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Selva amazónica



La Amazonia, también denominada Amazonía[1]​ (en portugués: Amazônia, en francés: Amazonie, en inglés: Amazonia, en neerlandés: Amazone), es una vasta región de la parte horizontal y septentrional de América del Sur que comprende la selva tropical de la cuenca del río Amazonas. Las adyacentes regiones de las Guayanas y el Gran Chaco también poseen selvas tropicales, por lo que muchas veces se las considera parte de la Amazonia.

Esta selva amazónica es el bosque tropical más extenso del mundo.[2]​ Se considera que su extensión llega a los 7 000 000 km² repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Bolivia, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y Ecuador.[3]​ La Amazonia se destaca por ser una de las ecorregiones con mayor biodiversidad en el planeta.[cita requerida] Además, la Amazonia apoya a la regulación del ciclo de carbono y del cambio climático. Las anomalías que suceden en cuanto a aumento en la tasa de están en sincronía con periodos secos en grandes partes del Amazonas, por lo tanto, el Amazonas actúa como un medidor atmosférico global de .[4]

El 11 de noviembre de 2011 la selva amazónica fue declarada una de las siete maravillas naturales del mundo.[5]

La selva Amazónica se desarrolla alrededor del río Amazonas y de su cuenca fluvial. Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de una vegetación tupida y exuberante, siempre verde. El título de el Pulmón del Planeta[6]​ que ostenta la Amazonia no es casualidad, ya que mantiene un equilibrio climático: los ingresos y salidas de CO2 y de O2 están equilibrados. Los científicos ambientalistas concuerdan en que la pérdida de la biodiversidad es resultado de la destrucción de la selva, y que se evidencia con la aparición en el área del río Caquetá a un sistema anterior del bosque selvático en el cual se utilizaron suelos de forma permanente “tierras prietas” gracias a su progresivo abono y por lo que así evitó las migraciones.

Toda la flora de la selva tropical húmeda sudamericana está presente en la Selva Amazónica. Existen en ella innumerables especies de plantas todavía sin clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios y millones de insectos.

Entre los mamíferos, el Amazonas posee enorme cantidad de especies, como los monos, el jaguar, el puma, el tapir y los ciervos. En sus aguas viven dos especies de delfines, como el delfín rosado.

Se encuentran reptiles con gran cantidad de especies de tortugas acuáticas y terrestres, caimanes, cocodrilos, y multitud de serpientes, entre ellas la anaconda —el mayor ofidio del mundo—, etc.

No hay otro ecosistema en el mundo[7]​ con tanta cantidad de especies de aves; entre estas destacan los guacamayos, tucanes, las grandes águilas como el águila harpía, y otras muchas especies, en general de coloridos plumajes. Un 20% de las especies mundiales de aves se halla en el bosque amazónico.

Para los aficionados al acuarismo, se trata de una fuente que provee la mayor cantidad de especies piscícolas que hoy en día pueblan los comercios y acuarios del planeta.

Un 20% de las especies mundiales de plantas se halla en el bosque amazónico. En las lagunas a lo largo del río Amazonas florece la planta Victoria amazónica, cuyas hojas circulares alcanzan más de cuatro metros de diámetro. Está constituido por los bosques donde se encuentran una cantidad increíble de árboles de todo tipo: itahuba, caricari, tajibos, cedro, ruta barcina, mandrilo y otros. El 50% de las especies de madera son exóticas.

Existen muchas especies de plantas medicinales que pueden curar toda clase de enfermedades como ser: úlceras, asma, mordeduras de víbora, problemas sanguíneos, apendicitis, problemas cardíacos, respiratorios, dentales, problemas digestivos y otros.

En algunas lagunas también existen variedades de lilaceas muy llamativas como la Victoria amazónica que llega a medir hasta los 2 metros de diámetro que es la planta acuática más grande del mundo.

Flores silvestres de increíble belleza y variedad que dan colorido a la zona, y pueden ser encontradas a lo largo de toda la zona desde los ríos hasta el monte.

