso Don Giovanni, La casa que ocupó al sur de Malá Strana, en el barrio Smíchov, hoy es un museo llamado Casa de Mozart. La ópera se estrenó en el Teatro Estatal de Praga.

El siglo XIX, el auge de Praga coincide con la mejor época musical de la ciudad. En esta época viven en Praga los compositores checos más célebres, Antonín Dvořák y Bedřich Smetana, quienes son los autores de las más célebres composiciones musicales checas, como la ópera La novia vendida.[48]

Herederos de Dvořák y Smetana son otros compositores que desarrollaron su carrera ya en el siglo XX como Josef Suk, que llegó a participar en las Olimpiadas de Los Ángeles en 1932 o Leoš Janáček. Tras la Primera Guerra Mundial surgió el movimiento antirromántico, del que cabe destacar al prolífico compositor Bohuslav Martinů, que desarrolló la mayor parte de su carrera fuera del país.[49]

La rica historia de Praga le permite tener grandes representaciones de diversos estilos arquitectónicos. Los barrios de Staré Město, Malá Strana y Hradčany reúnen palacios de gran valor artístico. Ya en el siglo X Praga era un importante centro comercial. En esa época existía un obispado, dos conventos de gran tamaño y una comunidad judía que habitaba en casas de piedra. En el siglo XIII comienza a utilizarse la piedra para las grandes construcciones para en el XIV, gracias a la influencia del rey Carlos IV, desarrollarse un estudiado diseño de Praga utilizando principalmente el estilo gótico que la convirtió en una ciudad hermosa y en centro político-cultural de Europa. De esta época son el edificio del Arzobispado y la Catedral de San Vito. Con los Habsburgo llega el renacimiento con construcciones tan originales como el Palacete de la Estrella y tan hermosos como el Palacio de la Familia Schwarzenberg o la Casa del Minuto. Tras la Guerra de los Treinta Años llegó un periodo de decadencia para renacer bajo los influjos del barroco, con muestras tan interesantes como la Residencia de Verano de la Familia Sternberken Troja o el Palacio Clam-Gallas.

En el siglo XVIII se impone el clasicismo francés y en la segunda mitad del siglo XIX se pasa a un estilo personal checo promovido por los componentes de la conocida como Generación del Teatro Nacional como se puede observar en la Casa de los Artistas y en el Teatro Nacional. Este estilo propio se desarrolla intensamente con la Feria conmemorativa del país en 1891 que da como frutos el Pabellón en hierro fundido que mandó construir el príncipe Hanavsky, el Palacio Industrial de Holešovice y el Mirador de la Colina.

Ya en el siglo XX se pasa al modernismo cuyas principales muestras son la Casa Municipal, el Hotel Europa, el Palacio de Exposiciones y la casa de Ginger y Fred.

Praga es cuna de varios renombrados escritores. Entre otros destacan Jan Neruda, Rainer Maria Rilke, Franz Kafka, Vladimír Holan, Bohumil Hrabal y Milan Kundera.

Neruda fue un poeta, cuentista, dramaturgo y novelista checo, uno de los principales representantes del realismo checo y miembro de la llamada Escuela de mayo. Su obra más reconocida es Cuentos de Malá Strana (1877), un libro de relatos sobre la pequeña burguesía praguense de aquel, por entonces, tranquilo barrio. Su apellido inspiró el seudónimo de Pablo Neruda a Ricardo Neftalí Reyes Basoalto, quien se tomó la libertad de cambiar su acentuación a grave. La calle donde nació lleva hoy día su nombre.

Rainer Maria Rilke es considerado uno de los poetas más importantes en lengua alemana y de la literatura universal. Sus obras fundamentales son las Elegías de Duino y los Sonetos a Orfeo. En prosa destacan las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Es autor también de varias obras en francés.

Kafka es uno de los escritores más importantes del siglo XX en lengua alemana. Su obra es una de las más influyentes de la literatura universal en el último siglo, a pesar de no ser muy extensa: fue autor de tres novelas (El proceso, El castillo y América), una novela corta, La metamorfosis, y un cierto número de parábolas y relatos breves. Además, dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos, la mayor parte publicados de forma póstuma. Gran parte de su obra fue publicada tras su muerte por su amigo y confidente, Max Brod. Su obra es expresiva, como ninguna otra, de las ansiedades y la alienación del hombre del siglo XX. El museo que lleva su nombre contiene las primeras ediciones de sus libros, así como correspondencia personal y audiovisual del escritor.

