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Santa Anita Zacatlamanco



Santa Anita es un Pueblo originario del oriente de la Ciudad de México, correspondiente a la Alcaldía Iztacalco, que tiene su origen en un asentamiento prehispánico conocido como Zacatlamanco Huéhuetl. Se caracteriza por su celebración de Huey-izkal-ilhuitl (Huey = gran o grande, izkal = renovación o resurgimiento, ilhuitl = fiesta Lo cual seria Gran Fiesta de la renovación o del resurgimiento ) que se lleva a cabo el 21 de marzo y data de la época prehispánica;[1]​ así como por su iglesia dedicada a Santa Ana, que alberga la mayor cantidad de obras de arte de entre los templos de la demarcación.

Oficialmente Santa Anita Zacatlamanco es una Colonia de la Ciudad de México (Colonia Santa Anita) y se encuentra dentro de la demarcación política de Iztacalco, al oriente de la ciudad y sus límites son al Norte el Viaducto Río de la Piedad, al Este la calle Coyuya, al Oeste la Calzada de la Viga y al Sur la Avenida Plutarco Elías Calles.

Según el códice Xólotl, Iztacalco, Zacatlamanco y Mixhuca fueron los últimos lugares que tocó la peregrinación de los aztecas en busca de la señal de su dios Huitzilopochtli. A la llegada de los españoles Zacatlamanco era un pequeño asentamiento indígena ubicado en un islote y rodeado de chimampas. Después de la conquista de México los franciscanos establecieron en ese lugar una capilla de visita dedicada a Santa Ana. De acuerdo con el códice Santa Anita Zacatlamanco fue el virrey Antonio de Mendoza junto con los representantes de la parcialidad de San Juan Tenochtitlan quien lo reconoció como pueblo y le dio a sus habitantes los derechos de posesión de sus tierras. Durante todo el periodo colonial, Santa Ana Zacatlamanco estuvo sujeto a la jurisdicción de la parcialidad, de la cual fue tributario.[2]

La ubicación privilegiada del pueblo, justo junto al canal de la viga, convirtió a Santa Anita en una población de importancia, ya que el canal conectaba la ciudad de México con los lagos de Chalco y Xochimilco y sus pueblos y Santa Anita era paso obligado para las embarcaciones provenientes de los pueblos lacustres como Xochimilco, Mixquic y Tulyehualco. A principios del siglo XVII se estableció la alhóndiga de la Ciudad de México en el barrio de la Merced que era el punto donde entraba el canal de la viga a la ciudad; esto propició que Santa Anita se convirtiera en una de las zonas chinamperas abastecedoras de verduras y hortalizas de la Ciudad de México, actividad que duró casi 400 años.

En 1771 el Arzobispo Lorenzana realizó una reforma parroquial, y como parte de esta, las vicarías de la parroquia de San José de los Naturales a la cual pertenecía la capilla de Santa Anita Zacatlamanco, pasaron al nuevo curato de San Matías Ixtacalco el cual comprendía los pueblos sujetos a la jurisdicción de la parcialidad de San Juan Tenochtitlan[3]

En 1765 llega el visitador José de Gálvez a la Nueva España, con la intención de iniciar reformas económicas y tributarias. Una de ellas fue la reforma administrativa de las finanzas de las ciudades y pueblos españolas e indígenas. El visitador redactó reglamentos para varias ciudades y en 1773 se empezaron a elaborar reglamentos para los pueblos de indios, conocidos como reglamentos de bienes de comunidad. Tanto para poblados o ciudades españolas como indígenas, se exigió una disminución de gastos y un aumento de ingresos, así como el envío de excedentes a las cajas reales y lo más importante se limitaba el gasto para fiestas y el número de estas. Entre otras cosas se prohibían usar dinero de las cajas comunales para flores, cohetes y comidas comunitarias y ordenaban el establecimiento de una escuela con su respectivo maestro a los lugares que pudieran costearlo.[4]

