República Albanesa (en albanés: Republika Shqiptare) fue el nombre oficial del estado que suplantó al Principado de Albania tras la aprobación de una constitución republicana el 31 de enero de 1925, hasta la proclamación del Reino de Albania en septiembre de 1928. A pesar de que Albania era nominalmente independiente, se convirtió en un protectorado de facto del Reino de Italia tras la firma de los Tratados de Tirana en 1926 y 1927. Su único presidente, el autócrata Ahmet Zogu, fue proclamado rey de Albania al año siguiente, acontecimiento que puso fin a la efímera república.
Tras la abolición de la monarquía, luego de muchos años siendo un principado sin príncipe, se proclamó la República Albanesa. El 25 de enero de 1925, unos días antes de la declaración, la Asamblea Constituyente nombró a Ahmet Zogu primer presidente de Albania para un mandato de siete años. El gobierno de Zogu siguió el modelo europeo, aunque en la práctica se conservaban todavía diversos aspectos sociales de la dominación otomana sobre el país, y la mayoría de las aldeas eran plantaciones donde regían los antiguos señores feudales. El 28 de junio de ese mismo año, Zogu cedió a Yugoslavia el monasterio de Sveti Naum como gesto de reconocimiento a la ayuda yugoslava, a cambio de unas pequeñas aldeas y otras concesiones menores.
Durante su mandato, Zogu promulgó una serie de reformas importantes. Su principal aliado durante este período fue Italia, que prestó sus fondos del gobierno a cambio de un mayor papel en la política fiscal de Albania. Durante la presidencia de Zogu, la servidumbre fue eliminada gradualmente. Por primera vez desde la muerte de Skanderbeg, Albania comenzó a surgir como nación, en lugar de ser un territorio dividido sometido a los beys locales. Su administración se vio afectada por los conflictos con los dirigentes kosovares, principalmente Hasan Prishtina y Bajram Curri. Sin embargo, la Albania de Zogu era un Estado policial, en el cual las libertades civiles estaban severamente restringidas, la prensa estaba amordazada y los disidentes políticos eran perseguidos. Zogu concentró en sus manos todos los poderes del Estado; tenía el derecho de nombrar hasta un tercio los diputados de la Cámara Baja del Parlamento.
El 2 de septiembre de 1928, la constitución republicana fue suprimida, y Zogu fue proclamado rey de Albania con el nombre de Zog I. Sin embargo, a pesar de que teóricamente era una monarquía constitucional, en la práctica Zog conservó los poderes dictatoriales que había tenido durante su presidencia.
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