Vladimír Holan fue un poeta checo, nacido en Praga en 1905. Viajó y residió en varias ciudades europeas, publicando obras tanto en verso como en prosa, además de traducciones. En 1948 se trasladó a vivir al barrio praguense de Kampa, donde se encerró para el resto de su vida; quizá motivado en parte por el hecho de que en esta época su poesía fue acusada de formalismo decadente por las autoridades comunistas, por no responder al arte oficial que preconizaba el partido dirigente. Enclaustrado en su casita de Kampa, y ya convertido en un mito, comenzó a escribir sus obras más importantes (entre las que destacan Una noche con Hamlet, Dolor, En el último trance o Noche con Ofelia). El universo poético de Holan está cuajado de simbolismos, y su espacio habitual es el de la noche, en cuyo ámbito la realidad es misteriosa y fantasmal. Sus obsesiones y constantes preguntas arrojadas al mundo suponen una perenne interrogación por el secreto de la existencia, donde las fronteras entre lo posible y lo imposible, el sueño y la vigilia, la razón y la imaginación, no existen.

Hrabal, residente pero no natural de Praga, fue un destacado novelista checo, entre cuyas obras destacan Trenes rigurosamente vigilados (1964), Yo, que he servido al rey de Inglaterra (1971) y Una soledad demasiado ruidosa (Příliš hlučná samota, 1977). Trenes rigurosamente vigilados fue llevada al cine en 1966 y obtuvo el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Estudió Derecho en la Universidad Carolina de Praga. Su obra combina una sensible observación de los asombros de la vida cotidiana con una narración precisa en la que el humor nos lleva de puntillas sobre la tragedia.

Kundera es un novelista que tampoco nació en Praga pero estudió en la Universidad Carolina de Praga y dio clases de historia del cine en la Academia de Música y Arte Dramático desde 1959 a 1969, y posteriormente en el Instituto de Estudios Cinematográficos de Praga. Es un novelista cuya obra más conocida es La insoportable levedad del ser, por la que ha sido galardonado en diversas ocasiones.

Praga es un lugar excelente para disfrutar con el cine de animación. Son especialmente hermosos los espectáculos poéticos y cómicos de Karel Zeman que consiguió animar personajes de cristal y grabados en madera y las obras de Jirí Trnka, el maestro del género, que creó las cine-óperas y los cine-ballets.

Aparte de este especial cine de animación en Praga existen numerosas salas en donde se pueden ver películas, sobre todo, americanas y europeas en su propio idioma y subtituladas en checo. Las listas de películas se encuentran en los periódicos Prognosis y The Prague Post donde además figuran las direcciones de los cines.

Praga cuenta con unas buenas instalaciones deportivas y ha sido candidata a albergar los Juegos Olímpicos de 1924 y de 2016; para estos últimos quedó descartada en la preselección que realizó el COI el 4 de junio de 2008.[50]​ En abril de 2008 ha manifestado su intención de retrasar su candidatura.[51]

Entre sus instalaciones deportivas se encuentra el segundo estadio más grande del mundo, el Estadio Strahov, que puede albergar a 220 000 espectadores.[52]​ También destaca el Sazka Arena, construido en 2004 para el Campeonato del Mundo Masculino de Hockey sobre Hielo de 2004. Praga también es el escenario de la Maratón Internacional de Praga, creada en 1995 y que se ha convertido en una de las más prestigiosas maratones del mundo, y que se celebra en mayo, con representantes de más de 50 naciones. También ha acogido la Copa Mundial de Skateboarding y diversas competiciones internacionales de Floorball, deporte en el que la República Checa es una potencia, como el Campeonato del Mundo de Floorball en 1998 y 2008 y el Campeonato de Europa de Floorball en 2003.

Los principales equipos de fútbol de la capital checa son el Sparta de Praga y el Slavia de Praga, que suelen dominar la liga nacional. El Sparta de Praga ha ganado 10 de las 15 ligas disputadas desde la fundación de la República Checa.[53]

Praga es considerada como una de las ciudades más bellas del mundo.[54]​ En el año 2004 fue la sexta capital europea más visitada por los turistas, solo por detrás de Londres, París, Roma, Madrid y Berlín.[55]​ De acuerdo con un estudio más reciente, fue la vigésima ciudad mundial en recibir turistas en el año 2006. La mayor parte de los atractivos turísticos de la ciudad se concentran en los barrios que componen el casco histórico, es decir: Hradčany, Malá Strana, Staré Město y Nové Město. En 2015 los establecimientos hoteleros añaden una tasa de estancia de 0,60 € por día y persona a los turistas.

El distrito del castillo es el más antiguo de Praga. Sus principales atractivos turísticos son:

Otras atracciones turísticas son los Jardines del Castillo, el Palacio Salm, el Palacio Schwarzenberg, el Palacio del Arzobispo, el Palacio Sternberg, el Palacio Toscano, el Palacio Černín el Santuario del Loreto y la Iglesia de San Juan Nepomuceno.

