La República de Nóvgorod (en ruso, Новгоро́дская республика; tr.: Novgoródskaya respúblika) fue un extenso estado medieval que ocupaba territorios de la actual Rusia, desde el mar Báltico hasta los montes Urales, entre los siglos XII y XV. Su capital era la ciudad epónima de Nóvgorod.
Nóvgorod funcionó como la capital original del pueblo Rus hasta 882, cuando Oleg transfirió su administración a Kiev. Desde esta fecha hasta 1019-1020, Nóvgorod fue parte del Rus de Kiev. Los príncipes de Nóvgorod eran nombrados por el Gran Príncipe de Kiev (usualmente uno de sus hijos mayores). Nóvgorod era una especie de centro espiritual por la leyenda de haber sido la primera ciudad de Rus, y todavía posee las reliquias de las creencias tradicionales que precedieron al cristianismo y que hoy forman parte de la historia olvidada.
Nóvgorod jugó continuamente un importante papel en la política del Rus. Asistió a Vladímir I de Kiev, y más tarde fue fundamental en el acceso al trono de Yaroslav I el Sabio. Por eso, uno de las primeras acciones de este fue garantizar a los leales novgorodianos numerosas libertades y privilegios, que sentaron las bases para la futura República de Nóvgorod. Mientras todavía formó parte del Rus de Kiev, Nóvgorod se convirtió en un poderoso centro regional, ampliamente independiente, ya que la ciudad tenía un gobierno más participativo que el resto del Rus, y podía elegir a sus funcionarios locales. Aun así, fue parte muy importante del panorama político y cultural del Rus de Kiev.
Las tendencias de Nóvgorod a separarse del Rus de Kiev se manifestaron en la primera mitad del siglo XI. Los boyardos de Nóvgorod eran los principales promotores de la separación, con el apoyo de la población urbana que debía pagar tributo a Kiev y equipar a las tropas para sus campañas militares. En los primeros años del siglo XII, Nóvgorod empezó a invitar a diferentes Knyaz (príncipes) para gobernar la ciudad sin solicitar consejo o confirmación del Príncipe de Kiev. En 1136, los boyardos y los principales mercaderes obtuvieron la independencia política, al despedir al príncipe Vsévolod de Pskov, y en el siguiente siglo y medio fueron capaces de invitar y despedir a numerosos príncipes, aunque estas acciones se basaban en quién fuera el príncipe dominante de la Rus, y no en un pensamiento de independencia por parte de Nóvgorod.
Ciudades como Stáraya Russa, Stáraya Ládoga, Torzhok y Oréshek se colocaron bajo el dominio de Nóvgorod. La ciudad de Pskov era parte de la República de Nóvgorod en el siglo XII aunque comenzó a reclamar su independencia a mediados del siglo XIII. La independencia de Pskov fue reconocida por el tratado de Bólotovo en 1348. Entre los siglos XII y XV la República de Nóvgorod se fue expandiendo al este y noreste. Los nóvgorodianos exploraron las áreas del lago Onega, el río Dvina Septentrional, y las costas del mar Blanco. Las tribus úgricas, que habitaban el norte los Urales, debieron pagar tributo a Nóvgorod. Las tierras al norte de la ciudad, ricas en pieles, fauna marina y salinas, fueron de gran importancia económica para la República de Nóvgorod.
La constitución precisa de la República medieval de Nóvgorod es incierta, aunque la historia tradicional ha creado la imagen de una red altamente institucionalizada de veches (asambleas públicas), y un gobierno de posádniks (alcaldes), týsiatski (originalmente, el jefe de la milicia ciudadana, pero luego, un funcionario judicial y comercial), otros miembros de las familias aristocráticas, y el arzobispo de Nóvgorod.
Algunos eruditos argumentan que el arzobispo era la cabeza de la rama ejecutiva del gobierno, aunque es difícil determinar las competencias exactas de los funcionarios. Es posible que hubiera un "Consejo de Señores" (Совет Господ), presidido por el arzobispo, que se reuniría en el palacio episcopal (a partir de 1433, en el Palacio de las Facetas),
pero más recientemente, Jonas Granberg ha puesto en duda si tal órgano existió en realidad; argumenta que es, de hecho, una invención de historiadores que han leído demasiadas fuentes dispersas. Los ejecutivos (al menos nominales) de Nóvgorod eran siempre los príncipes, invitados por los novgorodianos de los estados vecinos, aunque se cree que su poder se desvaneció en el siglo XIII y comienzos del siglo XIV. No está claro si el arzobispo de Nóvgorod era el verdadero jefe del Estado o el jefe ejecutivo de la República, pero en cualquier caso, era un importante funcionario de la ciudad; además de supervisar la Iglesia en Nóvgorod, encabezó las embajadas, supervisó ciertos casos judiciales de carácter secular, y llevó a cabo otras tareas seculares, pero los arzobispos parecen haber trabajado con los boyardos para alcanzar un consenso, y casi nunca actuaron solos. El arzobispo no era nombrado, sino elegido por los novgorodianos, y aprobado por el obispo metropolitano de Rusia.