En el caso de Santa Anita, la escuela fue costeada por la caja de la comunidad y construida a mediados de la década de 1780, con un diseño del afamado arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres y consistía en un dormitorio con cocina para el maestro, un salón para los niños, y la “amiga” o “miga”, que eran las escuelas de niñas indígenas atendidas por beatas.[5]

En 1785, el virrey Bernardo de Gálvez ordenó trazar una vía junto al canal, que iba desde la iglesia de San Pablo hasta la Garita de la Viga, lo que fue concluido hasta el mandato del II Conde de Revillagigedo en un primer tramo de aproximadamente kilómetro y medio y treinta metros de diámetro.[6]​ Recibió, en distintos épocas, también los nombres de Paseo Revillagigedo (por Juan Vicente de Güemes), Paseo Juárez[7]​ y Paseo de Ixtacalco.[6]​Las familias caminaban por el paseo que del lado occidental tenía residencias y puestos de vendimia. También montaban caballos, recorrían el paseo en carruajes en la vía aplanada o lo navegaban en embarcaciones de pasajeros.

La principal festividad de Santa Anita se llevaba a cabo el viernes de dolores desde tiempos coloniales, a esta popular y colorida celebración acudieron personajes como Gemelli Careri, Alexander Von Humboldt y Joel R. Poinsett, y escribieron sobre ella personajes como Madame Calderón de la Barca, Florencio María del Castillo, Ignacio Manuel Altamirano, Manuel Payno, Luis Castillo Ledón, Artemio de Valle Arizpe y Luis González Obregón.[8]

En 1820 el Virrey Juan Ruiz de Apodaca jura la constitución de Cádiz, la cual establece la igualdad de derechos entre peninsulares y americanos y por tanto ordena la abolición de las parcialidades y su integración como ayuntamientos españoles. Un año después se proclama la Independencia de México, pero la situación de las parcialidades no cambió. La parcialidad de San Juan Tenochtitlan y su juzgado fueron abolidos y los barrios adyacentes a la ciudad fueron incorporados al Ayuntamiento de México, mientras que los pueblos que pertenecían a su jurisdicción como fue el caso de Santa Anita, fueron desincorporados y formaron gobiernos propios. El 27 de noviembre de 1824 el congreso emitió un decreto por el cual los bienes que pertenecían a las parcialidades se entregarían a los pueblos que las formaban como propiedad que les pertenece.[9]

Aproximadamente en el año de 1855 se organizaron las prefecturas y municipalidades del distrito de México, por lo que Iztacalco quedó conformado por distintos pueblos, entre ellos el pueblo de Santa Anita.

El paseo de la viga convirtió al canal en un sitio recreativo, que se convirtió en el paseo favorito de la sociedad mexicana de principios del siglo XIX hasta los años treinta del siglo XX, cuando fue cegado.

Al respecto del paseo y del pueblo Madame Calderón de la Barca escribió:

En 1888 el compositor Juventino Rosas escribió en Santa Anita su obra Sueño de las Flores.[8]

En 1899 los pioneros del cine Mexicano Guillermo y Manuel Becerril filman en Santa Anita la "vista" Paseos en Santa Anita.

En 1913 el pintor Alfredo Ramos Martínez fue nombrado director de la Academia nacional de bellas artes y fundó en Santa Anita la Escuela de Pintura al Aire Libre, conocida como El Barbizón, nombre que hacía referencia a la Escuela de Barbizon en Francia. El objetivo de la escuela era alejarse de los academicismos y formalismos porfirianos, utilizar como modelo la naturaleza, el entorno cotidiano y David Alfaro Siqueiros fue uno de sus promotores principales. La vida de la escuela fue efímera ya que fue cerrada tan sólo un año después de su apertura por el Dr. Atl quien quedó a cargo de la Academia de Bellas Artes en 1914. Aunque la escuela fue considerada en su momento un proyecto novedoso, también generó polémica entre los críticos de arte de la época. La escuela tuvo como estudiantes a artistas como Lola Cueto, Ramon Alva de la Canal, Emilio Amero y Agustín Lazo Adalid.