El barrio de Malá Strana, que se puede traducir por el Lado Pequeño o Barrio Pequeño, está situado junto al Barrio del Castillo y está lleno de esplendorosos palacios, iglesias y plazas, que florecieron al abrigo de la nobleza del imperio. Los principales monumentos son:

También tiene mucho interés turístico la Calle Nerudova -en la que se encuentran el Palacio Bretfeld, el Palacio Thun-Hohenstein y el Palacio Moržin-, el Palacio de Lichtenstein, el Ayuntamiento del Distrito, el Palacio Smirickych, el Palacio Schönborn, el Palacio Lobkowicz, el Palacio Vrtba, la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria (Niño Jesús de Praga), la Iglesia de Nuestra Señora de la Cadena, la Iglesia de San José, el Palacio Wallenstein o la Torre Petřín.

Eje histórico de origen medieval, reúne algunos de los edificios más antiguos de la ciudad, que se erigen en torno a la Plaza del Ayuntamiento.

Otros atractivos turísticos son los restos del Karolinum, el Klementinum, el Rudolfinum, la Iglesia de San Nicolás, el Cementerio judío y el Convento de Santa Inés.

La Ciudad Nueva es una ampliación de la Ciudad Vieja que data del siglo XIV. Sus principales atractivos son:

Otros atractivos del distrito son la Torre de la Pólvora, la calle Na Prikope, la Casa Municipal, el Teatro Nacional o la Plaza de Carlos.

El transporte público de Praga incluye el Metro de Praga, tranvías, autobuses, el funicular Petřín que asciende al monte Petřín, un telesilla en el Zoo y tres transbordadores. El sistema está integrado como ‘’Transporte urbano integrado de Praga’’[57]​ y está administrado por Dopravní podnik hl. m. Prahy, a.s. y otras empresas.

El tráfico en Praga no es muy seguro. La República Checa figura en el sexto lugar de Europa por la peligrosidad de sus carreteras.[58]​ A finales de los 90 el número de vehículos para uso privado creció de modo exponencial, llegando al 85% de incremento a lo largo de la década.[59]​ Desde entonces los problemas asociados al tráfico son comunes en Praga, pese a que el 57% de la población utiliza el transporte público para desplazarse.[60]

Cerca de Praga se encuentra el aeropuerto de Praga-Václav Havel. Fue inaugurado en 1937 y está ubicado a 10 kilómetros de la capital. Es el aeropuerto más grande de la República Checa, contando con cuatro terminales —Norte 1, Norte 2, Sur 1 y Sur 2—, aunque habitualmente solo se utilizan los dos primeros. Es el más frecuentado de la Europa Central y Oriental con 10.8 millones de pasajeros en 2005.[actualizar][61]​ Es el centro de comunicaciones de la aerolínea Czech Airlines.

El transporte público desde y hacia el centro de Praga consiste en tomar el autobús número 119 hasta la estación del subterráneo Dejvická y realizando un transbordo a la Línea Verde (Línea A) del subterráneo, o el expreso número 100 hasta la estación del subterráneo Zličín de la Línea Amarilla (Línea B), aunque lejos del centro. Un viaje típico implica unos 40 minutos.

Otros servicios de autobús son:

También hay otros servicios de autobús que operan después de la medianoche, cuando las líneas de subterráneo dejan de operar.

Desde el 11 de diciembre de 2005 la línea AE (Airport Express o Expreso Aeropuerto) realiza el trayecto Estación de Praga-Holešovice - Terminal Norte 1 - Terminal Norte 2 - AP Ruzyně; presta servicio todos los días, desde las 5.00 a las 22.00 horas, con un intervalo de 30 minutos; la tarifa especial es de 45 CZK.

Uno de los premios más importantes que recibió el Aeropuerto Internacional de Ruzyně incluye el Diploma y Medalla de Oro recibidos en 1937 en ocasión de la Exposición Internacional de Artes y Técnicas realizada en París en el año 1937 por la concepción técnica del aeropuerto central, especialmente la arquitectura de su edificio para el check-in (actual Terminal Sur 1) diseñado por el arquitecto Ingeniero A. Beneš.

El antiguo aeropuerto de Praga está situado en el suburbio de Kbely. Tras la Segunda Guerra Mundial se dedica exclusivamente a vuelos militares. Existen otros dos pequeños aeropuertos en Praga, dedicados a vuelos nacionales o como aero clubs; son los de Letňany y Točná.