Otro ejecutivo importante era el posádnik, que presidía el veche, co-presidía las cortes, junto con el Príncipe, supervisaba la recaudación de impuestos, y gestionaba los asuntos corrientes de la ciudad. La mayoría de las decisiones importantes del Príncipe debían ser aprobadas por el posádnik. A mediados del siglo XIV, en lugar de un posádnik, el veche comenzó a elegir seis. Estos seis posádniks conservaron sus estatus de por vida, y cada año elegían de entre ellos a un jefe posádnik.
La composición exacta del veche también es incierta, aunque parece haber comprendido tanto a miembros de la población urbana como de la rural. Si fue una institución democrática o estuvo controlada por los boyardos, ha sido objeto de debate. Los posádniks, týsiatskis, e incluso los obispos y arzobispos de Nóvgorod
eran a menudo elegidos, o al menos aprobados por el veche. La República luchaba contra la expansión sueca y el feudalismo alemán. Desde mediados del siglo XII, los suecos fueron invadiendo las tierras finesas en las cuales algunas poblaciones debían pagar tributo a Nóvgorod. Nóvgorod fue a la guerra con los suecos en veintiséis ocasiones y con los Hermanos Livonios de la Espada, once. También rivalizaba con el Principado de Vladímir-Súzdal por la hegemonía en norte del Rus. Aprovechando la invasión mongola de Rusia, los Caballeros de la Orden Teutónica, aliados con daneses y suecos, comenzaron a atacar los territorios novgorodianos en 1240. Sus campañas fracasaron con la batalla del Neva en 1240 y la batalla del lago Peipus en 1242.
El 12 de agosto de 1323 fue firmado el Tratado de Nöteborg entre Suecia y Nóvgorod, regulando las fronteras. Este fue el primer tratado entre la futura Rusia y el reino de Suecia.
La República logró evitar la invasión de la Horda de Oro, aunque debió pagar tributo a ésta hasta que se crearon principados moscovitas que servían de contención.
Tver, Moscú, y Lituania (después, la Mancomunidad polaco-lituana) trataron de subyugar a la República desde el siglo XIV.
Al convertirse en Gran príncipe de Vladímir, Mijaíl Yaroslávich, siendo príncipe del Principado de Tver, envió sus gobernantes a Nóvgorod sin previa autorización de los ciudadanos. Este incidente empujó a Nóvgorod a estrechar sus lazos con Moscú. Iván I, Simeón I y otros grandes príncipes moscovitas trataron de limitar la independencia de Nóvgorod. Así fue como en 1397 estalló un serio conflicto, al anexar Moscú las tierras a lo largo del río Dvina Septentrional -aunque en 1398 este territorio fue devuelto a Nóvgorod.
Ante el avance moscovita la mayoría de los boyardos propugnaban la unificación con el Gran Ducado de Lituania. Este grupo era llamado el “partido lituano”, y era liderado por Marfa Borétskaya, viuda del posádnik (alcalde) Isaac Boretsky. A iniciativa de este partido las autoridades de la ciudad invitaron al príncipe Mijaíl Olékovich y le propusieron desposar a Marfa Borétskaya y conducir la República. El gobierno de Nóvgorod también realizó una alianza con Casimiro IV Jagellón, Gran Duque de Lituania. La perspectiva de una nueva alianza, con el Reino Unido de Polonia y el Gran Ducado de Lituania, causó gran conmoción entre el pueblo de la república. Las autoridades moscovitas trataron de sacar partido de las discordias dentro de la República y le declararon la guerra. El ejército moscovita consiguió una victoria decisiva en la Batalla de Shelón (1471), aunque Nóvgorod pudo mantener una limitada independencia formal por 7 años más. En 1478 Iván III envió su ejército a sitiar Nóvgorod: el sitio terminó con una masacre de la población y la destrucción del veche (asamblea popular) incluyendo su biblioteca y sus archivos. La campana con la que se convocaba el veche, el símbolo de la independencia de Nóvgorod, fue llevada a Moscú. Este hecho se considera el acto final de la República de Nóvgorod.
Mercado de Nóvgorod (con el Kremlin al fondo) pintado por Apollinary Vasnetsov
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