La selva amazónica es la selva tropical más grande del mundo, con una superficie de 5.500.000 km². Representa más de la mitad de las selvas tropicales del planeta y comprende el tramo más grande y con mayor biodiversidad de la selva tropical en el mundo. Esta región incluye territorio perteneciente a nueve naciones. La mayor parte del bosque está contenido dentro de Brasil, con un 60%, seguido de Perú con un 13%, Colombia con un 10%, y con pequeñas cantidades en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Surinam y Francia (Guayana Francesa).

El sector ganadero de la Amazonía brasileña, incentivado por los comercios internacionales de carne y cuero,[8]​ ha sido responsable de aproximadamente el 80% de toda la deforestación en la región,[9][10][11]​ o aproximadamente el 14% de la deforestación anual total del mundo, lo que lo convierte en el mayor impulsor individual de deforestación del mundo.[12]​ En 1995, el 70% de las tierras anteriormente boscosas en la Amazonía y el 91% de las tierras deforestadas desde 1970 se habían convertido para la ganadería.[13][14]​ Gran parte de la deforestación restante en el Amazonas se debe a que los agricultores limpiaron la tierra (a veces utilizando el método de tala y quema) para la agricultura de subsistencia a pequeña escala[15]​ o tierras de cultivo mecanizadas que producen soja, palma y otros cultivos.[16]

Más de un tercio de la selva amazónica pertenece a más de 3.344 territorios indígenas formalmente reconocidos. Hasta 2015, solo el 8% de la deforestación amazónica ocurría en bosques habitados por pueblos indígenas, mientras que el 88% ocurría en menos del 50% del área amazónica que no es territorio indígena ni área protegida. Históricamente, los medios de vida de los pueblos indígenas amazónicos han dependido del bosque para obtener alimentos, refugio, agua, fibra, combustible y medicinas. El bosque también está interconectado con su identidad y cosmología. Por esta razón, las tasas de deforestación son más bajas en los territorios indígenas, a pesar de las presiones que fomentan que la deforestación sea más fuerte.[17]​ Muchos pueblos indígenas están siendo afectados por la deforestación en la Amazonía, ya que tienen sus hogares en la selva y viven de la tierra. La deforestación y los incendios intencionales ponen en peligro sus vidas.

La principal característica sudamericana es el gran desequilibrio en su distribución demográfica. Mientras la inmensa mayoría se concentra en la costa, enormes regiones del interior quedan prácticamente deshabitadas. Otra característica del subcontinente sudamericano, es su alta tasa de población urbana: tres de cada cuatro latinoamericanos viven en una ciudad.[cita requerida] La selva amazónica peruana, colombiana y brasileña, no escapa a esta realidad; la mayoría de pobladores de la región amazónica se concentran en las ciudades al pie del río Amazonas: Iquitos, Leticia, Manaus y Belém do Pará. La mayoría de los pobladores son colonos y sus descendientes, de origen blanco, mestizo e indígena.

Las principales actividades económicas que se presentan en el río Amazonas y en su región son la exportación a todo el mundo, del caucho y la madera. También la pesca, es primordial en el territorio amazónico, se presentan varias exportaciones de peces hacia toda la región, en general el Pirarocu.La agricultura y exportación de alimentos, tales como la yuca, el plátano y el maíz y frutas típicas de la región como, el Copoazú, Carambola, Arazá, Asaí entre otras; forman parte de la gran variedad de alimentos que produce esta región. Ventajas de conservar la selva amazónica. -Fuente de oxígeno y asimilación del CO2. -Conserva mucha agua. -Tiene mucha biodiversidad.

Desde el punto de vista cultural la selva amazónica es una de las regiones más diversas del planeta. Los pueblos autóctonos de la región pertenecen a diferentes grupos lingüísticos entre los que no se ha probado una relación filogenética clara, lo cual sugiere que tanto la diversidad cultural como lingüística se remonta a milenios atrás. Esta diversidad pudo darse, en parte porque a diferencia de otras regiones donde desde antiguo existieron importantes imperios, en esta región no existieron sociedades estatales suficientemente duraderas como para tener un efecto nivelador en el plano cultural y lingüístico. Los grandes grupos lingüísticos de la región son:

Además de estas unidades filogenéticas de tipo lingüístico existen un número importante de pequeñas familias de lenguas que no han podido ser convenientemente relacionadas con estas y por tanto se consideran grupos independientes.



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