Praga es el centro del sistema ferroviario de la República Checa, ofreciendo transporte a cualquier parte del país.

También tiene dos estaciones internacionales, Hlavní nádraží (también conocida por Wilsonovo nádraží) y Praha-Holešovice. Hay otras dos importantes estaciones en la ciudad, donde también paran muchos de los trenes con destinos nacionales, Praha-Smíchov y Masarykovo nádraží. Por último hay varias estaciones más de menor categoría.

El metro de Praga está compuesto por tres líneas: línea A o verde, línea B o amarilla y línea C o roja, y 55 estaciones. Su longitud es de 54 kilómetros. Existen intersecciones entre las tres líneas en las estaciones de Můstek —líneas A y B—, Florenc —líneas C y B— y Muzeum —líneas A y C—. El metro empezó a funcionar el 9 de mayo de 1974 y actualmente transporta aproximadamente a 500 millones de pasajeros anuales.

El tranvía de Praga cuenta con 26 líneas diurnas y 9 nocturnas, 628 paradas y 553 kilómetros de vías. El tranvía empezó a funcionar en Praga en 1875, por entonces tirado por caballos. En 1901 se inauguró el primer tranvía eléctrico, que finalmente desplazó al de tracción animal en 1905. A día de hoy lo utilizan más de 300 millones de pasajeros anualmente.

Praga tiene 180 líneas de autobuses diurnos y 16 nocturnos, con 2510 paradas en total. El primer autobús urbano empezó a circular en 1908, pero por diversos problemas técnicos su uso fue suspendido hasta 1925 cuando volvió a funcionar. A día de hoy lo utilizan más de 300 millones de pasajeros anualmente.

Praga está dividida en tres sectores donde operan varias empresas de servicios de taxi, algunas de ellas ofrecen servicio telefónico de reserva. También existen taxistas clandestinos, que son famosos por aprovecharse de los turistas cobrando un sobreprecio. Este hecho es mencionado en la guía Lonely Planet y fue causa de un reportaje de la CNN.[62]

La esperanza de vida de las mujeres en Praga fue de 80.36 años y el de los hombres 75.21 años en 2006, lo que supone un aumento que se ha mantenido en las últimas décadas. El índice de mortalidad infantil también es muy bajo, con 2.6 fallecimientos por cada 1000 niños. Estos valores son mejores que los del resto del país debido a los mejores servicios médicos y patrones de conducta saludables.[23]

Los principales centros de salud de la República Checa están concentrados en Praga. Muchos de ellos están especializados en un área sanitaria específica y atienden tanto a pacientes de la capital como del resto del país. Al contrario de lo que sucede en el resto del país, la mayoría de los centros sanitarios son públicos.[23]​ Sin embargo en 2008 el gobierno de la República Checa aprobó una ley por la cual hay que pagar una modesta cantidad de dinero para poder ser atendido por un médico público. Con esta medida se pretende ahorrar dinero de las arcas públicas y reducir el número de consultas, ya que la República Checa tenía el mayor índice de consultas de Europa.[63]

Según el Instituto de Información Sanitaria y Estadísticas de la República Checa, Praga cuenta con 8896 médicos y 64.174 camas de hospital, lo que representa una tasa de 8.65 médicos y 62.38 camas por cada 10 000 habitantes.[64]

La ciudad de Praga tiene 2100 hectáreas de áreas protegidas, divididas en 89 áreas, de las que varias son Monumentos Naturales Nacionales –Barrandovské skály, Cikánka I., Dalejský profil, Lochkovský profil, Požáry, U Nového mlýna y Černá rokle-.[23]

No obstante, la cantidad de vegetación y parques dentro del casco urbano de la ciudad es bastante pobre. El Ayuntamiento de Praga está tratando de aumentar las zonas verdes de la ciudad.[23]

La calidad del aire en el centro de la ciudad es baja, así como en sus proximidades. El principal problema de la ciudad es la emisión de partículas sólidas en suspensión, provocada por los vehículos de motor. Algunos indicadores medioambientales han mejorado en la década de 1990 y 2000, como es el caso de las emisiones de gases de las industrias, y en especial las del dióxido de azufre, pero otros como la contaminación generada por los vehículos, ha aumentado.[23]

El incremento de tráfico rodado también ha disparado la contaminación acústica.

Praga esta presente en numerosas obras artísticas de autores de todo el mundo. La canción Cristales de Bohemia, de Joaquín Sabina, está dedicada a Praga. El álbum en el que se encuentra esta canción, Vinagre y rosas, fue producido en las ciudades de Praga, Madrid y Rota.

Praga también es la ambientación de la primera parte del videojuego Vampire: The Masquerade – Bloodlines.




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