A principios del siglo XX comenzó la decadencia del canal de la Viga y la zona chinampera central. El aumento de población provocó la expansión de la ciudad al oriente, lo que llevó a la ocupación de tierras sin planeación con fines industriales y residenciales y con estos asentamientos vino la necesidad de más avenidas y la entubación de los ríos. El canal de la viga perdió caudal hasta convertirse paulatinamente en un lecho cenagoso y posteriormente en basurero. Fue declarado de alto riesgo para la salud pública y a partir de 1940 comenzó a ser rellenado.[6]​ En 1957 fue pavimentado y se convirtió en la Calzada de la Viga.

Con la desecación del canal de la Viga, el pueblo de Santa Anita perdió sus canales y sus chinampas y para los años sesenta las tierras restantes fueron fraccionadas y urbanizadas y el pueblo fue dividido en varias colonias, quedando delimitada la parte más antigua del pueblo como la colonia Santa Anita.

Santa Anita es una colonia, cuyos habitantes más antiguos luchan por conservar sus tradiciones y festividades. Aun sus pobladores originarios se conocen por familias, aunque ha llegado gente externa, a partir de la creciente urbanización y creación de cada vez más departamentos, ha llegado más gente de otras partes que buscan la por ubicación, pues está bien conectada por vialidades importantes como viaducto, calzada de la viga, congreso de la unión y Plutarco Elías Calles, además de contar con metro, metrobús, rutas de microbuses, camiones de rtp.

A principios de la década del 2000, surgen varias propuestas para recuperar el canal de la Viga, o algunos de sus tramos, siguiendo el modelo del río de San Antonio en Texas con el fin de regresarle en parte su paisaje histórico a los barrios tradicionales del pueblo de Iztacalco y Santa Anita y contar con un río vivo para la zona central de la Ciudad de México. Uno de los argumentos es que el canal de la viga era el último tramo del río Ameca, el cual baja del volcán Iztaccíhuatl y que de los 72 kilómetros de este, solo los últimos diez correspondían al canal de la viga, por lo que aún existen 62 kilómetros del canal que van desde ermita Iztapalapa a las faldas del Iztaccíhuatl[11]​ donde nace el río Ameca y algunos de estos tramos se encuentran a cielo abierto y han sido recuperados, como por ejemplo el Canal Nacional. La propuesta aún no ha sido considerada por el Gobierno del Distrito Federal

La fiesta principal de Santa Anita se lleva a cabo el 26 de julio y es la fiesta de Santa Ana de Nazaret, la patrona del barrio, la cual es conocida por los lugareños como “nuestra abuelita". También se celebran el carnaval y una festividad conocida como Ue-izkal-ilhuitl (fiesta de los retoños o fiesta de primavera) que destaca por su origen prehispánico.

Se lleva a cabo el 21 de marzo en la Plaza Hidalgo. Las personas que acuden a participar en esta festividad se reúnen en la plaza vestidas de blanco o de blanco con azul, lo que representa el agua. A las doce del día se lleva a cabo una ceremonia en la que se festeja la llegada de la primavera, se toca música prehispánica empleando instrumentos como el caracol, el Teponaztli, el Huéhuetl y otros.[12]

Los canales de Santa Anita y la fiesta del viernes de dolores fueron tema recurrente en la obra de los pintores Joaquín Clausell y Diego Rivera

Sobre la avenida Eje 2 Oriente Congreso de la Unión (a dos cuadras de la Plaza Hidalgo) se encuentra la estación Santa Anita del Metro de la Ciudad de México que corresponde a las líneas MetroDF Línea 4.svg y MetroDF Línea 8.svg



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Comentarios
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Mar:
Toñita mi abuelo quien vivió 100 años en canal nacional 129, siempre añoro los canales frente a su casa
2022-10-09 11:40:25
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